Poesías completas
Josefina Pla
—7→
Prólogo Esta escritora de primer orden, que pudo destacarse
ampliamente entre sus iguales y ser una figura representativa
en cualquier patria donde la inteligencia y el talento al
servicio de una conciencia incorruptible constituyen un honor,
prefirió quedarse a trabajar en su humilde retiro
paraguayo, porque su vocación y su fe, su amor por
esta tierra de su destino, son más fuertes que toda
efímera ambición.
A su gloria personal,
prefiere el anónimo heroísmo de los que construyen
un arte en el desierto. En este terreno arrasado y semibaldío
que en la cultura de América representa la poesía
paraguaya, la poesía de Josefina Pla -junto
con la de Hérib Campos Cervera- ha devenido escritura
viva y fundadora de su renacimiento actual. Esta es su gloria
más pura y perdurable.
Augusto Roa Bastos
—8→
—9→
—10→
—11→
Nota preliminar Itinerario poético de Josefina Pla
Josefina
Pla llega al Paraguay en febrero de 1926. Es una mujer
joven, recién casada con el artista paraguayo Julián
de la Herrería, a quien habría conocido en
su España natal, en una ciudad sobre el Mediterráneo:
Villajoyosa.
A poco de llegar, comienza a colaborar
en los diarios y revistas de Asunción con textos literarios,
especialmente poesía. En los años 20, una nueva
generación ha hecho su aparición en la literatura
paraguaya. Sus jóvenes integrantes tienen una actitud
fervorosa ante la creación literaria, se sienten hermanados
en el arte y en la vida. Vinculados al Modernismo, admiran
profundamente al autor de Cantos de vida y esperanza, Rubén
Darío.
Pero ya no son los tiempos del Decadentismo,
el Parnasianismo, el Simbolismo. Inquietudes existenciales
diferentes, condiciones histórico-sociales nuevas
contribuyen a definir el perfil de la joven literatura. Con
la perspectiva de los años pasados desde entonces,
parece indudable que con ellos se constituyó una nueva
sensibilidad, incluso una nueva poética. En esos años
aparecen varias revistas, la principal de ellas, el quincenario
JUVENTUD, cuyo último número aparece en diciembre
de 1926. Tres meses antes, se publicaba en ella un artículo
de César Vallejo. Los nombres más destacados
en la poesía joven de la época: Heriberto Fernández,
Batti lana de Gásperi, Pedro Herrero Céspedes
-todos ellos destinados a morir en el esplendor de la juventud-,
José Concepción Ortiz, Vicente Lamas. Y con
ellos, Hérib Campos Cervera y Josefina Pla.
En la historia de la poesía paraguaya estos
dos poetas están destinados a ser los iniciadores
de una nueva etapa: la moderna y
—12→
contemporánea. Entretanto,
sus poemas registran todavía, el gusto imperante bajo
la influencia de los maestros modernistas. Sin embargo, pese
a ello, se advierte una nueva sensibilidad y se utilizan
recursos expresivos que van más allá de los
esquemas tradicionales del Modernismo. Aquel grupo pasaría
a ser conocido tiempo después como el de los postmodernistas.
De aquí arranca la presencia pública
de Josefina Pla en la poesía de lengua castellana,
en particular en la paraguaya. Si bien en sus orígenes
tal vez pudieran rastrearse influencias como las de Baudelaire
y algún otro simbolista, es dentro de las coordenadas
estéticas de los años 20 donde se desarrolla
su creación poética hasta lograr un punto de
tensión anímica y de expresividad excepcionales.
Su única publicación poética en
esa etapa será El precio de los sueños, un
volumen más de cien páginas que aparece en
1934. Los últimos poemas del libro, escritos alrededor
de 1932-1934, parecen condensar los elementos significativos
de su poesía y al mismo tiempo apuntar hacia otros
ámbitos estéticos. Efectivamente, pocos años
después, Josefina Pla será una de las
figuras centrales del movimiento de renovación poética,
junto con Hérib Campos Cervera.
En 1934 Josefina
Pla viaja a España con su marido. Tres años
después, estalla allí una insurrección
militar contra el gobierno republicano y Josefina, que pierde
a su marido en 1937, regresa al país. Aquí
coincide con Hérib Campos Cervera, recién reincorporado
a la vida cultural del país, que paralelamente realiza
también un trabajo de animación de la creación
poética.
La poesía de Josefina Pla
congrega a los jóvenes escritores y poetas de la generación
del 40, particularmente a los que forman el grupo Vyá
raity. La intensidad y el rigor de su obra poética
no son casuales. Poseedora de una vasta cultura, si bien
la poesía no se constituirá nunca para ella
en una actividad excluyente, está siempre en el centro
de sus preocupaciones.
—13→
De esta época son algunos
poemas capitales, muchos de los cuales se hallaban dispersos
u olvidados y nunca habían sido incorporados a su
acervo bibliográfico.
Durante las décadas
del 40 y del 50, Josefina Pla no publica ningún
libro poético nuevo, pero sigue produciendo poesía
de muy alta calidad. En 1960 aparecen algunos de esos textos
reunidos en la plaqueta El precio de los Sueños. A
partir de entonces va publicando, primero en pequeños
cuadernillos, y luego en volúmenes de mayor porte,
sus poemas de diversas épocas.
La reunión
en un volumen de la totalidad de sus títulos poéticos
editados hasta hoy, a los que se agrega uno inédito,
tiene el propósito es de ofrecer el conjunto de una
labor realizada bajo el signo de la intensidad y el rigor
estéticos y que ofrece uno de los más valiosos
testimonios de vocación poética que existen
en nuestra lengua.
Esta edición
La presente
edición reproduce los textos tal como aparecieron
en sus ediciones originales, salvo algún caso en que
la propia autora indicó alguna modificación.
Siempre que se ha podido, se indica al pie de los poemas
la fecha de redacción.
Miguel Ángel Fernández
Universidad Nacional de Asunción
El precio de los sueños
—28→
El viajero ...Y, de pronto, el viajero surgió. Sobre el
sendero sus pies dejaban pálido, fosforente reguero.
Vio mi mano en oferta,
5 y dijo: -¿Es para mí?-
(Yo no sé si despierta o en ensueños le
oí).
...Extasiado, mirándole los ojos,
se lo di...
10 ¡Poder no pensar, poderse abandonar, como
el pétalo al viento, como al fuego el sarmiento,
como la astilla al mar!
15
—31→
Caminito escondido Caminito escondido que te embozas en sombra y con
grama te alfombras, y al silencio haces nido:
Caminito
escondido:
5 eres humilde y breve, y tu surco es muy leve
entre el bosque tupido.
—32→
Medio sol de mañana,
un poquito de luna,
10 un hilo de fontana, son toda tu
fortuna...
¡Poco tienes, sendero enflecado de sauces,
mas tú sabes, camino,
15 que breve, pobre, austero,
en sombra, eres el cauce de un designio divino.
También1 yo sé, camino que, aunque corto y
umbroso,
20 te vio el dolor celoso y el amor adivino;
que alguna vez, acaso, pudo encontrarte al paso el
hada de la suerte,
25
y que, en noche sombría
o en el claror del día, te sabrá hallar la
muerte!
—52→
El amor realizadoXII
El amor realizado es un sorbo de muerte que
nos pasa los labios, que se filtra en las venas. El alma
que nos cambia es más ancha y vacía: más
triste y más sedienta, la boca que nos deja.
Dentro del corazón, alárgase una sombra
5
cada vez que los labios su antiguo vaso llenan. El amor
realizado aguza en nuestros ojos del imposible anhelo la
trémula saeta, y es paso que prolonga, en cruel
hechizo mágico, ante la planta laxa la cansadora
meta...
10
(Amor: perfecto guía para ir al encuentro
del dolor apostado al fin de cada senda...
—54→
SueñoXV
A María Delgado Rodas
...Sueño
que fuiste impulso de mi latido, y alas en mi anhelar:
Te mata la vida que nutriste, como
la flor el fruto nacido de sus galas.
Afán que
me hechizaste de tan triste,
5 pensamiento clavado en mis
frágiles pulsos; estilete sutil: a esa punta que
hincaste pereces, traspasado. Loco sueño disuelto
en mi sangre febril: ¡esa sangre te ahoga!
10 ...Morir
te miro, ensueño
—55→
que fue yo toda -como fue tronco
toda hoguera, y charco toda nube- en un trasvasamiento
imperceptible, blando, como un deshojamiento de rosa,
en un temblor de atravesada mariposa.
15
Morir te miro,
ensueño, como el árbol mirara arder el vicio
leño cortado de su rama, o pudrirse la hoja
de cuyo muerto libre saldrá la yema roja. Morir
te miro, ensueño,
20 y tu postrer tristeza es ya casi
alegría, ¡y tu último suspiro es ya casi
esperanza!
...Hoja muerta, que vuelves a la tierra
madura: ¿en qué capullo nuevo, húmedo de
ternura, renacerás mañana, ensueño
en agonía...?
