Escena
I
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BASILIO.
CAMILO.
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En esta escena y las siguientes se verá a
SANCHO durmiendo a alguna
distancia.
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CORO de doncellas
galanamente vestidas, que vayan saliendo con algún baile
sencillo hasta dividirse en dos bandas.
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CORO I |
Ven, Amor poderoso, |
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y une en firme lazada |
|
la bella desposada |
|
con el feliz esposo. |
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CORO II |
Corónalos de flores, |
5 |
y el beso delicado |
|
dales, en que has cifrado |
|
tus más tiernos favores. |
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CORO I |
Ven, y dale al amante, |
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dale su dulce esposa. |
10 |
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CORO II |
Dale a Quiteria hermosa |
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su mayoral constante. |
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AMBOS COROS |
Dale a Quiteria hermosa. |
15 |
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(BASILIO y
CAMILO irán
saliendo por el lado opuesto mientras pasa el CORO.)
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BASILIO |
Dale a Basilio mísero la muerte |
|
con ese triste canto, |
|
luto a su pecho, y a sus ojos llanto. |
|
Camilo, yo no puedo, |
|
no puedo sufrir más. Déjame,
amigo, |
20 |
el placer doloroso |
|
de turbar su alegría |
|
¡ay! con la muerte mía. |
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Ni me envidies cruel este consuelo, |
|
que solo a mi dolor concede el Cielo. |
25 |
¡Oh Quiteria traidora! |
|
¡Quiteria engañadora! |
|
¡Más venenosa que áspero
torbisco |
|
para este mal hadado! |
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CAMILO |
Excesos tales
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modera si no intentas |
30 |
tu ventura perder. |
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BASILIO |
¿Puede la fuente
|
|
suspender su corriente? |
|
¿Su lumbre el Sol? ¿Su ligereza el
viento? |
|
¡Oh! ¡Con cuanto contento, |
|
en este mismo sitio yo la hablaba |
35 |
en días más serenos y felices! |
|
Aquí me recibía
cariñosa: |
|
aquí, Camilo mío me juraba |
|
su fementido amor, aquí a los cielos |
|
en mis justos recelos |
40 |
con promesa alevosa |
|
por testigos traía: |
|
aquí dijo mil veces que era
mía. |
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CAMILO |
Y lo será si en vez de lamentarte |
|
procuras ayudarla, |
45 |
y de temor y esclavitud sacarla. |
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CAMILO |
Si la vieras
|
|
entre enemigos fieros, |
|
que con sangrientos dardos amagasen |
|
su delicado pecho, ¿di?,
¿temieras |
50 |
acometer por las agudas puntas |
|
a darle libertad? |
|
|
BASILIO |
¡Qué me
preguntas!
|
|
Por ellas tan furioso me metiera, |
|
cual la tigre ligera |
|
lanzarse suele al cazador que osado |
55 |
sus hijos le ha robado. |
|
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CAMILO |
Pues Camacho y Bernardo |
|
los enemigos son que lidiar debes, |
|
si a rescatar te atreves |
|
a Quiteria infelice |
60 |
de entre sus manos fieras. |
|
|
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BASILIO |
(Queriendo partir con
ímpetu.)
|
Corre, corre, ¿qué esperas, |
|
venturoso Basilio?... |
|
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CAMILO |
(Deteniéndole.)
