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  —28→  


ArribaAbajoEl dolor es un mal pasajero


I Hay un mapa afuera
que crece feroz y mentiroso.
Si confías: perdiste
si desconfías: mueres.
Cada vez la nube más obscura...  5
Y me vuelvo un caracol,
la casa a cuestas.

II Vuelvo hacia mí,
a mi Dios
a los dorados ojos de mi hijo,  10
vuelvo al mapa
seguro de tu mano.

  —29→  


ArribaAbajoComo la danza del delfín en el océano


Si pudiera presentarme
desnuda ante ti.
Si tuviera el valor,
o tal vez la chance...
Para que vieras que no hay nada que  5
temer,
o que todo es de temer.
Cada hueco de mi cuerpo es seguro,
y va a estar,
intocado y fiel como la naturaleza más  10
salvaje.
(O como el océano que amas).
Pero eres tan poderoso...
a veces me das miedo.
Y me visto con disfraces dispares,  15
para ocultarme
o parecer temible.
—30→
Y entre los dos -extrañamente-
termina el absurdo territorio del poder.
Te acercas:  20
agua-desierto-miel,
y me extiendo
miel-desierto-agua.
Y no sé dónde empiezas,
dónde empiezo...  25
como la danza del delfín en el océano.

  —31→  


ArribaAbajoBrújula


Una brújula del tamaño de tus ojos
aquella que contenga el universo,
o una estrella
que multiplique el misterio,
del anudado corazón.  5
Una brújula
de cómplice latido,
un caracol
que cuenta historias al oído.

  —32→  


ArribaAbajoY aún hay cosas cuyo nombre ignoro...



«Do not go gentle
into that good night...
Rage, rage, against
the dying of the light»


Cortando el exilio de la obscuridad  5
he vivido, inclinada sobre mi corazón.
Sabiendo que si no estoy alerta
moriré sin que nadie lo sepa,
ni siquiera yo misma.
He abierto con los dientes la cerradura del dolor  10
y toqué la sombra de la alegría
hasta verla (ante mí) entera y desnuda.
Mi piel se desvistió a jirones
excavó el deseo en cada círculo,
hasta lamer el paraíso...  15
¡Y aún hay cosas cuyo nombre ignoro!

  —33→  


ArribaAbajoEscribo vida de mujer


A contraviento del destino
doy la espalda a mis sueños
y empiezo cada día haciendo lo correcto.
Ordeno mi rutina
en filas estériles  5
esperando no sé qué absurdas batallas.
Y camino presurosa, firme, intensa
hacia adelante...
para ver que se cambió la brújula,
que está borracha la rosa de los vientos...  10
que sólo importa tu piel
o el extraño sabor de mi corazón
despellejado junto a mis sentidos.

  —34→  
Cuando estoy al final
veo recién el punto de partida,
y el corazón: rompecabezas de
formas diferentes,
cuando lo tocaba quedó como distante.  5
De nuevo dilucidar:
¿dónde está la verdad,
dónde quedó la diseminada máscara?
Y renazco
hasta que escucho,  10
el rumor de las calladas voces de mi cuerpo
navegando en mi sangre desde siempre.

  —35→  

a Constantino Kavafis



Dignifico mi vida a cada hora,
no ofendo a la eternidad matando el tiempo...
Al final del día me lavo en oraciones,
y en memorias y me bautizo con mis libros queridos.
Escucho los cantos de sirena de la  5
infiel poesía
y me entrego a mi incertidumbre.
Sabiendo lo que desconozco,
y amando demasiado y a sabiendas.
No reverencio mi vida,  10
la dignifico, viviendo a contrapelo cada hora.

  —36→  


ArribaAbajoBaile de máscaras


Perfecto minué,
bien demarcado, cada cual con su máscara.
La pareja apropiada, adaptada, aceptada.
Seguimos los ritos señalados:
saludos, cortesías, media vuelta.  5
El minué perfecto;
y escenario previamente montado
para efectos.
Los ojos -sin embargo-
se escapaban -los míos y los tuyos-  10
de sus caras
y se tocaban aleteando temblorosos
donde conjugan los desafíos y los sueños.