25
—68→
Fuimos, en sueños compañeros Fuimos, en sueños, compañeros: la vigilia
no nos unió. ¡Sólo en los sueños traicioneros
su pie a mi paso se ajustó!
Labios gemelos
en el ansia:
5 ¡no unisteis nunca vuestro ardor! Pupilas,
astros de constancia: ¡nunca rimasteis un fulgor!
Jamás la diestras se estrecharon; los labios sedientos
no hablaron;
10 pero el juramento existió.
Nunca
las bocas se besaron; ¡de los besos que no quemaron,
brasa fue el doble corazón!
—73→
Soy Carne transida, opaco ventanal de tristeza, agua que
huye del cielo en perpetuo temblor; vaso que no ha sabido
colmarse de pureza ni abrirse ancho a los negros raudales
del horror.
¡Ojos que no sirvieron para mirar la muerte,
5 boca que no ha rendido su gran beso de amor! Manos como
dos alas heridas: ¡diestra inerte que no consigue alzarse
a zona de fulgor!
Planta errátil e incierta,
cobarde ante el abrojo, reacia al duro viaje, esquiva al
culto fiel;
10 ¡rodillas que el placer no hincó ante
su altar rojo, mas que el remordimiento no ha logrado vencer!
Garganta temerosa del entrañable grito que
desnuda la carne del último dolor: ¡lengua que es
como piedra al dulzor infinito
15 de la verdad postrera dormida
en la pasión!
Haz de inútiles rosas,
agostándose en sombra, pozo oculto que nunca abrevó
una gran sed; prado que no ha podido amansarse en alfombra,
¡pedazo de la muerte, que no se sabe ver!
20
—75→
AmanecerA Gastón Figueira
se curvó sobre
el ancho campo reverdeciente. A la abismal succión
del azul transparente, agriétase la carne de un
ansia germinal.
Y a la blondez purísima de su
desnudez tierna, la mísera corteza se nos cuartea
en congoja,
5 y un sollozo nos sube desde la honda cisterna
en sombra donde el párpado su penitencia moja.
El dolor de las alas imposibles nos curva más
bajo el cansancio irredimible que se adhiere a la carne
dolorosa:
10 y en la punta de una hoja, radiante y temblorosa,
la
gota de rocío nos finge aquella lágrima inefable
en que, por fin, pudiera el alma miserable volcar la
última gota amarga del hastío.
15
La raíz y la aurora
—85→
Tus manos De las más hondas raíces se me alargan
tus manos, y ascienden por mis venas como cegadas lunas
a desangrar mis sienes hacia el blancor postrero y tejer
en mis ojos su ramazón desnuda.
En mi carne
de estío, como en hamaca lenta,
5 ellas la adolescente
de tu placer columpian. -Tus manos, que no son. Mis años,
que ya han sido. Y un sueño de rodillas tras la
palabra muda-.
...Dedos sabios de ritmo, unánimes
de gracia. Cantaban silenciosos la gloria de la curva:
10 cadera de mujer o contorno de vaso.
Diez espinas
de beso que arañan mi garganta, untadas de agonía
las diez pálidas uñas, yo los llevo en el
pecho como ramos de llanto.
1939
Imposible Vaciarme de paisajes, olvidarme caminos, reedificar
el arco de tu desnudo día. Borrar tus ojos, sendas
de mi llagado sueño, y engriar en mi sangre tus
dos terribles manos.
(...La estatua que he vaciado
en soledad, volverla
5 raíz y musgo en tierra, canto
y ala en el aire).
...O, en la antípoda lluvia
de mi aherrojada llanto, hacer cantar el muerto pájaro
de tu beso. Tornar a las cenizas las flechas de la llama,
—86→
reenhebrar en las venas el hilo del suspiro.
10
Y del
dolor crecido, monstruo y criatura mía, hacer de
nuevo aquella sonrisa que en tus labios me bautizaba tuya,
con el nombre más mío.
1939
Concepción Me tendrás a tu lado. Me besarás. Y luego,
como al moreno cántaro que espera al fin del surco,
a mi sumiso cuerpo se alargarán tus brazos. Se
saciará tu sed: la exigua sed de un hombre.
De mi lecho después, en largas madrugadas
5 hacer
creerás el blanco camino del olvido. Y sin embargo,
ciego piloto de mi entraña, conmigo habrás
llegado por una noche sola,
a la encantada playa donde
no está tu muerte. Por el nocturno río caliente
de mi sangre
10 irán tus ojos lejos, para jamás
volverse, tu voz prenderá en roca para perennes
ecos.
Tú no lo sabes, hombre, tú no lo
piensas, ciego. Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo
nauta! el puerto de que zarpen las naves de otra aurora.
15
1939
Cómo Ay, cómo abrirte este dolor de llaves, en soledad
de pulso amurallado. Lo que ya se llevaron, cómo
darte, sueño, renunciación, ausencia, olvido.
Cómo franquear a tu claror las puertas
5 tras
las cuales murió crucificado cada latido virgen
de tu nombre, desposado no obstante de tu imagen.
Cómo agotar la senda de la ausencia, el rumbo del
viaje jamás hecho,
10 las jornadas cautivas del suspiro.
Ay, cómo en ascua recobrar ceniza, y de la
piedra absorta hacer el nardo que se encienda a la orilla
de tu sangre...
1953
—89→
Desde cuándo ...¿Desde cuándo marchabas a mi lado, desde
cuándo...? Tus pasos ¿desde cuándo, en la
noche, aproximándose, ocultos tras de cada latido...?
¿Desde cuándo...?
¿Desde cuándo, en la
noche, por los valles sin nombre,
5 rastreando mi angustia?
Y tras de cada puerta abriéndose, y de cada recodo
el camino, ¿desde cuándo?
¿Desde cuándo
tus sienes en las salvias del reposo tranquilo?
10 ¿Desde
cuándo tus brazos en los cálidos ramos del
viril eucalipto, bajo las siestas altas?
...¿Y desde
cuándo el pedregal desnudo; desde cuándo
el desierto irredimible? ¿Desde cuándo la brasa
los párpados;
15 esta sed, desde cuándo? .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . ...¿Desde cuándo este siempre irrevocable;
esta muerte creciendo, desde cuándo...?
1953
Desnudo día
—97→
En el paisaje nuevo En el paisaje nuevo en que estarás conmigo reposará
la tarde como una flor caída.
Nos habremos deseado
tanto, que el beso habrá muerto.
Yo lo veré en tus ojos, maduros de otra sombra.
5 Ojos de un valle ausente. Ojos con otra luna
Entre
los dos corazones llorará
tu voz antigua.
—98→
...Una tarde peinada con una raya
oscura. Tú tendrás la mitad más dulce
de la vida.
10
Las camelias
de tu boca morirán en
otro tiempo.
...Y aquella tarde mía, ya no será
la tuya.
1936
—100→
Trópico Amargas lunas mates de estero hechizan, muertas, noches
de frutos altos y de tácitos vuelos. Ríos
de cocodrilos y de tortugas lentas descaman las estrellas
de un calcinado cielo.
En urgencia arterial, por roja
tierra tibia
5 discurre el agua madre de las inundaciones,
mientras corolas túrgidas como sexos encienden
la lámpara votiva de las insolaciones.
Carnívoros
estambres, piedras que encierran astros; troncos que se
hacen nudo mortal bajo agua quieta;
10 peces de aguda voz,
aves de mudos rastros.
La Cruz del Sur, guardiana de
sus misterios, arde, cual cifrando en su acorde de siderales
neones la música del mundo en su primera tarde.
1938
—105→
Sueño de sueños Secreta noche herida de menguante cae donde no hay
agua ni tierra. Marcha a cortar el filo de la luna, mis
raíces, que están donde no estuve.
...Traerán
mi corazón, negra violeta
5 que se durmió en
la orilla de otro sueño. Lo he de llamar y no sabrá
su nombre. Me ha de cantar, y no he de comprenderle.
—106→
Y llevaré, camino en mediodía de veinte
cielos con opuestos soles,
10 mi angustia en veinte voces
sin mi sangre.
He de llorar mil años sin mi
llanto y he de dormir mil años sin mis ojos noche
con veinte pétalos de luna.
1938
—109→
El soneto de tu voz Blanda en mi entraña, como tibia lluvia, beso
aplastado corazón a vena; tiembla en mis ojos, como
sol en río tañe en mis pulsos dolorida plata.
Pincel que te dibuja estremecida
5 rama en el agua
azul de mis anhelos pasa por mí, y se lleva mi dulzura
como un rayo de luz que fuese abeja.
Ave a quien
le nací con viento y nido, su ala sabe el curso
de mi arroyo,
10 y en el ángulo agudo de su vuelo
-punta de corazón hiriendo en flecha- una gota
de sangre nueva siempre recarmina las rosas del deseo.
1939
Rostros en el agua
—113→
Todo comenzó en el espejo Todo comenzó en el espejo. En la palma indiferente
del agua la nube fingió islas, cimientos el arco
iris. Todo comenzó en el espejo. En el cielo engañifa
de la charca
5 la rama empolló el huevo de la luna;
cosió el pájaro un velo con costura perdida.
