Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
ArribaAbajo

Los dos viejos: uno llorando y otro riendo

Sainete nuevo para ocho personas

Luis Moncín

[2]

[3]

Calle; y salen por la izquierda Fernando, y por la derecha Ambrosio.



AMBROSIO                Fernando, de ayer acá,           
noche y día paseando
estás en esta calle.
FERNANDO Es cierto; tengo todo mi cuidado...
AMBROSIO ¿Adónde?
FERNANDO                 En la casa de 5
D. Quintín el Abogado.
AMBROSIO En casa de Don Demonio;
ya es preciso que riñamos.
FERNANDO ¿Por qué?
AMBROSIO                 ¿Preguntas por qué?
¿y me estás galanteando 10
a mi novia?
FERNANDO                   Si es la mía,
a la que yo estoy rondando.
AMBROSIO ¿Es Julia?
FERNANDO                 No; Dorotea.
AMBROSIO Hombre, ¡tú estás delirando!
La hija de Don Quintín 15
es Juliana; y es, malvado,
mi novia.
FERNANDO                Me alegro mucho,
sea por muchos años,
aunque yo no la conozco.
AMBROSIO ¿Pues no has dicho, amigo falso, 20
que en casa de Don Quintín
tienes todo tu conato?
FERNANDO Sí, pero es en Dorotea.
AMBROSIO Quieres locos nos volvamos
con Juliana y Dorotea. 25
FERNANDO Déjame reír un rato...
AMBROSIO Para risas estoy yo.
FERNANDO Yo te dejaré informado
de todo.
 
(Sale BENITO.)
 
BENITO              Gracias a Dios,
que aunque tarde logro hallaros. 30
FERNANDO ¿A qué vienes?
BENITO                         Vengo,
como plenipotenciario
de los estados de amor,
a deciros, que mi amo
no está en casa, y que mi ama 35
a los dos está aguardando.
AMBROSIO ¿Qué laberinto, hombre, es este?
FERNANDO Quedarás, hombre enterado
en oyendo este papel,
(Lo saca.)
que ayer mismo me ha enviado 40
Dorotea.
AMBROSIO               ¿Quién demonio
es Dorotea, Fernando?
FERNANDO ¿No la conoces?
AMBROSIO                              No.
FERNANDO                                    Es la hija
de Don Teófilo Castaño,
un abogado, que vive... 45
AMBROSIO Ya sé quien es; le he tratado
en una tertulia: lee,
porque lo estoy deseando.
FERNANDO (Lee.)
«Querido Fernando mío, 50
como después que ha enviudado
mi padre tercera vez,
en la extravagancia ha dado
de estar triste y afligido,
siempre gimiendo y llorando; 55
Don Quintín, su fiel amigo,
que tiene el genio el contrario,
pues aunque tercera vez
viudo también ha quedado,
siempre está riendo, y siempre 60
su contento demostrando;
ha dispuesto Don Quintín
por si puede consolarlo
que juntos en una casa
desde mañana vivamos: 65
Juliana es mi grande amiga,
y sabrá facilitarnos,
para tratar nuestra boda,
medio de que nos veamos.
Tuya siempre: Dorotea». 70
AMBROSIO Fernando, dame un abrazo:
Benito, vamos a verlas.
BENITO A eso vengo yo enviado: venid.
AMBROSIO ¡Quiera amor se vean
nuestros deseos logrados! 75 [4]
FERNANDO Por si los padres volvieren,
hombre, no nos detengamos.
 
(Vanse.)
 

(Salón: a cada lado una mesa con papeles de color, y escribanía, y dos sillas de brazos; y sale DOROTEA vestida de color, y JULIANA de luto riguroso, mostrando las dos inquietud.)

 
DOROTEA Juliana, Fernando tarda, 80
y me temo que perdamos
a ocasión de que me hable.
JULIANA Benito no le habrá hallado:
no te aflijas; yo también
quiero, y no me mato, 85
que el amor ha de tomarse
por placer, no por quebrantos.
DOROTEA Tu genio... pero Benito
ya viene sino me engaño.
JULIANA Aguarda, ¿Martina? 90
 
(Sale MARTINA.)
 
