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Los amantes de Chinchón

(Parodia de Los amantes de Teruel)

Pieza tragi-cómico-burlesca, en verso

Juan Martínez Villergas

Miguel Agustín Príncipe y Vidaud

Gregorio Romero Larrañaga

Eduardo Asquerino

Gabriel Estrella


[Nota preliminar: En esta edición se ha procedido a la corrección y actualización de la acentuación, puntuación y ortografía (tomamos como referencia las normas ortográficas del año 1999 propuestas por la RAE) debido al escaso interés filológico que suscitan las peculiaridades lingüísticas de una época relativamente próxima a la nuestra. Con la actualización realizada, la interpretación del mensaje de las obras no se ve alterada y su lectura es más cómoda.

Los fenómenos corregidos con mayor frecuencia han sido la supresión de tilde en la preposición «a» y en los monosílabos («dió» pasa a «dio» o «fué» pasa a «fue»), excepto en aquéllos que la requieran, la regularización de la confusión de «g» y «j» para el fonema velar («muger» pasa a «mujer»), la reposición de la «d» intervocálica («cansao» pasa a «cansado»), la supresión de la «s» final en las formas verbales que no la requieren («distes» pasa a «diste»), los casos de leísmo y laísmo y los vulgarismos esporádicos e injustificados («usté» lo convertimos en «usted»).

No hemos llevado a cabo el proceso de corrección cuando las deformaciones lingüísticas son intencionadas (porque caracterizan el habla de algún personaje o grupo social) o tienen valor dentro de la estrofa (al final del verso forma parte de la rima estrófica y en el interior puede modificar el cómputo silábico). En todos esos casos, las expresiones aparecerán en cursiva.

La aparición de expresiones entre corchetes se debe a la ilegibilidad de las mismas en el manuscrito original. Sus equivalencias con las originales no son seguras. (N. del E.)]

PERSONAJES
 

 
PEROTE ASADURA.
MARTÍN MORCILLA.
ROQUE VISAGRA.
DIEGO MORCILLA.
MAQUICA.
RUPERTA.
ZUMOLIMONA.
MARITORNES.
ABEL.
Esquiladores, etc...





Acto único

 

Salón viejo y desmantelado en casa de PEROTE: un tonel y un albardón a un lado; al otro un anafre, un gran perol, cartones y avíos para fabricar fósforos, una silla rota y sobre ella un mandil.

 

Escena I

 

MARTÍN MORCILLA y PEROTE ASADURA.

 
MARTÍN
Perote Asadura.

 (Saludando grotescamente.) 

PEROTE
Seas bienvenido.

 (Le indica que tome el albardón, y él coge un puchero para equilibrar el pie roto de la silla y se sienta.) 

Tomad esa albarda, que es flaca esta silla.
Sentaos.
MARTÍN
Me place.
PEROTE
Martín de Morcilla,
me halláis en efecto desabastecido.
¿Cómo os va?
MARTÍN
De flatos, algo he padecido.
5
PEROTE
¿Y estáis ya repuesto?
MARTÍN
Ya me repleté.
Don Mingo Cebolla...
PEROTE
Bruto hombre es a fe.
MARTÍN
Pues siempre a la taba llevé de corrido.
PEROTE
Me alegro estéis bueno, así os quiero yo.
Vamos al arroyo del Abroñigal1. 10
MARTÍN
Vamos; aunque quiera deciros que no,
para la limpieza no nos vendrá mal.
PEROTE
Tengo que cortaros...
MARTÍN
¿Cortarme?
PEROTE
Sí tal,
entrambas orejas.
MARTÍN
¿Entrambas a dos?
Tomad la navaja... ¡Pinchadme y adiós! 15
Abridme, Perote, cual cerdo en canal.
PEROTE
Un hombre tan terne besar mis rodillas.
MARTÍN
Besaros la cara, la mano y el pie.
¡Herid!
PEROTE
Mi navaja no corta Morcillas.
MARTÍN
Mi sangre...
PEROTE
A beberla me largo al cané.
20
MARTÍN
No quiero camorras, sucumbo...
PEROTE
¿Por qué?
MARTÍN
Aunque me alumbrasteis dos guantadas, hoy
median dos azumbres. Yo yesero soy
y os debo...
PEROTE
¡Hablad, ca!
MARTÍN
Mucho que lo haré.
Tengo una flaqueza y es que, aunque cristiano, 25
me gustan las turcas y es costumbre eterna
que todas las noches desde la taberna
con una turquita me voy muy ufano.
Hará mes y medio que al sueño liviano
rindiome una de ellas cerca de un pajar 30
y a poco importuno me hizo despertar
borracho un amigo ratero murciano.
En aquel momento pasó una manola
y al verme sin ropa me dio su mantilla.
Me abrigué con ella y en mi pesadilla 35
seguila con una y otra cabriola.
Luego entró en tu cuadra y al juzgarse sola,
dando tres respingos cual falsa borrica,
descubriose y era...
PEROTE
¿Quién era?
MARTÍN
¡Maquica!
PEROTE
¿Mi mujer?
MARTÍN
No marra.
PEROTE
¡Conque ella...! ¡Hola, hola!
40
¿Y os vio?
MARTÍN
¡Lo mismito que pintan a Adán!
PEROTE
¿Os miró?
MARTÍN
Mirome.
PEROTE
¿Adónde?
MARTÍN
A la cara.
 

