561
Terra autem scabellum pedum tuorum (Id., ibid.)
562
Civitas regis magni (Psalm., I, XLVI 3).
563
Jac., V, 12.
564
Exod., XXI, 24; Levit., XXIV, 20; Deuteron., XIX, 21.
565
Quicumque te angariaverit. Esta expresión está tomada del derecho romano, por el que se hallaba entonces administrada la Palestina. El requerimiento del magistrado romano no admitía dilación ni escusa. Se requería al viajero, al extranjero, al pasajero para un servicio público, o simplemente por capricho de una autoridad. Y era forzoso someterse. Un requerimiento de esta clase valió a Simón de Cirene el honor de participar con Cristo del peso de la cruz redentora.
566
Otra expresión latina en boca de Jesús, que según se dice, no sabía latín. Los caminos romanos que surcaban el mundo, estaban divididos por límites miliarios, colocados por intermedios de cerca de mil pasos. El valor exacto del millar romano, con relación a nuestras medidas actuales, era de 1.481m 75.
567
Diliges amicum tuum sicut teipsum (Levit., XIX, 18). De este precepto de amar a sus amigos, había deducido la glosa farisaica, naturalmente, la obligación de odiar a sus enemigos.
568
Luc., VI, 28. Benedicite maledicentibus vobis. Este pasaje no está en la versión de San Mateo según la Vulgata, pero se halla en el texto griego.
569
Véase en el n.º 46, el sentido de la palabra Publicano.
570
Math., V, 33 ad ultim.