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Luis Sáinz de Medrano Arce. Laudatio

Juan Manuel García Ramos





Excmo. Sr. Rector Magfco.

Dignísimas autoridades

Compañeras y compañeros del Claustro

Señoras y señores:

Honrar honra, dice la máxima del libertador cubano, escritor exquisito y cofundador del movimiento modernista hispanoamericano, José Martí, hijo de tinerfeña para más precisión y orgullo no disimulado de sentirnos paisanos de una personalidad de tanto prestigio.

Y la Universidad de La Laguna se honra hoy distinguiendo con los más altos honores al doctor Sáinz de Medrano y Arce por los servicios prestados en el seno de nuestra institución, a la que perteneció durante años como el primer catedrático de Literatura Hispanoamericana de nuestro cuadro de profesores y como fundador del primer Departamento de Literatura Hispanoamericana de la historia de nuestro centro superior, donde creó, además, una escuela de la que hoy forman parte los miembros de la Sección Departamental de Literatura Hispanoamericana integrada por imperativos de la legislación vigente en el Departamento de Filología Española.

Pero los méritos por los que nuestro Claustro ha concedido este Doctorado Honoris Causa al profesor Sáinz de Medrano van mucho más allá de esos valiosos servicios cumplidos en nuestra Universidad.

El doctor Sáinz de Medrano y Arce es en la actualidad catedrático emérito de Historia de la Literatura Hispanoamericana de la Universidad Complutense de Madrid, después de haber sido catedrático de esa misma disciplina y de esa misma universidad durante más de veinte años.

Como uno de los primeros catedráticos de su disciplina del Estado español, tuvo a su cargo el diseño de los currícula de estudio de la Literatura Hispanoamericana en España, la fijación de los programas, el repertorio de las fuentes y de los criterios bibliográficos y la señalización de las líneas de investigación de dicha materia, tareas todas que desarrolló en su etapa lagunera y luego prosiguió en Madrid.

Es autor de diez libros firmados en solitario, entre los que cabe citar: Historia de la literatura hispanoamericana, siglo XIX incl. (Madrid, Guadarrama, 1976), Historia de la literatura hispanoamericana desde el modernismo (Madrid, Taurus, 1989; 2.ª ed. 1992), Letras de la Nueva España (Madrid, Akal, 1992), La conquista literaria del Cono Sur (Madrid, Akal, 1992), Pablo Neruda. Cinco ensayos (Roma, Bulzoni, 1996), y de las ediciones de El Periquillo Sarniento (Madrid, Editora Nacional, 1976), Martín Fierro (Madrid, Cátedra, 1979), Obra selecta de Sor Juana Inés de la Cruz (Barcelona, Planeta, 1987) e Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo (Barcelona, Planeta, 1992). Ha sido coordinador de la Antología de la Literatura hispanoamericana. Textos y comentarios, vol. I (Madrid, Verbum, 2001), y es autor además de otros cincuenta títulos firmados en colaboración y con pie editorial en distintas capitales españolas, y en Roma, Turín, Berlín, Frankfurt, Managua, Santiago de Chile, Lima, Hanover, Pittsburgh, cuya simple enumeración haría muy prolija esta Laudatio.

En revistas científicas de todo el mundo han aparecido cuarenta trabajos suyos de imprescindible consulta, donde ha insistido en descifrar la obra de autores como Rubén Darío, César Vallejo, Pablo Neruda y Jorge Luis Borges y en revisar en profundidad etapas de esa literatura, en especial los siglos coloniales, el periodo modernista y el auge de la novela hispanoamericana a partir de los años sesenta del siglo XX.

Ha participado como ponente en más de cien congresos nacionales e internacionales, ha dirigido treinta y seis tesis doctorales y cuenta con alumnos en todos los continentes.

