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Honras por Enrique IV y proclamación de Isabel la Católica en la ciudad de Ávila

Manuel Foronda y Aguilera





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En el códice de mi propiedad, cuyo índice vió la luz pública en el tomo LXII, páginas 278-282 de este BOLETÍN, se detallan   —428→   muchas de las curiosidades en él contenidas, y que puse á disposición de la Academia.

Hoy toca dar cuenta de las actas consistoriales de Ávila, en que se relatan los preliminares de las honras celebradas, en dicha ciudad, por el alma de D. Enrique IV, la descripción de estas honras, y, finalmente, la proclamación de Isabel la Católica por Reina de Castilla.

La particularidad de no existir en el archivo municipal de Ávila libros anteriores á 1509, siendo las actas de dicho año las primeras de las existentes, hace que las de 17 y 18 de Diciembre de 1474 y 9 de Enero de 1475, que á continuación se insertan, ofrezcan algún interés, no sólo por las formalidades con que se arbitraron los fondos para hacer frente á los gastos que la realización de aquellas solemnidades exigían, sino también por la forma en que éstas tuvieron lugar.

Los nombres de los personajes que en estos actos intervinieron; los de las calles y lugares de esta ciudad, muchos de los cuales conservan todavía los nombres con que en las actas van designados; la forma cómo desde el magnífico torreón del homenaje (cuya restauración, así como la del lienzo de muralla que corre desde la puerta del alcázar hasta la torre SE., está á punto de verse terminada) se llevó á efecto la proclamación de la insigne Reina y los demás pormenores que á estos actos siguieron, notas estimables son que, por entender el que estas líneas escribe, que pudieran interesar al curioso lector, á continuación las inserta:


Actas

«Sábado 17 de Diciembre de 1474, en el coro de San Juan, estando en Concejo Justicia Regidores, Caballeros, escuderos, oficiales y omes buenos de la dicha ciudad, y estando ahí Juan Chacón, lugarteniente Corregidor en la dicha ciudad, y Blasco Núñez, que es de los 14 Regidores que han de ver y gobernar facienda del dicho Concejo, ayuntados á campana repicada según que lo han de uso y de costumbre, la Reina Doña Isabel   —429→   envió á esta dicha ciudad una su primera carta mensajera en que les facía saber como el Rey Don Enrique, su señor hermano, era pasado de la presente vida, é como ella era jurada é alzada por Reina é Señora destos reinos y señoríos, é por ende que mandaba que luego fagan en esta dicha ciudad las honras á que son obligados de facer por el dicho señor Rey, é asimismo que fagan todas las diligencias que son obligados de facer rescibiéndola por Reina y Señora destos Reinos de Castilla é de León; la cual obedescieron y [esta] carta mandaron la cumplir. -Nuño Rengifo y Alvaro de Henao y Pedro de Villalva.

Este dicho día, mes y año susodicho en el dicho Concejo mandaron á Juan González de Pajares que cumpla todas las costas que fuere menester para las dichas honras, por cuanto lo han de pagar los pueblos según uso y costumbre; y, luego el dicho Juan González dijo que cree que los pueblos no lo han de pagar, pero que cumpliendo su mandamiento que á él le place de lo cumplir todo y dar el dinero que para ello fuere menester, pero que quiere seguridad del dicho Concejo para que si el dicho que lo oviere de pagar, que el reaseguro le será tornado lo que así gastare; y luego el dicho Concejo obligó la venta del peso mayor desta ciudad, y que si se fallare que el dicho Concejo haya de pagar lo susodicho ó parte dello, que el dicho Juan González de Pajares lo haya de la venta del dicho peso desde dicho año; y mandaron my el dicho escribano que requiera de su parte á los arrendadores del dicho peso que no acudan con la dicha renta é persona alguna fasta el fin del mes de Enero primero venidero que sea determinado quien ha de pagar lo susodicho é parte dello, y que si al dicho Concejo cupiese á pagar todo ó alguna cosa, que mandaban que allí en aquella renta fuese librado al dicho Juan González de Pajares é ninguna paga fuese fecha de allí en aquella renta si no fuese librado al dicho Juan González de Pajares de la dicha renta hasta que el dicho Juan González fuese cumplido y pagado de lo que se fallase que al dicho Concejo copiese, y si no le copiese nada que los pueblos lo pagasen; y para ver y determinar todo lo susodicho el dicho Concejo nombró por suplente para que lo viese al Licdo. Ant.o Fernández de   —430→   León, y el dicho Juan González nombró por suplente al Bachiller Bravo y á Juan Gonz.z de Basco Núñez y á Diego Martínez de Gimén Falcón, á los cuales juntamente dieron su poder cumplido para que puedan verlo y determinar lo susodicho fasta el fin del mes de Enero primero venidero obligáronse de estar para lo sentenciado. -Nuño Rengifo y Alvaro de Henao y Pedro de Villalva



«Este día mandaron que se ficiesen para cada linaje once ropas de jerga, los diez de cada linaje para los caballeros é personas principales, é la una de cada linaje para cada uno de los escribanos de Concejo; é mandaron, por que no se pudo fallar grana, que se faciese la ropa al alférez, de seda terciopelada de color aforrada en cestre, y para el pendón Real que se sacase chamelote colorado por cuanto no se puede fallar bocarán para los dichos.»



