Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice


Abajo

Nuevas lápidas romanas de Tarragona, Palencia, Salvatierra de los Barros, Baeza y Nava de Mena

Fidel Fita Colomé





  —59→  

ArribaAbajoTarragona

Con fecha del 24 de Diciembre pasado me ha enviado nuestro correspondiente en Tarragona, D. Emilio Morera, el calco de un fragmento de inscripción romana, hallada en el término de Morell, lugar situado media legua al Poniente de aquella ciudad. El fragmento «fué descubierto hace veinte años en una finca del Sr. Marqués de Montoliu, sita entre Morell y Vilalonga, á corta distancia de la ermita de Nuestra Señora del Rosario, y en la excavación que allí se practicó para formar un depósito de agua. Actualmente está en poder del Sr. Marqués y en su casa de Tarragona.»

El fragmento es de piedra común, y la tercera parte de una laja combada en su parte superior, que estuvo, al parecer, embutida en un cipo sepulcral, permitiendo, por su configuración, calcular las dimensiones (alto, 0,20 m.; ancho, 0,25 m.) y conjeturar los suplementos de todo el epígrafe. Letras del siglo III ó IV; altas, 0,019 m. Las tres letras visibles del último renglón han sufrido el recorte de su mitad inferior.

Inscripción

  —60→  

[Sulpicia M]orina Lib[isosana, om]nibus pa[riter amabilis, q]ue vixit [an(nis).... morum plena bon]orum [h(ic) s(ita) e(st). S(it) t(ibi) t(erra) l(evis). C(aius) Sul]p(icius) Fa[ventinus sorori pientissime f(aciendum) c(uravit)].

Sulpicia Morina, natural de Lezuza, á todos indistintamente amable, que vivió... años, colmada de virtudes, aquí yace. Séate la tierra ligera. Sulpicio Faventino hizo este sepulcro á su hermana piadosísima.

En las afueras de Tarragona ha parecido el monumento (Hübner, 6113) que Cayo Sulpicio Faventino puso á su tutor Cayo Sulpicio Síntropo. En la misma ciudad obtuvo altos honores (4254) el flamen Cayo Vibio Porciano, natural de Lezuza (Libisosano), villa de la provincia de Albacete, que fué colonia romana y centro de las vías estratégicas entre los ríos Guadiana, Segura y Júcar. La patria de la difunta, si se admite otro suplemento del segundo renglón, pudo ser Libia (Herramélluri) en la provincia de Logroño, sobre la vía romana de Calahorra á Palencia, por Viminacio. Esta última consideración me mueve á poner en mayor luz otra inscripción de Tarragona (6115), no há mucho descubierta.

Inscripción

Lic(inia) Flaccilla Palent(ina) Pom(peiae) Paternae Viminaciensi sorori pientissimae et incomparabilissimae in memoria posuit.

Licinia Flaccila, natural de Palencia, puso este monumento á su hermana piadosísima é incomparabilísima Pompeya Paterna, natural de Viminacio.

Viminacio, sobre la vía romana, estaba entre Palencia y Lacobriga (Carrión de los Condes), distando de Palencia 31 millas, ó 46 km., y de Lacobriga 15 millas. El Sr. Blázquez1, arrimándose   —61→   al parecer de los Sres. Saavedra y Fernández-Guerra, reduce la mansión de Viminacio al despoblado de Pozanova; si bien dividiendo á proporción la distancia entre Carrión y Palencia en el mapa de esta provincia por el Sr. Coello, el corte de 31 y 12 cae hacia la confluencia de los ríos Carrión y La Cueza por bajo de Villoldo en el Castrillejo. Tanto Lacobriga como Viminacio parece que pertenecieron á la gente de los Lácicos, distinta de los Lancienses, según lo indica el nombre de aquella ciudad y un epígrafe (2671) que descubrí en León:

Inscripción

Adio Flacco Turenni f(ilio) an(norum) LV Annua Caesardia Vedais f(ilia) Viminaci(ensis) Lacicu(m.....

Á Adio Flacco, hijo de Turenno, de edad de 55 años, hizo este monumento Annua Cesardia, hija de Vedaes, natural de Viminacio, de la gente de los Lácicos...

Acuñaron los Laces, ó Lácicos, monedas homonoyas ó de confederación con los de Sigüenza, tomando por tipo estos un jinete vibrando lanza, y aquellos un busto imberbe.

