Escena primera
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DON JUAN,
DON CARLOS, DON MARTÍN.
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CORONEL. | En las
islas Filipinas | | dejé yo los cumplimientos; | | se
estará una hora a la puerta | | el herido con el muerto;
| | (Volviéndose hacia la puerta.) | el cadáver
de Martín | | ordeno que entre primero. | |
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DON MARTÍN. | (Desde fuera.) | No, señor, que aquí yo mando.
| | Si no entra don Carlos, no entro. | |
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DON MARTÍN. | Así
me gusta, | | señores, tomad asiento. | | Hoy estoy muy
quebrantado. | |
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DON CARLOS. | Será la culpa del tiempo.
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CORONEL. | Sí, que a los viejos no prueba | | en estos
días de invierno | | andar fuera de techado | | a todas
horas y en cuerpo; | | mas tú por lucir el talle...
| | Vaya, lo mismo se encuentra | | que le dejé a mi partida.
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DON MARTÍN. | En cuanto a robusto es cierto; | | pero ya tengo más juicio. | |
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CORONEL. | Debieras: la
edad al menos... | |
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DON MARTÍN. | (Este va a desaprobar
| | la boda.) Hombre, no es eso: | | Mira, Juan, cuando salimos
| | a buscar al caballero | | el asunto corría prisa,
| | el coche no estaba puesto, | | la capa me impide andar, | | y por eso salí en cuerpo: | | no te pienses que estoy
malo; | | algo de dolor de huesos... | |
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CORONEL. | Entonces será
el reuma, | | que se ha hecho absoluto dueño | | hace
más de cuarenta años | | de tu físico.
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DON MARTÍN. | No
es cierto. | | Tengo mi cuerpo muy sano. | |
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CORONEL. | Vaya, pues
muy buen provecho; | | pero hablemos de otra cosa, | | que nos
importa más que eso; | |
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DON CARLOS. | por lo pasado
| | creo está usted satisfecho; | | Martín me parece
que | | ha confesado su yerro | | manifestándole a usted
| | que eran faltas de su genio. | |
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DON MARTÍN. | (Este
condenado de hombre, | | ¿a que resucita muertos?) | | Lo que
dije a usted, de veras, | | como lo dije lo siento, | | que era
usted mi íntimo amigo, | | que yo tenía dos duelos,
| | el uno de hombre a hombre, | | y otro con mis sentimientos;
| | que no sé si en mis palabras | | anduve un poco indiscreto,
| | y si fue, pido perdón | | a quien mil favores debo;
| | que yo no guardo rencor; | | en fin, que no dije aquello...
| |
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DON CARLOS. | Señores, yo ya he olvidado | | el
lance poco halagüeño | | que a los dos nos indispuso.
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DON MARTÍN. |
Aquí dio fin la tristeza; | | no se vuelva a hablar
más de eso; | | Carlos, alarga la mano; | | contigo sin
cumplimientos; | | tú por tú, de hoy adelante.
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DON MARTÍN. |
Di
algo al menos; | | habla ahora más que sea | | de la bo... | (Calla al acordarse del CORONEL.) |
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DON CARLOS. | ¿Del
casamiento | | que usted quiere contraer? | | ¿Y al cabo está
usted resuelto? | |
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DON MARTÍN. | Hombre, si yo necesito...
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CORONEL. | ¿Quieres tener heredero, | | no es verdad? |
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DON CARLOS. |
¿Pero
el señor | | no es su...? |
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DON MARTÍN. | (Interrumpiendo.) | Cuanto
me alegro | | que hayas venido de América. | | Es su padre
(A DON CARLOS) , sí, silencio. | |
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DON CARLOS. | (A DON MARTÍN.) | Usted quiere darle chasco. | | (No me parece pequeño | | el que vas a llevar tú.)
| |
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CORONEL. | ¿Con qué diablos de secretos | | andas ahí,
Barandilla? | | ¿Estás echando requiebros | | a don Carlos?
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DON MARTÍN. | Sí;
le pido | | que disimule mi genio; | | soy tan vivo... | | (Meneando
la cabeza muy deprisa.) | Pues me caso | | mi querido Juan
Renzuelo. | |
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CORONEL. | Pues amigo Barandilla, | | no conocerás
tus nietos. | | Hablando formal, Martín, | | si me dicen
qué más quiero, | | ser célibe o ser marido,
| | conforme me estoy me quedo; | | pero no por eso creas | | que
si casas bien lo siento. | |
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DON MARTÍN. | (Cómo
se hace el solterón | | el maldito, y es mi suegro.)
| | Caso con mujer hermosa, | | recogida, y un modelo | | de virtud;
muy poco amiga | | de lujo, bailes, paseos; | | hija de padres
muy nobles, | | y en cuanto a rica, veremos. | |
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CORONEL. | Sólo
es rica con que tenga | | virtud y recogimiento. | | La hermosura,
Barandilla, | | en mujer propia es lo menos, | | y aun pienso
que está de más | | para la mujer de un viejo.
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DON MARTÍN. | Siempre acabas la oración
| | con ese mismo argumento. | | Tú vendrás hecho
un indiano, | | con más doblones que pelos. | |
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CORONEL. |
Hombre, no soy poderoso, | | pero traigo algún dinero.
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DON MARTÍN. | (Mi arca, llamada mazmorra, | | va
a tragarse tus talegos.) | | Sí, ¿eh!, conque ¿vienes
rico? | | Pues, señor, vaya, me alegro; | | ya no estoy
pobre tampoco. | | No te pienses que soy Creso; | | pero el día
de la boda | | verás no me porto menos. | | Ni Camacho,
ni Cleopatra | | dieron un festín tan bueno | | como el
mío: de Inglaterra | | he de traer cocineros, | | y de
los más afamados, | | los mismos que me sirvieron | |
cuando di un combite en Londres | | al rey Jorge, que ya ha
muerto. | |
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DON MARTÍN. |
Si
en España | | no saben ni freír huevos. | | Veréis
qué mesa. Os convido. | |
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CORONEL. | Y no temas que faltemos.
| | ¿Pero cuándo es esta boda? | | ¿Con quién es
el casamiento? | | Dílo claro. |
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DON MARTÍN. |
Don
Juanito, | | no se puede decir eso. | | Carlos, no le digas nada,
| | porque quiero sorprenderlo. | |
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DON CARLOS. | Hombre, extraño
la advertencia | | cuando me ves hecho un muerto. | | (Tratar
de tú a don Martín | | es tutear a mi abuelo.)
