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350

La misma, en los Elogios del santo rey D. Fernando, Madrid, 1764, y Tyschen Elementale arabicum, 65. (N. del A.)



 

351

Memorias de la Real Academia de la Historia, IV, 40, etc. (N. del A.)



 

352

Memorial histórico español, IX, 60. (N. del A.)



 

353

Él mismo dice:


    Granaten het ich bas verstucht,
Wie mich der rote kunig noch hiet empangen.



Y más adelante:


   Franzoisch, morisch, katalonisch und kastilian,
Die sprach hab ich gepraucht.



(Poesías de Oswaldo de Wolkenstein, publicadas por Beda Weber, págs. 58 y 22). Sería de desear que se publicasen las notas de viaje de Oswaldo. El siguiente pasaje de la historia de su vida, que, según el testimonio del biógrafo, está tomado de dichas notas, es bastante novelesco. «Oswaldo fue muy benévolamente recibido por el rey Bermejo. Grandes honores y costosos presentes recompensaron su arte y talento para cantar. Las damas árabes se sintieron entusiasmadas por el cantor tirolés. Y en efecto, no podía imaginarse más interesante contraposición que los cantares tiroleses de Oswaldo cantados por su voz varonil, y los romances arábigos llenos de indecible ternura y entonados por las bellas moriscas. Apenas se pasaba una tarde en que no hubiese tales conciertos. Oswaldo permaneció por allí largo tiempo estudiando bien las costumbres de los moros e imitando su modo de ser. Cuando volvió a Alemania, cantaba romances moriscos para divertir a su auditorio y hacía con gran propiedad el papel de un caudillo árabe» (Oswaldo de Wolkenstein y Federico el de la bolsa vacía, por Beda Weber, pág. 181.) (N. del A.)



 

354

MAQQARI, I, 94. (N. del A.)



 

355

IBN BATUTA, IV, 368. (N. del A.)



 

356

Scriptorum arabum loci de Abbadidis, ed. Dozy, 46. (N. del A.)



 

357

AL-HULLAT, 65. (N. del A.)



 

358

MAQQARI, II, 143. (N. del A.)



 

359

MIRCHONDO, Hist. Seldschuckidarum, ed. Vullers, 16. (N. del A.)



 
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