Acuñación

Podemos opinar que algunas de sus colonias, salidas de las orillas del Henares, no lejos de Sigüenza, se dividieron, avanzando hacia Poniente, unas para fundar á Lacimurga y Lacipea en la cuenca del Guadiana, otras á Lacobriga y á Lancia sobre las márgenes del Carrión y del Elza, en la cuenca del Duero.



  —62→  

ArribaAbajoPalencia

D. Francisco Simón, correspondiente de la Academia, ha sacado y nos envía esta impronta del epígrafe romano descubierto el día 4 del corriente en la ciudad de Palencia. Pertenece á una estela sepulcral que mide 0,79 m. de alto, 0,56 de ancho y 0,28 de grueso. Letras del siglo II, altas 0,055 m. Inscripción: 0,42 x 0,39 m.

Inscripción

C(aio) Memmio Quir(ina) Atte fi(lio) an(norum) LXX Catonia Flavina proavo.

Á Cayo Memmio, hijo de Atta, de la tribu Quirina, de edad de 70 años, puso este monumento su biznieta Catonia Flavina.

En su primera parte la inscripción reviste el giro hispano-romano de otras ya conocidas: Luceius Severi filius (383), Marcus Porcius Quirina Ausci filius Tonius (5813), etc. El genitivo Atte brotó del nominativo Atta, análogo á los masculinos Apolta (5556), Atitta (1087), Ansua (1619), Borea (6246), y mil otros. Atta, vocablo antiquísimo del griego y del latín, permanece con igual significación en el éuscaro ó vascongado aitá (padre). No indicándose la patria del difunto Memmio, se hace creíble que fuese Palencia, y de consiguiente que esta ciudad estuvo afiliada á la tribu Quirina.

Esta lápida, me escribe el Sr. Simón2, se ha descubierto «con ocasión de abrir un cimiento en una calle sin nombre recientemente   —63→   trazada entre las de Barrionuevo y Gil de Fuentes. Apareció realmente en la que hoy es ya vía pública, pues sólo asomaba un ángulo en el cimiento de la casa que edifica D. Rafael Díez Quijada. La inscripción la tenía hacia abajo; se encontró á 1 m. de profundidad, y rodeada de otras piedras grandes acumuladas en un gran espacio, pero sin cal ni argamasa que denunciasen haberse utilizado para alguna edificación. Parece más bien que allí debió corresponder el foso de la antigua muralla. Un metro más abajo de donde se hallaba la piedra escrita está el suelo romano, señalado por espesa capa de cenizas, carbón, metales fundidos y objetos destrozados por el incendio con que lo bárbaros del siglo V debieron asolar á Palencia.»

Pocos epígrafes romanos conocemos de tan insigne ciudad (2716-2724, 5759, 5761, 5764-5771, 62581), que con el presente hacen 21. A ellos se debe agregar el ara de las Ninfas, que se encontró en Villabermudo, cerca de Herrera de río Pisuerga (2911) y fué trasladada (no sabemos cuándo) á Palencia. Mide 0,67 m. de altura, 0,35 de ancho y 0,25 de espesor. Está colocada en una capilla de la iglesia del ex-convento de San Pablo, junto al lado derecho del altar, sitio impropio de su primer destino idolátrico. Escrita por ambos lados, delantero y posterior del ara, la leyenda votiva dice así:

En el anverso, letras altas 0,04 m.

Inscripción

En el reverso, letras altas 0,033 m.

Inscripción

Nymphis sacrum L(ucius?) C(ornelius?) S(alutaris?)

Consagrado á las Ninfas. Lucio Cornelio Salutaris.

  —64→  

Los calcos que de ambas leyendas ha sacado el Sr. Simón nos dicen cómo se escribió el primer renglón del reverso, flotante entre dos copias diferentes, que no fija Hübner. Los puntos al fin de los renglones 2, 3 y 4 del anverso arguyen cierto sistema ortográfico excepcional, al que obedece el epitafio que mandó grabar en Tarragona (6115) Licinia Flaccina, natural de Palencia.

Como procedente de las afueras de Palencia ha venido al Museo Arqueológico nacional el ara (5760), parangonable á la de Villabermudo. El docto arqueólogo, presbítero, D. Mariano Carrera, testifica en sus Apuntamientos el verdadero paraje donde se halló, pues dice que fué en Baños de Cerrato, villa distante legua y media al Sur de la capital. El epígrafe votivo tiene hoy gastada y dudosa la última letra; pero el Sr. Carrera la vió y leyó claramente, resultando perfecto el sentido:

Inscripción

Numini sacrum v(oto) s(oluto).