MARTINA ¿Señora?
JULIANA               Mira si acaso
viene Benito.
MARTINA                      ¿Cómo
si viene? Desempedrando
las calles llegó ya a casa
con Don Ambrosio y Fernando. 95
 
(Salen BENITO, AMBROSIO y FERNANDO.)
 
JULIANA ¿Benito?
BENITO               A las dos presento
aqueste par de gazapos,
que aunque hay muchos y buenos,
a fe que estos no son malos.
DOROTEA Fernando...
(Cada uno con la suya.)
FERNANDO                   ¿Mi Dorotea? 100
AMBROSIO ¿Juliana?
JULIANA                ¿Mi Ambrosio amado?
DOROTEA Al asunto, que es preciso
prevenir remedio al daño,
si es que usted quiere a Juliana:
(A AMBROSIO.)
si usted me quiere, Fernando, 105
como pondera, ya es fuerza
que nos pidáis arrestados
a nuestros padres: el medio
único para el descanso
es el matrimonio: en este 110
supuesto os hemos hablado;
y sino se verifica,
podéis desde ahora olvidarnos.
AMBROSIO Sí, Dorotea; mi amor
siempre en eso se ha fundado. 115
FERNANDO Y lo mismo, mi Juliana,
te digo yo: luego trato
de pedirte por esposa,
mi ventura celebrando.
El caso es, que no conozco 120
a tu padre yo.
AMBROSIO                       Otro tanto
me pasa a mí, que a tu padre,
Juliana, jamás he hablado:
a tu padre, Dorotea,
si conozco, y le he tratado, 125
y me estima.
FERNANDO                     No prosigas,
Ambrosio, pues he pensado,
supuesto que vuestros padres,
como decís, son entrambos
tan verdaderos amigos, 130
que de los dos nos valgamos:
yo hablaré luego a tu padre,
(A JULIANA.)
pues le conozco, implorando
que a Don Felipe la pida
con todo empeño y conato, 135
por mi esposa a Dorotea.
Tú al mismo tiempo, empeñando
a Don Teófilo, pues lo
conoces, solicitando
que a Don Quintín, a Juliana, 140
todo su esfuerzo aplicando,
para tu esposa la pida,
que si es preciso, en el caso,
valernos de dos amigos,
en los dos los encontramos, 145
y profesando los dos
tan fina amistad, logramos,
que como tanto se estiman,
se allane todo embarazo,
y felizmente se vean 150
nuestros deseos logrados.
AMBROSIO ¡Gran pensamiento! [5]
DOROTEA                                 Sin duda,
eso es lo más acertado.
JULIANA No cesarán mis temores
hasta verlo efectuado. 155
FERNANDO Vámonos, y volveremos,
Ambrosio, dentro de un rato.
AMBROSIO Bien dices, Juliana, a Dios.
JULIANA Él te guarde muchos años.
FERNANDO A Dios Dorotea.
DOROTEA                            El cielo 160
te vuelva con bien, Fernando.
 
(Vanse.)
 
BENITO Ánimo, que el fin es justo,
y es fuerza verle logrado.
MARTINA ¿Y si vuestro padre, que
siempre está gimoteando, 165
al novio le dice nones,
como está tan disgustado?
BENITO Pues mi amo dirá que sí,
que jamás en él ha entrado
la pena.
MARTINA             ¡Oh! ¡qué bravo par 170
de muebles que se han juntado
en los viejos!
BENITO                      En los dos,
del Demócrito afamado,
y de Eráclito se ven
los más perfectos retratos 175
del mundo.
JULIANA                   Calla, Benito,
que me parece oigo pasos.
MARTINA Los dos son, ellos por ellos.
DOROTEA Vámonos a nuestro cuarto,
Juliana, donde estaremos 180
las respuestas esperando.
BENITO Vamos, que llegan.
MARTINA                                Dios quiera
no den los vicios en fallo
 
(Vanse.)
 

