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1

Ahora por fortuna publican en París y Bruselas una traducción correcta y esmerada dos PP. franceses de la Compañía de Jesús.

 

2

Libro Camino de perfección, cap. 4.

 

3

Esclam. 1.

 

4

Moradas, 7, cap. último.

 

5

Dice que no obra el entendimiento, porque como ha dicho, no discurre de unas cosas en otras, ni saca consideraciones, porque le tiene ocupado entonces la grandeza del bien que se le pone delante; pero en realidad de verdad sí obra, pues pone los ojos en lo que se le presenta, y conoce que no lo puede entender como es. Pues dice: No obra, esto es, no discurre, sino que está como espantado de lo mucho que entiende; esto es, de la grandeza del objeto que ve: no porque entienda mucho dél, sino porque ve, que es tanto él en sí, que no le puede enteramente entender.

 

6

El suspender Dios el pensamiento o entendimiento de que habla aquí la Santa Madre, y lo llama mística teología, es presentarle, delante un bulto de cosas divinas, e infundir en él gran copia de luz para que las vea con una vista simple y sin discurso, ni consideración, ni trabajo. Y esto con tanta fuerza, que no pueda atender a otra cosa, ni divertirse. Y no para el negocio en solo ver, y admirar, sino pasa la luz a la voluntad, y tórnase fuego en ella, que la enciende en amor. De manera, que quien esto padece, por el tiempo que lo padece tiene el entendimiento enclavado en lo que ve, y espantado dello, y la voluntad ardiendo en amor dello mismo, la memoria del todo ociosa: porque el alma ocupada con el gozo presente, no admite otra memoria. Pues de este elevamiento, o suspensión, dice, que es sobrenatural, quiere decir, que nuestra alma en ello más propiamente padece, que hace. Y dice, que nadie presuma elevarse desta manera, antes que le eleven: lo uno, porque excede toda nuestra industria, y ansí será en balde: en otro, porque será falta de humildad. Y avisa desto Santa Madre con grande causa, porque hay libros de oración que aconsejan a los que oran, que suspenden el pensamiento totalmente; y que no figuren en la imaginación cosa ninguna, ni aun resuellen, de que sucede quedarse fríos, e indevotos.

 

7

En el original «mediere». (N. del E.)

 

8

En el original «digustillo». (N. del E.)

 

9

En el original «mos». (N. del E.)

 

10

En el original «abobas». (N. del E.)