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Poesías completas

Josefina Pla



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ArribaAbajoPrólogo

Esta escritora de primer orden, que pudo destacarse ampliamente entre sus iguales y ser una figura representativa en cualquier patria donde la inteligencia y el talento al servicio de una conciencia incorruptible constituyen un honor, prefirió quedarse a trabajar en su humilde retiro paraguayo, porque su vocación y su fe, su amor por esta tierra de su destino, son más fuertes que toda efímera ambición.

A su gloria personal, prefiere el anónimo heroísmo de los que construyen un arte en el desierto. En este terreno arrasado y semibaldío que en la cultura de América representa la poesía paraguaya, la poesía de Josefina Pla -junto con la de Hérib Campos Cervera- ha devenido escritura viva y fundadora de su renacimiento actual. Esta es su gloria más pura y perdurable.

Augusto Roa Bastos



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ArribaAbajoNota preliminar

Itinerario poético de Josefina Pla

Josefina Pla llega al Paraguay en febrero de 1926. Es una mujer joven, recién casada con el artista paraguayo Julián de la Herrería, a quien habría conocido en su España natal, en una ciudad sobre el Mediterráneo: Villajoyosa.

A poco de llegar, comienza a colaborar en los diarios y revistas de Asunción con textos literarios, especialmente poesía. En los años 20, una nueva generación ha hecho su aparición en la literatura paraguaya. Sus jóvenes integrantes tienen una actitud fervorosa ante la creación literaria, se sienten hermanados en el arte y en la vida. Vinculados al Modernismo, admiran profundamente al autor de Cantos de vida y esperanza, Rubén Darío.

Pero ya no son los tiempos del Decadentismo, el Parnasianismo, el Simbolismo. Inquietudes existenciales diferentes, condiciones histórico-sociales nuevas contribuyen a definir el perfil de la joven literatura. Con la perspectiva de los años pasados desde entonces, parece indudable que con ellos se constituyó una nueva sensibilidad, incluso una nueva poética. En esos años aparecen varias revistas, la principal de ellas, el quincenario JUVENTUD, cuyo último número aparece en diciembre de 1926. Tres meses antes, se publicaba en ella un artículo de César Vallejo. Los nombres más destacados en la poesía joven de la época: Heriberto Fernández, Batti lana de Gásperi, Pedro Herrero Céspedes -todos ellos destinados a morir en el esplendor de la juventud-, José Concepción Ortiz, Vicente Lamas. Y con ellos, Hérib Campos Cervera y Josefina Pla.

En la historia de la poesía paraguaya estos dos poetas están destinados a ser los iniciadores de una nueva etapa: la moderna y   —12→   contemporánea. Entretanto, sus poemas registran todavía, el gusto imperante bajo la influencia de los maestros modernistas. Sin embargo, pese a ello, se advierte una nueva sensibilidad y se utilizan recursos expresivos que van más allá de los esquemas tradicionales del Modernismo. Aquel grupo pasaría a ser conocido tiempo después como el de los postmodernistas.

De aquí arranca la presencia pública de Josefina Pla en la poesía de lengua castellana, en particular en la paraguaya. Si bien en sus orígenes tal vez pudieran rastrearse influencias como las de Baudelaire y algún otro simbolista, es dentro de las coordenadas estéticas de los años 20 donde se desarrolla su creación poética hasta lograr un punto de tensión anímica y de expresividad excepcionales.

Su única publicación poética en esa etapa será El precio de los sueños, un volumen más de cien páginas que aparece en 1934. Los últimos poemas del libro, escritos alrededor de 1932-1934, parecen condensar los elementos significativos de su poesía y al mismo tiempo apuntar hacia otros ámbitos estéticos. Efectivamente, pocos años después, Josefina Pla será una de las figuras centrales del movimiento de renovación poética, junto con Hérib Campos Cervera.

