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601

Eccli., XXXVIII, 1-16.

 

602

Luc., IV, 23: Véase el capítulo precedente, núm. 32.

 

603

Matth. IX, 12; Marc., II, 17; Luc., V, 31. Véase el capítulo precedente, número 47.

 

604

Traducimos según el texto griego: e)/stin de\ e)n toi=j ¸Ierosolu/moij e)piì th= probatikv= kolumbh/qra h( e)pilegome/nh ¸Ebrai+ti ( Bhqzaqa/, pe/nte stoa\j exousa. [esti de en toij Ierosolu/moij, epi th(\ Probatikh(\ kolumbhqra, h/( epilomenh Ebraisti Bhqesda en el original (N. del E.)]

 

605

La palabra latina de la Vulgata Bethsaida corresponde lo suficiente a la pronunciación hebraica; conviene, no obstante, no confundirla con la ciudad galilea del mismo nombre, patria del apóstol San Pedro. He aquí porqué conservamos en nuestra traducción la misma expresión del original. Por lo demás, la etimología y la significación de los dos términos son muy diferentes. Betsaida quiere decir: Ciudad de pescadores. Bethesda significa: Casa de Misericordia. (Nota de M. Darras). -Según el padre Amat se llamaba así por la misericordia que usaba allí Dios con los enfermos. También se llamaba, según el mismo Padre: Casa de efusión, por recogerse allí las aguas pluviales de muchas calles y casas inmediatas.-(N. del T.)

 

606

La Vulgata dice terminantemente: Angelus Domini; pero el texto original menos explícito es éste: a)/ggeloj ga\r kata\ kairo\n. k. t. l. [Griego reconstruido a partir del latín (Ioan. 5.4) angelus autem Domini descendebat secundum tempus, ya que este versículo se considera espúreo desde antiguo y no aparece en el evangelio griego. Omitimos la expresión kuri/ou, por Domini ya que el autor afirma en la nota 629 que en el original griego no aparece. A partir de ahora k. t. l. debe entenderse como kata\ to\n lo/gon «al pie de la letra». El original presenta presenta aggelsj gar kata/ kairo/n, k. t. l. (N. del E.)]

 

607

El abate Darras traduce, «que estaba allí hacía mucho tiempo»; pero los PP. Amat y Petite hacen la traducción que hemos adoptado arriba, apoyándola en las versiones antiguas arábiga y siriaca. El Evangelista, dicen, quiso expresar dos circunstancias que hicieron milagrosa la curación, y son: la de que el mal estaba ya arraigado y las pocas fuerzas del enfermo por ser ya anciano.-(N. del T.)

 

608

Juan, V, 2-15.

 

609

II Esdr. III, 1-38; XII, 38. Esta puerta se llamaba en hebreo: Sahar-Hatzon (Porta Pecoris). La mayor parte de los traductores han adoptado la expresión de «Puerta de las Ovejas». Esta interpretación es inexacta, como hace observar Pezron. El sentido verdadero es: «Puerta del Ganado». Es verosímil que se llamara así, añade el docto comentador, porque servía para introducir en Jerusalén toda clase de ganados, llevados; para el servicio del Templo o para los usos domésticos. (Pezron, Historia Evangélica, tom. I, pág. 317).

 

610

II Esdr., III, 31.