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271

Clemencín es, entre los modernos, el que más usa esta construcción, que me parece la más propia para verter la latina eo magis quod: «No hay confesión, ni misa, ni cosas sagradas» (en la penitencia que hace don Quijote en Sierramorena, imitando la de Amadís), «porque no quiso Cervantes mezclar lo sagrado con lo profano; tanto más, que la aventura de don Quijote era imitación burlesca de la otra».

 

272

La tan socorrida de Marchena eso más, que, ofrece una traducción literal de ea magis quod: «Eso más estrechan sus teorías, que en la vida práctica todos las eluden indistintamente». Emplea asimismo Marchena eso más, que más, en el sentido de tanto más, cuanto más: «Eso más es animada la historia, que más parecidas son las facciones y la fisonomía de los personajes retratados a lo que ellos realmente fueron». No recuerdo haber visto ejemplo de semejantes usos de eso en ningún otro escritor castellano antiguo o moderno.

 

273

Como en latín de volo y libet la de los compuestos quivis, quilibet, etc. Y de aquí es que en lo antiguo solían separarse los dos elementos componentes, interponiéndose un sustantivo: cual cosa quier.

Hubo también antiguamente el sustantivo quequiera o quequier (cualquiera cosa).


«Complirlo quiero todo, quequier que me digades».


(Berceo)                


Otro antiguo compuesto, que ha desaparecido completamente, es queque, análogo al latino quidquid.


«Comieron, queque era, cena o almorzar».


(El mismo)                


 

274

Los poetas modernos se permiten la licencia de suprimir el que en estas frases relativas, como lo hicieron Cienfuegos y Meléndez:


«Mudanzas tristes reparo
Doquier la vista se torna».




«El hombre respira y goza;
Dondequier se torne o mire,
Hallará un bien, un alivio
A las penas que le afligen».



 

275

Me parece que ni aun se aplica a gradaciones tácitas, tanto de menos a más, como de más a menos; así en ni aun sus lágrimas le desenojaron, es indudable que se sugiere a la imaginación algo de parecido a esta escala ascendente: no le desenojaron sus ruegos, sus protestas ni aun sus lágrimas. La gradación que en el ejemplo precedente es de menos a más, es de más a menos en ni aun asiento se le ofreció, que hace pensar en no se le recibió con agasajo, no se le saludó cortésmente, ni aun, etc. Si no me engaño, sólo para la segunda especie de gradaciones es propio siquiera.

No me parece digna de imitarse la elipsis de ni en ni siquiera: «El historiador no indica la menor sospecha sobre la buena fe del general Tuttavilla, a quien siquiera nombra». Sólo en las oraciones interrogativas debe ir este siquiera sin ni, cuando lo suple la negación implícita:


«¿Ha dado a mis desgracias una sola
Expresión de dolor, falsa siquiera?».



 

276

No me parece haber sido siempre imitado con acierto el uso clásico de siquiera por algunos elegantes hablistas de nuestros días: «El Gobierno, según algunos, debe sólo atender al interés material de los gobernados, a darles los goces materiales de la vida, a mirar por el regalo de sus cuerpos o satisfacción de sus apetitos, siquiera sean moderados», de siquiera en el sentido de con tal que, como lo ha usado el autor, no es fácil que se halle ejemplo en los clásicos castellanos. El mismo escritor: «En esta cátedra ha de decirse la verdad, o las que crea tales el humilde individuo que la ocupa, no concediendo ni una parte mínima a un principio que crea falso; siquiera triunfe éste y domine»; aquí siquiera tiene su significado de aunque.

 

277

Antiguamente quier... quier: «A todo hombre por esta obra he aprovechado, quier sea bueno, quier malo» (Hugo Celso). Con la conjunción o forma la disyuntiva o si quier, sincopada en o quier en el sentido de o bien, o si se quiere: «Lector ilustre, o quier plebeyo» (Cervantes);


«Con estas monedas o si quier medallas».


(Iriarte)                


 

278

Si Gil y Zárate hubiera dicho los que, el lector vacilaría algún tiempo entre los dos sentidos que la lengua francesa distingue constantemente por ceux qui y lesquels; vacilación que duraría hasta que llegando al punto final quedase determinado que los que significaba los cuales. En efecto, si en lugar del punto final se pone coma, y se continúa diciendo «no hicieron más que remedar torpemente los antiguos modelos», ya no sería los cuales sino aquellos que el sentido de los que.

A fuerza de usar pleonásticamente el artículo, va tomando cada día un carácter más anfibológico. Creo que la práctica de los escritores de la generación anterior, cual se halla consignada en los escritos de don Tomás de Iriarte, don Leandro Fernández de Moratín y el ilustre Jovellanos, es en el uso de los relativos la mejor que puede seguirse.

 

279

A esto es a lo que no se atiende tanto como sería de desear, y en lo que debiéramos imitar a los escritores franceses e ingleses.

 

280

Por eso a la primera frase corresponde en latín aedificabatur, y a la segunda aedificata erat o fuerat.