En 1934 Josefina Pla viaja a España con su marido. Tres años después, estalla allí una insurrección militar contra el gobierno republicano y Josefina, que pierde a su marido en 1937, regresa al país. Aquí coincide con Hérib Campos Cervera, recién reincorporado a la vida cultural del país, que paralelamente realiza también un trabajo de animación de la creación poética.

La poesía de Josefina Pla congrega a los jóvenes escritores y poetas de la generación del 40, particularmente a los que forman el grupo Vyá raity. La intensidad y el rigor de su obra poética no son casuales. Poseedora de una vasta cultura, si bien la poesía no se constituirá nunca para ella en una actividad excluyente, está siempre en el centro de sus preocupaciones.

  —13→  

De esta época son algunos poemas capitales, muchos de los cuales se hallaban dispersos u olvidados y nunca habían sido incorporados a su acervo bibliográfico.

Durante las décadas del 40 y del 50, Josefina Pla no publica ningún libro poético nuevo, pero sigue produciendo poesía de muy alta calidad. En 1960 aparecen algunos de esos textos reunidos en la plaqueta El precio de los Sueños. A partir de entonces va publicando, primero en pequeños cuadernillos, y luego en volúmenes de mayor porte, sus poemas de diversas épocas.

La reunión en un volumen de la totalidad de sus títulos poéticos editados hasta hoy, a los que se agrega uno inédito, tiene el propósito es de ofrecer el conjunto de una labor realizada bajo el signo de la intensidad y el rigor estéticos y que ofrece uno de los más valiosos testimonios de vocación poética que existen en nuestra lengua.

Esta edición

La presente edición reproduce los textos tal como aparecieron en sus ediciones originales, salvo algún caso en que la propia autora indicó alguna modificación. Siempre que se ha podido, se indica al pie de los poemas la fecha de redacción.

Miguel Ángel Fernández

Universidad Nacional de Asunción






ArribaAbajoEl precio de los sueños

  —28→  


ArribaAbajoEl viajero


...Y, de pronto, el viajero
surgió. Sobre el sendero
sus pies dejaban pálido,
fosforente reguero.

Vio mi mano en oferta,  5
y dijo: -¿Es para mí?-
(Yo no sé si despierta
o en ensueños le oí).

...Extasiado, mirándole
los ojos, se lo di...  10
¡Poder no pensar,
poderse abandonar,
como el pétalo al viento,
como al fuego el sarmiento,
como la astilla al mar!  15

  —31→  


ArribaAbajoCaminito escondido


Caminito escondido
que te embozas en sombra
y con grama te alfombras,
y al silencio haces nido:

Caminito escondido:  5
eres humilde y breve,
y tu surco es muy leve
entre el bosque tupido.
—32→

Medio sol de mañana,
un poquito de luna,  10
un hilo de fontana,
son toda tu fortuna...

¡Poco tienes, sendero
enflecado de sauces,
mas tú sabes, camino,  15
que breve, pobre, austero,
en sombra, eres el cauce
de un designio divino.

También1 yo sé, camino
que, aunque corto y umbroso,  20
te vio el dolor celoso
y el amor adivino;

que alguna vez, acaso,
pudo encontrarte al paso
el hada de la suerte,  25

y que, en noche sombría
o en el claror del día,
te sabrá hallar la muerte!

  —52→  


ArribaAbajoEl amor realizado


XII


El amor realizado es un sorbo de muerte
que nos pasa los labios, que se filtra en las venas.
El alma que nos cambia es más ancha y vacía:
más triste y más sedienta, la boca que nos deja.

Dentro del corazón, alárgase una sombra  5
cada vez que los labios su antiguo vaso llenan.
El amor realizado aguza en nuestros ojos
del imposible anhelo la trémula saeta,
y es paso que prolonga, en cruel hechizo mágico,
ante la planta laxa la cansadora meta...  10

(Amor: perfecto guía para ir al encuentro
del dolor apostado al fin de cada senda...

  —54→  


ArribaAbajoSueño


XV


A María Delgado Rodas


...Sueño que fuiste impulso de mi latido,
y alas en mi anhelar:
Te mata la vida que nutriste,
como la flor el fruto nacido de sus galas.