|
No la furia
|
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nos debe dar, sino la industria sola, |
|
zagal, el vencimiento. |
65 |
Quiteria es cual rapaza, y cual doncella |
|
tímida y vergonzosa; la porfía |
|
de Camacho, y el duro mandamiento |
|
del severo Bernardo al fin vencella |
|
importunos lograron: |
70 |
mas en su pecho el fuego no apagaron. |
|
No, Basilio feliz, ella te quiere |
|
mucho más hora que jamás te
quiso, |
|
y por darte la mano ciega muere. |
|
|
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BASILIO |
¡Ay! ¡Conozco el ardid! Tú mis
dolores |
75 |
intentas halagar con tan suaves |
|
lisonjeras palabras. |
|
|
CAMILO |
¿Pues no sabes
|
|
que la mujer por condición precisa |
|
ama lo que le vedan, |
|
sigue tenaz su antojo, |
80 |
huye del que la sigue con enojo, |
|
y a aquel que huyendo va, sigue importuna? |
|
|
|
BASILIO |
Fueme siempre contraria la fortuna. |
|
|
|
CAMILO |
Si tan tierna, y tan firme no te amase, |
|
solo por la porfía |
85 |
de Camacho Quiteria te amaría. |
|
|
|
BASILIO |
No, Camilo cortés, mi suerte escasa |
|
no es digna de su fe, ni mi pobreza |
|
me da esperar que de su grado deje. |
|
Al felice Camacho y su riqueza |
90 |
por el triste Basilio. |
|
Conozco bien lo duro de mis hados: |
|
por demás te fatigas; mis cuidados |
|
solo habrán fin cuando Basilio muera. |
|
Contino suena en mi doliente oído |
95 |
una voz infelice, |
|
que en lúgubre gemido |
|
muere, muere me dice. |
|
Sombra fue mi esperanza y mi ventura: |
|
pasó mi amor, pasó el abril
lozano; |
100 |
y el diciembre inhumano |
|
vino de mi amargura. |
|
Amar sin esperar es mi destino, |
|
y sellar este amor con muerte dura. |
|
|
|
CAMILO |
¡Qué ciego desatino! |
105 |
No mereces la dicha que te espera |
|
por ese vergonzoso abatimiento, |
|
que el amante cobarde jamás hubo |
|
ni premio, ni favor. En un momento |
|
Quiteria va a llegar, ella te quiere; |
110 |
insta, ruega, importuna, |
|
llora, suspira, y cuanto más temiere, |
|
sé tú más esforzado, |
|
que tú serás dichoso. |
|
|
|
BASILIO |
¡Ay! ¡Deme Amor un corazón
osado! |
115 |
|
|
Escena
II
|
|
BASILIO.
CAMILO. QUITERIA. PETRONILA.
|
|
Las dos hermanas hablan al un extremo sin ver a
BASILIO y CAMILO. PETRONILA saca de la mano a
QUITERIA que la sigue con
timidez.
|
QUITERIA |
No, no puedo; no puedo, Petronila, |
|
su vista soportar: déjame, hermana, |
|
llorar triste, y a solas mi amargura. |
|
|
|
PETRONILA |
(Sacándola.)
|
Ven, y nada receles... |
|
|
QUITERIA |
(Resistiéndose.)
|
Su ternura
|
|
será mi confusión. |
|
|
PETRONILA |
Será alegría
|
120 |
para ti, para él triste, |
|
que impaciente te espera. |
|
|
|
QUITERIA |
No puedo, no: mi pecho lo resiste. |
|
|
|
CAMILO |
(Viéndolas.)
|
Llega, hermosa Quiteria, y no severa |
|
huyas de quien te adora. |
125 |
|
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BASILIO |
(Viendo a QUITERIA.)
|
¡Ay Quiteria! |
|
|
QUITERIA |
(Viéndole a BASILIO.)
|
¡Ay Basilio!
|
|
|
|
CAMILO |
Dejémoslos a solas, Petronila, |
|
quejarse en libertad; y de ese lado |
|
tú vela, que este queda a mi cuidado. |
|
|
|
|
(Pónense de los dos extremos de manera que apenas se
descubran.)
|
Escena
III
|
|
BASILIO.