Todo comenzó en el espejo. La estrella guiñó
mintiendo al pez incauto; la luna escribió música
que no despertó a nadie.
10
Y en el espejo una
mañana reconoció el viajero su secreto fantasma,
se vio pómulo2 y sien, pupilas de agua para siempre
cautiva, frente como una lápida de sí mismo.
15 Se vio por fuera, se olvidó por dentro. Y comenzó
a clasificarse según color y pelo.
Y los amantes
murieron por él dos y tres veces, y los viejos gustaron
anticipada la agonía,
20 y el hombre del color perdió
patria y amigos, y la belleza vendió a su esposo
el sueño.
-Todo comenzó en el espejo-.
—114→
Tan sólo ...Tan sólo una mirada, una pupila sólo
para todas las cosas. Para la aurora y el ocaso, para
el amor y el odio, para el amante y el verdugo,
5 la paloma
y la víbora, la estrella y la luciérnaga.
—115→
Solamente unas manos para el cáliz y el látigo,
para la rosa y para el cacto.
10 Solamente unas manos
para la arena y el rocío, para mecer la cuna,
y acariciar la sien del esperado, y abrir el último
agujero.
15
Una boca tan sólo para el beso y
el grito y para la oración y la blasfemia. Para
el suspiro y la mentira, para el perdón
20 y la condena.
Y tan sólo una sangre para escuchar el tiempo,
para regar los sueños, para comprar la herida
y la agonía,
25 y destilar las lágrimas.
Ah, tan sólo una sangre una boca, unas manos,
una mirada solo.
—118→
Déjame ser Deja llevarme mi última aventura. Déjame
ser mi propio testimonio, y dar fe de mi propia desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,
5
apretar en mi oído los pasos de la lluvia borrándome
el adiós definitivo.
Déjame naufragar
asida a un paisaje, una nube, al vuelo humilde de un
gorrión,
10 a un brote renaciente, o siquiera al
relámpago que abra en dos mi último cielo.
Sujétame los brazos. engrilla mis tobillos,
15 empareda mis párpados. Pero tatuada una flor en
la pupila, crucificada un alba debajo de la frente, acurrucado
un beso en la raíz de la lengua, déjame ser
mi propio testimonio.
20
Las puertas ...Un cerrarse de puertas, a derecha e izquierda;
un cerrarse de puertas silenciosas, siempre a destiempo,
siempre un poco antes
5 o un momento demasiado tarde;
hasta que solo queda abierta una, la única puntual,
la única oscura, la única sin paisaje y
sin mirada.
10
Invención de la muerte
—123→
Esa sombra La veréis alargarse cada vez como un agua vertida
sin remedio como un manto cayendo despacio de sus hombros
como si fuese él mismo arrepentido que quisiera
volver sobre sus pasos
5 -reptil de limpia muerte sin cadáver-
La veréis ahilar su arroyo sobre un suelo
por siempre horizontal a la aventura
—124→
Y será
también la única
10 que dormirá con él
reconciliada con la sombra total de que se desgajó
enemiga de todos los espejos un día.
Nadie le empuja Nadie le empuja Nadie lo retiene nadie le advierte
nadie le cede el paso ni le espera
Indiferentes le
ven pasar con su sentencia oculta como un zorro robado
en la cintura
5 royéndole hasta el hueco de los dientes
Nadie le impide el paso ni le espera porque todos
quisieran ser los últimos.
Nadie le toca. Nadie
le empuja. Llega solo
10 llenándose sin nadie del
silencio de todos los que llegaron antes tapiándose
de nombres olvidados y de palabras sin respuesta
Llega solo
15 nadie le empuja nadie le retiene porque todos
quisieran ser los últimos
—125→
De noche Pasos De noche En una noche cualquiera Bajo la
noche Pasos, que tendrán la misma medida
de tu pulso
5 Una ráfaga leve pasará presurosa
alertando a las hojas para un color distinto. Y se arrepiente
el álamo de levantar tan alto la cabeza y el agua
de su júbilo por correr cuesta abajo Y queda al
descubierto el hueco
10 por el cual caen todos los latidos
Pasos que sonarán como reloj que se despierta
de su sueño enmohecido señalando una hora
que ya no es de este tiempo Los pasos de quien vuelve a
reclamar su casa pedir
15 su
vieja cama la percha abandonada donde colgó su último
anhelo una noche cualquiera Por la noche Los pasos desde
un sótano que nunca hemos abierto Pisadas por las
cuales pasan
20 de largo todas las visitas que aún
se esperan. Pasos que volverán De noche Cualquier
noche bajo la
noche... Pasos
—129→
Aprenderás que hay muertos Aprenderás que hay muertos diferentes Los hay
inquietos como luciérnagas ingenuas despertando
a la noche para un juego de luces que sólo
existen en su sueño y son tan inocentes que no debieran
haber muerto
5
Los hay indiferentes como cruces caídas
cara el cielo porque no esperan ya ni el recuerdo que se
echa como un mendrugo al perro desahuciado
Muertos
un poco locos de esperanza Los muertos que creen en la
palabra que les dieron
10 y que acercan su oído de
arena a los vientos nocturnos esperando escuchar su nombre
en toca de otros muertos
Muertos de ceño torvo
Los muertos acreedores que no quieren saber que han muerto
muerto muerto y pegan sus manos como estrellas de un hueco
mar
15 sobre
el pecho del durmiente y desvían un poco en el reloj
del corazón la manecilla
Muertos ya todos polvo
Muertos ciegos de muerte Muertos de sí mismos vaciándose
que están ya más cerca que nadie de la vida
20
Satélites oscuros
—133→
...Y esta fue la tarea ...Y esta fue la tarea. Y fue la empresa esta Crear
tus propios amos tus tiranos ocultos Con tu más
delicada sustancia vaciar los duros labios que habrán
de sentenciarte las manos implacables que apretarán
tus grillos
5 Suscitar uno a uno los fantasmas sedientos
que tan solo tu sangre aplacará en lo oscuro Crear
tus propios cómitres alimentar el músculo y
el nervio de tus propios verdugos hasta hacer de tus
nervios el látigo de tus labios cuchillo
10 martillo
de tus pulsos que remache las cuñas Despertar en
tus venas uno a uno los sabuesos que habrán de vigilarte
entregar una a una las llaves que abran paso a huéspedes
sin rostro
15 que en largos conciliábulos al pie de
tu silencio torcerán los cordeles apretarán
los nudos Esta fue la tarea Venderse cada día
por un platillo de lentejas por un licor impuro
20 hasta
que enajenado el mundo de tus sueños hasta sus hitos
últimos empezará tu propia cacería
...Este fue tu designio Esa fue tu tarea lenta pero
segura
25
—134→
Libre Libre para nacer sin elegir el día libre para
besar sin saber el porqué esta boca y no otra libre
para engendrar y concebir lo que ha de traicionarte libre
para pedir lo que después te será inútil
libre para buscar lo que mañana ya no tendrá
significado
5 libre para morir sin elegir el día
libre para pudrirte sin escoger el sitio libre para volver
al polvo sin memoria libre para seguir el rumbo de la raíz
pequeña libre para mirar al sol que no te mira
10
Libre para nacer sin elegir el día
—139→
Unos labios Nunca playas más resbaladizas nunca acantilados
más subitáneos nunca peldaños menos
seguros nunca grutas más dadas a cobijar serpientes
nunca ríos de más traicioneros vados
5 nunca
lagunas de más fondo nunca tambladerales más
hábiles para tragar sus víctimas
Y un
gemido los cierra para siempre jamás y se llenan
de tierra como una maceta oscura y les crece en el centro
la implacable respuesta de una raíz
10 Y sus gritos
más largos convergen en la punta de una brizna minúscula
de verde
—145→
Heredero De la sal y del musgo del ala y de la espuma del sol
decapitado que amarillea las frutas y las hojas y arremete
al guijarro a mediodía con su ariete de fuego y
de silencio a través de mi sangre
5
De las auroras
solitarias y los ocasos que son como sentencias de las
nocturnas lluvias cautelosas con su andar de ladrón
sobre el mundo dormido de todos los paisajes que no he
visto
10 de los itinerarios olvidados a través de
mi sangre
De la advertencia insomne del mar y el vientre
rubio y siempre estéril de la arena del viento
que en la noche confidencia su antigua
15 paranoia del ancla
nimia de esperanza del creciente en tardes en que la paz
es una luminosa inverosímil a través de mi
sangre
—146→
Del sexo que nos hierra por rebaños
del tiempo
20 y del deseo creciendo como musgo en la sombra
a la orilla de un pozo solitario de la mentira involuntaria
y la verdad en aborto perenne irremediable a través
de mi sangre
25
De la esperanza nunca ahíta de
la tristeza nunca satisfecha del sueño siempre en
deuda del amor como traje hecho del dolor de morir del
dolor de estar vivo
30 del no poder morir a la medida de
un vivir suficiente a través de mi sangre serás
el heredero
Summa ...Ahora es el otoño El tiempo de las abdicaciones
el tiempo de las nubes fugitivas como banderas en derrota
el tiempo de la alegría vacante creciendo dondequiera
entre un suicidio unánime de hojas
5 y un emigrar
de pájaros correos hacia antiguas ciudades de noticias
inversas
Ahora llega el otoño y el pecho de
la tierra se enfría como lágrima caída
Es otoño y amor amarillea
10 y el viento se despierta
desengañado en las mañanas Ahora es otoño
con sus luces oblicuas rasgando las arrugas y el surco
sin semilla soslayando como barcos esquivos las bahías
devastadas y exangües de las sienes
15
—148→
Muertos Si nos dejaseis un momento solos oh muertos muertos
muertos Si os quedaseis siquiera fuera del agua fuera
de ese rayo de sol en donde danza el polvo
5 fuera de la
hoja verde fuera del aire que entra en mis pulmones
Si os quedaseis prendidos a la tierra esperando Pero
no lo habéis invadido ya todo la sal el pan la fruta
10 y el rocío y el césped
—149→
Después
entrasteis -huéspedes sin color- en el recuerdo
Y nos pusisteis sombra en la mirada y poblasteis el puente
del beso entre los labios
15 y pudristeis los sueños
Si nos dejaseis un momento solos
—153→
El polvo enamorado-I-
...Aquí estuve. Aquí estoy. Fue un tiempo
del cual jamás hubo memoria, -porque la tuya con
la mía son una- Pero yo sé que estuve, y
mi estatura ahora es perímetro de huertos
5 Yo estuve
y sé que estoy. Yo bato el inaudible tambor de un
antiguo latido en el ladrillo del patio, en la corteza
del árbol cejijunto, en la gotera ciega como el
beso; en la danza del polvo
10 que en la raya del sol sonámbulo
enloquece.