Consagrada (el ara) al Numen. Exvoto.

El Numen, á quien se dedicó, paréceme ser el del famoso manantial que devolvió la salud al rey Recesvinto, y brota junto á la basílica de San Juan Bautista que mandó edificar aquel piadoso monarca en el año 661. Nuestra inscripción romana y la visigótica, desarrollada en seis bellos hexámetros que todavía se leen3, indican un punto de exploración que, si fuese objeto de inteligentes excavaciones, producirá rica mies de monumentos históricos y artísticos.

También me ha enviado el Sr. Simón improntas de tres epitafios romanos, inéditos, que se hallaron bajo el suelo de la ciudad de Palencia, y están ahora expuestos en las Casas consistoriales.

  —65→  

1. Dimensiones de todo el monumento: 1,10 x 0,50 x 0,29. Cuadro epigráfico: 0,33 x 0,24. Letras altas 0,04.

Inscripción

Alicie Onne an(norum) XXII Amma Salmio mater.

Á los Manes de Alicia Onna, de edad de 22 años, consagró este monumento su madre Amma Salmia.

En el 4.º renglón podemos dudar si el golpe que melló el primer ángulo de la M hizo desaparecer el travesaño de una A, atada con aquella consonante. Si en realidad existió, la lectura sería Salamio. Muchos nominativos femeninos terminados en o y en u se registran por nuestras lápidas; básteme recordar los de Magulio (2535), Melanio (5296), Asterdu (5840), y aun el de Aniu (2916) en la misma Palencia.

El epitafio de Alicia Onna viene á justificar la lectura que hizo D. Aureliano Fernández-Guerra de otra lápida sepulcral no menos notable, asturiana (5736), que se descubrió en San Miguel de Cofiño. Allí leyó nuestro sabio é inolvidable anticuario Scopcia Onnaca, comparando el sobrenombre de la difunta con los nombres Onneca ú Ónega, que llevaron mujeres ilustres del Norte de España durante la Edad Media, y no deben separarse de los masculinos Énneco, Éneco, Énego (Íñigo), para el estudio de las formas antiguas del vascuence. En la nueva Onne ú Onna, que brota de la inscripción Palentina, tenemos el radical de Onnaca, y quizá la raíz éuscara onená (el mejor, óptimo).

Por una rara casualidad, como se demoliese en 1878 parte de las murallas de Coimbra, apareció una lápida sepulcral (5241) muy semejante á la presente. Dice:

Cadio | Cariano | ann. XXI | Alleicea | Avita mater | filio f. c. | Dic, rogo, qui transis sit tibi | terra levis.

  —66→  

Si la de Palencia se halla, como sospecho, truncada por su base, convendría integrarla con los tres últimos renglones de la de Coimbra.

2. Dimensiones generales: 0,97 x 0,48 x 0,28. Inscripción: ancha, 0,45; alta, 0,27. Letras altas, 0,04.

Inscripción

D(is) M(anibus). S(empronius?) Felicio Electre uxori pientissime an(norum) L, m(ensium) V, d(iei) I. H(ic) s(ita) e(st). S(it) [t(ibi) t(erra) l(evis)].

Á los dioses Manes. Sempronio Felición puso este monumento á su esposa piadosísima Electra, que vivió 50 años, 5 meses y 1 día. Aquí yace. Séate la tierra ligera.

Electra, tomado del griego 'Hle/ktra, nombre que tuvo la célebre hermana de Orestes, hace por vez primera su aparición en lápidas españolas.

3. Dimensiones: 0,96 x 0,41 x 0,27. Inscripción: ancho, 0,30; alto, 0,22. Letras altas, 0,03.

Inscripción

D(is) M(anibus). Feliculae an(norum) L Aprilia matri pientissime.

Á los dioses Manes. Á Felícula, de edad de 50 años. Aprilia elevó este monumento á su madre piadosísima.

En Segovia (2743) ocurre también el nombre de Aprilia, viuda de Licinio Cenón.

Poseyó el Sr. Carrera estas tres lápidas y otras cinco, publicadas   —67→   por el Sr. Becerro de Bengoa y registradas (5765, 5767, 5769 y 5770) por Hübner. «La salvación de todas ellas, me escribe el Sr. Simón, se debe á D. Nazario Vázquez, secretario del Ayuntamiento, cuya diligente actividad se ha empleado igualmente en buscar la geográfica de Zaragoza (5764), la de Antonio Flavino (5766), de Vario Cántabro (5771) y otras diez ó doce inéditas que reunió el Sr. Carrera como producto de varias excavaciones practicadas á mano derecha del camino que guía desde Palencia á Monzón de Campos por Fuentes de Valdepero.