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DON MARTÍN. | Tú verás, mi coronel,
| | lo que te tengo dispuesto. | |
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DON CARLOS. | (Yo
lo silbo | | si es cual pienso el desenredo; | | callo, y él
se las avenga, | | cásese o quede soltero.) | |
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Escena IV
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LUISA, AMBROSIO
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LUISA. | (Con sentimiento.) | Ambrosio, dime, ¿no ha vuelto | | ese corazón helado?
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AMBROSIO. | (Imitándola.) | No, señora, que no
ha vuelto | | que hace poco se marcharon | | Don Carlos, él
y su suegro, | | aquel coronel indiano | | padre de mi señorita,
| | cuando éramos dos muchachos: | | aquel que aplastó
una bomba | | en el sitio del Callao; | | con don Juan Renzuelo,
digo, | | que está vivo y ha llegado. | |
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LUISA. | ¿Ambrosio,
no me conoces?, | | ¿o tú estás loco o borracho?
| |
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AMBROSIO. | ¡Ojalá, doña Luisita, | | me viese
usted hecho un Baco! | | Más tan cierto es lo que digo
| | como aquí los dos estamos. | |
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LUISA. | Oye, dí,
¿qué señas tiene? | | Responde sin estudiarlo;
| | él es bajo de estatura. | |
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AMBROSIO. | No, señora,
no, que es alto, | | y en salvo la parte tiene | | un chirlo
de más de un palmo. | |
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LUISA. | (En la guerra del francés
| | dicen que le hirió un polaco | | en la cara.) Sigue,
Ambrosio. | |
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AMBROSIO. | Color moreno atezado, | | un sí
es no es algo cojo, | | y unos pelos como un diablo, | | tiesos,
un bigote... |
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LUISA. | Calla,
| | que me estás asesinando. | | ¿Conque es algo cojo?
|
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AMBROSIO. | Un
poco | | me ha parecido carranco | | de tal pierna como ésta.
| |
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LUISA. | (Ahí mismo tiene un balazo.) | | Voy con madre,
que le sabe | | toda la vida y milagros | | lo mismo que el Padrenuestro.
| | Sigue, Ambrosio. | (Cada vez con más sobresalto.) |
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AMBROSIO. | Voy
andando; | | pero por mí estoy seguro | | que el coronel
ha llegado. | |
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LUISA. | Que me matas, mira, Ambrosio, | | cuando
te oigo asegurarlo. | | Sí... es cierto... |
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LUISA. | Tenme, tenme, que me caigo. | | (La sienta
en una silla.) |
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AMBROSIO. | Pues, señor, no me faltaba
| | sino que le dure el pasmo, | | que entre ahora don Martín,
| | que piense que la he hecho algo, | | que sin cuerpo de delito
| | castigue en mí el por si acaso, | | que me encierre,
que descubra | | aquel pastel entretanto, | | que averigüe
el coronel | | que yo también lo he amasado, | | que le
pida a Barandilla | | me suelte y él me eche el gancho,
| | cata que salí de Herodes | | para caer en Pilatos
| | el coronel me desuella... | | ¡San Bartolomé! Yo escapo.
| | (Va a irse y llama DOÑA PACA a la puerta.) |
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Escena V
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LUISA, AMBROSIO y DOÑA PACA.
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DOÑA PACA. | (Desde fuera.) | Don Martín,
¿se puede entrar? | |
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AMBROSIO. | Vaya, lo mismo es, la suegra.
| | Hazte cuenta, pobre Ambrosio, | | que te echaron a las fieras.
| | También soy víctima yo | | de las uñas
de una vieja. | |
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DOÑA PACA. | (Entrando.) | Como oigo
ruido en el cuarto, | | valida de la franqueza... | | (Arrojándose
a él y cogiéndole del brazo.) | ¿Qué
es lo que miro, canalla? | | ¿Qué le has hecho?, ya
está muerta. | |
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AMBROSIO. | Suelte usted, no la he hecho
nada. | |
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DOÑA PACA. | Quién fuera perro de
presa. | |
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AMBROSIO. | Suélteme usted, por la Virgen, | | si no pierdo la paciencia. | |
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DOÑA PACA. | Dí,
¿qué has hecho, picarón? | |
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DOÑA PACA. | No es posible, algo
muy malo | | será, que no es de las hembras | | que por
todo se desmayan, | | y ahora lo está de veras. | | Hija
de mis ojos, díme | | si este hijo de una perra | | te
hizo o quiso hacer | | alguna cosa perversa. | |
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LUISA. | No,
madre mía, | | no fue él, ¡ojalá fuera!
| |
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DOÑA PACA. | Pues hablad pronto; decidme | | qué
cosa, quién fue y quién sea | | el autor de este
trastorno. | |
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LUISA. | A mí me faltan las fuerzas; | | ¡ay,
madre de mis entrañas! | | Cuando usted misma lo sepa...
| |
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AMBROSIO. | Que
su marido | | de usted ha vuelto de América. | |
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AMBROSIO. | El
coronel | | don Juan Renzuelo. |
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DOÑA PACA. | La
lengua | | te había de hacer añicos | | por infame
y embustero; | | no te espantes (A LUISA.) , que una bomba | | lo aplastó como una breva; | | tan (A AMBROSIO.) muerto
estuvieras tú | | podrido y comiendo tierra. | |
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AMBROSIO. |
Pues lo he visto con mis ojos. | |
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LUISA. | Sí, mamá;
ya estamos frescas; | | sin haberlo oído nunca, | | me
ha dado todas las señas; | | la cicatriz, la estatura,
| | el color y la cojera; | | vamos, todas. |
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DOÑA PACA. |
No
te asustes, | | que ése es el moro, tontuela. | |
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AMBROSIO. |
¿Se llama el moro don Juan? | | ¿Se llama Renzuelo, y llega
| | de América hace muy poco? | | ¿Tiene con mi amo franqueza
| | para tratarlo de tú? | | ¿Es moro de paz o guerra?