(Salen por la derecha DON TEÓFILO y DON QUINTÍN de abogados; DON TEÓFILO mostrando sentimiento, y DON QUINTÍN alegría.)

 
QUINTÍN Vaya, Teófilo, es preciso
que ya depongas los llantos, 185
y a tanto gemir, la risa
entre ahora.
TEÓFILO                    ¡Qué estás hablando!
Quintín, cómo he de reírme...
QUINTÍN Así como yo lo hago,
que es el modo que los dos 190
contentos siempre vivamos.
TEÓFILO Ya para mi no hay contento,
y la alegría ha acabado:
venga la muerte.
QUINTÍN                            No venga,
hombre, que estoy a tu lado, 195
no sea que se equivoque,
(Ríe.)
y me pegue a mí el porrazo.
TEÓFILO ¡Ay infelice de mí!
QUINTÍN Sentémonos por un rato;
y verás que sin razón, 200
hombre, te estás lamentando.
TEÓFILO ¿Sin razón dices?
QUINTÍN                             ¿Cuál tienes
para estar siempre llorando?
TEÓFILO La que basta, y la que sobra;
¡pues habiéndome casado 205
tres veces, las tres se han muerto!
téngalas Dios en descanso,
¡soy muy infeliz!
(Llora.)
QUINTÍN                             Demonio,
(Ríe.)
eres muy afortunado
y dichoso, pues de tres 210
enemigos te has librado,
¿quieres, dí, quedar, Teófilo,
para siempre consolado?
TEÓFILO ¿Cómo?
QUINTÍN               Casándote, amigo.
TEÓFILO ¡Ah traidor, hombre malvado, 215
(Alterado, y llorando.)
que selo en esa palabra
me has dado un escopetazo!
¿yo casarme, falso amigo?
Mi dolor has aumentado:
¿y quién es la novia?
QUINTÍN                                  Es 220
mi hija; yo la he criado:
bien sabe, que es bonita, [6]
y que tiene pocos años.
TEÓFILO No prosigas, cesa, cesa,
que el corazón a pedazos 225
me partes: ¿casarme yo?
(Llora.)
¿dejar de llorar? ¿y cuándo
será la boda?
QUINTÍN                      Teófilo,
cuando esté todo arreglado.
TEÓFILO ¿Y tu hija me querrá? 230
QUINTÍN Ella es de un genio muy manso;
sin que yo nada supiese
ya por tres veces o cuatro
se ha querido casar; mira
qué hará si yo se lo mando 235
ahora, dirá que sí:
es modesta en sumo grado,
muy humilde y obediente,
y anda gimiendo y rabiando
por los rincones, de luto 240
siempre cargada; has hallado
a tu tristeza en mi hija
la horma de tu zapato:
voy a hablarla.
TEÓFILO                         Ya que yo
tan gran sacrificio hago, 245
que a casarme voy con una
muchacha de pocos años,
y bonita, no hay ni ha habido
un hombre tan desgraciado,
(Llora.)
pues yo me caso por ti, 250
quiero que hagas otro tanto
tú por mí, y los dos quedemos
en un día acomodados.
Con Dorotea, mi hija,
podrás casarte; sus rasgos 255
te vienen, como pedrada
en ojo de boticario.
¿Qué dices?
QUINTÍN                    Digo que sí,
luego al momento me caso,
y me río de ver como 260
(Ríe.)
estas bodas se han trazado
de trompón; rabiando estoy
por casarme: amigo vamos,
hablarás a Dorotea,
y yo a Juliana, y salgamos 265
del asunto cuanto antes.
TEÓFILO Sí, que lo estoy deseando.
QUINTÍN ¿Lo deseas? Yo me alegro,
(Ríe.)
hombre, de haberlo escuchado.
TEÓFILO Es porque en descuento sea 270
de mis culpas y pecados.
QUINTÍN Voy y vuelvo.
TEÓFILO                        Yo también.
 
(Al tiempo que van a entrar salen AMBROSIO y FERNANDO.)
 