(Momento de pausa.)

 
PEROTE
Entonces... amigos.

 (Alargando la mano.) 

MARTÍN
Sí, amigos.
PEROTE
Me holgara
que al fin nuestros chicos...
MARTÍN
Sí, ¡se casarán!
PEROTE
Hoy cúmplese el plazo. Sentiré a un jayán, 45
cual lo es el tío Roque, darle mi Asadura,
pero en la taberna mi palabra aún dura,
que en el mostrador la escribió el tío Juan.
MARTÍN
¡Y Diego no viene!
PEROTE
¡Buen trápala es él!
MARTÍN
Mi chico es trapero, mas trápala no. 50
PEROTE
Pues dicen que pelo de tonto no echó.
MARTÍN
Es hasta las uñas mi retrato fiel.
Quinientos quintales de trapo en Teruel
juró a la Ruperta traerle a Chinchón,
para entrapajarla todo el corazón 55
y hacer menos bárbaro al padre cruel.
PEROTE
Me adulas. ¿Y él qué hizo?
MARTÍN
Pensó lo primero
que Holanda sería tierra de mil trapos
y, en efecto, el mozo arrampló a sopapos
allí mil faldones al noble y pechero. 60
A Nápoles luego largose ligero
y a Trápani2 dijo su empresa algo seria;
pidiole consejos, juez en la materia,
y aun los calzoncillos robó al caballero.
Del príncipe huyendo mi Diego se escapa, 65
y va por coruñas y vivero a Orense,
y creyendo se haga buen trapo en la Trapa3
se zampa en San Juste y se hace trapense.
Cargado de harapos a Chinchón volvía
y esclavo de moros se halló en la Albufera; 70
y como cada uno sobre la mollera
por toca una colcha rollada traía,
al ver tanto lienzo creció su alegría
y fue al cautiverio trampeando el necio.
Con las otomanas jugaba al trapecio 75
por ver si algún trapo del juego salía.
Y allí ha marchitado su edad más cerril.
Después nada supe del mozo brutal.
PEROTE
Allá entre las moras no debe irle mal.
MARTÍN
No, mas por Ruperta dejará él cien mil. 80
PEROTE
Morcilla no viene.
MARTÍN
¡Ah, y Visagra vil
tiene ya en la iglesia listo al sacristán!
PEROTE
¡Paciencia!
MARTÍN
Paciencia.
PEROTE
Me espera el tío Juan.
Pago...
MARTÍN
A la taberna. Sois hombre viril.
 

(Se disputan la salida y se van abrazados con mucho énfasis.)

 


Escena II

 

MAQUICA y RUPERTA. Ésta entra a remolque, empujada bruscamente por su madre. Sacará una cestilla colgada del brazo y un palo del que hace palillos con una gran navaja.

 
RUPERTA
¿Me pellizcas?
MAQUICA
¡Ah, embustera!
85
RUPERTA
¡Madre!
MAQUICA
¡Tienes tus humillos!
RUPERTA
¡Yo!
MAQUICA
¿Qué hacías?
RUPERTA
¡Yo!... Palillos.
MAQUICA
No eres mala palillera.
Siéntate.
 

(Siéntase MAQUICA en el albardón y RUPERTA en la silla.)

 
RUPERTA
Mejor será.
MAQUICA
¡Eh!, no me frunzas las cejas 90
y prepara ambas orejas
para el sermón.
RUPERTA
Agua va.

 (Riendo a carcajadas.) 