| | Pues éste al entrar en casa | | le dio con toda su
fuerza | | a mi amo veinte abrazos, | | se hicieron dos mil finezas.
| | (Esto lo hará imitando con DOÑA PACA
lo que vio hacer a DON JUAN y a DON MARTÍN.) | Yo lo vi. | | «Adiós, viejo», dijo al amo, | | y el amo:
«Adiós, calavera. | | ¡Hombre!, ¿tú has resucitado?
| | yo te creía en la huesa...» | |
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DOÑA PACA. |
Quita allá, que estoy difunta. | |
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AMBROSIO. | Vaya, ¿está
usted satisfecha? | |
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DOÑA PACA. | ¿Y es lo mismo que lo
dices? | |
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DOÑA PACA. |
Pues adiós yerno, adiós casa, | | adiós
coche y adiós mesa, | | adiós criados con frac,
| | adiós modista y doncella... | |
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AMBROSIO. | Que a mí
me espera la cárcel | | y a ustedes dos la galera. | |
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DOÑA PACA. | ¡Cómo! ¿Ya ultrajas, villano,
| | dos damas en la pobreza? | | No, señor; aún
no, hija mía, | | tu madre aún no desalienta
| | ni desmaya al primer golpe; | | muchos recursos me quedan.
| | Vamos a tratar las dos | | cómo gobernamos esto...
|
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LUISA. | (Estoy
muerta.) | | Sí, escucho; siga usted, madre. | |
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DOÑA PACA. |
Él al fin es el que hereda | | por derecho a don Martín,
| | no seas tonta, ¿estás? Lo pescas, | | y así
por un lado u otro | | hemos de coger la hacienda. | | Al fin
él es su sobrino, | | y tarde o temprano es fuerza | | que lo perdone... y los hijos | | que enternecen a una piedra.
| | Yo entre tanto aquí me quedo | | para lamentar tu
pérdida. | | Sostendré que el coronel | | es mi
marido, que intenta | | por fin de su mala vida | | deshonrarme,
que me niega | | porque le sé sus milagros; | | ya sé
el papel que me queda | | que hacer, y mucho será | |
que a don Martín no convenza. | |
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LUISA. | Pero mire usted
que Eugenio | | es un hombre sin cabeza, | | y no sabe lo que
se hace, | | y... | |
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DOÑA PACA. | ¡Qué remedio!
Ello es fuerza | | salir, hija, del pantano | | de cualquier
modo que sea. | | Vamos, sosiégate, Luisa; | | tú
no tienes la experiencia | | de tu madre, y es preciso | | que
hagas lo que te aconseja | | por tu bien; enjuga ya | | esas
lágrimas, serena | | un poco esa cara; Ambrosio | | era
preciso estuviera | | ahora aquí para llamar | | a Eugenio,
que el tiempo vuela | | y él puede tardarse mucho | |
en venir; ¡cómo la enreda | | el diablo cuando uno menos
| | lo piensa! Cuando se cierra | | una puerta otra se abre;
| | si no fuera mi experiencia... | | Ten ánimo, hija.
El demonio | | de ese coronel, que llega | | para trastornar
mis planes | | allá de un millón de leguas. | | Cuántos se han ido y no han vuelto, | | y él
vuelve, maldito él sea. | |
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LUISA. | Bien, mamá;
por una parte, | | si salimos bien de esta | | trapisonda, al
cabo, aunque | | me case con un tronera, | | no doy la mano a
un emplasto | | de viejo... |
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DOÑA PACA. | Calla,
que llega | | alguno. | (Se acerca a la puerta y vuelve.) | Es Eugenio; a tiempo | | viene; Luisa, ten firmeza; | | yo me
voy; te dejo sola; | | cuidado cómo la enredas. | | (Vase.)
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|
Escena VII
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EUGENIO, LUISA.
|
EUGENIO. | Le mataron,
estoy cierto; | | murió, como si lo viera. | | Luisita
(y él no está aquí; | | quedó el
tío en la refriega), | | señora, ¿está
usted llorando? | | No me da a mí menos pena; | | mas
no ha sido culpa mía; | | yo bien quise... bien quisiera...
| | haberlo estorbado; él | | se buscó el riesgo;
me pesa | | que le hayan muerto. |
|
|
|
EUGENIO. | ¿Y
cuántos eran | | los asesinos? Yo he visto | | subir uno
la escalera | | con una cara de hereje... | | Yo iba bajando
de prisa, | | di con él un tropezón | | por mirarle,
y con tal fuerza | | me empujó, que a poco más
| | voy rodando hasta la puerta | | de la calle. |
|
|
|
EUGENIO. | Sí,
pues buena | | facha tiene el angelito. | | ¿Y ha visto usted
la pelea? | | ¿Se ha defendido mi tío? | | ¿Le mataron
sin defensa? | | ¿Dónde está su cuerpo, eh? | |
|
|
LUISA. | Mayor desgracia me espera, | | ¡ay!, Eugenio, si usted
tiene | | alma, honor, delicadeza, | | socórrame usted,
socorra | | usted, ¡ay!, a una doncella | | sin amparo, una mujer
| | infeliz, que a usted se entrega, | | que no tiene más
consuelo | | que usted, y que le confiesa | | a usted la triste
pasión | | que para aumentar su pena | | ha tenido que
guardar | | en silencio... |
|
|
EUGENIO. | ¿Con
que es cierta | | la muerte de Barandilla? | | Usted teme que
le ofendan, | | como ha muerto sin testar, | | mis parientes;
¡suerte adversa! | | No veo remedio ninguno. | | Voy a pensar...
| | (Se lleva la mano a la frente.) | Piensa, piensa. ¿Y sobre
qué he de pensar? | | (Dándose un golpe en la
frente.) | Métase usted en la bodega; | | yo no encuentro
otro recurso; | | al sótano antes que vengan; | | voy
por las llaves, ¡Ambrosio! | | (Gritando.) | Sí, Luisita,
a la bodega. | |
|
|
LUISA. | Calle usted, por Dios, Eugenio; | | lo
que más nos interesa | | es el silencio. |
|
|
|
LUISA. | Por Dios, Eugenito, atienda | | usted
a lo que yo digo; | | no se aturda usted, si intenta | | favorecerme.