FERNANDO ¿Don Quintín?
QUINTÍN                         ¿Señor Don Fernando?
AMBROSIO ¿Don Teófilo?
TEÓFILO                        ¿Don Ambrosio?
Dios os guarde.
FERNANDO                          Vengo a hablaros 275
en un asunto importante.
AMBROSIO Yo traigo cierto cuidado
que tratar con vos.
QUINTÍN                              Si es pleito,
él dará para los gastos
de la boda.
TEÓFILO                  Si esto es pleito 280
(Llora.)
con razón lloro, notando
que siempre en pleitos los hombres
se aniquilan.
QUINTÍN                     Retirados
cada uno en su bufete.
los escucharemos a ambos. 285
FERNANDO Breves seremos.
QUINTÍN Mejor, decid.
 

(DON QUINTÍN y DON FERNANDO se sientan al bufete de la izquierda, y DON TEÓFILO y AMBROSIO a la derecha.)

 
FERNANDO Estando enterado
de que sois de Don Teófilo
amigo, habéis de empeñaros 290
con él para cierto asunto,
que me importa en sumo grado.
QUINTÍN Yo lo liaré pues muy gustoso,
y contad que está logrado:
proseguid ya.
FERNANDO                      De su hija 295 [7]
Dorotea enamorado...
QUINTÍN ¡Chispas!
(Aparte.)
FERNANDO                 Estoy con extremo...
QUINTÍN ¡Aprieta!
(Aparte.)
FERNANDO               Yo no descanso.
QUINTÍN Vaya que es cosa de risa
(Ríe.)
esto que me está pasando. 300
AMBROSIO De Julianita, la hija
de Don Quintín, yo prendado
vivo con tal fuerza...
TEÓFILO ¡Ay triste!
(Aparte.)
AMBROSIO                 Que me muero...
TEÓFILO ¡Ay desdichado!
AMBROSIO                           Por ella. 305
TEÓFILO ¡A mi corazón
(Llora.)
le faltaba aqueste chasco!
FERNANDO Con ella quiero casarme.
QUINTÍN ¿Y que yo quede tocando
(Aparte.)
tablas? No lo verás. 310
(Ríe.)
AMBROSIO Casarme he determinado
con ella.
TEÓFILO               Aún no es mi mujer,
(Aparte.)
y ya la andan codiciando.
(Llora.)
FERNANDO Con que así, para mi esposa
se la habéis de pedir.
QUINTÍN                                  ¡Bravo! 315
(Aparte.)
que mi misma novia pida
para él, pretende el zamarro:
muriéndome estoy de risa,
de ver qué valiente chasco
se ha de llevar!
AMBROSIO                         Y pretendo 320
se la pidáis de contado
para mi mujer al padre.
TEÓFILO Hombre, que me estás matando,
(Aparte.)
si la quiero para mí,
¡cómo quieres inhumano 325
la pida para ti! ¡qué
congojas estoy pasando!
(Llora.)
FERNANDO A Dios, que por la respuesta
volveré dentro de un rato.
QUINTÍN Prisa trae el mameluco. 330
(Aparte.)
AMBROSIO Me voy para no estorbaros
si habláis al instante en ello;
mas yo volveré a buscaros.
TEÓFILO Para matarme otra vez.
(Aparte.)
FERNANDO
y AMBROSIO A Dios.
 
(Vanse.)
 
QUINTÍN
y TEÓFILO                A Dios
QUINTÍN                           Retozando 335
me está la risa en el cuerpo:
(Ríe.)
el demonio no ha penado
tal disparate.
TEÓFILO                     ¡El dolor
me va el aliento quitando!
¡ay infelice!
(Llora.)
QUINTÍN                     Ocultar 340
(Aparte.)
a Teófilo es acertado
lo que pasa.
TEÓFILO                    A Quintín
(Aparte.)
no diré lo que ha pasado,
no su el diablo si lo sabe
se vuelva contra mí el daño. 345
QUINTÍN Hombre, ¿estamos en lo dicho?
TEÓFILO ¡Cómo! Yo no me retrato.
QUINTÍN Pues voy a hablar a mi hija.
TEÓFILO La mía se va acercando
aquí, y la hablaré también, 350
porque tiempo no perdamos.
QUINTÍN Dices bien, que en nuestra edad
debemos aproyecharnos,
 
(Vase.)
 
