31
Eyzaguirre declara en la pág. 391 del tomo 2.º de en Historia, que ha consultado en la Biblioteca Nacional de Santiago una Historia de Chile de Ugarte de la Hermosa; mas en catálogo alguno del establecimiento hemos podido encontrar el título de la obra. Gay parece también haber conocido el libro en cuestión. Véase el tomo I de su Historia, pág. 621, nota.
32
Ramírez, Cronicón sacro-imperial de Chile, pág. 335. M. S.
33
Páginas 342 y 541 del tomo II de la Historia general del Reino de Chile.
34
Íd., íd., pág 668.
35
Hablado, la Monja alférez veremos más adelante que Rosales se refiere al testimonio de Romay, el cual, dice, «escribió este caso». En vista de lo que apuntamos en el texto, creemos, pues, que en estas palabras no puede deducirse que fuera también autor de una Vida de la Monja-Alférez.
36
Rosales, pág. 667, tomo II.
37
«Por el maestro fray Juan Meléndez, natural de Lima, hijo de la misma Provincia y su cronista. 3 tomos in fol. En Roma. MDCLXXXI. El doctor don Francisco Antonio de Montalvo en un Juicio publicado al frente de la obra, explica así el título de Tesoros: «Pues estando la antigüedad que aclara (el autor) oculta en los archivos, y las virtudes que publica sepultadas en la tierra; sin duda son Tesoros, que se esconden de ordinario, o porque no los envidien o porque no se pierdan, y todos estos motives concurrieron a guardar estos Tesoros en la cautela, en el descuido y en el temor. El R. P. M. los desentierra hoy para gloria de su provincia y edificación de los dos orbes; ejecutando en la América lo que en la Etiopía hace la hormiga-león, que para edificar su casa saca de las entrañas de la tierra el oro, que atesora y enriquece el mundo».
38
González Dávila; fray Antonio del Remesal (Historia general de las Indias Occidentales, y particular de la gobernación de Chiopa y Guatemala, Madrid, 162, fol., pág. 511, c. 1; y Fontana (Sacrum theatrum dominicanum. Romae, 1656, fol., pág. 171) suponen a fray Reginaldo natural de Lima. Otro escritor de la misma orden, cree de cierto que un virrey de Filipinas del mismo apellido, que gobernó en 1760, era pariente de nuestro Lizárraga. Scriptores ordinis praedicatorum recensiti, notisque historicis et criticie illustratae, etc. Inchoavit R. P. F. Jacobus Quetip, absolvit R. P. F. Jacobus Echard, Lutetiae Parisiorum, 1721, t. 2.º, pág. 4[...]2, c. 1.
39
Quince años debía tener en esa fecha; porque dice Meléndez más adelante (pág. 603), que cuando murió Lizárraga en 1615 contaba setenta años de edad; habiendo profesado en 1560 iban transcurridos quince años desde 1545 en que había nacido. Este suponiendo que la fecha que se indica de su muerte sea exacta, en que no creemos (véase la nota 32), en cuyo caso, no habiendo podido profesar antes de los catorce, debía contar sólo doce años a lo más cuando entró al convento.
40
Ateniéndonos al mismo Meléndez, encontrarnos alguna discrepancia en esta fecha; porque según dice en la pág. 382 de su libro, Lizárraga tomó el hábito el segundo año del provincialato de fray Gaspar de Carvajal, que dio principio en 9 de agosto de 1557. A estarnos a este lugar, podría creerse que Lizárraga entrase al convento un año antes del que fijamos en el texto, si él mismo no hubiese cuidado de advertir que fue en 1560.