|
|
|
EUGENIO. | Es
preciso | | gritar para que me entiendan; | | perdone usted,
siga usted; | | ¡que siempre a mi me suceda | | lo que a ninguno
en el mundo | | le sucedió! ¡Qué tragedia! | |
|
|
|
EUGENIO. | Sí,
ya oigo, | | ya todo yo soy orejas. | |
|
|
LUISA. | Ya sabe usted que
su tío | | me ama, que con finezas | | se ha esforzado
a merecer | | de mí igual correspondencia, | | y que mi
madre también... | |
|
|
EUGENIO. | (¿También ha muerto
la vieja? | | Me lo pensé.) |
|
|
LUISA. | Sabe usted, | | me
quiere casar por fuerza | |
|
|
EUGENIO. | Yo creí que con
mi tío, | | y es con otro... otro que tenga | | más...
más... |
|
|
LUISA. | Calle
usted | | le contaré mis tristezas. | |
|
|
EUGENIO. | Bien dicen
que nunca sale | | aquello que uno se piensa. | | Conque... ¿otro?
|
|
|
LUISA. | No,
Eugenio; | | es con él con quien intentan | | casarme,
y preferiría | | arrojarme de cabeza | | a un pozo primero
que | | darle mi mano por fuerza. | | Nunca, jamás, no;
la llama | | que en mi pecho se alienta | | no es por él,
Eugenio mío; | | perdóname si yo ciega, | | (Se
pone de rodillas.) | puesta a tus pies, te declaro | | mi pasión,
pasión eterna | | digna de ti y de mí misma | | que todo mi pecho quema. | | Sácame, Eugenio, de aquí;
| | condúceme adonde quieras; | | mírame, Eugenio;
tu Luisa | | por su dicha te lo ruega. | | ¿Me amas, dí?
|
|
|
EUGENIO. | Ya
me pensaba | | yo que era así; la doncella | | me lo dijo.
Luisa mía, | | levanta, y haz lo que quieras | | de mí.
(Será menester | | ahora casarme con ella | | para cumplir
por mí tío | | como ha muerto.) Sí, que
venga | | el cura, pronto, corriendo; | | vamos, vamos a la iglesia.
| | Te quiero más... |
|
|
LUISA. | Qué
dichosa | | soy al oír sus ternezas! | | Otra vez vuelve
a mi alma | | la esperanza; sí, ya empieza | | mi pecho
a estar más tranquilo, | | vamos, Eugenio, ¿qué
esperas? | |
|
|
EUGENIO. | (Pues , señor, viva el ingenio.
| | Saqué bien las consecuencias.) | | Yo no espero nada;
vamos, | | que pongan la carretela; | | los lacayos, los cocheros,
| | las criadas, las doncellas, | | los mozos de cuadra, todos
| | es necesario que vengan. | | Vamos, Luisa, ¿llamo? | (Va a
tocar la campanilla.) |
|
|
LUISA. | ¡Eugenio!
| | Tú has perdido la cabeza; | | tranquilízate;
¿te olvidas | | de cómo estamos, no piensas | | que será
preciso que | | nuestra boda sea secreta? | |
|
|
EUGENIO. | ¡Ah! Sí
' es verdad, por el luto | | del tío; las papeletas
| | de su entierro es lo primero | | que hay que hacer. |
|
|
|
EUGENIO. | Y también las de tu madre. | |
|
|
LUISA. |
¿Te burlas? (¡Ay, qué cheveta! | | Si éste nos
ha de valer, | | soy perdida.) ¿Me desprecias? | |
|
|
EUGENIO. | ¡Despreciarte,
Luisa mía! | | No; sino pienso en las reglas | | que viviendo
en sociedad | | manda guardar la etiqueta; | | ahora esta casa
es mía, | | y yo soy quien manda en ella | | desde la
muerte... |
|
|
|
|
LUISA. |
Pues si no ha muerto tu tío. | |
|
|
EUGENIO. | ¿Cómo
que no? ¿Pues tú misma | | no me has dicho que murió?
| |
|
|
|
|
LUISA. | ¡Qué
cabeza! | | Si no es eso, Eugenio mío. | | ¿Cómo
juzgas que quisieran | | unirme a tu tío entonces? | | ¿Si mi madre no viviera, | | quién había?...
|
|
|
EUGENIO. | ¿Conque
vive | | y es sólo que te chanceas | | por divertirte
conmigo? | | ¿Y luego, cuál es la pena | | que tanto te
aflige? |
|
|
|
|
LUISA. | Tú no me quieres, Eugenio. | |
|
|
EUGENIO. |
Conque, ¿no ha habido pelea, | | y el tío vive? |
|
|
LUISA. |
Ese
es | | el mayor mal que me aqueja. | |
|
|
EUGENIO. | Su vida o su muerte,
¿cuál? | | Vaya, díme lo que sientes; | | explícate
de una vez. | |
|
|
LUISA. | Eugenio, lo que desea | | tu Luisa en tanta
desdicha | | es que a sacarla te ofrezcas | | de aquí
ahora, y más que luego | | suceda lo que suceda. | | ¿Te
decides? |
|
|
EUGENIO. | ¿A
sacarte? | | Vaya, bien, eso no cuesta | | mucho trabajo; ya
caigo, | | el tío salió, y tú intentas
| | saber lo que ha sido de él. | |
|
|
LUISA. | (Irritada.) | No. ¡Jesús y qué tontera! | | Quiero casarme
contigo | | y no con tu tío. |
|
|
EUGENIO. | Dijeras
| | eso mismo hace una hora, | | y al momento te entendiera.