QUITERIA.
|
|
Estarán los amantes algún breve tiempo sin
hablarse, y como sorprendidos.
|
BASILIO |
Quiteria infiel, un día |
130 |
consuelo, y alegría |
|
del mísero Basilio, hora tormento. |
|
Un tiempo vida, hoy muerte. |
|
|
|
|
BASILIO |
¿Está contento
|
|
tu corazón cruel? ¿Tienes más
penas, |
135 |
más agudas espinas, más rigores |
|
para este siervo mísero y paciente, |
|
que de la edad más tierna a ti
obediente |
|
amarte es su pecado? |
|
|
|
QUITERIA |
¡Ay zagal! ¡Cuán errado |
140 |
juzgas de tu Quiteria! |
|
|
|
BASILIO |
¡Cabe, ¡cuitado yo! mayor
miseria! |
|
¡Cabe más amargura! |
|
¡Oh zagala mudable, |
|
tanto a los ojos bella y agradable, |
145 |
cuanto cruel y dura! |
|
¿Qué te hizo tu Basilio?
¿Qué en su triste |
|
pecho en tu ofensa ¡ay enemiga, viste? |
|
¿Es este el galardón, el premio es
este |
|
que dispuesto le habías? |
150 |
¿Es esta infiel la fe que le
debías? |
|
¿Y esto pudo esperar de tu fineza? |
|
¡Oh no vista crudeza! |
|
Yo mismo a la serpiente ponzoñosa, |
|
que ahora me envenena, abrí mi pecho. |
155 |
A una paloma mansa y simplecilla |
|
di nido, y se ha tornado |
|
águila sanguinosa, |
|
que el tierno corazón me ha devorado. |
|
|
|
QUITERIA |
No con agravios tales |
160 |
culpes una infeliz: tú mismo, aleve, |
|
tú eres la causa de tan crudos males: |
|
tú de las penas, sí; del pecho
mío: |
|
tú de este ciego llanto, |
|
que en vano, en vano detener porfío. |
165 |
¡Cuitada! ¡Quién creyera |
|
que Basilio ultrajarme así pudiera! |
|
|
|
BASILIO |
¡Y quién imaginara |
|
que Quiteria a Basilio abandonara! |
|
|
|
QUITERIA |
Yo no te abandoné: tú ciego y
loco, |
170 |
ciego de furia, y loco de recelos, |
|
cobarde huiste cuando |
|
menos huir debieras, |
|
a mí triste dejando |
|
sola y desamparada en ansias fieras. |
175 |
¿Yo mísera que haría? |
|
¿A quién me volvería? |
|
¿Con quién pude llorar, o
aconsejarme? |
|
¿Con quién huir los ruegos y
amenazas |
|
que contino sufría? |
180 |
¿Con qué ejemplo alentarme? |
|
Gemir fue mi destino, cual viuda |
|
tórtola solitaria a quien el hado |
|
robó su dueño amado. |
|
Pero gemir sin fruto. ¡Aleve!
¡Aleve! |
185 |
¡Qué poco a tu fineza mi amor
debe!... |
|
¡Tú me dejaste, y mi constancia
acusas!... |
|
¡Oh Basilio! ¡Basilio! Tu partida |
|
a ti eternos dolores, |
|
y a esta infelice costará la vida. |
190 |
|
|
BASILIO |
¡Ay me! De ti por pobre
desdeñado, |
|
trocados en olvido los favores, |
|
Camacho preferido, |
|
yo de celos y angustias consumido, |
|
en tan acerba suerte |
195 |
otro medio no hallé sino la muerte. |
|
|
|
QUITERIA |
Debieras esperar, y dar ayuda |
|
a esta triste, que nada |
|
a tu lado temiera, |
|
ni en tamañas desdichas hoy se viera. |
200 |
|
|
BASILIO |
No, ingrata, yo partía |
|
despechado a morir; mas no quería |
|
darte el bárbaro triunfo |
|
de acabar tus ojos. |
|
Un lazo, el hierro, un precipicio horrendo, |
205 |
las bocas sanguinosas |
|
de los lobos voraces, |
|
eran fácil camino |