TEÓFILO Si Dorotea resiste
a lo que ya está tratado 355
¿qué será de mí? Seré
el hombre más desdichado,
pues consentí ya en casarme,
y todo queda frustrado.
 
(Sale DOROTEA, y se acerca a su padre con ternura.)
 
DOROTEA Padre, ¿cuándo será el día 360
que os vea yo consolado?
TEÓFILO Hoy mismo, si quieres tú.
DOROTEA Bien: yo lo estoy deseando.
TEÓFILO ¿Resistirás el casarte?
DOROTEA Si usted, padre, lo ha tratado, 365
me resignaré, por solo,
ver que logra usted...
TEÓFILO Vamos, ya tienes marido; pronto, [8]
hija, le darás la mano,
DOROTEA Fernando mío, ya en fin, 370
nuestras dichas se lograron.
(Aparte.)
TEÓFILO ¿Te conformas?
DOROTEA                          Sí señor.
TEÓFILO El novio que te he buscado...
DOROTEA Será un joven.
(Con viveza.)
TEÓFILO                       No, no es viejo,
no llega a noventa años. 375
Dorotea ¿Qué dice usted, padre?
TEÓFILO                                       Sí;
sin saber cómo ni cuándo
logras una gran fortuna:
tú ya le tienes tratado,
porque el novio es Don Quintín. 380
DOROTEA Como un hielo me he quedado.
(Aparte.)
TEÓFILO ¿No te gusta?
DOROTEA                      No señor.
TEÓFILO ¿Así con tanto descaro
me lo dices?
DOROTEA                     Pues señor,
¡si es un viejo atolondrado, 385
que ya puede ser mi abuelo!
Yo os pido a los pies llorando
que con él no me caséis.
TEÓFILO Enternecido me hallo;
(Aparte.)
pero firme, que sino 390
se casa, yo no me caso.
¿Tú mis amargos tormentos
(A ella.)
quieres ver aún aumentados?
DOROTEA ¿Y vos queréis que yo viva
toda mi vida llorando? 395
TEÓFILO Tiene razón.
(Aparte.)
DOROTEA                     ¿Con un viejo,
y que con mis pocos años
entre a ser de su Juliana
madrastra?
TEÓFILO                  Pierde el cuidado,
que también esa Juliana 400
lo será tuya.
DOROTEA                    Ya caigo:
¿eso es, que usted con Juliana
se casa, si yo me caso
con Don Quintín?
TEÓFILO                             Justamente;
así lo hemos concertado. 405
DOROTEA ¡Bodas más destinadas
(Aparte ríen.)
se habrán en el mundo hallado!
TEÓFILO Ella llora.
(Aparte.)
                 No te aflijas,
hija, y respóndeme claro
si consientes.
DOROTEA                      No señor. 410
TEÓFILO Yo estoy en empeñado,
y ha de ser.
DOROTEA                   Que brava idea
(Aparte.)
me ocurre para estorbarlo,
sin contradecirle.
TEÓFILO Pobre chica, 415
(Aparte.)
¡como está entre sí llorando!
De nada sirven los lloros,
(A ella.)
y aquí ni vienen al caso;
porque yo te caso lloras
y hay doncellas a puñados 420
que lloran, viendo que no
las casan, ve de contado
a decirle, le recibes
por esposo con agrado.
DOROTEA Con la idea que me ocurre 425
todo pienso remediarlo.
 
(Vase.)
 
(Sale DON QUINTÍN riendo, y DON TEÓFILO está llorando.)
 