Afán que me hechizaste de tan triste,  5
pensamiento clavado
en mis frágiles pulsos; estilete sutil:
a esa punta que hincaste pereces, traspasado.
Loco sueño disuelto en mi sangre febril:
¡esa sangre te ahoga!  10
...Morir te miro, ensueño
—55→
que fue yo toda -como fue tronco toda hoguera,
y charco toda nube- en un trasvasamiento
imperceptible, blando, como un deshojamiento de rosa,
en un temblor de atravesada mariposa.  15

Morir te miro, ensueño,
como el árbol mirara arder el vicio leño
cortado de su rama, o pudrirse la hoja

de cuyo muerto libre saldrá la yema roja.
Morir te miro, ensueño,  20
y tu postrer tristeza es ya casi alegría,
¡y tu último suspiro es ya casi esperanza!

...Hoja muerta, que vuelves a la tierra madura:
¿en qué capullo nuevo, húmedo de ternura,
renacerás mañana, ensueño en agonía...?  25

  —68→  


ArribaAbajoFuimos, en sueños compañeros


Fuimos, en sueños, compañeros:
la vigilia no nos unió.
¡Sólo en los sueños traicioneros
su pie a mi paso se ajustó!

Labios gemelos en el ansia:  5
¡no unisteis nunca vuestro ardor!
Pupilas, astros de constancia:
¡nunca rimasteis un fulgor!

Jamás la diestras se estrecharon;
los labios sedientos no hablaron;  10
pero el juramento existió.

Nunca las bocas se besaron;
¡de los besos que no quemaron,
brasa fue el doble corazón!

  —73→  


ArribaAbajoSoy


Carne transida, opaco ventanal de tristeza,
agua que huye del cielo en perpetuo temblor;
vaso que no ha sabido colmarse de pureza
ni abrirse ancho a los negros raudales del horror.

¡Ojos que no sirvieron para mirar la muerte,  5
boca que no ha rendido su gran beso de amor!
Manos como dos alas heridas: ¡diestra inerte
que no consigue alzarse a zona de fulgor!

Planta errátil e incierta, cobarde ante el abrojo,
reacia al duro viaje, esquiva al culto fiel;  10
¡rodillas que el placer no hincó ante su altar rojo,
mas que el remordimiento no ha logrado vencer!

Garganta temerosa del entrañable grito
que desnuda la carne del último dolor:
¡lengua que es como piedra al dulzor infinito  15
de la verdad postrera dormida en la pasión!

Haz de inútiles rosas, agostándose en sombra,
pozo oculto que nunca abrevó una gran sed;
prado que no ha podido amansarse en alfombra,
¡pedazo de la muerte, que no se sabe ver!  20

  —75→  


ArribaAbajoAmanecer


A Gastón Figueira


se curvó sobre el ancho campo reverdeciente.
A la abismal succión del azul transparente,
agriétase la carne de un ansia germinal.

Y a la blondez purísima de su desnudez tierna,
la mísera corteza se nos cuartea en congoja,  5
y un sollozo nos sube desde la honda cisterna
en sombra donde el párpado su penitencia moja.

El dolor de las alas imposibles
nos curva más bajo el cansancio irredimible
que se adhiere a la carne dolorosa:  10
y en la punta de una hoja, radiante y temblorosa,
la gota de rocío
nos finge aquella lágrima inefable
en que, por fin, pudiera el alma miserable
volcar la última gota amarga del hastío.  15




ArribaAbajoLa raíz y la aurora

  —85→  


ArribaAbajoTus manos


De las más hondas raíces se me alargan tus manos,
y ascienden por mis venas como cegadas lunas
a desangrar mis sienes hacia el blancor postrero
y tejer en mis ojos su ramazón desnuda.

En mi carne de estío, como en hamaca lenta,  5
ellas la adolescente de tu placer columpian.
-Tus manos, que no son. Mis años, que ya han sido.
Y un sueño de rodillas tras la palabra muda-.