|
para mi dulce fin, y ya en mi furia |
|
intentado le hubiera... |
210 |
|
|
|
BASILIO |
Si con mejor destino
|
|
no me inspirara el Cielo, que ahora torne |
|
a turbar la alegría |
|
de este horroroso día |
|
con mi mísera muerte. Ante tus ojos, |
215 |
me verás acabar en el momento, |
|
de tus infieles bodas. |
|
Mi imagen lamentable |
|
turbará tu contento: |
|
te inquietará, traerate al pensamiento |
220 |
tu dura ingratitud: jamás esperes, |
|
gozar de los placeres |
|
sin este amargo, que de noche y día |
|
te ha de aquejar ¡ay enemiga
mía! |
|
|
|
QUITERIA |
¡Ah! ¡Qué dices, cuitado! |
225 |
¡Tú, mi dulce Basilio! |
|
¡Tú acabar despechado! |
|
¡Tú perder esa vida más
preciosa |
|
a la infeliz Quiteria, |
|
que su inocente hijuelo |
230 |
a cordera amorosa! |
|
En aquel punto el Cielo |
|
cerrará para siempre estos mis ojos. |
|
Yo, yo soy la culpada, |
|
muera yo triste, y cesen tus enojos. |
235 |
|
|
BASILIO |
No, mi bien, no: Basilio morir debe, |
|
pues te pierde, y perdida |
|
le es por demás la vida. |
|
|
|
QUITERIA |
¡Tú morir!... Vive, vive, |
|
vive, Basilio, y sea |
240 |
tuya esta sin ventura, pues lo quieres. |
|
|
|
BASILIO |
(Como fuera de
sí.)
|
¿Qué dices? ¿Qué
palabra |
|
pronunciaste? ¿Es posible |
|
que de mí te apiades?... |
|
|
QUITERIA |
¡Oh terrible
|
|
extremidad! No puedo, |
245 |
no puedo más. Basilio, alienta,
alienta, |
|
¡ay! Duélete de mí, y alienta,
amado. |
|
Mi corazón es tuyo, |
|
dispón dél a tu grado: |
|
tu corazón es mío, |
250 |
de su verdad y su fineza fío. |
|
Tuya soy; busca modo |
|
como esto pueda ser sin que yo falte |
|
al paternal respeto, |
|
ni a la ley del recato. |
255 |
¡Bárbara ley!... |
|
|
BASILIO |
¡Oh! pueda,
|
|
pueda el feliz Basilio |
|
gozar tanta ventura, |
|
mostrarte su ternura, |
|
adorarte, servirte! ¿Sueño?
¿Sueño? |
260 |
¿O es verdad, vida mía, |
|
tal bien, tanta alegría? |
|
|
|
SANCHO |
(Despertando, y movido de su
natural curiosidad.)
|
¡Qué es esto, requebrándose
Quiteria |
|
con un zagal a solas!... |
|
¿Cuánto va que es Basilio? |
265 |
Bueno, bueno, ¿no asamos, |
|
Quiteria, y ya empringamos? |
|
(Haciendo en la boca una
señal de silencio.)
|
Mas callar, que a hablar tornan. |
|
|
|
QUITERIA |
¡Ay Basilio! Imagina |
|
algún término honesto |
270 |
con que pueda alentarse mi esperanza. |
|
¡En qué extremo tan triste se halla
puesto |
|
nuestro amor sin ventura! |
|
Mi padre es inflexible: |
|
el tiempo va a acabar: Camacho, apura. |
275 |
¡Ay de mí! No es posible, |
|
no; que medio haber pueda... |
|
¿Pues dividirnos?... De pensarlo
muero. |
|
|
|
BASILIO |
No, dulce bien, primero |
|
Basilio triste perderá la vida |
280 |
que de ti le separen. |
|
Camacho no me asombra; amigos finos |
|
tengo, y determinados. |
|
|
|
QUITERIA |
(Con mucho abatimiento.)
|
¡Ay! no; fuerzas no quiero. |
|
|
|
BASILIO |
Amor tiene, zagala, otros caminos. |
285 |
|
|
QUITERIA |
¡O como nos engaña lisonjero! |
|
|
|
Escena
V
|
|
BASILIO.