Yo estuve y yo regreso. Por siempre enamorado
como el viento de lengua lastimada aprendo nuevamente
el dócil canto de la primera cigarra, el crepitar
de la minúscula tijera de la hormiga
15 o debajo la
lengua del más tibio cordero suscito la voz blanda
de la primera súplica. Yo estoy y sé que
estuve. Yo inauguro hoy el canto olvidado en la reseca
gárgola, y en tus labios el pozo de tu primer olvido.
20
-II-
Hoy lo aprendí. Vivir es olvidarlo todo, y morir
aceptar que todos nos olviden, para que nadie muerda con
angustia los frutos ni se desmaye de dolor al ver volar
un pájaro. Recordar es dejar colarse en nuestro
pecho la mano
5 que reclama el préstamo primero,
y el que recuerda ya no puede soñar que bebe toda
el agua que su sed necesita; ya no puede tener su muerte
pequeña por entero.
10
—154→
-III-
Inmemorial jornada donde los soles funden su río
interminable, donde los ríos cuelgan sus aortas
como efímeros cometas, y los árboles siempre
prisioneros dan vuelta a tierra y cielo, al otro lado azul
de todo viaje. Inmemorial periplo donde aurora y ocaso
sangran un solo parto
5 y la arena murmura al final su miseria
pequeña con la lengua infinita de la espiga. ...Jornada
madurándose en rayos como la nube, abriéndose
cual la granada de oro de las noches.
10 ...Inmemorial
vigilia.
-IV-
Donde pones tu pie, yo estuve, estoy. Te apoyas en mi
pecho y te sostengo. Me alzas en tus manos al cortar
el primer crisantemo, cuando tus sienes mojas yo te lavo
para tu diaria muerte. Mis dedos abren en tus manos las
puertas y saben el
5 número exacto de tus pasos;
mis pies suben a veces por tu espalda el tobogán
del calofrío. Duermo la siesta sobre las colinas
cobardes de tus rótulas y en la feral quebrada
de tus ingles acecha mi desvelo,
10
-V- Arriba. Arriba. El sueño era un engaño,
la hamaca un espejismo y el descanso una estafa. Levántate,
camina, porque son muchas las jornadas, y viático
tramposo el puñado de tierra que bridaron a
5 tu hambre.
—155→
Levántate e ingresa en el coro sin noche y
sin descanso, y pide a Dios por un trébol de cuatro
hojas, una semilla curativa: por una sombra acogedora,
y hasta por una piedra que refugie a un gusano
10 o sueñe
en el montón que atesoran los muertos. Pide por
una lluvia benéfica, un racimo a punto madurado,
un trago fresco.
-VI-
(¿Pero te son acaso consultados tus deseos?... ¿Alguien
escribe con letras de piedad tu memorial de súplicas?...
¿Pidieras tú en lugar de la violeta el cacto,
el puñal mejor que el cáliz,
5 en vez del agua
fresca el sorbo de veneno?)
-VII-
Tal vez pidan por ti la flecha, el ala, la hélice.
Acaso la corteza de taciturna máscara. Tal vez
la mariposa funámbula del aire. Tal vez te espere
el mar, la vela, el témpano; aleta aguda, anémona
quemante,
5 fluorescente medusa, barroca caracola, laberinto
moreno de las algas, flanco vertiginoso de torpedo asesino.
Ay, todo menos eso: seguir siendo polvo, por siempre
preso, en la trampa mineral implacable.
10 Cadena. Exilio.
Cárcel. Extrañación. Castigo.
—156→
-VIII-
Levántate. Camina. Y no te quejes. Tú
que hablaste de amor. Porque el amor es esto: un descanso
imposible, un más allá en perpetuo reto,
un viaje nuevo tras de cada jornada insuficiente
5 (¿Qué
vida nuestra vida, si todo lo engendrase todo, menos el
hambre de otras vidas?) Levántate. Camina. Porque
esto es el amor que te secaba las carnes como seca el sol
los herbazales en enero. Esto el amor. Seguir tu forma
inacabada,
10 sonámbula por todos los corredores de
la muerte
-IX-
Entre tanto, levántate. Camina. No llores el
amor que estuvo en tus mejillas claras, que corrió
por los mapas celestes de tu sangre, porque ese amor te
citará al regreso. Él ha de levantar tu polvo
de noche entre los muertos
5 -hijo de nuestra oscura llamarada-
para darle otra vez una sed del tamaño del cielo.
(Ojos de uva al mediodía, manos como estrellas
abiertas a tientas en lo oscuro, pasos midiendo bosques
de olvidadizas hojas).
10 Levántate. Camina. Mundo
de encendidas abejas, tu pulso perdió voz y mirada.
Es sólo amor, tan sólo amor. Amor tan sólo.
—157→
-X-
Mira bien el otoño manojo de rotos tulipanes
matadero de soles. Porque en él volverán a
quemarse como polillas tus deseos. Mira bien los plantíos,
donde septiembre alza verdes vapores tiernos;
5 porque
ellos levantarán el índice de tus tapiados
pasos. Y no llores en demasía la tarde que se te
va cargada de preguntas, como fruto de fuego con la vedada
almendra; porque hasta la última de ellas te será
contestada y aunque tú no lo quieras ha de llenar
un día
10 el largo y ancho de tu muerte la verdad
que ha de darte su nombre de una vez para siempre.
-XI-
Otro sorbo de amor. Y la nostalgia crece, la nostalgia
que anuncia la claridad lejana. Ah. Cómo cuesta,
polvo, dejar este amor duro, esta hambre de los huesos,
esta sed de cintura,
5 y cambiarlos un día por
la paz sin dolor, sin angustia, sin sueños, sin recuerdo.
Follaje y tiempo
—172→
Pelando la palabra Pelando la palabra esperanza le encontré pulpa
de manzana y carozo de piedra.
Pelando la palabra
amor le hallé piel de durazno y carne de ceniza.
Pelando la palabra verdad, llenó mis manos
5
y al llegar a mi boca, no existía.
—173→
En el país en donde el tiempo... ...En el país en donde el tiempo vuelve a casa
los domingos yo tuve los ojos en la nuca manos en todo
el cuerpo, brotes en vez de dedos, en los pies;
5 mis oídos
oían sólo la música que les gustaba
y podía recitar mis poemas al revés.
—174→
¡Oh el país en el que el tiempo vuelve a casa
como un niño que ha olvidado un juguete en un rincón
10 y te abre como al descuido una ventana por donde se ve
el otro camino, allí por donde cabalga tu otro
corazón...!
...En el país en donde el
tiempo vuelve a casa
15 yo te mandé una carta diciéndote
que no.
Follaje del tiempo (1965-1979)
—180→
El puente Estoy de pie en el puente. Bajo mis pies el río
oscuro y lento como el plomo ya se convierte en lápida
de su propio camino.
5 Estoy de pie en el puente. Veo las
dos orillas como el jinete con el pie en el estribo ve
las dos puntas de su ruta las dos alas del tiempo que
le desangran el costado.
10 Como el viajero cuya partida está
dispuesta aún se encuentra allí y está
en su casa pero él tampoco pertenece adonde está.