QUINTÍN ¿Por qué lloras? ¡me desprecia
Dorotea?
TEÓFILO               Mi quebranto
lo publica amargamente.
QUINTÍN Hombre, tenme, que me caigo 430
de risa.
(Ríe.)
TEÓFILO             ¿Con que te da
calabazas, mentecato,
y te ríes?
(Llora.)
QUINTÍN               Veinte y siete
antes ya me las han dado;
con tu hija ya son veinte y ocho, 435
y por eso no lo extraño;
(Ríe.)
¿pero y qué? siempre contento.
TEÓFILO Tu serenidad alabo:
si a mí me la diera una
me moría de contado. 440
QUINTÍN Pues muérete, que mi hija
te desprecia.
Teófilo                     ¡Qué he escuchado! [9]
Venga un Herodes, y al punto
me eche la cabeza abajo
(Llora.)
 

(Al tiempo que va a entrarse sale DOROTEA de luto riguroso, con mantilla negra, haciendo la gazmoña.)

 
DOROTEA Primero, querido padre, 445
(Se arrodilla.)
dadme a besar vuestra mano.
TEÓFILO Dorotea, ¿qué es aquesto?
DOROTEA Es haber reflexionado
que debe una buena hija
sujetarse a los mandatos, 450
de su padre; y así humilde
a D Quintín doy la mano
de esposa.
TEÓFILO                 Bien haces
QUINTÍN                                  Pero
ese traje está anunciando
más entierro, que no boda. 455
DOROTEA Esto, señor, es mostraros
con la modestia y retiro
que hemos de vivir entrambos,
por no afligir a mi padre
más prudente y recatado 460
el tormento de ver, que
por tres veces ha enviudado;
pero viendo que otras tres
enviudasteis vos, mostrando
siempre placer y alegría, 465
es menester refrenaros,
y enseñaros a sentir,
pues que lo habéis ignorado.
TEÓFILO No dice mal.
QUINTÍN                      ¿Pero cómo?
DOROTEA De más de eso contemplando, 470
me enterraréis a mí, como
habéis a tres enterrado;
este lúgubre y funesto
traje me visto, aguardando
prevenida y resignada 475
de tu muerte el triste paso.
QUINTÍN Yo estoy aturdido.
TEÓFILO                               Es mucha
humildad.
DOROTEA                 Y pues que ambos
hemos de ser compañeros,
escuchad la vida y trato 480
que hemos de llevar, porque
siempre conformes vivamos.
Ayunaréis vos seis días
en la semana.
QUINTÍN                       ¡Zapato!
DOROTEA Sólo comeremos yerbas 485
cocidas.
QUINTÍN              ¡Famoso plato!
DOROTEA El duro suelo será
nuestro lecho.
QUINTÍN                        ¡Guarda Pablo!
DOROTEA No os reiréis en vuestra vida.
QUINTÍN No es muy fácil a tu lado. 490
DOROTEA Tres disciplinas habrá
en el día, y con cuidado
nos daremos disciplinas
ambos a dos, derramando
tanta sangre...
QUINTÍN                        Calla, sierpe, 495
porque ya estoy sofocado:
¡infeliz de mí!
(Llora.)
TEÓFILO                        Ja, ja, ja,
(Ríe.)
QUINTÍN ¿Te ríes, excomulgado,
de mí? ¿qué es esto, Dios mío?
TEÓFILO Hombre, hubiera reventado: 500
ja, ja, ja.
(Riéndose a carcajadas.)
QUINTÍN                Maldito seas.
TEÓFILO Sino me riera...
DOROTEA                          Vamos
a empezar nuestra tarea.
TEÓFILO Hombre, sí, deja el espanto,
que tú te acostumbrarás. 505
QUINTÍN ¡Pero tú me has engañado!
¡acostumbrarme a morir,
marido martirizado!
Muy buena prenda es tu hija;
ya verás cuán al contrario 510
es la mía.
 

(Sale JULIANA con un vestido de máscara, [10] con muchas plumas, y un ramo de flores en la mano, haciendo de atolondrada.)

