«En
Ávila Domingo diez y ocho días del mes de Diciembre
del dicho año de 1474 se ficieron las honras en esta ciudad
de Ávila en esta manera:
Fueron todos los
que habían de ir enjergados á la Iglesia de San Juan
y asimesmo todos los escribanos del número desta ciudad los
cuales fueron enjergados demás de los once de cada linaje
á la justicia que era á la sazón Lugarteniente
de Corregidor Juan Chacón é el alguacil Gonzalo de
Babia, é vino por alférez Francisco Vázquez
fijo de Fernán Blázquez de Duruelo cabalgando en un
caballo enjergado todo, el cual caballo é un pendón
negro en que estaban pintadas las armas reales; é luego
salieron todos los enjergados de San Juan é
llegáronse á los lucillos é llevaban delante
del alguacil cuatro escudos negros cuatro hombres de
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pié; é encima de los lucillos de San Juan
quebró el uno dando grandes voces todos á por
buen Rey é buen Señor, é de ahí
subieron por la plaza del mercado chico arriba fasta la
pescadería el alférez delante é muchos
judíos é moros faciendo las guardias é fueron
á la puerta de San Vicente, la cual á la sazón
estaba tapiada, y ahí cabó la puerta el alguacil el
quebró otro escudo dando grandes voces á por buen
Rey é buen Señor, é dende volvieron por
cabe la carnicería de los abades é sobieron por el
postigo del Obispo é por cabo Santo Tomé é por
cal de Estrada é á mercado grande, é
ahí cabo la picota el dicho alguacil quebró otro
escudo faciendo el dicho llanto, é dende entraron por la
puerta de San Pedro é por la calle derecha por casa de Alvar
González é fueron á la puerta de los
apóstoles de la Iglesia mayor, é sobre aquellos
mármoles el dicho alguacil quebró otro escudo
faciendo el dicho llanto; é allí descabalgó el
alférez é tomó el pendón é
faciendo gran llanto todos entraron por la Iglesia adelante fasta
el Altar mayor; é de fuera de las rejas del Altar fasta el
coro estaba fecho un estrado con un bulto ó ataud todo
cubierto de negro é muchas fachas de cera al derredor
ardiendo, lo cual todo tenían fecho los Señores de la
Iglesia; é el alférez púsose á los pies
del estrado facia el coro con el pendón negro, é
entonce comenzaron su misa de Requien muy solemnemente; é todos los
judíos é judías ó moros faciendo sus
guayas á los enjergados á derredor del estrado;
é acabada la misa de Requien comenzaron á facer muy grandes
llantos todos é aracias del pendón Real é
rasgáronlo todo; é de allí salieron todos los
enjergados á la capilla del Obispo don Sancho, é el
alférez se vistió una ropa rozagante de seda
terciopelo pavonada aforrada en paño de cestre verde
é todos los caballeros que á la sazón estaban
en la ciudad vistiéronse las mejores ropas que
tenían, y el alférez tomó un pendón
real de chamelote en que estaban pintadas las armas. Iba delante
Diego del Aguila de Almoalla é su fijo de Blasco
Núñez con sendos escudos dorados con las armas del
Rey, é salieron é tomaron al estrado el cual estaba
muy ricamente adornado de brocados todo al derredor, y los bancos
de ricas alfombras al derredor del estrado; é el
alférez subió con el dicho pendón
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encima del dicho estrado y con él Juan de
Chacón, Lugarteniente de Corregidor é Blasco
Núñez Regidor é Nuño Rengifo é
yo; é comenzó á decir el dicho alférez
é todos los que allí estábamos á altas
voces «Castilla, Castilla por la muy
alta é esclarecida Señora, nuestra Señora la
Reina Doña Isabel», esto por tres veces. E
después tornaron á decir otra vez «Castilla, Castilla por el muy alto é muy
poderoso Señor, nuestro Señor el Rey Don Fernando su
legítimo marido»; y luego, abajándose del
dicho estrado, y saliéndose por la Iglesia los
señores Canónigos comenzaron Te Deum laudamus á altas
voces; é salieron con el pendón real por la puerta de
los apóstoles donde estaban muchos momos que los moros desta
ciudad tenían fechos é danzas de espadas, é
allí dos toras de los judíos, é así
tocando trompeta é tañendo tamboriles é
faciendo grandes alegrías cabalgó el alférez
en su caballo, é fueron por la calle del bachiller Juan de
Ávila y por la pescadería ó Mercado Chico
é por cal de Caballeros é por la puerta de Pedro
Dávila é por la de Gonzalo Dávila y así
fasta la puerta del alcázar, é dende
saliéronse todos, cristianos é judíos é
moros á mercado grande, é el alférez é
Juan Chacón é Blasco Núñez é
Nuño Rengifo é Sancho del Águila y Diego del
Águila de Almoalla, y el Alguacil é yo subimos
á la torre del esquina é su fijo de Blasco
Núñez, y allí púsose el pendón
en lo más alto, é á par dél los dichos
dos escudos; é luego desde encima de la torre el dicho
Blasco Núñez comenzó á grandes voces
á decir «Castilla, Castilla por
la muy alta é muy esclarecida señora, nuestra
Señora la Reina Doña Isabel», é
todas por semejante y asimismo respondía toda la gente que
estaba en mercado grande á par de la Magdalena, esto por
tres veces; é después tornamos á decir otras
tres veces: «Castilla, Castilla por el
muy alto é muy esclarecido Señor, nuestro
Señor el Rey Don Fernando»; é luego el
dicho Juan Chacón pidió á mí el dicho
escribano que ge lo diese así por testimonio signado como
justicia, y el dicho Blasco Núñez Regidor, en nombre
de la ciudad pidió que ge lo diese así todo como
había pasado signado; y así nos bajamos y nos dejamos
puestos el pendón y los escudos nueve días. Testigos
que fueron presentes, Nuño Rengifo y Sancho del
Águila y Diego del —433→
Águila Almoalla é Lope Macacho alcaide de la
dicha torre del esquina. E á la sazón que esto se
fizo no estaban en la ciudad los señores Gonzalo
Dávila ni Pedro Dávila, ca si aquí estuvieran
habían de salir enjergados desde su casa con todos sus
parientes por cal de Andrín é á lucillos de
San Juan, é Pedro Dávila con sus parientes por cal de
Caballeros é á los lucillos é dende facer
todas las otras ceremonias ya dichas. Este día Juan de
Estrada, gobernador, preguntó á Francisco
Vázquez que era alférez que porqué llevaba
aquel pendón é tomaba aquel oficio de alférez,
y el dicho Francisco Vázquez respondió que por su
tío el dicho Gonzalo Dávila Gobernador y como su
pariente propincuo; y el dicho Juan de Estrada pidió a
mí que gelo diese por testimonio. Testigos, Pero
López Dobles, escribano público de Ávila
é Pedro fijo de Francisco Suárez é
Blasco Núñez Regidor.»
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