Ya sus pupilas las dividen paisajes idénticos
y opuestos por el vértice.
15 El uno es la selva
de piedra que estrangula la llama. El otro el gris diseño
que ha dejado a su paso en la ceniza el mordisco del
fuego.
20
—181→
Manchas en la pared Abierta la cancela sobre el viejo vestíbulo harapiento
hoy entro en la morada que fue mía que acaso ya
no existe pero está erguida en la memoria cara al
cielo del Sur alza su mole de cal envejecida
5 contra la
roca oscura igual que un caballero regresando a su vacío
castillo se apoya en su caballo fabuloso
Recorro
los tardíos aposentos en cuyo cielorraso hallaba
moldes
10 la fantasía del niño abandonado
y su periplo de imposibles Y recobran perfiles y color
los zócalos hundidos donde el frío de los
años rezuma huero y soso su delirio nocturno
15 Ah
el reencuentro con el Ogro y el Gato que no están
en los cuentos la peligrosa selva la nube milagrosa el
puente sin barandas del iris el gran pez de Jonás
el río de oro y el perro abandonado más fiel
que nunca lo fuera el nuestro
20
—182→
y el monstruo que cambia
de rostro mientras lo estás mirando Mundo donde
yacieron los fetos de todos tus futuros porque en el lodo
estaba ya todo medido moldeado rotulado. La esperanza
es un fardo de harapos desechados
25 de galas que se hicieron
viejas en los armarios sin usarlas pero que durarán
más que tú Ese cachorro suave que aún
te lame las manos hace rato está muerto ha legado
su gemido a una rama Y el pájaro que cruza burlón
frente a tu reja
30 es un nido vacío en el bosque de
esqueletos negros de tus inviernos
Recorre nuevamente
esta que fue en verdad tu única casa ahora que ya
nada en ella existe que te perteneciera aunque nada hay
en ella que no haya sido tuyo
35 ahora que más que
nunca es tuyo lo soñado porque definitivamente se
bautizó imposible Todo ha sido una vez tu frontera
tu reto tu hora cero Ya no hay límite ahora que
todo cuanto pudo ser ya no ha sido
40 Puedes colgar del
viejo zócalo manchado todas tus máscaras
podrías.
—189→
Volver a verte ...Se fue de mí hace mucho tiempo ya tanto
que su rostro casi ya no me sirve para reconocerle Pero
hoy le he vuelto a ver. Donde tantos lo miran tan solo
yo lo he visto.
5 Él no lo sabe tal vez pero ha
crecido Le separan de mí su pecho y su cabeza
y recorrer esa distancia -desde mis ojos hasta sus ojos
altos
10 tan altos que parecen ventanas sin paisaje- me
fatiga ...Late mi sangre como perro abandonado en el
fondo de un pozo seco Pero
15 hay en sus párpados ese
temblor de lluvia sin agua de los álamos y su
lengua es arena en la que nada brota
El viaje No sé dónde tomé este tren El
coche está cerrado y el único paisaje es
la sombra que corre con el tren Me acompañan un
viejo que lo ha olvidado todo
5 y un niño que no sabe
donde va ni con quién Tan sólo sé
que este tren tiene una sola estación un solo andén
y cuando haya llegado sea ello donde fuere no sé
dónde estaré
10
—192→
Llorar en sueños Llorar en sueños Sentir correr de nuevo como
agua boba entre las piedras rotas ese raudal que en la
vigilia se creyó agotado Llanto espejismo Llanto
5 transparente qué fácilmente qué
cruelmente corre como si en él interminable se vertiera
el ignorado resto del llanto que quedó sin llorar
cuando despierto
10 porque la vida ordena encerrar a los
locos en su celda y esconder en el sótano los
retratos que estorban
15
—194→
Paisaje sin salida A paisajes que nunca he conocido los paisajes sin dueño
de las fotografías olvidadas llegué como
se nace sin saberlo
5 Nadie me trajo aquí y adónde
voy ignoro Pero mi pie camina seguro y necesario No sé
de qué huyo ni adonde se encuentra mi refugio
Sólo el paisaje que ante mí nace a medida
10
que mi camino lo precisa como la voz cuando precisa el
grito Se construye delante de mí ya fácil
ya enemigo siempre el paisaje neutro
15 sin color ni rumor
sin luz y sin hondura como paisaje en polvo diseñado
—195→
Un paisaje que nace crece y muere como la hora sin voz
y sin mirada pero capaz de devorarme
20 de enterrarme en
vida porque sé bien que este paisaje no tiene
una salida ni aún la puerta falsa que abriera
un despertar
25
—199→
El hijo pródigo retorna como
las lluvias del otoño un aire gris remueve en su
cabello los remotos follajes de su infancia Desde el
brocal raído del pozo
5 espera ver bullir de nuevo
aquel su primer trago espeso de luceros y en la espuma
destellar la sonrisa de un niño inocente desnudo
10
El hijo pródigo retorna tramoyistas
arropados de niebla se atrafagan adelantándose
a su paso en levantar de nuevo inútilmente
5 la
casa de que desvestía cada noche su cuerpo con los
sueños su paraíso hecho por mitades de
piedra y de pluma
En el umbral le asediarán
saltando a sus hombros los perros familiares aquellos
que perdieron su huella en una aurora que se quemó
al abrirse los perros que en el blando ladrido de algún
sueño
5 recordarán alguna vez el leve olor
desengañado de su fuga
—200→
Los perros que en el polvo
del tiempo deslíen hoy su aullido su aullido a medias
desvalido a medias ominoso como el remordimiento ahora
lo llaman
10 desde el umbral del pórtico caído
Los perros infinitos de la noche que alguna vez fueron
estrellas y picaron sus ojos con la sal del misterio
Ellos le traen en su invisible aullido ecos podridos
de su risa desperdigada como las caracolas vacías
en la playa Con el hocico helado del gusano se abrirán
paso dentro de sus venas
5 harán tumulto por sus
tuétanos y roerán sus uñas de afiebrado
devorador de sueños.
El hijo pródigo
regresa persiguiendo la imagen de las rústicas moradas
que de él huyen en brazos de un viento forastero
...El hijo pródigo se mira las rodillas dos cantos
que rodaron
5 por todas las pendientes por secas torrenteras
recogiendo el polvo siempre hambriento de galopes de
los épicos caballos y tienen ya la curva de la inútil
rueda
10 y el molde de la súplica
—201→
El hijo
pródigo -una nube también gris él- camina
sin saber si sus pies son los que allí lo llevan
o es el camino el que lo arrastra porque andar es cambiar
y él sólo puede
5 mudar su rostro por el
rostro que es ya el rostro de todos
(El hijo pródigo
Silueta diminuta en el polvo contra un cielo de olvido
en este atardecer que es para él solo Tan grande
que ninguna otra cosa podrá jamás llenarlo
Tan pequeño
5 que él solamente cabe en él
Y sólo él puede captar su propia estampa
en el aire raído que se adelgaza en tomo suyo
desnudándole
10 hasta el hueso
El hijo
pródigo trae un millón de muertos en sus ojos
todo un millón de muertos se le calla en los labios
el polvo de un millón de muertos le blanquea las
sienes y silba en sus pulmones un millón de agonías)
...Cuervos de ocaso acosan
5 su sombra de suspiro y de
ceniza
—202→
El hijo pródigo retorna Sus pupilas
sin años ni estaciones como reloj que perdió
las manecillas son túneles raídos por un
maligno hechizo Le niegan las estampas que ellas mismas
pintaron
5 y vuelven contra el muro sus antiguos iconos
No se acerca al presente se aleja del futuro y el paisaje
camina de espaldas a su encuentro . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El hijo pródigo ha olvidado el rostro de su canto
10 en el último trozo del espejo del alba calcinada
de su última sonrisa
El hijo pródigo
ya vuelve Sus pies molinos insaciables de sendas aún
aplastan la arcilla que lo soporta recordándole
su antiguo parentesco su fantasmal divorcio
5 su desprecio
de sierva disfrazada ante este polvo sólo precariamente
manumiso porque ella al fin lo recupera todo
—203→
Minutero de una cita sin término su paso acompasa
el latido del corazón aquel emparedado en el
palacio de las sirenas
5 donde llegó y salió
con los ojos vendados Su pisada no marca ya una huella
porque la huella es la promesa del regreso Golpea la
arcilla sorda que no ha de cortejar ya más sus disfraces
10 como el padrillo viejo en su último paseo
...Golpea como aquél que quisiera no recordar
sino aturdirse olvidarse que gasta sus últimas monedas
y que el oro como en los sueños maléficos
se toma
5 ya cobre entre sus dedos
El hijo pródigo
se contempla las manos dos hojas que ofrecieron al viento
día tras día todos los filos del rencor y
el odio y las curvas barrosas de todas las lujurias Que
rebalsaron todas las aguas de la angustia
5 y todas las
sequías de la maldad del miedo diez deshojados pétalos
del amor sin retorno áridas como piedras del olvido
Las manos que son como dos cuencos ya vacíos y
rotos que no saben acoger el rocío.