| | Vaya, vamos. |
|
|
LUISA. | Es
preciso | | que aquí ninguno me vea | | salir contigo
de casa, | | y que busques la manera | | de disfrazarme. |
|
|
EUGENIO. |
¿Un
disfraz? | | Bien pensado; pronto, ¡ea!, | | ponte mi frac, mi
sombrero, | | (Se quita el frac y el sombrero y se lo pone a
LUISA.) | que voy a salir afuera | | a quitarme el pantalón,
| | me voy a quedar en piernas; | | no importa, tú eres
primero; | | es menester que te vengas | | conmigo; yo con la
capa | | me embozaré; es cosa hecha... | |
|
|
LUISA. | ¡Ay,
Eugenio! Ven, despacha. | |
|
|
|
DON MARTÍN. | (Desde fuera.) | Esas
velas, | | que no se las coma el gato; | | hoy quiero yo ver
la cuenta. | |
|
|
LUISA. | ¡Ay, que viene don Martín!Eugenio,
escóndete, vuela. | |
|
|
|
(EUGENIO, sin frac ni sombrero,
huye por un lado y por otro sin saber adónde ir, y
tropieza contra una mesa. LUISA le pone el sombrero, le echa
la casaca encima y le mete dentro de la alcoba.)
|
EUGENIO. |
Ya está aquí; ya me cogió; | | tropecé,
malditas mesas. | |
|
|
LUISA. | Aquí; toma esa casaca; | | escóndete
aquí y espera | | ahí, detrás de esas
cortinas; | | cuidado cómo resuellas. | |
|
|
Escena IX
|
|
LUISA, EUGENIO, DOÑA PACA,
DON MARTÍN.
|
|
LAS DOS. | ¡Ay!, que sea enhorabuena. | |
|
|
DOÑA PACA. |
¿Salió usted bien? Y don Carlos | | ¿ha quedado en la
palestra? | | ¿Ha quedado usted en paz? | |
|
|
LUISA. | ¡Ay, mí
don Martín, qué pena! | |
|
|
EUGENIO. | (Sacando la
cabeza.) | Le ha llamado su Martín! | | ¡Está
loca! |
|
|
DOÑA PACA. | ¡Si
supiera | | usted cuánto me costó | | contener
a Luisa! Apenas | | entró el moro, que venía
| | de parte del buena pieza | | de don Carlos... |
|
|
DON MARTÍN. |
Doña
Paca, | | don Carlos en la contienda | | se ha portado como hombre;
| | yo le paré la primera | | estocada; me repuse, | | y
respondiéndole en tercia | | le desarmé; es todo
un hombre; | | yo le estimo, y él me aprecia; | | me debe
la vida. |
|
|
|
DON MARTÍN. | Mi
destreza | | y mi calma me valieron. | |
|
|
|
|
DOÑA PACA. | Esa
fiera | | que usted, recelaba tanto, | | que me tiene casi vuelta
| | la cabeza. |
|
|
|
DOÑA PACA. | Sí.
| | Ese moro que amedrenta | | con sólo verlo. |
|
|
DON MARTÍN. |
Señora, | | usted pienso que está fuera | | de
su juicio; usted delira; | | dale con el moro, y vuelta | | con
el moro; usted sin duda | | no sabe lo que se pesca. | | ¿Qué
moro ni qué ocho cuartos? | |
|
|
|
LUISA. | El padrino de don Carlos.
| |
|
|
DON MARTÍN. | ¡Ah, el turco! Pues está
buena | | la equivocación; el moro; | | ¿quién
diablos había, así, a tientas, | | de atinar
por ese nombre? | | (Será menester a éstas | |
decirles que estaba el turco.) | | Ya le dije buenas frescas;
| | le hice callar. |
|
|
DOÑA PACA. | ¿Con
que estaba | | allí ese turco? ¿Y qué señas
| | tiene, que dicen que asusta | | con su cara y la presencia
| | que tiene de un tigre? ¡Ay, Dios! | | Luisa y yo estábamos
muertas. | |
|
|
DON MARTÍN. | Pues yo con mi sangre fría
| | le dije que se pusiera | | en vez de don Carlos, y ese | |
de quien tantas cosas cuentan, | | cuando me vio puesto en
guardia, | | calló y usó de prudencia. | |
|
|
DOÑA PACA. |
¿Con que el turco estaba allí? | | ¿Lo ves, Luisa, cómo
era | | el turco? ¿Es alto? |
|
|
DON MARTÍN. | Es
un hombre | | más largo que la Cuaresma; | | la cara ancha,
ojos grandes, | | unos bigotes de media | | vara, mirada de Herodes,
| | cejijunto, y unas fuerzas... |
|
|
DOÑA PACA. | (Ese
pícaro de Ambrosio...) | |
|
|
DON MARTÍN. | Como
un jayán; con cualquiera | | cuando va él por
la calle | | que le mira o le tropieza, | | aunque le pida perdón
| | ya se sabe que la enreda; | | pero conmigo, señora,
| | esos matones encuentran | | la horma de su zapato; | | ya me
conocen; ¡me tiemblan! | |
|
|
DOÑA PACA. | Conque ¿tuvo
miedo el turco? | |
|
|
LUISA. | (Ya respiro.) Martín mío,
| | por Dios, que no vuelva usted | | a enredar otro conflicto;
| | tenga usted piedad de mí | | si me tiene algún
cariño. | |
|
|
DOÑA PACA. | De una viuda y de
una huérfana; | | sí, por Dios, don Martinito.
| | (No me paga Ambrosio el susto | | aunque se volviera mico.)
| | ¿Conque don Carlos y usted | | han quedado tan amigos? | |
|
|
DON MARTÍN. |
Eso es claro; mas que nunca | | después de este desafío;
| | me debe la vida; pero, | | señoras mías, es
preciso | | que esto quede entre nosotros | | y que ni el más
leve indicio | | haya del lance; los hombres | | se baten sin
meter ruido; | | el que va al campo es valiente, | | y el vencedor
y el vencido | | quedan iguales; así, | | lo que aquí
a ustedes he dicho | | sobre el combate es forzoso | | no volver
a repetirlo; | | pudiera ofenderse Carlos, | | no que a mí
me importe un pito; | | pero no es del vencedor | | noble insultar
al vencido. | | ¿Están ustedes? Conque, | | silencio,
yo lo suplico. | |
|
|
|
LUISA. | Pues yo nunca a nadie digo | | esta
boca es mía. |
|
|
DOÑA PACA. | Y
yo | | sé muy bien guardar sigilo. | | (Voy a hablarle
de Renzuelo.) | | Bien lo decía mi marido, | | que, a
pesar de todo, nunca | | guardó secreto conmigo. | |
|
|
DON MARTÍN. |
¿Qué diría usted, doña Paca, | | si estuviese
don Juan vivo? | |
|
|
DOÑA PACA. | ¡Ay, Jesús!...
