371
Josefo, Antiq. Jud., lib. XVII, cap XII.
372
A treinte estadíos de Tiberiades (Reland, Palaest. illustr., tom. II, pág. 821).
373
Josefo, Antiq. Heb., lib. XVII, cap. XII, XIII; De Bell. Jud., lib. II, cap. VII, VIII y IX.
374
Sería imposible insistir sobre todas las expresiones del Evangelio que llevan consigo una prueba de autenticidad. Para decir que fueron de Nazareth a Jerusalén, ateniéndose tan sólo a las nociones geográficas, un autor que no hubiera conocido prácticamente los lugares, no hubiera podido servirse de la expresión subir. En efecto, Nazareth se halla a la altura del lago de Tiberíades, que atraviesa el Jordán para bajar, siguiendo una línea paralela, en dirección a Jerusalén. El término de que sirve el Evangelista era la expresión usada entre los Hebreos, explicándola suficientemente la elevación del llano donde está edificada la ciudad santa, y cuya exactitud han confirmado todos os peregrinos.
375
[«solemnidad. Acabados» corregido de la fe de erratas del original (N. del E.)]
376
Lucas, II, 40-52.
377
Vida de Jesús, pág. 30.
378
Juan, VII, 15.
379
Vida de Jesús, pág. 23-25.
380
Marc., VI, 3.