...Dedos sabios de ritmo, unánimes de gracia.
Cantaban silenciosos la gloria de la curva:  10
cadera de mujer o contorno de vaso.

Diez espinas de beso que arañan mi garganta,
untadas de agonía las diez pálidas uñas,
yo los llevo en el pecho como ramos de llanto.

1939




ArribaAbajoImposible


Vaciarme de paisajes, olvidarme caminos,
reedificar el arco de tu desnudo día.
Borrar tus ojos, sendas de mi llagado sueño,
y engriar en mi sangre tus dos terribles manos.

(...La estatua que he vaciado en soledad, volverla  5
raíz y musgo en tierra, canto y ala en el aire).

...O, en la antípoda lluvia de mi aherrojada llanto,
hacer cantar el muerto pájaro de tu beso.
Tornar a las cenizas las flechas de la llama,
—86→
reenhebrar en las venas el hilo del suspiro.  10

Y del dolor crecido, monstruo y criatura mía,
hacer de nuevo aquella sonrisa que en tus labios
me bautizaba tuya, con el nombre más mío.

1939




ArribaAbajoConcepción


Me tendrás a tu lado. Me besarás. Y luego,
como al moreno cántaro que espera al fin del surco,
a mi sumiso cuerpo se alargarán tus brazos.
Se saciará tu sed: la exigua sed de un hombre.

De mi lecho después, en largas madrugadas  5
hacer creerás el blanco camino del olvido.
Y sin embargo, ciego piloto de mi entraña,
conmigo habrás llegado por una noche sola,

a la encantada playa donde no está tu muerte.
Por el nocturno río caliente de mi sangre  10
irán tus ojos lejos, para jamás volverse,
tu voz prenderá en roca para perennes ecos.

Tú no lo sabes, hombre, tú no lo piensas, ciego.
Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo nauta!
el puerto de que zarpen las naves de otra aurora.  15

1939




ArribaAbajoCómo


Ay, cómo abrirte este dolor de llaves,
en soledad de pulso amurallado.
Lo que ya se llevaron, cómo darte,
sueño, renunciación, ausencia, olvido.

Cómo franquear a tu claror las puertas  5
tras las cuales murió crucificado
cada latido virgen de tu nombre,
desposado no obstante de tu imagen.

Cómo agotar la senda de la ausencia,
el rumbo del viaje jamás hecho,  10
las jornadas cautivas del suspiro.

Ay, cómo en ascua recobrar ceniza,
y de la piedra absorta hacer el nardo
que se encienda a la orilla de tu sangre...

1953

  —89→  


ArribaAbajoDesde cuándo


...¿Desde cuándo marchabas a mi lado,
desde cuándo...? Tus pasos
¿desde cuándo, en la noche, aproximándose,
ocultos tras de cada latido...? ¿Desde cuándo...?

¿Desde cuándo, en la noche, por los valles sin nombre,  5
rastreando mi angustia?
Y tras de cada puerta abriéndose, y de cada
recodo el camino, ¿desde cuándo?

¿Desde cuándo tus sienes en las salvias
del reposo tranquilo?  10
¿Desde cuándo tus brazos en los cálidos ramos
del viril eucalipto, bajo las siestas altas?

...¿Y desde cuándo el pedregal desnudo;
desde cuándo el desierto irredimible?
¿Desde cuándo la brasa los párpados;  15
esta sed, desde cuándo?
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...¿Desde cuándo este siempre irrevocable;
esta muerte creciendo, desde cuándo...?

1953




ArribaAbajoDesnudo día

  —97→  


ArribaAbajoEn el paisaje nuevo


En el paisaje nuevo en que estarás conmigo
reposará la tarde como una flor caída.

Nos habremos deseado
tanto, que el beso habrá muerto.

Yo lo veré en tus ojos, maduros de otra sombra.  5
Ojos de un valle ausente. Ojos con otra luna

Entre los dos corazones
llorará tu voz antigua.
—98→

...Una tarde peinada con una raya oscura.
Tú tendrás la mitad más dulce de la vida.  10

Las camelias de tu boca
morirán en otro tiempo.