  —37→  


ArribaAbajoLos poetas


Tratamos de converger
una confusa zona:
de códigos distintos,
de códigos iguales...
para buscar la alianza  5
de la eternidad y del instante.
Un mundo de formas superpuestas
a un universo de sonidos.
Papeles sumergidos en mágicas alquimias
para develar:  10
deseos, miedos, sueños...
Mientras las palabras de los ritos
llenan el espacio de conjuros.
Para que se toquen y desnuden
las formas y el sonido.  15

  —38→  


ArribaAbajoPoesía


Iniciado el rito de aprisionar la hora,
en la magia de un papel;
de descubrir cada minuto:
una forma, un tacto,
en la obscuridad y estando solo.  5
Yo querría llegar a ti con mi palabra,
inundarte de cánticos los ojos
o susurrarte el eco de una palabra extraña.
Para poder, de una vez -y casi por asalto-
ser yo la que aprisione la memoria.  10

  —39→  


ArribaAbajoTrampas a destiempo


¡Si yo te hubiera echado mis conjuros!,
aquellos traicioneros,
si hubiera amasado mi corazón
hasta hacerlo callar...
Si te hubiera tendido:  5
la trampa del deseo,
del verbo, de la mente...
Si hubiera masticado mi verdad
hasta deglutirla en un bocado,
sin que te percataras:  10
cómo se puede amar rabiosamente.
Si hubiera, en definitiva,
dado vuelta la mesa...
serías tú, de madrugada,
escribiendo el margen doloroso:  15
de estos versos.

  —40→  


ArribaAbajoAbismo


Y fui, cayendo
en el hechizo de la noche clara
o de tus ojos,
tu locura de pez
donde me arrojas.  5
Y yo avivando el fuego,
leyéndote poesía empapada en vino.
El latido de la noche,
profundo y precoz en tu inocencia
era terrible pecado...  10
y yo alquimista:
mezclando el bien y el mal.
La noche -en tanto- cabalgaba
y nosotros hamacados
al borde del abismo.  15

  —41→  


ArribaAbajoSoledad


Me arrojo a la marea
de mi propia soledad.
Me reconozco en cada vértice y sonido.
Muerdo el exilio,
me busco y reconozco,  5
desnuda como la primera vez.
Mastico el nombre del silencio
desmadejando memorias.
Y espero,
espero,  10
que al final del desierto
me aguarde el paraíso.

  —42→  


ArribaAbajoIluminar mañanas


Recorro solitaria
el callado camino de tu cuerpo dormido.
Tu espalda extendida hacia el mañana
agita sábana y memorias.
Y las manos... palma arriba  5
se alargan pidiendo más dones a mis
manos.
Si pudiera invadir tus pupilas,
besarte por debajo,
con las claves ocultas del silencio.  10
Y me acerco a tocarte,
inútil envoltorio del amor
tan todo-nada.

  —43→  
Esta vida que insiste en escaparse
cuando inadvertida trato de atraparla
en juego pendular casi perverso
¿por qué al tenerla desperdicio?
Días sin escribir  5
horas sin labios
sin contornos de niños en las sillas.
Aférrate mi Dios,
entrónate aclamando
el sitio merecido. 10  10
Para rescatar la memoria futura,
retener la esperanza pasada
mientras anoto para no olvidarme y que no
olviden.

  —44→  
Días y horas apiladas
que gané o perdí...
pero se fueron
y quedaba tu voz
o tus manos mirando  5
largas suaves, uvas...
O minutos o meses:
la nada,
tus piernas extendidas invitando...
tus hombros-precipicio,  10
el blando pozo de tu cuerpo.
Y el cielo que consume
las horas navegantes,
las pobres, las perdidas en la nada...

  —45→  
Un despellejado abrazo
un beso,
un beso sin piedad,
un pozo interminable.
Una espada en mi cuerpo,  5
una afilada estrella
atravesándome:
así te siento.
Y me desvanece
el centro de tu nombre,  10
el peligroso abismo de tu brazo
tu mirada de pez...
y el delicioso espejo de tu cuerpo,
el peligroso abismo.

  —46→  


ArribaAbajoSer mujer...


En estado de inocencia y esperando
enfrento cada día mis mañanas
un caos de horas y de calles,
sin orden aparente, ni destino.
La fragilidad del verbo no consuela,  5
ni el paisaje verde o el cemento,
tampoco el afecto bizantino
ni la barroca objetividad del psicoanálisis.
Los juegos, las palabras y los números
el placer, los quehaceres, los horarios  10
quiebran significados en un idioma extraño.
Como niña esperando la noche de Reyes
olvido la razón y tiemblo en el milagro.