CAMILO.
|
|
SANCHO hace como
que quiere levantarse, y viendo que sigue el diálogo, vuelve
a reclinarse, y escuchar.
|
BASILIO |
(Mirándolas y muy
afligido.)
|
¡Qué amarga división!...
Camilo amado, |
|
mi suerte se ha trocado. |
|
Envidia, envidia, amigo, mi alegría, |
|
mi gloria, mi esperanza, mi contento. |
|
Quiteria me ama fiel, Quiteria es mía. |
305 |
Diome victoria Amor. ¡Feliz tormento! |
|
|
|
CAMILO |
¿Qué me dices? ¿Ser
puede?... |
|
|
BASILIO |
Sí, Camilo.
|
|
Quiteria me adoraba, |
|
y en mi ausencia lloraba, |
|
y a la dura violencia no pudiendo |
310 |
oponerse, a Camacho... de mi labio |
|
huya este nombre aleve. |
|
Al fin resuelta a resistir se atreve, |
|
y a premiar con su mano mi firmeza. |
|
Yo vi cual mustia rosa su belleza |
315 |
de padecer marchita, y vi sus ojos |
|
en lágrimas bañarse, y casi
desmayarse, |
|
y luego rebosar en alegría |
|
al decir que era mía. |
|
|
|
|
BASILIO |
Pero ¡triste!
|
320 |
¡Triste! ¡Cómo a lograrla
llegar puedo! |
|
¡Ah! ¡Mi ventura es poca! Ya la
mano |
|
irá a dar a Camacho, su riqueza, |
|
sus amigos, Bernardo... ¡Cuán
tirano |
|
el hado me fue siempre! Cede, cede |
325 |
Basilio miserable, a tu destino, |
|
y olvida con morir tal desatino. |
|
|
|
CAMILO |
¿Cuál es el que te arrastra? |
|
¿Zagal a estás en ti? ¿De tu
ventura |
|
tan cerca, y tan cobarde? |
330 |
¿Así de tu Quiteria la ternura |
|
quieres pagar? ¡Oh ciego!... |
|
|
|
BASILIO |
Camilo, yo lo estoy; no te lo niego... |
|
Pero veo imposible, |
|
que el punto tan terrible |
335 |
término pueda haber para mi dicha. |
|
A hacerse van las bodas: |
|
si Quiteria resiste, ¿cómo
puedo |
|
ayudarla? Si cede a su desdicha, |
|
¡ay mi muerte! |
|
|
CAMILO |
A tu lado
|
340 |
para todo estaré determinado. |
|
Mas alienta, que aún hallo de remedio |
|
alguna breve luz. |
|
|
BASILIO |
¿Qué feliz
medio
|
|
puedes hallar, Camilo? Dilo, acaba. |
|
De tu agudeza mis venturas fío: |
345 |
piensa sagaz, discurre... ¿Qué?
¿Te ríes? |
|
¿Tan corto te parece el dolor
mío? |
|
|
|
CAMILO |
El medio es tal que a risa me provoca. |
|
|
|
BASILIO |
Dilo, y aquieta mi esperanza loca. |
|
(SANCHO hace que escucha con mayor
atención.)
|
|
|
CAMILO |
Una vez, si te acuerdas, |
350 |
a ver las grandes fiestas que se
hacían |
|
en la Corte, Basilio, fui curioso. |
|
Y entre mil invenciones los astutos |
|
ciudadanos fingieron un encanto, |
|
que dejara dudoso |
355 |
de ser cierto a cualquiera, y temeroso |
|
por sus invocaciones y conjuros: |
|
tan bien lo remedaban. |
|
Un mágico... Más gente: aquí
seguros |
|
(Pasarán a lo lejos algunos zagales de la
fiesta.)
|
no podremos hablar, ven al vecino |
360 |
bosque, y oirás el caso peregrino |
|
que nos puede valer... |
|
|
|
BASILIO |
Pues vamos, vamos, |
|
y Amor nos dé la dicha que buscamos. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
Escena
VII
|
|
DON QUIJOTE.