«Este día requerí á Alvaro Verdugo, asentador del peso mayor del dicho año que no acudiese con la dicha renta á persona alguna, todo en forma según que de suso se contiene. -Testigos, Pedro y Fernando Ortega y G.o de bábia alguacil






Honras del Rey Don Enrique el cuarto en Ávila, 1474

«En Ávila Domingo diez y ocho días del mes de Diciembre del dicho año de 1474 se ficieron las honras en esta ciudad de Ávila en esta manera:

Fueron todos los que habían de ir enjergados á la Iglesia de San Juan y asimesmo todos los escribanos del número desta ciudad los cuales fueron enjergados demás de los once de cada linaje á la justicia que era á la sazón Lugarteniente de Corregidor Juan Chacón é el alguacil Gonzalo de Babia, é vino por alférez Francisco Vázquez fijo de Fernán Blázquez de Duruelo cabalgando en un caballo enjergado todo, el cual caballo é un pendón negro en que estaban pintadas las armas reales; é luego salieron todos los enjergados de San Juan é llegáronse á los lucillos é llevaban delante del alguacil cuatro escudos negros cuatro hombres de   —431→   pié; é encima de los lucillos de San Juan quebró el uno dando grandes voces todos á por buen Rey é buen Señor, é de ahí subieron por la plaza del mercado chico arriba fasta la pescadería el alférez delante é muchos judíos é moros faciendo las guardias é fueron á la puerta de San Vicente, la cual á la sazón estaba tapiada, y ahí cabó la puerta el alguacil el quebró otro escudo dando grandes voces á por buen Rey é buen Señor, é dende volvieron por cabe la carnicería de los abades é sobieron por el postigo del Obispo é por cabo Santo Tomé é por cal de Estrada é á mercado grande, é ahí cabo la picota el dicho alguacil quebró otro escudo faciendo el dicho llanto, é dende entraron por la puerta de San Pedro é por la calle derecha por casa de Alvar González é fueron á la puerta de los apóstoles de la Iglesia mayor, é sobre aquellos mármoles el dicho alguacil quebró otro escudo faciendo el dicho llanto; é allí descabalgó el alférez é tomó el pendón é faciendo gran llanto todos entraron por la Iglesia adelante fasta el Altar mayor; é de fuera de las rejas del Altar fasta el coro estaba fecho un estrado con un bulto ó ataud todo cubierto de negro é muchas fachas de cera al derredor ardiendo, lo cual todo tenían fecho los Señores de la Iglesia; é el alférez púsose á los pies del estrado facia el coro con el pendón negro, é entonce comenzaron su misa de Requien muy solemnemente; é todos los judíos é judías ó moros faciendo sus guayas á los enjergados á derredor del estrado; é acabada la misa de Requien comenzaron á facer muy grandes llantos todos é aracias del pendón Real é rasgáronlo todo; é de allí salieron todos los enjergados á la capilla del Obispo don Sancho, é el alférez se vistió una ropa rozagante de seda terciopelo pavonada aforrada en paño de cestre verde é todos los caballeros que á la sazón estaban en la ciudad vistiéronse las mejores ropas que tenían, y el alférez tomó un pendón real de chamelote en que estaban pintadas las armas. Iba delante Diego del Aguila de Almoalla é su fijo de Blasco Núñez con sendos escudos dorados con las armas del Rey, é salieron é tomaron al estrado el cual estaba muy ricamente adornado de brocados todo al derredor, y los bancos de ricas alfombras al derredor del estrado; é el alférez subió con el dicho pendón   —432→   encima del dicho estrado y con él Juan de Chacón, Lugarteniente de Corregidor é Blasco Núñez Regidor é Nuño Rengifo é yo; é comenzó á decir el dicho alférez é todos los que allí estábamos á altas voces «Castilla, Castilla por la muy alta é esclarecida Señora, nuestra Señora la Reina Doña Isabel», esto por tres veces. E después tornaron á decir otra vez «Castilla, Castilla por el muy alto é muy poderoso Señor, nuestro Señor el Rey Don Fernando su legítimo marido»; y luego, abajándose del dicho estrado, y saliéndose por la Iglesia los señores Canónigos comenzaron Te Deum laudamus á altas voces; é salieron con el pendón real por la puerta de los apóstoles donde estaban muchos momos que los moros desta ciudad tenían fechos é danzas de espadas, é allí dos toras de los judíos, é así tocando trompeta é tañendo tamboriles é faciendo grandes alegrías cabalgó el alférez en su caballo, é fueron por la calle del bachiller Juan de Ávila y por la pescadería ó Mercado Chico é por cal de Caballeros é por la puerta de Pedro Dávila é por la de Gonzalo Dávila y así fasta la puerta del alcázar, é dende saliéronse todos, cristianos é judíos é moros á mercado grande, é el alférez é Juan Chacón é Blasco Núñez é Nuño Rengifo é Sancho del Águila y Diego del Águila de Almoalla, y el Alguacil é yo subimos á la torre del esquina é su fijo de Blasco Núñez, y allí púsose el pendón en lo más alto, é á par dél los dichos dos escudos; é luego desde encima de la torre el dicho Blasco Núñez comenzó á grandes voces á decir «Castilla, Castilla por la muy alta é muy esclarecida señora, nuestra Señora la Reina Doña Isabel», é todas por semejante y asimismo respondía toda la gente que estaba en mercado grande á par de la Magdalena, esto por tres veces; é después tornamos á decir otras tres veces: «Castilla, Castilla por el muy alto é muy esclarecido Señor, nuestro Señor el Rey Don Fernando»; é luego el dicho Juan Chacón pidió á mí el dicho escribano que ge lo diese así por testimonio signado como justicia, y el dicho Blasco Núñez Regidor, en nombre de la ciudad pidió que ge lo diese así todo como había pasado signado; y así nos bajamos y nos dejamos puestos el pendón y los escudos nueve días. Testigos que fueron presentes, Nuño Rengifo y Sancho del Águila y Diego del   —433→   Águila Almoalla é Lope Macacho alcaide de la dicha torre del esquina. E á la sazón que esto se fizo no estaban en la ciudad los señores Gonzalo Dávila ni Pedro Dávila, ca si aquí estuvieran habían de salir enjergados desde su casa con todos sus parientes por cal de Andrín é á lucillos de San Juan, é Pedro Dávila con sus parientes por cal de Caballeros é á los lucillos é dende facer todas las otras ceremonias ya dichas. Este día Juan de Estrada, gobernador, preguntó á Francisco Vázquez que era alférez que porqué llevaba aquel pendón é tomaba aquel oficio de alférez, y el dicho Francisco Vázquez respondió que por su tío el dicho Gonzalo Dávila Gobernador y como su pariente propincuo; y el dicho Juan de Estrada pidió a mí que gelo diese por testimonio. Testigos, Pero López Dobles, escribano público de Ávila é Pedro fijo de Francisco Suárez é Blasco Núñez Regidor.»