 
JULIANA                Padre mío,
¿dónde está mi esposo amado?
QUINTÍN ¿Qué traje es ese?
JULIANA                              De boda,
que no quiero dilatarlo:
¿dónde está mi esposo? Pero 515
(Llega con zalamería.)
ya le veo, ¡esposo caro,
ídolo de mis sentidos,
cupidito de alabastro!
TEÓFILO ¿Habla usted conmigo?
JULIANA                                      Sí,
que el corazón me has robado. 520
niño mío.
TEÓFILO                ¿Si seré
buen mozo, y lo habré ignorado
hasta ahora?
JULIANA                     Monito mío,
desde hoy la tristeza a un lado,
yo dejo aquella modestia 525
con que he vivido, pensando
solamente en divertirte,
y en que vivas regalado.
La primera vez que llores,
en aquel punto te arranco 530
los ojos, porque el demonio
no es peor sí yo me enfado.
TEÓFILO Dios mío, ¿qué es esto?
JULIANA Hijo, verás que obsequiado
estarás de mis cortejos. 535
TEÓFILO ¡Zambomba! Bueno es el chasco.
JULIANA Siempre en funciones alegres,
y fiestas, metidos ambos;
y todo esto es, padre mío,
porque le quiero y le amo. 540
TEÓFILO Según te explicas no es mucho.
(Aparte.)
JULIANA Ponte, hijo mio, este ramo
en el pecho.
TEÓFILO                    Yo estoy loco.
(Se le pone.)
JULIANA ¡Qué bien te sienta! ¡de pasmo!
TEÓFILO ¡Si estoy hecho un mamarracho! 545
JULIANA ¿Benito?
 
(Sale BENITO.)
 
BENITO                   ¡Qué manda usted?
JULIANA Llámame un sastre afamado.
TEÓFILO ¿Para qué?
JULIANA                  Porque te haga
hijo un vestido de majo,
que el día que nos casemos 550
hemos de bailar entrambos
las boleras a la ley.
TEÓFILO Donde habrá un pozo bien ancho
donde me eche de cabeza
primero.
JULIANA               Trae dos mazos, 555
de camino, de cordel
de azote.
QUINTÍN                Te despedazo,
Benito, como lo hagas.
JULIANA Vámonos ahora ensayando
para el día de la boda: 560
alemanda...a este otro lado...
por aquí... por allá...
 

(JULIANA con aire de contradanza hace alemanda con D TEÓFILO, haciéndole dar vueltas hasta que cae en el suelo.)

 
TEÓFILO                                 ¡Cielos,
confesión, que muerto caigo!
JULIANA Pongámonos de rodillas
por su salud implorando. 565
QUINTÍN Apártate.
TEÓFILO                 Don Quintín,
no hay nada de lo tratado.
QUINTÍN Don Teófilo, ya no hay nada
de lo dicho.
JULIANA                    ¿Trae un vaso
de agua, Martina?
MARTINA                             Allá voy. 570
 
(Vase.)
 
QUINTÍN Teófilo, yo no me caso.
TEÓFILO Quintín, yo tampoco.
(Aparte los 2.)
QUINTÍN                                   Fuera
preciso el desesperarnos.
TEÓFILO ¡Yo con una loca! No.
QUINTÍN Ni yo con gazmoña.
TODOS                                 Malo. 575
 
(Sale MARTINA con el vaso.) [11]
 
MARTINA Aquí está el agua.
JULIANA                              Bebed.
TEÓFILO Yo no.
JULIANA            Mirad que no la encajo
en la coronilla.
TEÓFILO                         Cielos,
¡estos sí que son trabajos!
(Llora.)
 

(Salen AMBROSIO y FERNANDO, y DOROTEA y BENITO están a la izquierda, y JULIANA y MARTINA a la derecha, los dos viejos en medio. TEÓFILO a la derecha, y QUINTÍN a la izquierda. Ambrosio habla con TEÓFILO, y FERNANDO con QUINTÍN, de modo que los cuatro queden en medio, teniendo en el centro a los dos viejos.)

 
AMBROSIO ¿Don Teófilo?
FERNANDO                        ¿Don Quintín? 580
TEÓFILO De aquello estaba yo hablando.
QUINTÍN Tratando estoy yo de aquello
TEÓFILO Aguardad.
QUINTÍN                  Tened un rato.
 