...Y aquella tarde mía, ya no será la tuya.

1936

  —100→  


ArribaAbajoTrópico


Amargas lunas mates de estero hechizan, muertas,
noches de frutos altos y de tácitos vuelos.
Ríos de cocodrilos y de tortugas lentas
descaman las estrellas de un calcinado cielo.

En urgencia arterial, por roja tierra tibia  5
discurre el agua madre de las inundaciones,
mientras corolas túrgidas como sexos encienden
la lámpara votiva de las insolaciones.

Carnívoros estambres, piedras que encierran astros;
troncos que se hacen nudo mortal bajo agua quieta;  10
peces de aguda voz, aves de mudos rastros.

La Cruz del Sur, guardiana de sus misterios, arde,
cual cifrando en su acorde de siderales neones
la música del mundo en su primera tarde.

1938

  —105→  


ArribaAbajoSueño de sueños


Secreta noche herida de menguante
cae donde no hay agua ni tierra.
Marcha a cortar el filo de la luna,
mis raíces, que están donde no estuve.

...Traerán mi corazón, negra violeta  5
que se durmió en la orilla de otro sueño.
Lo he de llamar y no sabrá su nombre.
Me ha de cantar, y no he de comprenderle.
—106→

Y llevaré, camino en mediodía
de veinte cielos con opuestos soles,  10
mi angustia en veinte voces sin mi sangre.

He de llorar mil años sin mi llanto
y he de dormir mil años sin mis ojos
noche con veinte pétalos de luna.

1938

  —109→  


ArribaAbajoEl soneto de tu voz


Blanda en mi entraña, como tibia lluvia,
beso aplastado corazón a vena;
tiembla en mis ojos, como sol en río
tañe en mis pulsos dolorida plata.

Pincel que te dibuja estremecida  5
rama en el agua azul de mis anhelos
pasa por mí, y se lleva mi dulzura
como un rayo de luz que fuese abeja.

Ave a quien le nací con viento y nido,
su ala sabe el curso de mi arroyo,  10
y en el ángulo agudo de su vuelo

-punta de corazón hiriendo en flecha-
una gota de sangre nueva siempre
recarmina las rosas del deseo.

1939




ArribaAbajoRostros en el agua

  —113→  


ArribaAbajoTodo comenzó en el espejo


Todo comenzó en el espejo.
En la palma indiferente del agua
la nube fingió islas, cimientos el arco iris.
Todo comenzó en el espejo.
En el cielo engañifa de la charca  5
la rama empolló el huevo de la luna;
cosió el pájaro un velo con costura perdida.

Todo comenzó en el espejo.
La estrella guiñó mintiendo al pez incauto;
la luna escribió música que no despertó a nadie.  10

Y en el espejo una mañana
reconoció el viajero su secreto fantasma,
se vio pómulo2 y sien,
pupilas de agua para siempre cautiva,
frente como una lápida de sí mismo.  15
Se vio por fuera, se olvidó por dentro.
Y comenzó a clasificarse
según color y pelo.

Y los amantes murieron por él dos y tres veces,
y los viejos gustaron anticipada la agonía,  20
y el hombre del color perdió patria y amigos,
y la belleza vendió a su esposo el sueño.

-Todo comenzó en el espejo-.

  —114→  


ArribaAbajoTan sólo


...Tan sólo una mirada,
una pupila sólo para todas las cosas.
Para la aurora y el ocaso,
para el amor y el odio,
para el amante y el verdugo,  5
la paloma y la víbora,
la estrella y la luciérnaga.
—115→

Solamente unas manos
para el cáliz y el látigo,
para la rosa y para el cacto.  10
Solamente unas manos
para la arena y el rocío,
para mecer la cuna,
y acariciar la sien del esperado,
y abrir el último agujero.  15

Una boca tan sólo
para el beso y el grito
y para la oración y la blasfemia.
Para el suspiro y la mentira,
para el perdón  20
y la condena.

