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No obstante, se encuentran ejemplos: «Fue rescebida con aquella solenidad que se acostumbran recebir a los nuevos reyes». (Memorial de diversas hazañas, VIII; R. 70, 72; en el manuscrito que poseo dice se acostumbra, cap. XXI). «También se desterraron a los que acompañaron el estandarte austriaco, el día de la aclamación de la corte» (Marqués de San Felipe, Comentarios, VII). «Tengo por sin duda que el día de hoy habría muchos con quien fuese necesario usar del breve (del Papa para compelerlos a aceptar), si se diesen por inhábiles a los que frecuentando las casas de los consejeros y valiéndose de favores, se juzgan capaces de tan alto ministerio» (Fernández Navarrete, Conservación de monarquías, XXVIII; lo mismo en la redacción primitiva de 1621, fol. 35 v.º). «Ordeno que no se propongan para las cátedras a los que ejerzan la judicatura del estudio de la Universidad» (Novísima Recopilación, lib. VIII, tít. IX, I, XXII; esta ley es de 1765; en el título se lee la misma construcción; pero más abajo dice: «No se incluya en la proposición a los que...»). «Se declararon por tiranos a todos cuantos con semejantes pretextos habían hecho guerras y sujetado esclavos» (Quintana, Fray Bartolomé de las Casas). «Se vieron trepar aquel día por aquellos agrios recuentos a más de mil pobres ciegos, cojos, mancos y tullidos» (Ángel Saavedra, Masanielo, lib. II, cap. II).

 

402

No sé qué desconfianza inspira ejemplo tan antiguo como éste del ordenamiento de las Cortes de Burgos de 1515, según lo publica la Academia de la Historia: «Se les mandó presentar los poderes a los procuradores, que lo hicieron ante el secretario y escriuano sobredichos de Cortes, y luego se les citó por el dicho obispo para el día siguiente a las dos de la tarde» (Cortes de León y de Castilla, IV, p. 246).

 

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En estas frases con un infinitivo hay a veces una confusión o asimilación: dícese la oigo quejar y le oí un quejido; en pasiva se le oyó un quejido y también se le oyó quejar. «A ninguno de estos canónigos se les oye quejar de la cortedad de su renta» (Joaquín Lorenzo Villanueva, Vida literaria, tomo II, p. 341). «Y si ella niega que él piensa en ella, sostenerlo de firme, hasta que acosada, aturdida, aburrida, se le haga saltar y tome una resolución» (Hartzenbusch, La coja y el encogido, acto II, esc. III). De una manera semejante a las niñas se les enseña la doctrina y se les enseñaba a leer de corrido (Valera, Comendador Mendoza, II). Véase la nota 133. [Adición manuscrita del mismo Cuervo al margen de su edición de 1907: «No es acreedora (la comedia de Lope, Amor con vista) ciertamente al desdeñoso olvido en que se le ha dejado por todos los editores de nuestro gran dramático» (Advertencia preliminar al tomo VI de la Colección de libros raros o curiosos, p. XI)]. (Comisión editora. Caracas)

 

404

En la Novísima Recopilación no se me ha deparado se los, y sí con frecuencia se les. La Academia usa se les en el Diccionario, 13.ª edic., s. vv. cinchera, destetar. En el tomo XXV de la Biblioteca de Rivadeneira, p. 231, se lee como sigue este pasaje de la Empresa VII de Saavedra: «Perturbada y ofuscada la razón, desconoce la verdad, y aprehende las cosas, no como son, sino como se las propone la pasión; de donde nace la diversidad de juicios y opiniones y la estimación varia de los objetos según la luz a que se les pone»; se los dicen cinco ediciones anteriores que tengo a la vista (Munich, 1640; Amberes y Amsterdam, 1659; Valencia, 1675 y 1800); pero es evidente que esta combinación es ahí idéntica a la anterior se las, esto es, de dativo y acusativo oblicuos. El editor novísimo no supo, pues, interpretar el pasaje; cosa nada extraña, como que en la misma columna dejó pasar un ellas por ellos y no corrigió el Epitecto de las impresiones anteriores. [Adición manuscrita del mismo Cuervo, al pie de página: «Se les mira» (Sedano, Parnaso Español, 5, III)]. (Comisión editora. Caracas)

 

405

«A los primeros se les habla con el sombrero en la mano y se les trata con respeto; a los segundos se les oye o se les manda con la gorra calada, y se les trata de tú» (Isla, Fray Gerundio, al público).

 

406

La Academia reconoce paladinamente que este se es acusativo (Gramática, parte II, cap. IV; pp. 243, 244, edición de 1895).

 

407

De Isla es el ejemplo más antiguo que tengo de la construcción aplicada al femenino (Día grande de Navarra, 1746; R. XV, 231).

 

408

Adición manuscrita de Cuervo, al margen de su edición de 1907: «Se les. Academia, Diccionario: Grillera». (Comisión editora. Caracas)

 

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Adición manuscrita del mismo Cuervo al ejemplar de su edición de 1907: «La idea de aplicar al esclarecimiento de estas frases el volverles por pasivas es cosa de Martínez López (Principios de la lengua castellana, p. 19, París, 1840)». (Comisión Editora. Caracas)

 

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Otros ejemplos: «Si cosa hay (que sí hay), por la cual el Apóstol San Pablo llama a Dios Dios de toda consolación y Dios de solaz, es por el consuelo que da con dar a su Hijo en manjar» (Ávila, Tratado de la Eucaristía, VI). «Pues la libertad con que en estas comedias se hacen las sátiras a diferentes estados de gente y naciones, que por fuerza han de engendrar odio contra la española, y más que se les hará creíble que Vuestra Majestad lo tolera, siendo, que es, en su corte» (Lupercio de Argensola, Memorial contra la representación de las comedias). Tal debe ser también el origen de aquellas cláusulas absolutas «libre que se vio», «juntos que fueron», «concluida que tuvieron la obra», «leído que hubo la carta» (Gramática, números 1123-5).