En las cinco que además de las tres sobredichas guarda el Ayuntamiento, halló reparos Hübner4, doliéndose de no haberlas visto, ni siquiera logrado improntas. Las cuales me ha facilitado ahora el Sr. Simón con algunos datos ilustrativos.

4. Hübner, 5765. «Tiene esta lápida, que está profusamente esculpida, las dimensiones siguientes: 1,35 x 0,57 x 0,26.» Simón. -El epígrafe está roto por su parte inferior, y mide 0,44 m. de alto por 0,39 de ancho. Letras hermosas del siglo II, altas 0,06.

Inscripción

D(is) M(anibus). Luc(io) Pom(peio) Primo Interamico an(norum) LXXV Pompeia Mau[r]ina filia f(aciendum) [c(uravit)].

Á los dioses Manes. Á Lucio Pompeyo Primo, natural de Interamio, hizo este monumento su hija Pompeya Maurina.

  —68→  

El último renglón tiene cortadas por la mitad inferior todas sus letras visibles, y totalmente las letras primera y última.

En una de las dos caras laterales del monumento se ven esculpidas enormes letras muy antiguas, altas 0,12 m., formando un solo renglón, largo 0,60 m.; como si toda la piedra, antes de emplearse para estela sepulcral, hubiese formado parle con otros sillares epigráficos de un gran monumento, quizá de una de las puertas de la ciudad, ó esquinas de los muros, en tiempo de la República. Dice así:

Inscripción

Fu(fii?) Dini.

De Fufio Dino.

La lectura del nombre Interamico es indubitable; y si bien el Itinerario de Antonino, al citar la patria de Pompeyo Primo, ó mansión distante 14 millas de Palencia hacia Astorga, escribe Interamnio, no es razón ésta valedera para negar que sea correcto el estilo de nuestra lápida. También el Itinerario escribe Pallantia, pero la tésera de hospitalidad (5763), hallada en Paredes de Nava y escrita en 2 de Marzo del año 2 de la era vulgar cristiana, nos habla de la civitas Palantina, que en otras inscripciones retiene su nombre genuino Palentia. No está demostrado que el nombre geográfico propuesto por nuestra lápida provenga de la confluencia de dos corrientes (interamnium); aunque tampoco falta esta condición á Paredes, villa situada entre el Retortillo y tantos otros riachuelos que afluyen á la gran laguna de la Nava. La distancia de Paredes á Palencia por el ferrocarril que baja de Astorga es de 21 km., equivalentes á las XIV millas romanas que señala bajo la misma dirección el Itinerario de Antonino. La vía romana se conserva aún á trechos reconocible en toda esta distancia, según me lo ha dicho y atestiguado el Sr. Pisapajares, Rector de la Universidad Central, que ha recogido un verdadero museo de objetos romanos sacados de Paredes, donde también se han hallado dos inscripciones insignes (2762, 2763) y han de buscarse   —69→   otras. Interamium debe, pues, reducirse á Paredes; y esta reducción apoya lo que llevo dicho sobre la posición, todavía indecisa, de Viminacio.

5. Hübner, 5767. «Lápida muy adornada, como la precedente, que mide 1,06 x 0,43 x 0,32.» Simón. -Inscripción: 0,40 en cuadro; letras altas 0,004.

Inscripción

D(is) M(anibus) L(ucii) Caeli(i) Iasonis an(norum) XLIIX posuit Coe(lia) Ruf(ina) uxor pientissima.

Á los Manes divinos de Lucio Celio Jasón, de 48 años de edad, puso este monumento su mujer piadosísima Celia Rufina.

El sobrenombre de la esposa tal vez era Rufa.

6. Hübner, 5768. «Dimensiones: 0,90 x 0,50 x 0,29.» Simón. -Epígrafe en dos cuadros, que miden juntos 0,38 m. de alto por 0,34 de ancho. Letras altas 0,03. Cada cuadro es un epitafio completo, sobreponiéndose el del marido al inédito de su mujer.

Inscripción

  —70→  

D(is) M(anibus). C(aio) L(icinio) Quartino an(norum) XXV Licinia Iulia fratri pientissimo f(aciendum) c(uravit). -Voconiae [L(icinii)] u(xori) an(norum) XXV Voconius pater f(aciendum) c(uravit).

