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Lo ha apuntado de manera muy oportuna, resaltando su originalidad con respecto al bucolismo clásico, Juan Montero en su edición de La Diana de Jorge de Montemayor, Barcelona: Crítica, 1996, pág. 316, nota 8.8.

 

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Lugar común este de la universidad de amor de raigambre ovidiana, filtrado por el neoplatonismo ambiente que es ya apuntado por Consolación Baranda en su edición de la Segunda Celestina, Madrid: Cátedra, 1988, págs. 74-77, y desarrollado en su trabajo: «Novedad y tradición en los orígenes de la prosa pastoril española», en Arcadia. Estudios y textos dedicados a Francisco López Estrada, Dicenda, 6 (1987), págs. 359-371. Nótese que el parlamento de Darinel se hace eco igualmente de la no menos extendida creencia en la estrecha relación entre amor y magia, sobre la que tan sabiamente nos ha ilustrado Pedro Cátedra en Amor y pedagogía en la Edad Media (Estudios de doctrina amorosa y práctica literaria), Salamanca: Universidad, 1989, págs. 85-112.

 

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«Si vero et illarum te feminarum amor forte attraxerit, eas pluribus laudibus efferre memento, et, si locum inveneris opportunum, non differas assumere quod petebas et violento potiri amplexu». Andrea Capellani, De amore, ed. Inés Creixell Vidal-Quadras, Barcelona: El Festín de Esopo, 1985, pág. 282. La propia editora apunta en la nota 136: «Es evidente la relación entre esta teoría y el contenido de las 'pastorelas': el intento de seducción de una pastora por un caballero, casi siempre por la fuerza».

 

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Véanse para las continuaciones de la serie los interesantes apuntes de Sidney P. Cravens en su libro citado, especialmente los epígrafes titulados «El elemento cómico».