MAQUICA
¿Te ríes con tal frescura?
RUPERTA
No, tú acorta cantinelas,
pues me hacen echar las muelas 95
pláticas, aun las del cura.
MAQUICA
Sabes que siempre, Ruperta,
te tuve un amor bestial,
desde que en un albañal
te eché al mundo en una espuerta. 100
Pero hoy mi loca afición
me manda el mundo que enfrene,
y el tal mundo quizá tiene
para mandarlo razón.
Tú eres moza sandia y terca, 105
y aun camorrista y borracha;
para prodigio en muchacha
sólo te falta ser puerca.
Por eso un trapisondilla
a su sabor te hizo el oso 110
y, aunque era un zarrapastroso,
te hizo el alma una tortilla.
RUPERTA
¡Ay, mi Diego Trapalón!
MAQUICA
¿Aún le quieres?
RUPERTA
Aún le quiero.
Trapicheísta trapero, 115
mis trapillos tuyos son.
MAQUICA
Muchacha, no te propases,
de tu padre es un capricho.
Ya a Visagra has dado el dicho
y hoy tal vez con él te cases. 120
RUPERTA
¡Maldición! ¡Con un Visagra!
¡Yo luz, pues de un fosforero
soy la hija, a un carbonero
unirme!... ¡Ah, fortuna magra!
MAQUICA
Pues es mozo y robustón. 125
RUPERTA
Con la pinta de un atún.
MAQUICA
El carbón le da un betún...
RUPERTA
¡Yo amar a un hombre carbón!
A poco de estar casados
de mi rostro los hechizos, 130
¡ay!, por vivir entre tizos
van a parecer ahumados.
MAQUICA
Ya, como ha de ser... Perote
su resolución no anula.
RUPERTA
Cásese con una mula. 135
MAQUICA
Harás que te descogote.
RUPERTA
No importa; mi amor arisco
su decoro ha de mirar.
No he de dejarme enciscar
y encisca el que anda con cisco. 140
MAQUICA
Ruperta...
RUPERTA
¿Qué debo hacer?
MAQUICA
Casarte...
RUPERTA
El empeño es serio.
MAQUICA
Maquica hizo un gatuperio...
RUPERTA
¿Un gatuperio?... A saber.
MAQUICA
Tu padre piensa que soy 145
desollada, necia, sucia,
pero en mi honor limpia y lucia
piensa el imbécil que estoy.
RUPERTA
¿Y es un sueño?
MAQUICA
Sí, cabal.
Un maldito cacharrazo... 150
RUPERTA
¿Sabe papá el lance fiero?
MAQUICA
¡Lo sabe Roque!
RUPERTA
¡Es igual!
¡Ay, déjame que me aflija!
¡Si supondría el zamarro
que era tu honor un cacharro! 155
MAQUICA
Vaya un símil el de mi hija...
En fin, en fin, a tus plantas...
RUPERTA
Pide justicia al alcalde,
mas gastas saliva en balde.
Mereces un par de mantas. 160
MAQUICA
¿No te casas?
RUPERTA
No.
MAQUICA
¡Me pierdes!
RUPERTA
No importa, en vano me apuras
Yo no comí las maduras,
no quiero comer las verdes.


Escena III

 

MAQUICA sola, llorando.

 
MAQUICA
También como mi amante hago pucheros. 165
¡Y que yo he de sufrir por un zamarro
que comparen mi honor los majaderos,
como dice esa ruin, con un cacharro!
Tal vez Perote en sus instintos fieros
hará que uncida a un buey tire de un carro. 170
Mas no, contra sus manos y pezuñas
voy a afilar mis dientes y mis uñas.


Escena IV

 

MAQUICA y ROQUE.