Á los dioses Manes. Á su hermano piadosísimo Cayo Licinio Cuartino, de edad de 25 años, lo hizo Licinia Julia. -Á Voconia, esposa de Licinio, fallecida en edad de 25 años, lo hizo su padre Voconio.

7. Hübner, 5769. «Piedra de forma tumular ó baul, cuyas dimensiones son: 0,48 x 0,45 x 0,60.» Simón. -Inscripción: alta, 0,26; ancha, 0,50. Letras altas 0,04 en el renglón primero; 0,05 en los intermedios; 0,06 en el último.

Inscripción

D(is) M(anibus) s(acrum). Cl(audio) Reburro L(ucius) Cassius Reb(urrus) p(ater) f(ilio) f(aciendum) c(uravit).

Consagrado á los dioses Manes. Á Claudio Reburro hizo este monumento su padre Lucio Casio Reburro.

Casio era padre político ó padrastro de Claudio. El sobrenombre Reburro, que significa «el de cabeza calva por delante», era muy común en España, así como el derivado Reburrino.

La primera letra del segundo renglón está muy picada. Sin embargo, la curva del trazo superior indica lo bastante el valor de C.

8. Hübner, 5770. «Tiene esta piedra el mismo aspecto que la precedente. Mide 0,48 x 0,48 x 0,74. Una y otra piedra tumular (cuppa) presentan en la superficie llana, ó descanso de su convexidad cilíndrica, grandes escotaduras y agujeros abiertos para fijarlas en el suelo, acomodándolas á relieves de hierro ó de madera.» Simón. -Epígrafe, 0,33 m. de alto y de ancho. Letras altas 0,55 m.

  —71→  

Inscripción

D(is) M(anibus). Iuliae Chrysidi an(norum) XXXX Semp(ronius) Hispa(nus) uxori pient(issimae).

Á los dioses Manes. Á Julia Crisis, de edad de 40 años. Sempronio Hispano hizo este monumento á su esposa piadosísima.

El sobrenombre de la difunta, Xrusi/j, significa «vaso de oro.»

Las ocho inscripciones que acabo de enumerar, así como todas las demás que reseña Hübner, figuran en los Apuntamientos del Sr. Carrera. Las restantes, todavía inéditas, que estuvieron en su poder y andan perdidas, dejaron de sí algún recuerdo en la copia que de tres de ellas hizo Carrera, y me transmite el Sr. Simón.

Inscripción

Leo y suplo:

M(arco) [Ca]nam[io Sil]oni [a]n(norum) XXX Appia Bovita marito.

Á Marco Canamio Silón, de 30 años. Appia Bovita hizo este monumento á su marido.

El sobrenombre Bovita de la dedicante sale por vez primera en las inscripciones de nuestra Península; mas no sorprende, porque son conocidos Bovana (666), Bovanna (775), Boutea (2380), saliendo regularmente este último del griego Bou/thj (pastor de bueyes).

  —72→  

Inscripción

D(is) M(anibus). Fusco [a]nn(orum) XIIX Dapater [frat]ri pi[is]sim(o) f(aciendum) c(uravit).

Á los dioses Manes. Á Fusco, de edad de 18 años. Dápater hizo este monumento á su hermano piadosísimo.

El nombre del dedicante podría interpretarse D(ecius) Ap(onius) Ater. Con todo, prefiero conservar el sencillo Dapater, análogo por su formación á Dobiter (782), Estiter (2924), Menander (515), Soter (317), Urcestar (2087).

Pesa de telar en barro cocido. El Sr. Carrera no marcó las dimensiones ni el peso.

Inscripción

Capilia(nus) Roda(ni) s(ervus) fecit.

Capiliano, siervo de Ródano, la hizo.

Es muy frecuente hallar semejantes pesas en los enterramientos de mujeres, como indicio del oficio de tejer é hilar que les era   —73→   propio. No falta quien estime estos objetos, como alusivos á las Parcas, que torcían y cortaban el hilo de la vida.

Capilianus, análogo de Capellianus (4249), se forma regularmente de Capilius, y éste de Capius (606). Rhodanus (248, 5815) pudo escribirse Rodanus, así como Rhodope (1427) se escribe Rodope (3049).

