701
Matth., VIII, 18-21; Luc., IX, 57-62.
702
Matth., VIII, 23-28; Marcos, IV, 35 ad ultim.; Lucas, VIII, 22-25.
703
Marcos, V, I.
704
Matth. XIV, 6-12; Marc., VI, 21-29.
705
Hieronym. In Ruffin., Apolog. lib. II, cap. XLII; Patrol. latin., tom. XXIII, sol. 488.
706
Antig. jud., lib. XVIII, cap. IX; De Bell. jud. lib. II, cap. 26.
707
Joseph. Antig. jud., lib. XVIII, cap. VII.
708
Niceph. Callist. Histor. lib. I, cap. XX.
709
Gadará se hallaba situada al Norte, en los límites de la Perea, y en la orilla del río llamado Larmuck, a ocho millas romanas de Tiberiades, y al Este del lago de Genesareth. El camino de Seythopolis a Damasco pasaba por Gadará, Josefo (De Bello jud., lib. 1, cap. V) nos dice que la población de esta ciudad era muy rica. Un poco más alto, al Sud, se hallaba Gerasa. Estas dos ciudades formaban parte de la Decápolis, y estaban, según Josefo, casi enteramente habitadas por familias paganas. Gadará, fundada primitivamente por los Cananeos y los Fenicios; después arruinada por los Asmoneos, había sido reedificada por el general romano Pompeyo, a ruegos de Demetrio de Gadará, su liberto. Era patria de muchos filósofos conocidos en la historia, tales como Aenomaus el cínico, Apsines, Philodemo el epicúreo, Meleagro, Menipo y Teodoro el retórico, que había sido preceptor de Augusto. Gerasa era según su etimología, la Lutecia o la ciudad de lodo de la Palestina. Su nombre le provenía de su tierra cenagosa y de las pingües praderas en medio de las cuales se hallaba situada (Sepp, Vida de Nuestro Señor Jesucristo, tom. II, pág. 81, 82.)
710
Matth. VIII, 28-33; Marc., V, 1-20; Luc., VIII, 26-39.