¡Qué más quisiera | | yo que saberlo de fijo!
| | Pero no se burle usted; | | no vive, no; ¡pobrecito! | | Está
ya comiendo tierra, | | y usted, don Martín, ha visto
| | mi fe de viuda; ¡infeliz!, | | le perdió su genio
vivo; | | quien busca el peligro, ¡ay!, | | muere al cabo en
el peligro; | | dicen verdad. |
|
|
LUISA. | (¡Ay!
¡Él es! | | ¡Ay, mamá! ) |
|
|
DON MARTÍN. |
(Será
preciso | | ir despacito, no sea | | que las mate el regocijo.)
| | ¿Y si yo dijera a ustedes | | que hace poco que le ha visto
| | uno que ha vuelto de América, | | que es amigo suyo
y mío, | | y que le ha dejado allí | | bueno y
sano, y con designio | | de volverse por acá; | | por
fin que se halla aquí mismo, | | que yo le he visto
y le he hablado? | |
|
|
DOÑA PACA. | ¡Don Martín!
¡Juan está vivo! | | (No hay duda, Luisa, aquí
está.) | | ¿De veras? |
|
|
|
DOÑA PACA. | ¡Bendito Dios! Conque,
¿fue | | mentira lo que se dijo? | | Ya tienes padre, hija mía.
| | ¿Pero cómo? ¡Qué delirio! | | ¡Ay, don Martín,
de mi alma! | | No puede ser: ¿mi Juan vivo? | | ¿Pues no murió
en el Callao? | | ¿No lo dijo así aquel chico | | alférez
que al lado suyo | | le vio caer? ¿No han venido | | cartas que
nos lo afirmaban? | | ¿Y, en fin, hasta el cura mismo | | que
me dio la fe de viuda? | | ¿Y ahora está Renzuelo vivo?
| | (Vete, Luisa; busca a Eugenio.) | |
|
|
DON MARTÍN. |
Pues ahora yo le afirmo | | a usted que vive don Juan. | | (Ya
es necesario decirlo | | todo.) |
|
|
DOÑA PACA. | (A
LUISA.) | (Salte y que te lleve | | adonde pueda ahora mismo.)
| |
|
|
|
DON MARTÍN. |
Y está aquí en Madrid, y ha sido | | el que en
esta jaranilla | | me ha servido de padrino, | |
|
|
DOÑA PACA. |
¿Y fue aquel que usted creyó | | que era el turco? |
|
|
|
DOÑA PACA. | (A LUISA.) | (Vete, Luisa.)
| (LUISA se echa a llorar.) | ¡Cómo
llora, | | la pobre de regocijo! | | (Me lleva el demonio, vete.)
| |
|
|
DON MARTÍN. | Y ahora ya con su permiso | | me casaré
con mi Luisa. | | Vamos, ya papá está vivo. | | No llore usted; ese llanto | | (Tomándole las manos
a LUISA.) | yo lo enjugaré, ángel mío;
| | y no pasa de mañana, | | mañana, sí,
verifico | | mi casamiento. (A DOÑA PACA.) Esta
noche | | verá usted a su marido. | |
|
|
DOÑA PACA. | (Con sobresalto.) | ¿Y si él me desprecia y no | | quiere
hacer la paz conmigo? | |
|
|
DON MARTÍN. | Eso queda
de mi cuenta; | | yo ya sé cómo avenirlo | | a
todo. |
|
|
DOÑA PACA. | No
vuelvo en mí... | | ¿Quién dijera? |
|
|
DON MARTÍN. | (A LUISA.) | Vaya,
un mimo | | de usted pondrá todo en orden; | | pero ¿por
qué esos suspiros? | |
|
|
LUISA. | ¡Ay! Calle usted, que no
puedo | | hablar; ¡siento un sudor frío!... | |
|
|
|
|
DON MARTÍN. | Yo voy
a verle ahora mismo. | | Está aquí en este café
| | del lado. |
|
|
DOÑA PACA. | ¡Oh,
Dios! He sentido | | la campanilla; él será.
| |
|
|
DON MARTÍN. | (Asomándose a la puerta.) | Él es. |
|
|
LUISA. | (Corre precipitadamente a la alcoba.) | ¡Él es!
|
|
|
|
EUGENIO. | (Abre la puerta y mira.) | ¡Qué
bulla! ¿Qué es? ¡Aquí vienen! | | Cierro, que
me mira el tío. | | (Cierra.) |
|
|
DON MARTÍN. |
Huyan ustedes; escóndanse | | ahí en la alcoba.
|
|
|
LUISA Y DOÑA PACA. | (Empujando la puerta.) | ¡Eugenito!
| | (DOÑA PACA y LUISA gritan y huyen por la puerta
del fondo.) |
|
|
|
Escena X
|
|
DON MARTÍN, EL CORONEL.
|
DON MARTÍN. | Le
cuento todo, | | y así me caso tranquilo. | | (Entra EL CORONEL.) |
|
|
CORONEL. | Hombre, te marchaste tú; | | don Carlos fue
por la capa; | | me dejasteis hecho un zote | | y así,
me he vuelto a tu casa. | | Noto que estás pensativo;
| | ¿qué haces ahí hecho una estatua? | |
|
|
DON MARTÍN. |
Tú, Juan, eres hombre honrado; | | debes perdonar las
faltas | | a quien las tuyas perdona; | | por ley divina y humana
| | estás obligado a eso. | |
|
|
CORONEL. | ¿De cuándo
acá, Martín, hablas | | corno padre de misión?
| | Explícate, pues. ¿Qué faltas | | son esas?