SANCHO.
|
DON QUIJOTE |
(Llamándole.)
|
Sancho, Sancho.
|
|
Ven acá, ¿cuando, dime, |
|
aquel día será que a saber
llegues, |
|
cómo debe servir un escudero? |
|
¿Quién solo dejará su
caballero |
390 |
como tú me has dejado? |
|
¿No hay más, don descuidado, |
|
que olvidarse de mí, comer, y
holgarse? |
|
¿Cuándo al fiel Gandalín se
vio apartarse |
|
de su señor? Tú estás a mis
mercedes, |
395 |
y el trabajo non curas. |
|
|
SANCHO |
¿Soy de bronce?
|
|
¿Entre tantos afanes quien hubiera |
|
que la lacería escuderil sufriera, |
|
sin reposar en estos entrevalos? |
|
|
|
|
SANCHO |
No acabaremos.
|
400 |
Digo, que su nobleza, y su señora, |
|
su encantador, y profesión andante, |
|
hacen llevar tamañas desventuras |
|
de grado al caballero. |
|
¿Pero el pobre escudero |
405 |
tiene más que estrecheces y amarguras? |
|
¿Puede no ser ferido? ¿O
melecinas |
|
tiene para curarse por ensalmo? |
|
¿Sin comer, ni dormir pasarse puede? |
|
¿Vence lides, gigantes, y vestigios |
410 |
de solo a solo? ¿Reinos, o provincias |
|
de acá para allá gana? ¿Las
infantas |
|
se le rinden? ¿Le cuidan las
doncellas? |
|
en los altos palacios, ya folgando, |
|
ya sus fechos contando, |
415 |
su señor con los reyes se entretiene; |
|
y él solícito y fiel entre
desdichas |
|
de la esperanza sola se mantiene. |
|
Señor, señor, diz al doliente el
sano, |
|
habed salud, hermano. |
420 |
|
|
DON QUIJOTE |
Bien, Sancho el bueno, ponderallo sabes; |
|
y a fe de Don Quijote que de oírte |
|
he gran placer. Mas ven acá, ¿las
penas, |
|
y menguas en que vive el caballero, |
|
halas Sancho por dicha un escudero? |
425 |
¿Lidia, acomete empresas desiguales? |
|
¿Suda, se acuita, o vese perseguido |
|
de malos hechiceros sin dar vado |
|
a sus imaginados pensamientos? |
|
¿Encantado se ve? ¿Se ve ferido |
430 |
cual él o en cosas tales |
|
que al andante ejercicio van anejas? |
|
(Entonado.)
|
Sancho, mírame a mí, y a ti te
mira, |
|
si es que tal vez te quejas, |
|
yo sudo, y tú reposas: |
435 |
tú duermes, y yo velo: |
|
mi espada vence, y los despojos ganas. |
|
¿De qué encuentro, o peligro, me
recelo, |
|
por espantable, o desigual que sea? |
|
El escudero sirva, y acompañe |
440 |
fiel, callado, y paciente, |
|
mientras que su señor lidia, y
guerrea, |
|
y del descanso, y bien andanza goce |
|
que en su casa no habría. |
|
Bien como tú, pues mientras yo non
curo, |
445 |
sin atender la pública alegría, |
|
en al, que en acorrer menoscabados, |
|
regocijado, suelto, y bien seguro |
|
comes, bebes, y ríes, |
|
sin otros pensamientos, ni cuidados. |
450 |
|
|
SANCHO |
No hay camino tan llano, que no tenga |
|
su barranco y afán: y a veces caza |
|
quien menos amenaza: |
|
y en los nidos de antaño |
|
no hay pájaros hogaño: |
455 |
ni hay en nadie fiar: caza y amores |
|
un gusto, y mil dolores... |
|
|
|
DON QUIJOTE |
Podrás, Sancho, acabar. ¿Hay
aventura? |
|
|
|
|
|
SANCHO |
Yo lo diré: que no le duelen prendas |
460 |
al que es buen pagador: y en esta vida |
|
no hay bien seguro: y mucho tiempo pide |
|
el calar las personas: y a las veces |
|
uno se busca, y otro se tropieza: |
|
y do menos se piensa... |
|
|
DON QUIJOTE |
Acaba, acaba
|
465 |
en dos palabras, Sancho. |
|
|
|
SANCHO |
Pues, señor, a Quiteria |
|
ahora Basilio requebrando estaba. |
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Yo los vi de mis ojos, que al ruido, |
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aunque estaba dormido, |
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despabilé, y quedaron |
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en casarse los dos. Punto por punto |
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voy con todo a Camacho, que cabeza |
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mayor, quita menor... |
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DON QUIJOTE |
¡Oh Sancho!
