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Primer verso de la canción: «Era rubia y sus ojos celestes».
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En la segunda estrofa del vals se trata este tema.
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Después de la lectura de las palabras de Rolando acerca del vals de la pulpera no podemos evitar cotejarlas con la letra de la canción escrita por Héctor Pedro Blomberg y con la música de Enrique Maciel del año 1929: «Era rubia y sus ojos celestes / Reflejaban la gloria del día, / Y cantaba como una calandría / La pulpera de Santa Lucía. / Era flor de la vieja parroquia / ¿Quién fue el gaucho que no la quería? / Los soldados de cuatro cuarteles / Suspiraban en la pulpería. / Le cantó el payador mazorquero / Con un dulce gemir de vihuelas [...] / Mientras lloran por ti las guitarras, / Las guitarras de Santa Lucía [...] / La llevó un payador de Lavalle / Cuando el año cuarenta moría...».