A nadie debo; | | ninguno me debe nada; | | ni ofendido ni ofensor,
| | espero tomar venganza; | | sin parientes en el mundo, | | ni
me ríen, ni me ladran. | | Con que un hombre como yo,
| | solo... |
|
|
DON MARTÍN. | Mide
tus palabras, | | que tal vez te está escuchando | | quien
pudiera contrariarlas. | |
|
|
CORONEL. | ¿A que eres tú, Barandilla?
| | Pues mira, están perdonadas, | | y ahorrémonos
el trabajo | | de decirlas y escucharlas. | |
|
|
DON MARTÍN. |
Tú nunca me has ofendido | | más que en algunas
palabras, | | como... |
|
|
CORONEL. | ¿Y
a quién con las obras? | |
|
|
DON MARTÍN. | A
gentes más allegadas; | | examina bien, Renzuelo, | |
toda tu vida pasada, | | y mide con juicio recto | | las relaciones
que te atan | | a la sociedad; entonces | | socorre con mano
franca | | los seres a quien privaste | | del fruto que les tocaba.
| | Piensa, Juan, piensa en los tiempos | | de tus mil calaveradas,
| | que la mancha de tu vida | | ahora puedes borrarla, | | y probarás
las dulzuras | | que te tengo reservadas. | | Mira, Juan, que
no es a mí | | a quien debes y no pagas. | |
|
|
CORONEL. | ¿Pues
a quién demonios debo? | | ¡Qué seres ni calabazas!
| | ¿Ni qué examen de conciencia | | para encontrar una
mancha? | | ¿Qué relaciones son esas, | | ni qué
mil calaveradas? | | Revienta. |
|
|
DON MARTÍN. | Tú
ya me entiendes; | | pero eres terco, y te aguantas. | |
|
|
CORONEL. |
Perdemos las amistades | | si no te explicas. |
|
|
DON MARTÍN. |
Pensaba,
| | mi querido Juan Renzuelo, | | merecerte más confianza.
| | Antes que te las presente | | prométeme perdonarlas.
| |
|
|
CORONEL. | Martín, ¿qué misterio es éste?
| | Repito están perdonadas. | |
|
|
DON MARTÍN. |
Yo pensaba sorprenderte | | con mi nueva desposada, | | para
que el gozo del día | | te hiciese olvidar la causa
| | que te obligó, con razón | | o sin ella, a
abandonarlas; | | pero viendo es imposible | | que en silencio
se efectuara | | este plan... |
|
|
CORONEL. | O
tú hablas griego | | o estoy, Barandilla, en Babia.
| | Hombre, ¿por qué me enjaretas | | esa relación
tan larga, | | sin pies ni cabeza, pero | | que a mi ver nunca
la acabas? | |
|
|
DON MARTÍN. | Juan, extraño
la frescura | | con que mientes en mis barbas. | |
|
|
CORONEL. | Martín,
¡vive Dios!, te mato | | o me dices de quién hablas.
| |
|
|
|
CORONEL. | Voto
a sanes; | | digo que están perdonadas. | |
|
|
|
|
|
CORONEL. | Pues haz cuenta, Barandilla,
| | que hasta ahora no has dicho nada. | |
|
|
DON MARTÍN. |
¿Cómo que no? Tu mujer | | y tu hija desdichada, | | las
dos, a no ser por mí, | | ya estuvieran enterradas.
| | Pero si las niegas, Juan, | | si tienes tales entrañas
| | que niegas a una hija tuya... | |
|
|
CORONEL. | Cuidado que estás
machaca | | ¡Qué hija ni qué demonio! | |
|
|
DON MARTÍN. |
Hasta a las fieras ablanda | | el llanto de sus cachorros;
| | ¿será tan dura tu alma | | que al llanto de la inocencia
| | se cierre, y en la desgracia | | mires tu esposa y tu hija
| | sin querer, no ya auxiliarlas, | | siquiera reconocerlas?
| |
|
|
CORONEL. | ¿Tienes mi familia en casa? | | (Está loco,
y su manía | | será preciso aguantarla.) | |
|
|
DON MARTÍN. |
¡Hola! Conque, ¿ya confiesas? | | Aquí están.
|
|
|
|
DON MARTÍN. | Yo lo más que
puedo hacer | | es ayudarte a buscarlas. | | (Va hacia la alcoba
y abre.) | ¡Canario! ¿Dónde se han ido? | |
|
|
CORONEL. |
Martín, ya basta de chanza, | | que yo no tengo mujer.
| |
|
|
DON MARTÍN. | ¿Ya vuelves a las andadas? | | ¡Renzuelo!(Voy
al retrete | | que allí están, y me olvidaba.)
| | (Vuelve a la alcoba y supone que detiene a DOÑA PACA,
que iba a escapar.) |
|
|
CORONEL. | Vaya, no hay duda, está
loco. | |
|
|
DON MARTÍN. | (Dentro.) | ¿Dónde va
usted, doña Paca? | | Ya el hombre está arrepentido:
| | vamos a abrazarle. |
|
|
|
DON MARTÍN. | No se me resista usted, | | doña
Paca; vamos, vaya. | | ¿Lo ve usted, buena señora? | | Más blando está que una malva. | | Yo y mi madre
te pedimos, | | (Se arrodillan delante del CORONEL.) | rendidos
aquí a tus plantas, | | que la perdones, y que | | me
des tu bendición santa | | para casarme con Luisa. | |
|
|
CORONEL. | ¡Mi bendición! Pues tomadla, | | caballero,
yo os la otorgo. | |
|
|
DON MARTÍN. | (Tirándole
de la mano a la vieja.) | Hínquese usted, doña
Paca. | |
|
|
CORONEL. | ¿Y esta señora es mi esposa? | |
|
|
DON MARTÍN. | (Levantándose.) | ¿Tendrás valor de negarla
| | como tal en su presencia? | |
|
|
CORONEL. | ¿Y es con ésta
con quien casas? | |
|
|
|
CORONEL. | ¿Y usted | | para engañar a este maula | | se
ha servido de mi nombre? | |
|
|
DON MARTÍN. | Háblele
usted, doña Paca; | | confúndale usted; ¿qué
hace | | usted, sin hablar palabra? | |
|
|
|
(En este momento entra
EUGENIO, haciendo abrir de golpe la puerta que va a la escalera
y corriendo precipitadamente.)
|
Escena XI
|
|
DON MARTÍN,
EL CORONEL, DOÑA PACA, EUGENIO
|
EUGENIO. |
Aquí está; caí en el lazo; | | (Va a huir
por otro lado y tropieza con DON MARTÍN.) | me
persigue la desgracia. | |
|
|
DON MARTÍN. | (Deteniéndole
por el brazo.) | ¿Dónde vas, demonio, dí, | |
o te echo por la ventana? | |
|
|
DOÑA PACA. | (Los cogieron.