 
MAQUICA
Tío Roque.
ROQUE
Tía Maquica, al fin os echo
la vista encima.
MAQUICA
Pues en ese anafre
sentaos y hablar podremos.
ROQUE
¿No repara
175
que si me siento voy a achicharrarme
el envés?
MAQUICA
Decís bien. En esta silla,
con tal que un hábil equilibro guarde,
descansará mejor vuestra persona.
ROQUE
Maquica, oídme sin perder instante, 180
que amor arma gran cisco en los cisqueros.
MAQUICA
Hablad.
ROQUE
Un año entero anduve errante
de bosque en bosque, convirtiendo en cisco
las barbas de los troncos más tenaces.
Siendo Ruperta un tronco, no ha cedido. 185
¿Y ama en mí un hombre de honra y de carácter?
MAQUICA
Poco os sabré decir de esa bicoca,
que ella de mí se guarda...
ROQUE
Sois su madre
y a fe que sabréis bien sus callejuelas.
MAQUICA
Ruperta, distraída con el hambre 190
que nos cerca, no ama. En tal estado
se va amor con la música a otra parte.
ROQUE
Es decir, ¿que Ruperta no me quiere?
MAQUICA
Ni migaja.
ROQUE
Y fuera disparate
otra cosa pensar. Yo me he gastado 195
con los memorialistas veinte reales
en escribirle cartas y a nenguna
la gran bribona quiso contestarme.
Yo le envié una carga de melones,
media arroba de albérchigos, dos pares 200
de ligas de la Mancha, que de fijo
apuesto a que si vemos no las trae.
Los melones y albérchigos entiendo
que los echó a los puercos. Pruebas tales
una cosa harto cierta me confirman, 205
y es que esa vagabunda no me hace
maldito el caso.
MAQUICA
Pues entonces, Roque,
lo mejor que hay que hacer es no apurarse.
Si una puerta se cierra en este mundo
dice un refrán que ciento se nos abren, 210
y coz de yegua no hace mal al potro
y suelto el buey a su placer se lame.
ROQUE
Bien, tía Maquica, si tenéis vergüenza
no me carguéis el alma de refranes.
MAQUICA
Pues para mal casar más vale nunca 215
maridar. Casar mal, ¿qué bien nos trae?
Peloteras y chismes, mala vida,
la fe matrimonial vuelta en vinagre.
Si mi hija que a mí tanto se parece
siendo vuestra mujer alguna os hace... 220
ROQUE
Le rompo una costilla. ¿Este expediente
negaréis que en tal caso es admirable?
Tía Maquica, ese negro pensamiento
vuestra fe conyugal desmiente en parte.
MAQUICA
Ya tres duros y pico de edad tengo. 225
ROQUE
Ya os dejan es verdad, mas hubo antes
sus picos y sus micos.
MAQUICA
¡Ay, tío Roque,
que me rompéis de pena los ijares!
ROQUE
No sois yegua alquilona para eso.

 (Se pasea.) 

Yo amo a Ruperta, la amo como un cafre. 230
Yo hago el feroz en esta jerigonza;
mas sé que os oponéis a nuestro enlace
y para el caso prevenido tengo
un gran secreto y singular brebaje,
traído de Alcorcón.

 (Como amenazando.) 

MAQUICA

 (Aparte.) 

Ya largó el toro.
235
ROQUE
Un cacharrero me lo dio.
MAQUICA
¡Amparadme
cielos! ¡Lo del cacharro!

 (Aparte.) 

Si Asadura
llega a saberlo, a coces me da pase
para la eternidad.
ROQUE
Sí, vieja verde,
yo tengo documentos importantes. 240
El cacharrero y yo vivimos juntos;
él era un bestia y yo era su compadre.
Un percance de amor le hizo beato,
papamoscas, sonámbulo y orate...
MAQUICA
Acabad.
ROQUE
Bien está, lo haré al momento.
245
Diciéndoos con dolor que mi compadre
murió de un estornudo tan horrible
que le rompió los vasos de la sangre.
MAQUICA
¡Constipado feroz! ¿Era en invierno?
ROQUE
Sí, pero es la verdad que mucho antes 250
todo me lo contó. Sabéis amiga,
tengo de vuestro amor pelos señales
y o todos se los doy ahora a Asadura
o concertáis que al punto yo me case
con Ruperta.
MAQUICA
¡Avestruz!
ROQUE
Agur. He dicho,
255
conque irse resolviendo... y aliviarse.

 (Se va.) 



Escena V

 

MAQUICA y MARITORNES. Después ZUMOLIMONA y RUPERTA.

 
MARITORNES

 (Entrando.) 

Préstame cuatro cuartos, tía Maquica.
MAQUICA
¿De cuándo acá me tienes tú por rica
sino de pena negra y de mal sino?
MARITORNES
Es que ha llegado ahí un peregrino 260
con dátiles, tirantes y peinetas,
triquitraques, matracas y trompetas.
MAQUICA
(Ése es Diego.) ¿De dónde ese fastidio...?
MARITORNES
O viene de la Meca o de presidio.
MAQUICA
Pues a lo que te guste échale el guante. 265
MARITORNES

 (Yéndose.) 

¡Qué conciencia! Maquica es un diamante.
 

(Entra ZUMOLIMONA en traje de peregrino con una capa larga toda cubierta de grandes conchas y pedazos de piel. En una mano trae un pequeño aparato con dátiles, tirantes, etc...; en la otra el chuzo de un sereno. Óyese un rumor como de gente que se acerca.)

