Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

Las cuentas de la lavandera

Ricardo Gullón





Algunas veces ha hecho sonreír la actividad paciente y extremada de los eruditos, que con enorme afán procuran exhumar documentos al parecer inútiles. En ocasiones se ha escrito con cierta guasa sobre la importancia que para la historia de los grandes hombres puede tener el conocimiento de las cuentas de su lavandera y ahora la erudición se desquita de tantas chanzas mostrando cómo justamente por el estudio de las cuentas de una lavandera se aclara algo el enigma de Luis XVII.

¿Cuándo murió el Delfín? ¿Cómo? Según sus carceleros, murió en el Temple el 8 de junio de 1795, pero no todos los historiadores admiten esa fecha. Luis XVII, dicen, murió bastante antes y su muerte se ocultó, ordenándose la sustitución del niño fallecido para que el supuesto heredero de la corona de Francia pudiera seguir sirviendo de rehén en negociaciones con el gobierno español. M. Louis Hastier publica ahora un libro -La doble muerte de Luis XVII- en donde esta hipótesis se ve corroborada por las apuntaciones de la lavandera real.

Abundan los indicios de que el hijo de Luis XVI murió con anterioridad a la fecha señalada por el Comité: Madame Royale no pudo ver a su hermano después de octubre de 1793, ni siquiera muerto; cuando el pequeño recluso cayó enfermo, en mayo 1795, ninguno de los médicos que le asistieron en enero de 1794 fue llamado a visitarle (tampoco el médico de la Prisión, que seguía siendo el mismo -probablemente, porque seguía siendo el mismo). Ahora Hastier descubrió en los Archivos Nacionales, de París, las cuentas de Madame Clouet, lavandera de los infantes desde 1778. Por estas cuentas, llevadas con minucioso esmero, se puede averiguar la ropa que mandaban periódicamente las personas reales, y así sabemos que en diciembre 1793, mientras dura su enfermedad, el niño no mancha calcetines. Y que desde el 4 de enero 1794 al 11 de febrero, no hubo que lavar ropa del Delfín. ¿Por qué? La respuesta de M. Hastier es esta: Luis XVII había muerto y se tardó ese tiempo en hallarle sustituto. Las cuentas de la lavandera si no resuelven el problema, aportan, por lo menos, sólido apoyo a las tesis de su descubridor.

Imagen





Indice