Nostalgias
Julián del Casal
Remedios Mataix (ed. lit.)
Suspiro por las regiones | |||
donde vuelan los alciones | |||
sobre el mar, | |||
y el soplo helado del viento | |||
parece en su movimiento | |||
sollozar; | |||
donde la nieve que baja | |||
del firmamento, amortaja | |||
el verdor | |||
de los campos olorosos | |||
y de ríos caudalosos | |||
el rumor; | |||
donde ostenta siempre el cielo, | |||
a través del aéreo velo, | |||
color gris; | |||
es más hermosa la luna | |||
y cada estrella más que una | |||
flor de lis. | |||
Otras veces sólo ansío | |||
bogar en firme navío | |||
a existir | |||
en algún país remoto, | |||
sin pensar en el ignoto | |||
porvenir. | |||
Ver otro cielo, otro monte, | |||
otra playa, otro horizonte, | |||
otro mar, | |||
otros pueblos, otras gentes | |||
de maneras diferentes | |||
de pensar. | |||
¡Ah! si yo un día pudiera | |||
con qué júbilo partiera | |||
para Argel, | |||
donde tiene la hermosura | |||
el color y la frescura | |||
de un clavel. | |||
Después fuera en caravana | |||
por la llanura africana | |||
bajo el sol | |||
que, con sus vivos destellos, | |||
pone un tinte a los camellos | |||
tornasol. | |||
Y cuando el día expirara | |||
mi árabe tienda plantara | |||
en mitad | |||
de la llanura ardorosa | |||
inundada de radiosa | |||
claridad. | |||
Cambiando de rumbo luego, | |||
dejara el país del fuego | |||
para ir | |||
hasta el imperio florido | |||
en que el opio da el olvido | |||
del vivir. | |||
Vegetara allí contento | |||
de alto bambú corpulento | |||
junto al pie, | |||
o aspirando en rica estancia | |||
la embriagadora fragancia | |||
que da el té. | |||
De la luna al claro brillo | |||
iría al Río Amarillo | |||
a esperar | |||
la hora en que, el botón rojo, | |||
comienza la flor de loto | |||
a brillar. | |||
O mi vista deslumbrara | |||
tanta maravilla rara | |||
que el buril | |||
de artista, ignorado y pobre, | |||
graba en sándalo o en cobre | |||
o en marfil. | |||
Cuando tornara el hastío | |||
en el espíritu mío | |||
a reinar, | |||
cruzando el inmenso piélago | |||
fuera a tahitiano archipiélago | |||
a encallar. | |||
A aquél en que vieja historia | |||
asegura a mi memoria | |||
que se ve | |||
el lago en que un hada peina | |||
los cabellos de la reina | |||
Pomaré. | |||
Así errabundo viviera | |||
sintiendo todo quimera | |||
rauda huir, | |||
y hasta olvidando la hora | |||
incierta y aterradora | |||
de morir. | |||
Mas no parto. Si partiera | |||
al instante yo quisiera | |||
regresar. | |||
¡Ay! ¿Cuándo querrá el destino | |||
que yo pueda en mi camino | |||
reposar? |
(Nieve, 1892)