Y tan sólo una sangre
para escuchar el tiempo,
para regar los sueños,
para comprar la herida y la agonía,  25
y destilar las lágrimas.

Ah, tan sólo una sangre
una boca, unas manos,
una mirada solo.

  —118→  


ArribaAbajoDéjame ser


Deja llevarme mi última aventura.
Déjame ser mi propio testimonio,
y dar fe de mi propia
desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,  5
apretar en mi oído los pasos de la lluvia
borrándome el adiós definitivo.

Déjame naufragar asida
a un paisaje, una nube,
al vuelo humilde de un gorrión,  10
a un brote renaciente,
o siquiera al relámpago
que abra en dos mi último cielo.

Sujétame los brazos.
engrilla mis tobillos,  15
empareda mis párpados.
Pero tatuada una flor en la pupila,
crucificada un alba debajo de la frente,
acurrucado un beso en la raíz de la lengua,
déjame ser mi propio testimonio.  20




ArribaAbajoLas puertas


...Un cerrarse de puertas,
a derecha e izquierda;
un cerrarse de puertas silenciosas,
siempre a destiempo,
siempre un poco antes  5
o un momento demasiado tarde;
hasta que solo queda abierta una,
la única puntual,
la única oscura,
la única sin paisaje y sin mirada.  10




ArribaAbajoInvención de la muerte

  —123→  


ArribaAbajoEsa sombra


La veréis alargarse cada vez como un agua vertida
sin remedio
como un manto cayendo despacio de sus hombros
como si fuese él mismo arrepentido que quisiera
volver sobre sus pasos  5
-reptil de limpia muerte sin cadáver-

La veréis ahilar su arroyo
sobre un suelo
por siempre horizontal a la aventura
—124→

Y será también la única  10
que dormirá con él reconciliada
con la sombra total
de que se desgajó
enemiga de todos los espejos un día.




ArribaAbajoNadie le empuja


Nadie le empuja Nadie lo retiene
nadie le advierte nadie le cede el paso ni le espera

Indiferentes
le ven pasar con su sentencia
oculta como un zorro robado en la cintura  5
royéndole hasta el hueco de los dientes

Nadie le impide el paso ni le espera
porque todos quisieran ser los últimos.

Nadie le toca. Nadie
le empuja. Llega solo  10
llenándose sin nadie del silencio
de todos los que llegaron antes
tapiándose de nombres olvidados
y de palabras sin respuesta

Llega solo  15
nadie le empuja nadie le retiene
porque todos quisieran ser los últimos

  —125→  


ArribaAbajoDe noche


Pasos
De noche
En una noche cualquiera
Bajo la noche Pasos, que tendrán la misma
medida de tu pulso  5
Una ráfaga leve pasará presurosa
alertando a las hojas para un color distinto.
Y se arrepiente el álamo de levantar tan alto la cabeza
y el agua de su júbilo por correr cuesta abajo
Y queda al descubierto el hueco  10
por el cual caen todos los latidos
Pasos que sonarán como reloj que se despierta
de su sueño enmohecido
señalando una hora que ya no es de este tiempo
Los pasos de quien vuelve a reclamar su casa pedir  15
su vieja cama
la percha abandonada donde colgó su último anhelo
una noche cualquiera Por la noche
Los pasos desde un sótano que nunca hemos abierto
Pisadas por las cuales pasan  20
de largo todas las visitas que aún se esperan.
Pasos que volverán De noche Cualquier noche bajo
la noche... Pasos

  —129→  


ArribaAbajoAprenderás que hay muertos


Aprenderás que hay muertos diferentes
Los hay inquietos como luciérnagas ingenuas
despertando a la noche para un juego de luces que
sólo existen en su sueño
y son tan inocentes que no debieran haber muerto  5

Los hay indiferentes como cruces caídas cara el cielo
porque no esperan ya ni el recuerdo que se echa
como un mendrugo al perro desahuciado