Ha sido presidente del Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana, con sede en Pittsburg. Desde 1979 a 1993 fue director del Departamento de Literatura Hispanoamericana y director del Departamento de Filología Española IV de la Universidad Complutense de Madrid; director de la revista Anales de Literatura Hispanoamericana de esa misma universidad desde 1978 a 1993; miembro fundador de la Sociedad Española de Americanistas; miembro de la Asociación Internacional de Hispanistas; miembro de honor del Instituto Cultural Hispano-mexicano de México; socio ordinario del Centro di Studi Storici e Letterari Ibero-americani de Milán; miembro de honor del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica; Placa de Honor de la Universidad de Santiago de Chile; miembro del Consejo Editorial de la Revista de Estudios hispánicos (University of Alabama, EE. UU.); de Ideas' 92 de la Universidad de Miami, EE. UU.; Revista del Centre of Spanish Studies (Jawarharlal Nehru University, New Delhi, India); Cultura/New System, Madrid. Ha sido miembro del comité asesor de la Colección Clásicos de América (dirigida por Claudio Guillén y Mario Muchnik); presidente de honor de la Asociación Española de Estudios Literarios Hispanoamericanos, nombrado en el Congreso realizado en septiembre de 2000 en Baeza (Jaén). Profesor honorario de la Universidad Nacional Autónoma (UNAN) de Nicaragua, en León. Miembro honorario de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Managua, 21 de enero 2004.

Tras su jubilación, el doctor Sáinz de Medrano ha recibido los siguientes homenajes nacionales e internacionales:

Poesía hispanoamericana actual. XI Semana de Literatura hispanoamericana. «Homenaje al Dr. Luis Sáinz de Medrano». Universidad de La Laguna, Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias. 12 a 16 de mayo 1997.

Simposio Anime del Barocco: la narrativa di Miguel Ángel Asturias. Omaggio a Luis Sáinz de Medrano. Consiglio Nazionale delle Ricerche, Universitá degli Studi di Milano, Universitá Cattolica di Milano, octubre de 1999.

«Homenaje a Luis Sáinz de Medrano», Anales de Literatura Hispanoamericana, núms. 28-1 y 28-II, Madrid, Universidad Complutense, 1999, dos tomos donde han colaborado, a lo largo de mil cuatrocientas páginas, profesores e investigadores de gran prestigio de universidades europeas, estadounidenses, hispanoamericanas y de toda España, reconociendo la incesante dedicación del doctor Sáinz de Medrano a su especialidad.

Congreso Internacional Octavio Paz. La cultura hispánica en el fin de siglo. «Homenaje a Giuseppe Bellini y Luis Sáinz de Medrano», Facultad de Filología, Departamento de Filología Española IV, Agencia Española de Cooperación Internacional, Dirección General del Libro del Ministerio de Educación y Cultura, Madrid, abril de 1999.

Pero al margen de ese extenso curriculum personal, el doctor Sáinz de Medrano se hace digno acreedor de la distinción que hoy le entregamos por, al menos, tres méritos que nos gustaría destacar y que tienen que ver con su vinculación a La Laguna, en primer lugar, con su papel como anfitrión generoso que abrió las puertas académicas españolas a los estudios de una emergente literatura hispanoamericana en el siglo pasado, en segundo lugar, y como compañero de profesión, en un tercer apartado.

El paso del doctor Sáinz de Medrano y Arce por el claustro lagunero fue decisivo a la hora de potenciar académica y extra académicamente los estudios literarios iberoamericanos y a la hora de fortalecer la línea de investigación y de reflexión sobre nuestra condición de pueblo atlántico en perpetuo diálogo con América. Línea de investigación que se ha continuado con el respaldo de ayudas de instituciones públicas y con la conformación de equipos integrados por profesores e investigadores de otras universidades. La literatura, para el profesor Sáinz de Medrano, siempre fue una provincia de la estética donde se trabaja la palabra creadora hasta sus últimas consecuencias, y desde esa perspectiva la ha enseñado, la ha historiado, la ha enjuiciado y la ha promovido.