Los Apuntamientos del Sr. Carrera, de los cuales ha tomado el Sr. Simón tantos y tan valiosos datos, como son los que acabo de exponer, forman un cuaderno manuscrito, «donde recogió su autor una porción de noticias históricas de interés local, dibujó las lápidas, ídolos, estatuas y otros objetos romanos que llegaron á su noticia ó fueron por él encontrados entre los años 1868 y 1874.» Falleció en 1884, legando el manuscrito á sus herederos, que lo guardan religiosamente, y se han gozado en franquearlo con generoso afán de prestar algún servicio, no escaso por cierto, á la ciencia histórica.




ArribaAbajoSalvatierra de los Barros

En esta villa extremeña, distante tres leguas al Norte de Jerez de los Caballeros, su capital de partido, se han hallado nueve inscripciones romanas (982, 989, 994, 996, 1001, 1006, 1009, 1012, 1014), dos de las cuales acaban de ser objeto de investigación y estudio á D. Francisco Franco, Director del Instituto provincial de Badajoz5. Refiriéndose á la inscripción 989, escribía Solano: «En la visita general que yo estaba haciendo del obispado en el año 1662, ví entre algunos documentos curiosos que Salvatierra había sido población de Roma con nombre de Vama, y que llegaba hasta la ermita que hoy es de Santa Lucía; que si fué así, fué muy crecida y numerosa. Deseé saber el fundamento de esta nueva antigüedad, y pasando por la calle que llaman de Jerez, ví en una piedra de una ventana estas letras, que con toda distinción   —74→   dicen así.» En el cuadro que trazó Solano, reducido á seis renglones, copió las letras, mas no presentó la distribución que logran en la piedra original y mantenían en el dibujo que, un siglo antes, había hecho Florián de Ocampo. La piedra se conserva en el mismo paraje, calle de la Alcantarilla (antes, de Jerez), núm. 44; casa que fué reconstruída en 1879 por el obispo de Badajoz, D. Fernando Ramírez y Vázquez, y hoy pertenece á D. Francisco Pérez. Aquel doctísimo prelado, hijo de Salvatierra, quiso guardar y exponer con el decoro que se merece un monumento tan interesante, que mandó limpiar de la cal que lo cubría y empotrar en la fachada principal de la casa, adornándolo de zócalo y cornisa, con esta inscripción superior en letras mayúsculas: Antigua | lápida oscurecida | en 1604 | y hallada en esta casa | en 1879.

La piedra es granítica y cuadrangular, alta 2,90 m.; ancha 0,34; gruesa 0,63. La altura del epígrafe 0,62; la de las letras 0,05. El calco, tomado por D. Eloy Mundí, profesor en la escuela de la villa, me ha sido remitido por el Sr. Franco.

Inscripción

D(is) M(anibus) s(acrum). Q(uinto) Antonio Severo Vamensi an(norum) XXXXVII, Q(uintus) Antonius Severianus fil(ius) patri piissimo f(aciendum) c(urarit). H(ic) s(itus) e(st). S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

  —75→  

Consagrado á los dioses Manes. Á Quinto Antonio Severo, natural de Vama, de edad de 47 años. Quinto Antonio Severiano, su hijo, hizo este monumento al padre piadosísimo. Aquí yace. Séate la tierra ligera.

La elegancia de las letras, de tipo casi cuadrado, y los puntos triangulares, son de fines del primer siglo. Engastado en la pared de la fachada, el bello monumento esconde los dardos, el jarro y la pátera esculpidos en las caras laterales, que atestigua Florián de Ocampo haber visto en ellas. Mejor acuerdo habría sido aislar completamente una piedra tan preciosa.

Si bien podemos conceder á Madoz, que no es ella bastante para demostrar la reducción de la antigua Vama á Salvatierra de los Barros, porque Antonio Severo pudo nacer en otra población; no cumple tolerar la exclusiva que hace aquel autor yéndose al extremo contrario, ó negando que el territorio de Salvatierra quepa en los célticos de la Beturia, cuya frontera septentrional pasaba entre Villafranca de los Barros y Almendralejo6. Las graduaciones de Ptolemeo no se oponen, antes bien satisfacen á dicha reducción; pero la demostración completa ó la rectificación depende de otra lápida geográfica más expresiva, que no sería difícil encontrar si se buscase con diligencia en el subsuelo y fábrica del castillo, realzado por Alfonso IX.