 
ZUMOLIMONA

 (Dirigiendo la palabra a los curiosos que la siguen.) 

Honrados ciudadanos chinchoneses
o chinches o chichones o chincheses,
no conociendo el oriental estilo
en vano echáis por entenderme el quilo. 270
 

(Tiran piedras los de afuera y una le da a ZUMOLIMONA.)

 
MARITORNES
Entre buen hombre y déjese de cuentos.
ZUMOLIMONA
Llueven aquí granizos más violentos
que allá sobre la cima del Calvario.
MARITORNES
Es que el país es muy hospitalario...
ZUMOLIMONA
¿No es ésta España? (Hagámonos de nuevas.) 275
MARITORNES
Justo.
ZUMOLIMONA
¿En verano aquí se crían brevas?
MARITORNES
Sí tal, y en todo tiempo calabazas,
que luego ocupan las primeras plazas
del estado.
ZUMOLIMONA
¡Silencio! Allá en oriente
muerde el sapo en el paño y pierde el diente. 280
MARITORNES
Pues lo mesmo es aquí.
ZUMOLIMONA
(Celos sin tasa
y sin jícara siento.)

 (A MARITORNES.) 

¿En esta casa
vive un tal Asadura?
MARITORNES
Sí; que acierta
en todo observo.
ZUMOLIMONA
¿Y una tal Ruperta,
hija suya está aquí?
MARITORNES
¡Vaya, y tan mona!
285
ZUMOLIMONA
Dile que hay en Chinchón una persona
que trae nuevas de Diego.
MARITORNES
¡Oh maravilla,
ya viene ella al olor de su Morcilla!
 

(Llega RUPERTA con la expresión más ridícula de dolor trayendo el pelo enmarañado.)

 
ZUMOLIMONA
(Valor, Zumolimona, no seas rana.
¡Dichoso aquél que a su rival aplana!) 290
 

(ZUMOLIMONA y RUPERTA se encaran, haciéndose por saludo una mueca acompañada de un gruñido.)

 
(¡Interesante espectro!)
RUPERTA
(¡Visión rara!
Parece una marmota.)
ZUMOLIMONA
(¡Mala cara!)
Con vos a solas entenderme quiero.

 (A RUPERTA.) 

MARITORNES
Voyme, pues, y de un peso os aligero.

 (Vase y se lleva unos dátiles.) 

ZUMOLIMONA
Yo estuve mucho tiempo en Tribisonda. 295
RUPERTA
(Ya dije yo que esto era trapisonda.)
ZUMOLIMONA
Allí vi a vuestro Diego, está muy lejos.
RUPERTA
¡Se fue en la emigración de los vencejos!
ZUMOLIMONA
En Siria tuvo un tonto la ocurrencia
de morirse, dejándole en herencia 300
un baúl.
RUPERTA
¡Un baúl! ¿Conque mi Diego
llegó a tener baúl?
ZUMOLIMONA
Volviose luego
a España.
RUPERTA
¿Ha vuelto ya?
ZUMOLIMONA
Pero una mora...
RUPERTA
¡Cielos!
ZUMOLIMONA
(De mi venganza ésta es la hora.)
RUPERTA
La mora...
ZUMOLIMONA
Era mujer de un bey4 grandioso.
305
RUPERTA
¡Mujer de un buey!
ZUMOLIMONA
Y a Diego encontró hermoso.
RUPERTA
Pero él...
ZUMOLIMONA
Como son raros estos chascos,
buen tonto hubiera sido en hacer ascos.
RUPERTA
¡Ay!, ¡ay!, ponedme enjundia de gallina
en el pescuezo o que me den quinina. 310
ZUMOLIMONA
Se supo el caso y el marido luego
por ley de su país empaló a Diego.
Aquí en señal os traigo este zapato.
RUPERTA
El mesmo, el mesmo que le di al ingrato.
Cataplum.

 (Cayendo al suelo.) 

ZUMOLIMONA
¡Cataplum! ¿Queréis un dátil?
315
RUPERTA
Vengan ocho, aunque estoy poco mascátil.
ZUMOLIMONA
¿Qué haré? ¿Le clavaré el chuzo en las cejas?
¿Le cortaré una pierna o las orejas?
No, me retiro lista como un gamo.
Si Morcilla a quien busco y a quien amo 320
de Valencia escapó, ya me imagino
que vendrá más veloz que un golondrino.