10
—204→
En
cada mano sólo cabe la otra doblando así
el despojo multiplicando al infinito la miseria la sentencia
de un tiempo que sólo al acabarse
5 se tomará
sin fin y mirada
El hijo pródigo retorna
con la lengua dormida y la garganta pórtico de
cantos derribada Su pecho es pozo que largas caravanas
agotaron y en cuyo fondo han muerto
5 los ocultos designios
del agua la espera del sol alto cayendo como un huevo
de llama en su regazo y ofreciendo su rostro como una esponja
de oro Tan sólo el jeroglífico de la sed
agrietando
10 con su rúbrica el barro las siglas
del secreto perseguido ya para siempre inmóvil
porque morir es renunciar a todas las preguntas
15
El hijo pródigo soñaba quizá volver
un día a la hora en que las cosas sonríen
por adentro y las luces se duermen mirándose a sí
mismas El hijo pródigo deseaba con el deseo alebrado
en su último refugio
5 el de la calcinada médula
un vaso de agua un escabel y una palabra
—205→
Un
vaso de agua un escabel y una palabra Aunque el agua sea
el agua de las lágrimas el escabel la losa de sus
muertos y la palabra aquélla hueso de palabra
El eco
5
El hijo pródigo retorna Su espalda
es la montaña que carga el cielo lejos y al llevarlo
sobre sus hombros nos lo niega En ella se devana para
dormir la senda
5 que alguien ovilló a sus pies cuando
naciera Con ella a cada paso que da volviendo tapia las
ventanas en donde su retrato se diluyó en la lluvia
de unas lejanas lágrimas
10
El hijo pródigo
se acerca ¿Es el paisaje mismo el que se ausenta como
la luz sin agotarse simplemente escondiendo el rostro originario?
El pórtico no existe el árbol
5 es ya relámpago
de polvo La horizontal perpetua los reclamó hace
tiempo Sólo una entrecortada geometría
recuerda en la llanura las prisiones del aire Las salas
y los patios
10 en donde las pisadas del casi inmemorial
patriarca huérfano
—206→
moliendo infatigable la harina
del insomnio se engastaron como gemas oscuras Sobre las
piedras yacentes y sin rostro
15 guiña la mica antigua
sus pavesas Son las letras dispersas de una olvidada
fábula
El hijo pródigo ha llegado
y al acercarse empequeñece como se inclinara
a recoger la propia sombra como si el agua derramada 5
5 de esa sombra sin tiempo la sorbiera la tierra para sellar
su sueño
Pero quizás empieza ahora
a ver claro El latido gemelo de sus pasos le han medido
hasta aquí jornada y rumbo para que al fin comprenda
5 El hijo pródigo retorna para que nadie ya lo
encuentre nunca
...El arroyo retrasa ahora su
curso detrás de la colina y en un rincón
del huerto abandonado alguien barre los huesos de todos
los destinos que pudieron ser suyos
5
—213→
A mi madre polvo de rosa por el mundo
Uno a uno tus rostros
de mujer fuiste echando en el pozo sin milagro del escondido
espejo Tus manos hacían crónica de sábanas
y cunas mientras tus golondrinas morían en la nieve
Frente a ese espejo yo hice la tremenda promesa
5 No
ser la sierva humilde de la terrible lámpara el
vientre donde agota su náusea la Forma los rostros
deshojados en la niebla uno a uno
Yo no tendría
tu rostro del último vestido de fiesta apolillándose
en la noche del arca
10 Tu rostro de domingo sin música
ni flores De las noches sin sueño del sol siempre
a la espalda
...Tu último rostro madre se deshizo
hace tiempo el rostro que ningún espejo ha conocido
Yo regresé al umbral que dejar atrás quise
15 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . Y frente a tu recuerdo y frente al
mismo espejo yo me pongo los rostros que tú fuiste
dejando
1978
—217→
A Roíta, tiempo y luz
Este es mi sueño que soñé dormido
Quise tener un mundo a mi medida cobrando forma al par
de mi latido igual que la matriz donde hallé vida
Mundo -casa sin órbita ni centro-
5 porque su
centro lo sería yo mismo Sol y planeta; a un tiempo
fuera y dentro gravitación y espacio a un tiempo
mismo
Y es mi casa esta ergástula mío
el cepo mío el martillo que remacha reja
10 mío
ser reo cuando soy testigo
Mundo que yo hice donde ya
no quepo (de su frontera cada vez me aleja) y cuanto
quiero ser es mi castigo
1978
—219→
A Susana Romero
De niña el horizonte tocaba mi ventana la
fe era toda yo como el canto era el pájaro la esperanza
era el nombre de otro juguete mágico y el amor tibia
esfera de besos estrellada
—220→
Crecí y el horizonte
huyó de mi ventana
5 y en el trayecto duende se aposentó
la música La esperanza traía en cada alba
un mensaje y el amor envolvía todo el papel de seda
Pero yo no sé cuándo pero yo no sé
dónde al volver de una esquina al regresar de un
sueño
10 el horizonte estaba de nuevo en mi ventana
La esperanza no era sino un juguete roto Y el amor
era un perro perdido cuyos ojos dos pavesas guiñaban
al pie de mi ventana
1980
—224→
Ella nació cuando
mi aceite consumía y alargaba mi llama presintiendo
el final de mi pabilo
Y se marchó una madrugada
dejando atrás como un vestido
5 de ángel
ahogado el ramo de sus párvulas auroras
Ella
nació cuando yo ya volvía la espalda a las
praderas y ahora ella duerme
10 mientras yo me pregunto
no si ella se ha muerto sino si es verdad que yo he nacido
1981
—228→
Duró el amor aún menos
que las sábanas Y era sin embargo todo el amor
que nos fuera concedido El grande amor que como hogar de
pobre no alcanzó a calentar todo el invierno
5
Pasó el amor -un potro envuelto en blancas llamas-
y el perezoso olvido y el dolor sin consuelo Pasó
el esperar desesperado
10 y quedó la esperanza
vaso que en el armario atiende agua del cielo
—229→
Pasó
el amor Quedó el recuerdo Y cuando sea recuerdo
todo
15 será que llega ya el momento de ser tú
misma olvido
1965
—230→
A Manuel Mantero
Mediodía
total el mundo era una llama Como el cristal sólo
éramos una luz entre luces Todo estaba tan cerca
que no existían caminos Y no existía la aurora
porque el ocaso no era
El sueño y la vigilia
ambos gemelo hechizo
5 bajo aquel cielo único inmutable
en su cúpula De pronto dobló el cielo su
faz Fue la distancia Y nos ató al tobillo la sombra
su fantasma
Doblado el cielo así en contrarias
mitades ya nunca volvió a unirlas sobre nuestras
cabezas
10 Y la luz dividida nos condenó a ser islas
Desde entonces el Número gobierna los dos cielos
Número tienen día y noche y amor y lágrimas
Y la sombra su Número mide por las preguntas
1972
—239→
...Estuviste tan cerca de mí casi como yo
estuve un tiempo de mi madre Tan cerca casi como un tiempo
de mí estuvo mi hijo (Carne con carne Pero las
sangres no se comunican)
5 Ni el carozo en la fruta ni
la semilla en tierra más cerca que tú un tiempo
Y sin embargo con un compás distinto tus latidos
midieron el tiempo aquel que te me trajo
10 mis latidos
—240→
el tiempo que de mí te llevaría Nadie
nunca estará más cerca Nadie Y al propio
tiempo nadie nunca tan lejos Porque quisimos encontrarnos
15 en el rincón del parque mágico que llamamos
amor y que cada uno encuentra sólo para saber
que se ha perdido el alma en el camino
1972
—249→
Todo de ti está lejos Bajo tus pies el barro es
una patria antigua de que eres fugitivo Lejos está
la luz del sol en tus pupilas y sólo ves tu sangre
cuando ella te abandona
Está lejos el grito que
te desgarra el pecho
5 Reclama en otro sitio quien te llama
su hermano Tu mano entre las manos del amado es ausencia
Tu mismo corazón bate tambor de lejos
Lejos
el agua está que te moja la boca La palabra que
ansía de una vez lavar tu alma
10 corre por un canal
de lejanos espejos
(Bien puedes muerte abrirme en un
millón de partes Lejos de ti sabrán de ti
como yo ahora ...Como un país que «sólo se
conoce en un mapa»)
1980
—251→
No los vi Ellos vinieron
a mi encuentro Mítica del color trasmutando la piedra
transida de tiniebla y de silencio Y se hicieron inmóviles
gemelos en espacio y en tiempo
5 roca sueño y bramido
en el punto sin dimensión del centro
No los
hallé. Viniéronme de adentro Crepúsculo
hecho forma primordial de la furia vértice encuentro
10 de ocultas lunas negras en el navío del cuerno
Bisontes de Altamira Espirales de sueño disparados
por el túnel del sueño o de la selva adentro
15 Yo no los vi Saltaron de mi centro tatuando la roca
con el secreto trueno de mi sangre Bisontes de Altamira
Yo no los vi Saltaron de mi adentro
20 De ese incendio
del barro que es la sangre Yo no los vi Vinieron a mi encuentro
1981
A José María Gómez