«Este dicho día, mes é año susodicho, estando en el coro de la Iglesia de San Juan el Concejo, justicia, regidores, etc., etc., y estando ahí Juan Chacón, Lugarteniente de Corregidor é Blasco Núñez, que son de los catorce Regidores que han de ver é ordenar facienda del dicho Concejo ayuntados á campana repicada, etc., etc., entregaron las varas de la justicia al dicho Juan Chacón é Gonzalo de Babia alguacil, como de Reina y señora por cuanto fasta entonces las habían tenido como por Princesa; pidiéronlo por testimonio. -Testigos, Nuño de Tapia é Diego del Águila de Almoalla y Álvaro de Henao, vecinos de Ávila.»



«Este día mandaron dar á Luis de Torrijos que trajo las albricias de la Reina nuestra señora ocho mil mrs., é á Luis de Baeza, repostero que trajo la carta patente para que llevasen la obediencia de la ciudad cuatro mil mrs., que son doce mil. -Escribano Fernán Sánchez de Pareja






Año 1475

«La noble ciudad de Ávila lunes nueve días del mes de Enero año del nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo de 1475 años estando en Concejo en el coro de la Iglesia de San Juan el Concejo   —434→   Justicia é Regidores, Caballeros y escuderos de la dicha ciudad y estando ahí Juan Chacón, Lugarteniente de Corregidor y Blasco Núñez que es de los catorce Regidores que han de ver ordenar facienda del dicho Concejo ayuntados á campana repicada, etc., etc., dieron poder á los señores Gonzalo Dávila señor de Villatoro y Navamorcuende é Pedro Dávila señor de Villafranca y las Navas amos (ambos) del Consejo de la N. S. y á Alvaro de Enao fijo de Diego González de Enao é Francisco Sedeño é Juan González de barcones especialmente é todos juntamente para ir á la corte á dar la obidiencia á la muy alta é muy poderosa Señora la Reina Doña Isabel y al muy alto y muy poderoso Señor Rey y señor nuestro, el Rey Don Fernando su legítimo marido y para acerca dello facer todas las cosas al caso concerniente, etc., etc. -Testigos, Pedro de Villalva y Fernán Lopez el mozo y Juan de la Plaza, vecinos de Avila.»



Es copia literal.







Ávila, 19 de Septiembre de 1913.



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