Congresos nacionales e internacionales de creadores e investigadores de nuestra literatura en lengua española de un lado y de otro del Atlántico se han celebrado en esta isla contando con la cobertura y el entusiasmo universitarios que inauguró en su día el doctor Sáinz de Medrano, y visitas a nuestro primer centro docente de personalidades como las de Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Carlos Fuentes, Ernesto Sábato, Guillermo Cabrera Infante, Abel Posse, Mario Vargas Llosa o Saúl Yurkievich, han propiciado el acercamiento y el conocimiento directo del grado de desarrollo y madurez de nuestra enseñanza e investigación en ese campo de las letras hispánicas. El doctor Sáinz de Medrano, tras su marcha de La Laguna, ha seguido estando siempre al servicio de nuestra universidad para todo lo que se le ha requerido; ha participado en todos los tribunales de memorias de licenciatura, tesis doctorales, titularidades y cátedras de los profesores de Literatura Hispanoamericana del hoy Departamento de Filología Española.

En cuanto al papel desempeñado por el doctor Sáinz de Medrano en la entronización de la literatura hispanoamericana en los planes de estudio universitarios españoles, y en su divulgación dentro de los ambientes académicos y culturales, quizá sea el ya mencionado novelista argentino Abel Posse, ex embajador de su país en España hasta hace unos meses, la voz que mejor ha sabido valorar esa dimensión de la personalidad de nuestro compañero de claustro cuando afirma que «Sáinz de Medrano empezó a amar y enseñar la literatura (hispanoamericana) cuando nuestras letras estaban catalogadas en la segunda categoría de los prestigios occidentales».

Aún hoy ciertas actitudes eurocéntricas y hasta colonialistas periclitadas siguen mirando por encima del hombro la literatura que se hace al otro lado del Atlántico por casi trescientos sesenta millones de personas que hablan nuestra misma lengua y juegan a fantasear con ella.

Luis Sáinz de Medrano y Arce se acercó a esa literatura con respeto, esmero y rigor, y hoy uno no puede enseñar ni investigar en esa área del conocimiento sin contar con trabajos como los dedicados por Sáinz de Medrano a la ordenación de las letras coloniales y postcoloniales de América, ordenación llevada a cabo en sus ya citadas historias de la literatura hispanoamericana, o trabajos como los dedicados a autores y movimientos tan imprescindibles y con tanta gravitación sobre la literatura que hoy se escribe en lengua española, como los dedicados a Bernal Díaz del Castillo, Sor Juana Inés de la Cruz, José Joaquín Fernández de Lizardi, José Hernández, Rubén Darío y todo el movimiento modernista, el Neruda tan vinculado a la literatura española, Jorge Luis Borges, o la gestación de la narrativa hispanoamericana de los años sesenta del siglo XX.

Y, por último, unas palabras para el doctor Sáinz de Medrano compañero de profesión, y esas palabras no son el fruto de un análisis subjetivo, sino el resultado de muchas conversaciones cruzadas con hombres y mujeres que han tenido la oportunidad y el placer de trabajar al lado de nuestro profesor en España y fuera de España y que podrían corroborar con holgura lo que yo digo.

Es difícil encontrar en una persona, la manera tan excepcional que posee el doctor Sáinz de Medrano de ejercer el compañerismo, de estimular sin límites a los demás en los trechos ventajosos de la carrera académica y en la carrera de la vida, y de confortar sin límites, también, en las adversidades que a todos nos tocan en nuestro papel de seres mortales. Esa virtud que se llama simplemente generosidad.

Quizá nunca podremos recompensar al maestro y al amigo de la bondad que ha derrochado con todos los que hemos tenido la fortuna de tratarlo y de aprender de su sabiduría, pero con este Doctorado que hoy le concede la Universidad de La Laguna al menos hacemos parte de la justicia que merece una conducta tan ejemplar como la suya.

Por todo lo expuesto, dignísimas autoridades y compañeros y compañeras de Claustro, solicito con toda consideración y encarecidamente ruego se proceda a investir al Excmo. Sr. D. Luis Sáinz de Medrano y Arce con el supremo grado de Doctor Honoris Causa por la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna.

Muchas gracias.





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