Sanjurjo, noble poeta y noble amigo
—295→
Quisiera desdormirme
y desandarme Quisiera desfirmarme y desdecirme Quisiera
devolverme y desllorarme Quisiera a veces desarrepentirme
—296→
Por largas avenidas des-soñarme
5 Los sueños
que olvidé desolvidarme Sombra volver el cuerpo
Desamarme Presentirme Saber dónde buscarme
Mi propio llanto y ser y así sorberme Y ser el metro
con el cual medirme
10 el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme
Quisiera alguna vez ser la cuchilla que me corta y saber
lo que ella siente . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
15 Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla
1975
—298→
Estuvo junto a mí desde el comienzo desde el tiempo
en que el tiempo no sabía Eran los tiempos de la
muchedumbre los tiempos de las frentes barnizadas
De tanta flor casi era aroma el alma
5 de tanta luz los
ojos eran soles y era tanta la música en el aire
que era un canto también cada palabra
—299→
Una
mañana desperté sin música sin luz
aunque había sol y sin aroma
10 aunque3 todas las
flores allí estaban Pero él estaba allí
Llenaba todo
cuando ya lo demás desvanecido
Le pregunté su nombre El Extranjero
15 No el extranjero
que te habita El que eres
1972
—304→
Corríamos
los dos cada uno por una orilla de la zanja por encima
de ella los ojos anudados ...Corríamos cada uno
por su orilla tendiéndonos las manos
5 engañando
miradas enviándonos sonámbulas caricias con
sentenciados dedos queriendo hacer de nuestras noches noche
día de nuestros días Corríamos a
lo largo de lunas y de auroras
10 sin detener un solo amanecer
sin encontrar la encrucijada que reconcilia los caminos
Alguna vez tendimos nuestros cuerpos tablas de salvamento
orilla a orilla e hicimos de ellos puente
15 ilusorio
Puente de los Suspiros creyendo que por fin se salvaba
el abismo o ver en su vacío el cielo en un festín
de permanentes luces
—305→
Pero alzados de nuevo nuestros cuerpos
20 cada uno en su orilla era otra vez la zanja la zanja
irredimible que cortaba las noches partía en dos
el día ...Prolongada hasta el fui de nuestra angustia
25 devoró nuestros cuerpos hizo de las palabras
ecos incomprensibles de las promesas campanada hueca
La última falsa estrella fue chispa en el rescoldo
de una fogata solitaria
30 en un lado cualquiera de la
noche
1978
—307→
A Vallejitos Y su pulso de sombra
He salido de casa tantas veces con esperanza o pena
con temor o alegría
5 o simplemente limpia la cartera
Con el sol dentro o fuera con el sol fuera o dentro
Con lluvia o viento adentro con lluvia o viento afuera
He salido de casa tantas veces y he cerrado la puerta
10 tan a menudo para volver a abrirla a una hora cualquiera
entre las veinticuatro Hoy salgo ya por ella dejando
atrás mis penas y las de los demás atrás
las esperanzas
15 mías que fueron de otros cualesquiera
de otros que fueron mías Me voy irremediablemente
y sin espera sola con esta nada entera
20 tan bien guardada
siempre se cerrará la puerta y nunca más
mi llave alertará el oído de alguien que
me esperaba para poner la mesa
1984
—327→
...Nadie
le bese porque en aquel instante los labios más
sangrantes mienten
Nadie lo mire porque en ese momento
toda mirada es vil como la que levanta la sábana
de la mujer parida
5
Nadie derrame lágrimas porque
la sed que lleva no le es bastante el mar que truena a
sus espaldas Y no le den la mano porque en esa hora cero
todas las cadenas
—328→
se rompen y se sueltan todos los
eslabones
10 y solamente el ciego desde el vientre materno
podría acompañarle sin oprobio ni escarnio
hasta el borde del último abandono y todo aquel
que guarda todavía un día de sol es un traidor
y un enemigo
15
1964
—333→
A Elvio, poeta del alma
trasterrada
Libertad no es un sueño Es poder
tener sueños El sueño es libertad El sueño
Aquello que te da pasaporte como hombre Nacido libre
nunca abdicarás un privilegio
5 que nunca has de
ejercer eterno pretendiente al trono del misterio Libre
en el sueño eres esclavo de tus sueños Condenado
a la pena de libertad sin tiempo no hay Genio que te ayude
10 porque tú mismo eres el siervo de la lámpara
Hombre la libertad no es tu indulto es tu condena
1978
—337→
Ni una mano resbala sobre tu vientre de
nicho saqueado ni unge tus cicatrices ni acaricia en tus
cráteres los huecos de tus ausentes vísceras.
Ni un suspiro levanta las alas de tu polvo, y reconoce
tu adolescencia de ceniza,
5 ni hay brisa que despeine la
geometría del rizo de una playa ni beso que humedezca
la sequedad irreversible de tu sexo. No hay una serpiente
que mida con su cinta nerviosa
10 la anchura de un camino
(Ni caminos: por eso es la soledad: no haber caminos).
—338→
Ni venado que pinte una sombra chinesca en tu parque
de huesos,
15 ni una nube que borde las costuras del aire.
(Ni una pareja amante que ablande con su abrazo
un trozo de tu roca, donde quepa una cuna...)
1949
—371→
...Soy un deseo de todo con la nada en el centro
preñez vasta de incendios que no llega a tizón
Un sueño vertical atado a un giro eterno Estrella
a la que un negro agujero absorbió
Este deseo
de todo que nunca llega a nada
5 restallar de infinitas
alas en mi interior Un río en las entrañas
y arenal en la lengua
Un sol bajo la frente y enfrente
sombra sólo Un ansia de ascensión crujiendo
en cada vena y el puño del planeta apresando mis
pies
10
1975
—374→
Para subir la llama devora su camino
Para llegar el río debe llenar honduras Para llegar
el viento debe saltar las torres Para rodar la roca debe
amar el suicidio
Yo criatura amasada con la tierra y
el agua
5 llevo en el pecho el viento y en la frente la
llama Quemo bosques de sombras para abrir un camino que
no sé dónde lleva ni en qué cielo amanece
El río que en mis venas tiene su miniatura
buscando el fin también se rebalsa impotente
10 y
en cada remanso con él detiene al cielo
Pero
quedar no es su suerte o su destino Debe seguir recuperando
su camino a costa de colmar despeñándose
abismos
1968
La flor no ve la luz Tan sólo
la presiente y en su sueño ella tiene la forma de
los frutos El pez no mira el agua Tan sólo la respira
Pero ella en uno solo le abre casa y camino enseguida
cerrados
5
El ave pez del aire qué es el aire
no sabe mas su ala en él modela escalinatas cúpulas
Y construyen caminos -ave y pez- de ellos sólo
tras su paso sellados sin memoria
—375→
Los caminos que
yo hice fueron todos usados
10 Caminos sicofantes ya pisados
por otros preñados cada instante de ajenas aventuras
Pero aquellos caminos que hice con propias llagas
en la memoria crueles grabaron jeroglíficos que
yo tan sólo descifrar podría
15 . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . ...Su clave la he perdido
1968
Antes
de que supiera qué era tiempo el latido de la sangre
contaba mis noches y mis días Antes de que supiera
qué era dolor el golpe de la sangre materna su campana
teñía
Antes de que supiera del aire que
me encierra
5 el llanto abría la puerta para el primer
suspiro Fue el llanto antes que el canto Supe lo que era
lágrima mucho antes que en mis labios fuese aurora
la risa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Y fue la luz
partida y la sombra en pedazos
10 Y para ver la tierra me
taparon los astros y para ver los astros se me escondió
la tierra
1982
—380→
Quiso el tiempo mirarse en un
espejo y se puso mis ojos Quiso tener reloj para sus
sueños y se vistió mi cuerpo
5 Quiso dar
un nombre a su cosecha y me dio voz y acento
Y fui
tiempo vestido de mujer: hipotecado tiempo que termina
10 mirando al tiempo que no tiene término.
...Me
dio el amor para seguir mirándome sin mí
en otros espejos
15
1951
—384→
Mi beso es muchedumbre.
Con él te sellan siglos y estaciones, te condecoran
légamos y nubes. Se reencuentran en él
los valles con la cumbre:
5 el ojo del pavón con
la amapola. Mi beso es una escala por donde un mundo sube.
En él se juntan rugidos y laúdes. Cigarras
y serpientes,
10 abejas y escorpiones se confunden. En
él están Lázaro y Judas, mártires
y asesinos su médula resumen. Arden en él
los que vivir esperan; los que esperan matar, en él
se encubren.
15 Mi beso es horca, es látigo, es cadena.
Mi beso es muchedumbre. El puñal del rufián,
la espada del valiente, en él juntan relámpagos
y herrumbres. Cuando digo besar, digo legiones.