¡Ay mi Luisa!) | |
|
|
CORONEL. | Este ha salido
por magia. | |
|
|
EUGENIO. | Suelte usted, suelte usted, tío;
| | ¡ay!, ¡ay!, que he perdido el habla. | |
|
|
DON MARTÍN. |
Maldito, dime, ¿en qué enredos, | | en qué peloteras
andas? | |
|
|
EUGENIO. | Yo no, por culpa de Luisa... | |
|
|
DON MARTÍN. |
¡Qué Luisa ni qué azofaifas! | |
|
|
EUGENIO. | Sí,
señor, por Luisa ha sido. | |
|
|
DOÑA PACA. |
(¡Ay, hija mía de mi alma! | | Este loco va a acabar
| | de perdernos.) |
|
|
CORONEL. | ¿En
qué danzas | | andas metido, Martín? | |
|
|
DON MARTÍN. |
El demonio que las arma | | con este maldito aquí. | | Dí (A EUGENIO.) , Lucifer, ¿de quién hablas?
| | ¿De qué Luisa? |
|
|
EUGENIO. | De
la hija | | de... Yo, que me la llevaba | | porque ella me dijo...
|
|
|
DON MARTÍN. | ¡Infame!
| | Yo te he de romper el alma. | |
|
|
|
|
(Entra DON CARLOS con LUISA, toda demudada
y contra su voluntad.)
|
Escena XII
|
|
DON MARTÍN,
EL CORONEL, DOÑA PACA, EUGENIO, DON CARLOS,
LUISA.
|
DON CARLOS. | Esta señorita estaba | | en
el portal con Eugenio; | | que trataba de llevarla | | a dar
un paseo nocturno; | | y Eugenio, como se espanta | | de cualquier
cosa... |
|
|
|
|
CORONEL. | Martín,
basta; | | deja al señor proseguir. | | (¡Madre e hija,
par de maulas | | más completo!) |
|
|
DON CARLOS. | Pues
prosigo. | | Dejó Eugenito a su dama, | | se aturdió
y echó a correr; | | yo, viendo a Luisa asustada, | |
la he hecho volver, aunque creo | | que esta vuelta no la agrada.
| |
|
|
DON MARTÍN. | (Volviéndose a DOÑA PACA.) | ¿Y qué quiere decir esto, | | doña Paca o doña
diabla? | |
|
|
|
EUGENIO. | (Muy desesperado y meneando la cabeza.) | ¡Por
vida de...! | |
|
|
DON MARTÍN. | Explíquese usted.
¡Caramba! | |
|
|
DOÑA PACA. | Ambrosio tiene la culpa,
| | y para hacer cuentas claras, | | quiere decir que yo soy
| | una mujer desgraciada. | |
|
|
DON MARTÍN. | ¿Pero es
éste su marido?... | |
|
|
CORONEL. | ¿Qué marido? Martín,
calla; | | estas señoras querían | | ver el fondo
de tus arcas, | | y se han engañado bien. | |
|
|
|
|
|
DOÑA PACA. | Ya no hay más
que pecho al agua. | |
|
|
DON MARTÍN. | Si no pierdo
la cabeza... | | Ese Ambrosio, ese canalla, | | ¿dónde
está, que es el autor | | sin duda de estas patrañas?
| | ¡Ambrosio, Ambrosio! ¿No oyes? | |
|
|
CORONEL. | Déjate
un momento, aguarda, | | que voy a buscarle yo. | | (Vase.) |
|
|
DON MARTÍN. |
¡Jesús, Jesús, qué jarana! | | ¿Pero a
dónde iba usted, Luisa? | |
|
|
LUISA. | Perdone usted... | (Yéndose a poner de rodillas.) |
|
|
DOÑA PACA. | (Deteniéndola.) | Hija, calla; | | vamos de aquí,
ven conmigo. | | (Con ironía y descoco.) | Señor
don Martín, mil gracias. | |
|
|
Escena XIII
|
|
DON MARTÍN,
EL CORONEL (trae cogido de una oreja a AMBROSIO.), DOÑA PACA,
EUGENIO, DON CARLOS, LUISA, AMBROSIO.
|
|
|
DON CARLOS. | Veamos esta maraña
| | hasta dónde va a parar. | |
|
|
|
CORONEL. | Desembrolla
esta trama: | | dí, ¿quién son estas mujeres?
| |
|
|
AMBROSIO. | (Me perdió mi confianza; | | cuando ya me
iba a escapar | | me echaron el guante.) | |
|
|
|
CORONEL. | Y si no, te doy tormento. | |
|
|
AMBROSIO. | Son
madre e hija; dos damas... | |
|
|
DON MARTÍN. | Sigue,
pillo; dí quién son, | | o te hago echar a las
armas. | |
|
|
AMBROSIO. | Son hija y mujer de un hombre | | que sirvió
a un Grande de España, | | y se llamaba Renzuelo | | como
este señor se llama. | |
|
|
DON MARTÍN. | ¡Qué
horror! ¡Qué vergüenza, eh? | | Fuera al punto
de mi casa. | | ¿Qué dirán de mí en Madrid?
| | Mañana me escapo a Francia. | |
|
|
|
DOÑA PACA. | Fuera,
sí, vamos; | | repito que muchas gracias. | | (Hace ademán
de irse, y DON MARTÍN la agarra fuertemente de
un brazo para detenerla.) |
|
|
DON MARTÍN. | Aquí,
bruja, vieja infame, | | que te vas con las alhajas. | |
|
|
|
|
CORONEL. | Déjalas ya que se vayan. | | (Vanse.) |
|
|
AMBROSIO. | Yo, señor, pido perdón | | a vuecencia
de mis faltas. | |
|
|
EUGENIO. | ¡Por vida de!... Me atraparon. | | ¡He perdido una muchacha! | |
|
|
DON CARLOS. | ¿Lo ves, Martín,
cómo tuvo | | el fin que yo te anunciaba? | |
|
|
CORONEL. |
Barandilla, ten presente | | esta lección, aunque amarga.
| | «Viejo que casa con niña | | o lleva víctima,
o maula.»
| |
|
|