Muertos un poco locos de esperanza Los muertos
que creen en la palabra que les dieron  10
y que acercan su oído de arena a los vientos nocturnos
esperando escuchar su nombre en toca de otros muertos

Muertos de ceño torvo Los muertos acreedores
que no quieren saber que han muerto muerto muerto
y pegan sus manos como estrellas de un hueco mar  15
sobre el pecho del durmiente
y desvían un poco en el reloj del corazón la manecilla

Muertos ya todos polvo Muertos ciegos de muerte
Muertos de sí mismos vaciándose
que están ya más cerca que nadie de la vida  20




ArribaAbajoSatélites oscuros

  —133→  


ArribaAbajo...Y esta fue la tarea


...Y esta fue la tarea. Y fue la empresa esta
Crear tus propios amos tus tiranos ocultos
Con tu más delicada sustancia vaciar los duros labios
que habrán de sentenciarte
las manos implacables que apretarán tus grillos  5
Suscitar uno a uno los fantasmas sedientos
que tan solo tu sangre aplacará en lo oscuro
Crear tus propios cómitres alimentar el músculo y el nervio
de tus propios verdugos
hasta hacer de tus nervios el látigo de tus labios cuchillo  10
martillo de tus pulsos que remache las cuñas
Despertar en tus venas uno a uno
los sabuesos que habrán de vigilarte
entregar una a una las llaves que abran paso
a huéspedes sin rostro  15
que en largos conciliábulos al pie de tu silencio
torcerán los cordeles apretarán los nudos
Esta fue la tarea Venderse cada día
por un platillo de lentejas
por un licor impuro  20
hasta que enajenado
el mundo de tus sueños hasta sus hitos últimos
empezará tu propia cacería

...Este fue tu designio
Esa fue tu tarea lenta pero segura  25

  —134→  


ArribaAbajoLibre


Libre para nacer sin elegir el día
libre para besar sin saber el porqué esta boca y no otra
libre para engendrar y concebir lo que ha de traicionarte
libre para pedir lo que después te será inútil
libre para buscar lo que mañana ya no tendrá significado  5
libre para morir sin elegir el día
libre para pudrirte sin escoger el sitio
libre para volver al polvo sin memoria
libre para seguir el rumbo de la raíz pequeña
libre para mirar al sol que no te mira  10

Libre para nacer sin elegir el día

  —139→  


ArribaAbajoUnos labios


Nunca playas más resbaladizas
nunca acantilados más subitáneos
nunca peldaños menos seguros
nunca grutas más dadas a cobijar serpientes
nunca ríos de más traicioneros vados  5
nunca lagunas de más fondo
nunca tambladerales más hábiles para tragar sus víctimas

Y un gemido los cierra para siempre jamás
y se llenan de tierra como una maceta oscura
y les crece en el centro la implacable respuesta de una raíz  10
Y sus gritos más largos convergen en la punta
de una brizna minúscula de verde

  —145→  


ArribaAbajoHeredero


De la sal y del musgo del ala y de la espuma
del sol decapitado que amarillea las frutas y las hojas
y arremete al guijarro a mediodía
con su ariete de fuego y de silencio
a través de mi sangre  5

De las auroras solitarias
y los ocasos que son como sentencias
de las nocturnas lluvias cautelosas
con su andar de ladrón sobre el mundo dormido
de todos los paisajes que no he visto  10
de los itinerarios olvidados
a través de mi sangre

De la advertencia insomne del mar y el vientre rubio
y siempre estéril de la arena
del viento que en la noche confidencia su antigua  15
paranoia
del ancla nimia de esperanza del creciente
en tardes en que la paz es una luminosa inverosímil
a través de mi sangre
—146→

Del sexo que nos hierra por rebaños del tiempo  20
y del deseo creciendo como musgo en la sombra
a la orilla de un pozo solitario
de la mentira involuntaria
y la verdad en aborto perenne irremediable
a través de mi sangre  25