20 Y el
nombre de mi beso es muchedumbre.
1935
—385→
La más
larga mirada no detendrá la nube Ni la sed más
intensa brotar hará el arroyo Me lo dijo tu voz
volviendo hacia sus fuentes dejando en piedra el cauce
del latido
Una pequeña herida puede agotar la
sangre
5 ausencia irremediable puede tragar todas tus
lágrimas Me lo dijo tu beso descolgándose
de tus labios cayendo en el silencio
...Como la última
fruta cayendo de la rama
10
1938
—386→
Un camino de
música me llevó hasta tu alma. Hasta la orilla
tuya de mi muerte que es tu alma. ¡Oh camino sin surco
como vuelo del ala! ¡Oh camino sin rastro como de estrella
en agua!
Un camino de música. Un camino que canta.
5 Como el mar. La más mía e imposible jornada.
Como el hilo de luz de mis ojos a Alfa. Un camino de
música me llevó hasta la playa
secreta
de tu alma que es mi alma, es el alma tuya que yo conozco;
en que yo te miraba.
10
¡Orilla en que los astros se
cuajan en el agua hechizada del beso, para surgir de entraña
hechos mirada de hijo! Yo
llegué hasta tu alma, hasta la orilla misma de mi
muerte.
15 Y
no estabas.
1938
—390→
...Una lluvia delgada se iba
al brazo del viento a ras de las colinas arrecidas. El
pálido viaducto se inauguraba puente sobre un hilo
de agua turbia y fría.
Y el camino que hiciste
ya quieto, se alargaba
5 atando a tu pisada mi irrestañable
herida.
(Ya hermano de la lluvia buceando despacio
en pos de la raicilla; hermano de la niebla otoñal
que el paisaje, gárrula, opaliniza;
10 hermano
de la sombra reptante en cada hueco, allá, sobre
el repecho, mi soledad dormías...)
El sendero
a mi herida atado como húmeda venda, cruel, se retorcía.
Más que camino, arroyo de imposible mañana
15 que hasta mi corazón, largo, fluía.
Negro, un ciprés cabeceaba. La lluvia asperjeábale
la frente pensativa. De los cuatro costados de la tarde
mojada la noche ya colgaba sus lívidas cortinas.
20
¡...Gotas que mojarían tus párpados
cerrados! Sobre mi corazón, lentas, caían.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .
. . . . . . . . . La llovizna delgada se iba en brazos
del viento a ras de las colinas arrecidas.
25
1937
—416→
La tierra es una joven pantera aletargada. Es el cielo
terrible como una boca amada.
Y no puedo olvidarte,
y no puedes besarme.
La luna se desnuda detrás
de la arboleda.
5 Y tus labios me sueñan un calofrío
de seda.
Y no puedo esperarte, y no puedes llamarme.
—417→
Cómplice flor constela la densa enredadera.
Tus manos, flores que perfuman mis caderas.
10
Y no
puedo gritarte ni puedes desnudarme.
La noche densa
como tu carne deseada. Boca tibia con dientes de luna fatigada.
¡Y no puedes besarme,
15 y no puedo olvidarte!
1938
—431→
...Desde el otro costado de mi sueño,
llamabas. Yo sentí mis pies como una flor queriendo
crecer entre tus grietas. Con tus ojos, cemento de la noche,
ciega de trueno y sal, me releías.
5 Con tus garras
inertes y desnudas mi ignota música tañías.
Con tus labios de frío, musgo y luna, la piedad
de mi sombra relamías...
Por las tardes, morada
de silencio,
10 trágicamente larga de soledad,
igual que un brazo tu sombra se estiraba para tomar, inerte,
un espejo de sal, un pliegue yerto del paño nazareno
de las aguas.
15
Inútilmente me llamaste; inútilmente,
desde la costa opuesta de mi infancia. Nos separaba,
caudaloso, un río de temor hecho distancia.
—432→
Pero yo llevo tu nostalgia
20 como un perfume a musgo,
como un gusto de sombra en la garganta. Tu recuerdo,
lunada y ciega amiga, en mi crepúsculo se alarga
para prender, inútilmente,
25 en mi pecho el espejo
perdido de mi infancia.
1949
Negro, sordo cantil,
me vi ser playa, hamaca y cabezal de la mar viva. Y
a cada instante sobre la almohada de esta playa a morir
vinieron naves
5 de equivocado rumbo, errada carga, y
de cambiados nombres.
Ciega playa, ciega de luna y
de desvelo, crujió mi corazón bajo su sombra,
10 huérfana sin cesar de su llegada, ausente eterna,
inalcanzada patria de su mágica, de su soñada
estiba.
—433→
...Yo era playa
15 Junada en que cantar pudiera
el sueño. Y me veo alta, prendiendo las banderas
más rápidas del viento, cantil de piedra
amarga. Playa amor de la mar, me miro sola,
20 alto cantil,
torre cerrada para el más esperado de todos los
mensajes. Sus barcos más amados la hallan falsa.
Sus más ansiadas velas sin rozarle las sienes
le naufragan.
25
1949
—436→
Estoy siempre volviendo.
Volviendo siempre y cada vez más lejos. De regreso
imposible al lar ignoto En donde esperan un corazón
que es mío, y que no duele;
5 una herencia sin nombre
que es mi nombre. Estoy volviendo siempre. Volviendo
a aquella que quedó muy lejos; no sé cuándo,
ni dónde: al volver de un camino, una mañana
10 al despertar, no sé... Volviendo a aquella
que prestó su ansiedad a estos poemas, que sus
palabras son, mas no su acento. La que prestó el
costado a estas heridas
15 que son su sangre, y sin embargo,
no son su dolor último, su secreto dolor, el verdadero.
Que prestó su pupila a este paisaje,
—437→
que no
es, no obstante, su jornada.
20 Siempre estoy de regreso,
y siempre lejos, ¡oh canto, oh sangre, oh tierra de mi
viaje! El barco que creí barco, era una isla.
La vela que creí vela, se hizo pájaro.
1951
—437→
...Quiero tus ojos, atalayas ciegas denunciando
recónditos navíos; puentes por donde hasta
mis pulsos llegas a depurar inéditos rocíos.
Quiero tu mano, tu asombrada rosa
5 que de su tallo
en sueños fugitiva hace su anillo de la nebulosa
y del ala remota su cautiva.
Quiero tu boca, cercenada
aurora en donde el hierro del dolor se oxida
10 y el culmen
del clavel fija su hora.
Quiero tu voz, campana de mis
venas, alta en la torre de mi atardecida, durmiendo espinas,
floreciendo arenas.
1953
—440→
Soy tierra abierta en
cauce y en ribera para abrazar tu desatado río.
Secreto de tu forma en tu carrera. Siénteme florecida
en tu albedrío.
Soy vaso en que tu sal y tu pavesa
5 transmutadas en miel te da mi herida. Soy la aurora
que a tu isla vuelve ilesa. Siénteme en tu esperanza
renacida.
Soy tu dolor de ayer, que suavemente cambia
su faz para crecer futuro.
10 Siénteme flor y fruta
que te nombra.
Soy tu arena dormida hecha simiente.
Siénteme, corazón, remanso oscuro, sobre
la mansedumbre de tu sombra.
1953
—442→
«...Le dirás
que he salido...» Alfonsina Storni
...Cuesta dejar
la casa. La casa a que acercaron sus labios los rosales
y se inclinó una estrella.
5 La casa que tenía
la dimensión del alba, y, casi, casi, el mismo tamaño
del anhelo.
La casa por la fiesta total transfigurada
hasta irradiar en ascua, reverberar en nardo. La casa
en que los sueños hallaron su sentido
10 y exacto espejo
el sueño de la integral caricia,
Cuesta dejar
la casa donde el dolor cantaba y donde hasta las lágrimas
eran sorbo propicio. (Hasta el rincón postrero hubo
una suave lámpara, y perfumó la ofrenda de
una caliente rosa...)
15
—443→
Cuesta dejar la casa para ir
por los caminos desnudamente grises donde la piedra
crece su ciega profecía y el agua nunca canta. Y
sin embargo,
Y sin embargo, oh fibra oh sangre, oh carne,
20 tú lo sabes: el tiempo está ya cerca en
que al llamar a la rajada aldaba, una voz, desde el otro
costado de la vida responderá por ti: ¿No lo ves?...
Ha salido.
25
1953
—445→
...Ya te has visto al doblar
de tu jornada, inútil paz sobre tendal de sueños.
Alto planea el halcón del desencanto sobre el
trigal segado de la tarde.
Ya te has mirado, rosa sin
mañana,
5 crucificada de albas imposibles. Desangradas
saetas del recuerdo te florecen la sien. Alba nonata,
tu muerte muere de soñar consigo. (Ramo de luz
desflorecido en agua)...
10 Todo tu corazón, sellado
cáliz.
Y, para un sorbo estéril, fermentado.
Mientras, a rastras de tu voz cansada la niña
sin crecer en ti solloza.
1954