Más aciaga suerte ha sido la del segundo epígrafe (1012) en que ha entendido el Sr. Franco. Solano lo vió «en una pared de la iglesia, á la puerta que llaman del Sol.» Existe ahora, según refiere el Sr. Mundí, «en el tabique con que se tapó la puerta antigua»; pero tan bárbaramente maltratado y picado á golpes de los mozuelos que juegan, que no aparecen sino rastros de los cinco ó seis renglones que ciertamente contuvo. «La piedra es de cuarzo, alta 0,62 m., ancha 0,30. Para no fiarse en la disposición de las líneas, que trazó Solano, nos avisa la copia que sacó, harto libre ó poco escrupulosa, de la inscripción de Severo. La de dos renglones que nos da Boxoyo se ajusta aún menos á la verdad. La de Alsinet, aunque no perfecta, puede servir de fundamento á una restitución probable.» Dice así:

  —76→  

Inscripción

Valeria Rappa anno(rum) LXXXXIII Cesi f(ilia) car(a) s[ui]s om[n]i[bus] h(ic) s(ita) e(st). S(it) t(ibi) t(erra) l(evis).

Valeria Rappa, hija de Cesio, de edad de 93 años, querida de toda su parentela, aquí yace. Séate la tierra ligera.

Caesius ó Cesius, sobrenombre de Valerio, padre de la difunta, significa «el que tiene ojos garzos»; epíteto muy acomodado á los Celtas, cuya rubia cabellera (aurea caesaries) fué celebrada por Virgilio7.

Advierte el Sr. Mundí que la piedra fúnebre de Valeria Rappa tiene forma de ara, con su base y cabeza primorosamente esculpidas; y hace presente que en Salvatierra, al reedificarse las casas, suelen aparecer en los cimientos «sepulcros de forma rara, cubiertos con grandes losas y encerrando diversos objetos de cerámica fina.» Añade, en fin, que alrededor del pueblo se han hallado ruinas de unas doce á catorce aldeas, y que en el sitio llamado Las Corderas un vecino, llamado Antonio Rajano, ha encontrado muchas monedas de oro y plata, de las cuales ha vendido dos de oro imperiales, por 13 duros, á D. Alejando Montero de Espinosa.




ArribaAbajoBaeza

Enviada por D. Ramón Santa María, nuestro correspondiente en Alcalá de Henares, se nos presenta esta noche la piedra de mármol blanco y fino, que 1646 comenzó Rus Puerta á divulgar como histórica y geográfica de gran valía. Leyó y tradujo8:

  —77→  

D. M. s. | P. Manlius C. f. | M. n. v c. Torqu | atus II vir Be | atianus vix. | a. LXXXXIX. m. | VII d. VI. H. s. e. | S. t. t. l.

Memoria consagrada á los dioses de los difuntos. Publio Manlio Torquato, hijo de Cayo, nieto de Marco, varón claro, hijo de Baeza, vivió 99 años, siete meses y seis días. Aquí está enterrado. Séate la tierra liviana.

Tanto por la dicción como por ser de la cosecha de Rus Puerta, ha condenado Hübner esta inscripción, relegándola (348*) entre las apócrifas ó espurias. No reza bien v(ir) c(larissimus) antes del cognombre Torquatus, ni el nombre geográfico había de ser en buena ley Beatianus, sino Biatiensis, ó Viatiensis, ó Vivatiensis, ya se formase de Biati/a, que escribió Ptolemeo, ya se tomase del expuesto por Plinio ó constante en lápidas genuinas. Á estas razones, que habrían podido eludirse pretextando que Rus Puerta alteró el texto original, viene hoy á juntarse ese mismo texto, toscamente trazado y que á la legua descubre no ser de cincel romano. El sillar, alto 0,52 m., ancho 0,39, grueso 0,29, ha sufrido un desconche en las pretendidas letras del primer renglón y en las últimas del segundo y tercero. En el sexto la cifra de los años no es 99, sino 89. Las letras tienen de altura 0,035 m.