Escena VI

 

RUPERTA, MARITORNES y MAQUICA.

 
MARITORNES
¿Qué pataleta ha dado a esta chiquilla?
¿Le habló ese presidario de Morcilla?
MAQUICA
¿Qué es esto? ¿Qué sucede? Hija, Ruperta, 325
¿te haces la mortecina o estás muerta?
¿Te tiene cuenta hacer este embeleco?
Tengo hecho el corazón un higo seco.
¿Se fue ese endino mascarón de proa?
MARITORNES
Sí, ya estará muy cerca de Lisboa. 330
RUPERTA
Madre, ¿para quejarme del perverso
cómo lo haré mejor, en prosa o verso?
MAQUICA
Mira, Ruperta, por tu bien lo pido,
si apeteces salud, toma un marido:
el tío Roque.
RUPERTA
Dejadme.
MAQUICA
En paz te dejo.
335
MARITORNES
Yo también, pero toma un buen consejo.

 (Vanse.) 



Escena VII

 

RUPERTA, ROQUE.

 
ROQUE
Mis ojos por fin te ven
y sin gafas, voto a tal,
y no me parece bien
muestres a mi amor desdén 340
con ese ceño bestial.
RUPERTA
Vaya, tomaré la puerta
si no enmienda su sermón.
ROQUE
Sí, soy un bruto, Ruperta,
mas dé fin nuestra reyerta 345
y escucha una explicación.
RUPERTA
¿Para qué? Mejor será
que no hables una palabra.
¿No estás satisfecho ya
de tu triunfo?
ROQUE
Es que quizá
350
me crees león y soy cabra.
RUPERTA
¿Qué dices?
ROQUE
Que un día fui
a Madrid a la comedia
y una relación oí
que quiero decirte.
RUPERTA
Di
355
y acabe ya mi tragedia.
ROQUE
Digo, pues, que haces muy mal
en mostrar al matrimonio
esa cara de demonio
teniéndola angelical. 360
Esclavo tuyo rendido
haré cuanto me impusieres:
seremos, si tú lo quieres,
yo la mujer, tú el marido.
RUPERTA
¿Hablas formal?
ROQUE
¡Nada, nada!
365
Gusto, placer, libertad,
soltera en la realidad,
sólo en el nombre casada.
Si tú me quieres atado,
juntos los dos viviremos, 370
si quieres soltura iremos
cada cual por nuestro lado.
RUPERTA
¡Qué oigo!
ROQUE
Tú harás tus visitas
e irás si el gusto lo manda
a Roma, a París, a Arganda, 375
a Argel.
RUPERTA
¿A Argel?
ROQUE
Sin chiquitas,
sin necesidad de ruego,
sin más que mover el pie,
y no te preguntaré
si vas con Juan o con Diego. 380
Si quieres oreja sorda
tendré cerrado el oído;
¿ceguera? Tendrás marido
que te hará la vista gorda.
RUPERTA
Yo no sé si estoy despierta 385
con la duda que me aflige.
¿Hablas de veras? ¿Es cierta
esa tu voz?
ROQUE
Es Ruperta
la relación que te dije.
RUPERTA
¡Ah, conque es la relación! 390
Y yo que tanto alborozo
sentía ya en el pulmón...
¡Cayó mi gozo en un pozo!
ROQUE
¡Hola! ¿Conque en tu alegrón
creíste verdad a fe 395
lo que oíste, buena púa?
Ya yo me lo figuré
y por eso lo espeté;
mas no importa moza crúa,
que de nada me desdigo, 400
y hasta galanes con frac
consintiera...
RUPERTA
¡Oh, caro amigo!
Aunque fuera...
ROQUE
¿No te digo
que aunque sea a Cavoignac5?
RUPERTA
¿Y a Diego?
ROQUE
Ése no.
RUPERTA
Está visto,
405
su cólera no se aplaca.
¡Bruto, animal!
ROQUE
¡Jesucristo!
¿Cómo sus voces resisto
sin darle con una estaca?
Ruperta, moderación, 410
o voy y digo a tu padre
si no calmas mi aflicción...
RUPERTA
¿Qué has de decir, borrachón?
ROQUE
¿Qué? Lo que sé de tu madre.
RUPERTA
Bien, a Diego olvidaré 415
por cerrar tu boca insana,
mas yo sé que moriré.

 (Llorando.) 

ROQUE
¿De qué, Ruperta?
RUPERTA
¿De qué?
De lo que me dé la gana.

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