1091
Véase el párrafo 1.º y su nota del libro II.
1092
Act., cap. 2.º, v. 45: «Possessiones et substantias vendebant et dividebant illa omnibus, prout cuique opus erat.» Ídem, cap. 4.º, v. 36: «Joseph autem... cum haberet agrum, vendidit eum, et attulit pretium, et posuit ante pedes apostolorum.»
En el principio del capítulo siguiente se refiere la repentina muerte de Ananías por haber ocultado, de acuerdo con su mujer Safira, parte del precio en que había vendido un campo, con cuyo motivo le dijo San Pedro: «Anania, cur tentavit Satanas cor tuum, mentiri te Spiritui Sancto, et fraudare de pretio agri... non es mentitus hominibus, sed Deo.»
1093
Act., cap. 6.º, v. 4: «Nos vero orationi et ministerio verbi instantes erimus.»
1094
Can. 3.º, Apóstol.; can. 57, Conc. Afric..
1095
Can. 4.º, Apóstol
1096
Can. 5.º, Apóstol.; San Justinus mártir, Apóstol., 1.º, núm. 66 et 67; Tertul., Apolog., cap. 39.
1097
Cyprian.; de opera et eleemosyna.
1098
San Justino, in apologia 2.ª; Tertulianus, in apologetico, y San Cipriano, in sermone de eleemosyna, hablan del sitio destinado a depositar las oblaciones; este último, reprendiendo a una mujer opulenta que nada ofrecía, dice: «Locuples et dives es, et dominicum celebrare te credis, quae corbonam omnino non respicis, quae in dominicum sine sacrificio venis, quae partem de sacrificio, quod pauper obtulit, sumis.» Dicen algunos que esta palabra hebrea corbona no significa el lugar en que se deposita la oblación, sino la oblación misma; pero no es exacto, porque el mismo San Mateo, cap. 27, v. 6, hablando de que Judas arrepentido de su traición había arrojado por el templo los treinta dineros, dice por boca del príncipe de los sacerdotes: «Non licet eos mittere in corbonam, quia pretium sanguinis est.»
1099
Conc. IV Carthag., cap. 93. Omnes, dice San Agustín, serm. 50, dedivers, quod vultis offerte... gazophilacium attendite et omnes bene habebimus. Bingham, Origin. eccl., lib. 8.º, cap. 6.º, pár. 22, habla de dos clases de gazofilacios: uno dentro de la Iglesia y otro fuera.
1100
Cap. 42, de simonía.