  —47→  
Me han sacado la palabra
han huido todas las vocales a tu encuentro...
enloquecieron adjetivos
y las cuerdas vocales se tensaron
hasta dispararse cual saeta,  5
y no fue mía la voz
y un cosquilleo volcánico
me arrebató entera
y todos los silenciosos cánticos
que habitaban en mí...  10
se extendieron
hasta encontrar la pulposa,
la tibia presencia de tu mano.

  —48→  


ArribaAbajoSoledad de poeta


Pórtico custodiado por dos ángeles:
el rostro dulce y del enemigo.
Escribir para huir
y en el poema desnudarse entera.
Tacto clarividente del papel,  5
mi yo despellejado,
iluminar mi vida
con la fruta de toda la poesía.
A mitad de camino
entre la hojarasca y la misericordia,  10
desnuda, niña, vulnerable:
poeta desde los años sin memoria,
cíclico destino
de decir mi verdad desmarañada
-y amando el verbo que es antídoto-  15
apago la luz;
porque estoy sola.

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ArribaAbajoLa vida es un mal pasajero II


Desde mi débil perfección me yergo
y digo de la vida su esperanza
para alejar los monstruos
que lamen mi cintura, me tocan los cabellos
y me susurran de su asqueroso amor a mis oídos.  5
Murmuro conjuros
y como el día primero
amaso vida de la nada.
¡Otro día de luchar contra mi muerte,
de salpicar de eternidad mi sangre!  10

  —50→  


ArribaAbajoLas alas de la lluvia


El olor de la infancia despertando caliente...
reverdecida, saltando una piedra,
salpicando luminosa una tristeza,
horadando caminos.
La fragante adolescencia húmeda  5
tritura: musgo, tierra y penas
y el viento va cortando los presagios;
de la tarde que se bebe el cielo.

  —51→  
Yo era un ciego
explorando de su corazón los secretos jardines...
Palpando bocas de silencio,
y sabiendo que había espejos que no podía ver.
Escuchando el huracán de los sentidos...  5
Yo era un ciego, o un niño despertando
en el alto refugio de su sueño.

  —52→  


ArribaAbajoCántico


El pico más alto de mi cuerpo
se alza para ti,
y extrañamente borrado por tu cuerpo
quedan mis huecos y rincones...
La ciudad de mi corazón  5
confusa entre tus manos
se quiebra en meridianos.
Tu rostro perfumado
en la nocturna espuma de mis piernas,
y mis huracanes lamen todas tus muertes.  10
Alocados molinos agotan las memorias,
pero quedan tus ojos...
pero quedan tus ojos.

  —53→  
Y fueron noches y fueron días
de vagar en ciegos laberintos,
de caminar descalzos
en praderas de vidrio...
hasta tocar tu cuerpo.  5
Morder poemas, colores y cánticos
con la certeza del destino cumplido.
(Hoy me aterra el pensar
que pudimos no hallarnos)

  —54→  
O muere la noche o nace el día
y allí te doblas en mi cuerpo,
y remontas sus aguas
enredas sus anillos...
-Te lamo el corazón  5
y con apremio adivino tu peligro
que enlaza, que enceguece.
Suave me acometes, callado paraíso,
corteza de cuerpo recobrada.
¡Volvemos de regreso de las muertes!  10

  —55→  


ArribaAbajoDestino de poeta


Los años de mi cuerpo, desnudan
los libros guardados por mi corazón.
El molino de sangre muele poesía
y mis horas fueron volúmenes de palabra escrita.
Y en el lenguaje se me va la vida.  5
Late, late la trampa del verbo
agazapada en mi aliento;
presagia mi destino eterno y circular.
Escribo, y es muerte de extremo gozo
y aún  10
soy eterno extranjero en la patria del hombre.

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ArribaManuscrito en gaveta


a Jorge Luis Borges



Existe un libro en estado de gracia,
un manuscrito -dicen- de mi obra,
una ciudad contada, un adjetivo,
las claves, los códigos y el habla.
Unas páginas -dicen- unos versos,  5
un número infinito, una cifra,
la fatua sentencia que es la vida.
La obra es hermética, ilegible,
sus metáforas túneles al hueco de mi tiempo,
-sus títulos el juego de amurallar palabras-  10
su destino, se ignora, como el nuestro.