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31

«Religiosi propriae regionis qui nec inter clericos nec inter monachos habentur, sive hi qui per diversa loca vagi fuerint, ab episcopis in quorum conventu commanere noscuntur, licentia eorum coerceatur; in clero, aut in monasteriis deputati, praeter illos qui ab episcopo suo aut propter aetatem, aut propter languorem fuerint absoluti». El texto se recoge y comenta en José Orlandis, «La disciplina eclesiástica española sobre la vida eremítica», en España eremítica. Actas de la VI Semana de Estudios Monásticos, Pamplona: Aranzadi, 1970, pág. 65, nota 5.

 

32

Ibidem, págs. 63-77.

 

33

Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera o Corbacho, ed. Joaquín González Muela, Madrid: Castalia, 1970, págs. 238-242.

 

34

Uso la edición de Miguel Ángel Pérez Priego: Bartolomé de Torres Naharro, Obra completa, Madrid: Turner, 1994, pág. 201.

 

35

Miguel Ángel Pérez Priego, «Algunas consideraciones sobre el erasmismo y el teatro religioso de la primera mitad del siglo XVI», en Manuel Revuelta Sañudo y Ciríaco Morón Arroyo, eds., El erasmismo en España. Ponencias del Coloquio celebrado en la Biblioteca de Menéndez Pelayo del 10 al 14 de junio de 1985, Santander, Sociedad Menéndez Pelayo, 1986, págs. 509-523. Es idea ya apuntada por Cillet quien reconoce que en sus críticas a la actuación de la Iglesia, Torres está más cerca de la corriente anticlerical medieval que del racionalismo de un Erasmo o un Valdés. Joseph Gillet y Otis H. Green, Torres Naharro and the Drama of the Renaissance, Filadelfia: Universidad de Pennsylvania, 1961, págs. 556-557.

 

36

Lucas Fernández, Farsas y églogas, ed. cit., págs. 171-173.

 

37

Jacobo de la Vorágine, La leyenda dorada, Madrid: Alianza Forma, 1989, II, pág. 729.

 

38

Así, por ejemplo, en Alfredo Hermenegildo, Renacimiento, teatro y sociedad. Vida y obra de Lucas Fernández, Madrid: Cincel, 1975, págs. 169-172, quien califica a la ermitaña de «vieja puta a lo divino»; puede consultarse igualmente el trabajo de Françoise Maurizi, «'Peor es que Celestina': à propos de la ermitaña de San Bricio de Lucas Fernández», Cahiers d'Études Romaines, 18

 

39

Véase el ponderado estado de la cuestión de Ana Vian Herrero, «El pensamiento mágico en Celestina, 'instrumento de lid o contienda'», Celestinesca, 14 (1990), págs. 42-91. Y ahora: Patrizia Botta, «La magia en La Celestina», Dicenda. Cuadernos de Filología Hispánica, 12 (1994), págs. 37-67, y Dorothy Sherman Severin, Whitchcraft in Celestina, Londres: Queen Mary and Westfield College Department of Hispanic Studies, 1995.

 

40

Art. cit., págs. 90-93.