Á los autores, enumerados por Hübner, que se dejaron coger en el lazo que les tendió Rus Puerta, hay que agregar á D. Fernando de Cózar y Martínez, quien deja mucho por desear en todo cuanto se refiere á la historia romana de Baeza, aunque es muy laudable por otros títulos. Algo, sin embargo, bajo aquel concepto se puede espigar en su docta obra9. Cita10 el tomo III, folio 349, del Apeo de las tierras del término de Baeza, archivado en el Ayuntamiento, que hace constar la existencia del monumento apócrifo de Manlio Torcuato «en el portal de una casa», la misma probablemente donde lo vió D. Juan Beltrán en 1762 y lo copió con menos esmero que Rus Puerta. Sobre la piedra funeraria de los Lucrecios, Albino y Silvano (Hübner, 3344), nos da también el Sr. Cózar algún esclarecimiento. La piedra es «del país, de unas dos varas de largo por tres cuartas de ancho», y está colocada «en una de las dependencias de la casa que perteneció á   —78→   D. Francisco Arévalo, calle Ancha de esta ciudad.» La inscripción está «en un cuadro figurado en el tercio superior» de la lápida. La cual, «según nuestros informes, fué hallada en el año 1814, al otoñarse una haza calma, propia entonces del marqués de San Miguel de la Vega, distante unos dos kilómetros de la población, bajo los juncares del camino que nos lleva á Bejíjar y frente á la fuentecilla, que en años húmedos brota del mismo camino.»




ArribaAbajoNava de Mena





Un miliario romano ha descubierto en este lugar D. Francisco de Novales al recorrer hace medio año el ameno valle de Mena, regado por el Cadagua, en la provincia de Burgos y limítrofe de las de Álava, Vizcaya y Santander. Está el monumento en la casa de D. José María Angulo, sita en Tarriba, barrio de Nava. Se halló, según referencias, en el mismo barrio y en las inmediaciones del ángulo que forma la carretera de Valmaseda con el antiguo camino que, salvando los montes de la Ordunte, pasa por Lanzasagudas y Carranza de las Encartaciones, con dirección al valle de Otañes y á la ensenada de Brazamar (Portus Amanum) ó antiguo puerto de Castro-Urdiales (Flaviobriga). El miliario es inédito y mide 1,15 m. de altura por otro tanto de circunferencia. Á raíz de su descubrimiento, el Sr. Novales tuvo la bondad de enviarme11 la copia que hizo de la inscripción; mas no la impronta, que he solicitado y ya no espero lograr. La copia del epígrafe, harto gastado, que recibí del Sr. Novales, dice:

Inscripción

[Imp(eratori) Caes(ari)] G(aio) Messio [Q(uinto) Traia]no Decio [pio fel(ici) invi]cto Aug(usto) [p(ontifici) m(aximo) trib(uniciae) pot]estalis III [proco(n)s(uli) c]o(n)s(uli) III p(atri) p(atriae).

  —79→  

Al emperador César Gayo Mesio Quinto Trajano Decio, pío feliz, invicto, augusto, pontífice máximo, revestido de la tribunicia potestad la tercera vez, procónsul, cónsul por tercera vez, padre de la patria.

El miliario es del año 251. Como él, otros trece (4809, 4812, 4813, 4823, 4833, 4835, 4836, 4857, 4858, 4915, 4957, 4958, 6219) del emperador Decio, hallados en diferentes parajes de nuestra Península, manifiestan el cuidado que á mediados del siglo III se ponía en el arreglo y mejora de las vías estratégicas. Árbitra del imperio era entonces la fuerza militar, que en su fiero empeño de hacer y deshacer Césares preparaba el camino á la primera invasión de las hordas de los bárbaros, las cuales devastaron la España Tarraconense, imperando Valeriano, hasta el extremo que lamenta nuestro Paulo Orosio, como harto sabemos.

Desde Nava, siguiendo la corriente del río y la carretera hacia el oriente, se halla el lugar de Jijano y luego el Berrón; y entre estos dos, hacia el Sur, el de Santecilla. En término de este último lugar, y en su ermita de San Andrés, vió Alejandro Bassiani, hace más de dos siglos, el soberbio miliario (4886) erigido en 238, ó trece años antes que el de Nava, donde la vía que subía del Ebro desde Miranda, por Amurrio, quizá se bifurcaba, tomando un ramal la dirección de Valmaseda y la ría de Bilbao, y el otro la del valle de Mena autrigónico para penetrar en la Cantabria. El miliario de Santecilla permanece en el mismo lugar, y lo ha visto el Sr. Novales.

La dirección de la vía hacia Castro-Urdiales se marca igualmente por dos miliarios del año 62 ó 63, abiertos imperando Nerón (4888) en el valle de Otañes, y descubiertos con la pátera argentea (2917), que tanto llamó días pasados la atención de la Academia. Los cuatro miliarios patentizan la frecuente comunicación de los puertos del mar cantábrico con el resto de España, y cómo el Arte, flor de la rica industria y del comercio de un pueblo avanzado, pudo hallar grande expansión en los talleres de Flaviobriga.





Madrid, 18 de Enero de 1895.



 
Indice