(Los dos viejos vuelven las espaldas a AMBROSIO y FERNANDO para hablar ellos a solas, FERNANDO hace lo mismo para hablar con DOROTEA, y AMBROSIO con JULIANA.)

 
TEÓFILO Este pretende a tu hija.
QUINTÍN Este a la tuya está amando. 585
TEÓFILO ¿Tú la cedes?
QUINTÍN                       Yo al momento.
¿Tú consientes?
TEÓFILO                          De contado.
FERNANDO ¿Qué vestido es ese?
DOROTEA                                  Es
el que importa para el caso.
AMBROSIO ¿Cómo estás vestida así? 590
JULIANA Calla, que es cuento muy largo.
QUINTÍN Por mí, dí que sí.
TEÓFILO                            Por mí,
dí que no tengo reparo.
QUINTÍN Mira...
TEÓFILO            Mira...
 

(QUINTÍN y TEÓFILO ven a un tiempo a sus hijas hablando con los dos amantes, se advierten el uno al otro, y los dos vuelven para verlo al mismo tiempo: MARTINA y BENITO, hacen dar media vuelta a FERNANDO y AMBROSIO poniéndoles de cara a los viejos: JULIANA para disimular hace que baila con MARTINA, y DOROTEA hace algún ademán de hipócrita acompañándola BENITO.)

 
QUINTÍN                     ¡Hola!
TEÓFILO                               ¿Qué es esto?
AMBROSIO Como dijisteis aguardo 595
la respuesta
TEÓFILO                    Yo creía,
se la habían ya a usted dado.
FERNANDO Lo propio yo.
QUINTÍN                       Pero, amigo,
vivid algo más despacio.
TEÓFILO Soy esposo de Juliana, 600
porque el padre os la ha otorgado.
QUINTÍN Vuestra esposa es Dorotea,
que el padre se ha conformado:
¿quieres tú?
JULIANA                    ¿Yo con cualquiera,
dadme de esposa la mano 605
(Con viveza.)
AMBROSIO ¡Sois feliz!
TEÓFILO                   ¡Ah majadero!
Le he pegado buen petardo:
¿y tú qué dices?
(A DOROTEA.)
DOROTEA                           Que yo
sacrifico resignado
mi gusto a vuestro precepto. 610
FERNANDO Dichoso yo.
QUINTÍN Desdichado serás:
brava maula llevas.
TEÓFILO Se casan, ¡y yo he quedado
solo, triste! ¡qué dolor! 615
(Llora.)
DOROTEA Pues que ya estamos casados,
acabose el fingimiento:
(En su tono natural, arrojando la mantilla.) [12]
vive seguro, Fernando,
de mi finesa y cariño.
JULIANA Yo dejando adornos vanos 620
vestiré del modo que
sólo fuere de tu agrado,
a tu voluntad sujeta.
(Habla con modestia, y no se quita algún adorno.)
QUINTÍN ¿Con qué todo ha sido engaño?
BENITO Sí señor, ¿pues no está visto? 625
MARTINA De esta suerte se han librado
de tales maridos.
TEÓFILO                             ¡Esto
pasa a los hombres honrados!
QUINTÍN Teófilo, el caso presente
es un bravo desengaño 630
para muchos viejos, que
con niñas de pocos años
quieren casarse, pues ellas
siempre, hombre, se están burlando
de los viejos; y los mozos, 635
dicen, somos unos fatuos:
el chasco ha sido gracioso.
TEÓFILO ¡Oh! ¡ha sido maldito el chasco!
QUINTÍN Me estaré siempre riendo.
TEÓFILO Yo estaré siempre llorando. 640
MARTINA Yo no, que es día de boda.
BENITO Hoy es preciso alegrarnos.
QUINTÍN Es verdad, a Dios roguemos
que los haga bien casados.
TODOS Disfrutando los aumentos 645
de su benéfica mano.



FIN.

Arriba