¡Sancho!
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Eso no puede ser: yo no lo creo. |
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Tú eres un vil, un sandio, malicioso, |
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descompuesto, ignorante, |
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mal mirado, infacundo, y atrevido. |
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¡Así de las doncellas hablar
osas |
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en la presencia mía! |
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Esto quédese aquí... |
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DON QUIJOTE |
Sueño tuyo sería, |
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y sueño como tuyo, y de tu genio |
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embustero, y villano. En todo caso |
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yo te vedo, que pienses, o imagines |
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en tamaña sandez contra el decoro |
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de la honesta Quiteria, o que te atrevas |
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a revelalla. Sancho |
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llaman al buen callar, selo tú ahora; |
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que el caso es arduo entre personas tales. |
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Y pues yo estoy aquí, no, no receles |
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ningún desaguisado. |
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SANCHO |
Hágalo Dios: y vamos, que ya empiezan |
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las carreras. |
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DON QUIJOTE |
(Con autoridad.)
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Cuidado.
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(Suena alguna algazara, como de empezarse los
regocijos.)
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(CORO III DE
ZAGALES.)
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UN ZAGAL |
Celebremos la ventura, |
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cantemos el fausto día, |
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que a todo el valle asegura |
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su más rico mayoral. |
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TODO EL CORO |
Amor, Amor nos le envía: |
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gocemos de sus favores, |
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y entre todos los pastores |
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su memoria sea inmortal. |
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UN ZAGAL |
Celebremos la ventura, |
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que a todo el valle asegura. |
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Su más rico mayoral. |
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CORO I |
¡Oh qué de bienes |
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contigo tienes, |
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amable Paz! |
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Baja del cielo, |
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gócete el suelo, |
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amable Paz. |
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CORO II |
¡Oh qué de males |
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ven los mortales, |
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y huye la Paz! |
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Todo es temores, |
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iras, rencores, |
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si huye la Paz. |
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CORO I |
Por ti en el prado |
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vaga el ganado, |
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amable Paz. |
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Y los pastores |
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cantan de amores, |
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amable Paz. |
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CORO II |
Mísero el seno, |
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que de ansias lleno |
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deja la Paz. |
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Porque lloroso |
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huye el reposo, |
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si huye la Paz. |
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UN ZAGAL |
Celebremos la ventura, |
530 |
que a todo el valle asegura |
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su más rico mayoral. |
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CORO I |
¡Feliz lazada! |
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¡Afortunada |
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dichosa Paz! |
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CORO II |
Ven, que la vega |
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te implora y ruega, |
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dichosa Paz. |
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UN ZAGAL |
Celebremos la ventura, |
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que a todo el valle asegura |
540 |
su más rico mayoral. |
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TODO EL CORO |
¡Feliz lazada! |
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¡Afortunada |
|
dichosa Paz! |
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Ven, que la vega |
545 |
te implora y ruega, |
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dichosa Paz. |
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TODO EL CORO |
Ven, que la vega |
550 |
te implora y ruega, |
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dichosa Paz. |
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