661
De hecho la hostia era la única reliquia que, como tal, podía existir en la tierra. Walker Bynum, 1987.
662
Glave, 1993, p. 62.
663
N. en Fitero,
Navarra en 1600, fue nombrado obispo de Puebla en 1639 ocupando el
cargo a partir de 1642. Gobernó la Nueva España como
virrey desde el 30 de junio hasta el 23 de noviembre de 1642.
Fundador del seminario tridentino y de la biblioteca palafoxiana, a
61 se debe la conclusión de la catedral angelopolitana en
1649. «Con motivo de haberse negado los
padres de la Compañía de Jesús a mostrarle al
diocesano las licencias que tenían para confesar y predicar
o los privilegios de que gozaban para no presentarlas se
originó un violento litigio».
Fue nombrado
arzobispo de México el 12 de noviembre de 1648. Murió
en 1659 en España. En 1666 su cuerpo estaba incorrupto. Se
decretó su beatificación el 12 de septiembre de 1767
después de haber sido demorado el proceso varias veces.
Enciclopedia, 1977, t. 10, p. 178.
664
Contreras, Javier Evangelista. Desposorio feliz o el dichoso vinculo de tres glorias, la plausible confirmación que hizo la santidad del Señor Benedicto XIV papa reinante, del patronato de María [...] de Guadalupe, Sermón panegírico que el domingo 9 de octubre de 1757 en la ciudad de San Luis Potosí [...], México Imprenta de la Biblioteca Mexicana, 1758. Citado por Martínez Rosales, 1993, p. 112.
665
La información utilizada en este apartado sobre los relatos de la virgen de Guadalupe en el convento de San Jerónimo y en el de Santa Catalina, procede de documentos de carácter estereotipado que obedecen a la modalidad de encuesta; en ella el recopilador resaltó especialmente los fenómenos más extraordinarios que evidenciaban el poder sobrenatural de la Guadalupana. Otra característica que se debe resaltar es que las fuentes de información del hagiógrafo fueron esencialmente orales; en ocasiones de transmisión directa, en otros casos estuvo sujeta a intermediación de otras religiosas.
666
Durán Manrique, 1971, p. 12.
667
Durán Manrique, 1971, p. 14.
668
Durán Manrique, 1971, p. 20.
669
Hijas de Miguel
Ortega, impresor. Este personaje al momento de contraer matrimonio
regaló a su esposa una imagen de nuestra señora de
Guadalupe que fue llevada previamente al santuario de Guadalupe de
la ciudad de México. Valiéndose Ortega de su amistad
con el capellán le suplicó «que tocase su imagen a la aparecida con la
precisa condición de que fuera brevemente al
ayate»
así pasaron juntas las imágenes toda
la noche y antes de la misa «el gozo se
convirtió en amargura por que se hallaron con el ayate
vacío, y dejando la imagen de Ortega sobre el ayate.
Nuevamente se hincaron y con lágrimas y letanías
[...] la hallaron en su lugar».
Durán Manrique,
1971, p. 4.
670
Su ascenso se debió a la emergencia de un sector clerical de la élite criolla. Ante la recuperación del terreno ocupado por el clero regular, el clero secular impulsó su reconocimiento. Tesis de Edmundo O'Gorman en Destierro de sombras. Luz del origen de la imagen y culto de Nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac, México, UNAM, 1986.