De la esperanza nunca ahíta
de la tristeza nunca satisfecha
del sueño siempre en deuda
del amor como traje hecho
del dolor de morir del dolor de estar vivo  30
del no poder morir a la medida
de un vivir suficiente
a través de mi sangre
serás el heredero




ArribaAbajoSumma


...Ahora es el otoño
El tiempo de las abdicaciones
el tiempo de las nubes fugitivas como banderas en derrota
el tiempo de la alegría vacante creciendo dondequiera
entre un suicidio unánime de hojas  5
y un emigrar de pájaros correos
hacia antiguas ciudades de noticias inversas

Ahora llega el otoño y el pecho de la tierra
se enfría como lágrima caída
Es otoño y amor amarillea  10
y el viento se despierta desengañado en las mañanas
Ahora es otoño con sus luces oblicuas
rasgando las arrugas y el surco sin semilla
soslayando como barcos esquivos
las bahías devastadas y exangües de las sienes  15

  —148→  


ArribaAbajoMuertos


Si nos dejaseis un momento solos
oh muertos muertos muertos
Si os quedaseis siquiera
fuera del agua fuera
de ese rayo de sol en donde danza el polvo  5
fuera de la hoja verde
fuera del aire que entra en mis pulmones

Si os quedaseis prendidos a la tierra esperando
Pero no lo habéis invadido ya todo
la sal el pan la fruta  10
y el rocío y el césped
—149→

Después entrasteis
-huéspedes sin color- en el recuerdo
Y nos pusisteis sombra en la mirada
y poblasteis el puente del beso entre los labios  15
y pudristeis los sueños

Si nos dejaseis un momento solos



  —153→  

ArribaAbajoEl polvo enamorado




-I-


...Aquí estuve. Aquí estoy. Fue un tiempo del cual jamás
hubo memoria,
-porque la tuya con la mía son una-
Pero yo sé que estuve, y mi estatura
ahora es perímetro de huertos  5
Yo estuve y sé que estoy. Yo bato el inaudible tambor
de un antiguo latido
en el ladrillo del patio, en la corteza del árbol cejijunto,
en la gotera ciega como el beso;
en la danza del polvo  10
que en la raya del sol sonámbulo enloquece.

Yo estuve y yo regreso. Por siempre enamorado
como el viento de lengua lastimada
aprendo nuevamente el dócil canto de la primera cigarra,
el crepitar de la minúscula tijera de la hormiga  15
o debajo la lengua del más tibio cordero
suscito la voz blanda de la primera súplica.
Yo estoy y sé que estuve. Yo inauguro
hoy el canto olvidado en la reseca gárgola,
y en tus labios el pozo de tu primer olvido.  20




-II-


Hoy lo aprendí. Vivir es olvidarlo todo,
y morir aceptar que todos nos olviden,
para que nadie muerda con angustia los frutos
ni se desmaye de dolor al ver volar un pájaro.
Recordar es dejar colarse en nuestro pecho la mano  5
que reclama
el préstamo primero,
y el que recuerda ya no puede
soñar que bebe toda el agua que su sed necesita;
ya no puede tener su muerte pequeña por entero.  10

  —154→  


-III-


Inmemorial jornada donde los soles funden su río interminable,
donde los ríos cuelgan sus aortas como efímeros cometas,
y los árboles siempre prisioneros
dan vuelta a tierra y cielo, al otro lado azul de todo viaje.
Inmemorial periplo donde aurora y ocaso sangran un solo parto  5
y la arena murmura al final su miseria pequeña
con la lengua infinita de la espiga.
...Jornada
madurándose en rayos como la nube, abriéndose
cual la granada de oro de las noches.  10
...Inmemorial vigilia.




-IV-


Donde pones tu pie, yo estuve, estoy. Te apoyas en mi pecho
y te sostengo.
Me alzas en tus manos al cortar el primer crisantemo,
cuando tus sienes mojas yo te lavo para tu diaria muerte.
Mis dedos abren en tus manos las puertas y saben el  5
número exacto de tus pasos;
mis pies suben a veces por tu espalda el tobogán del calofrío.
Duermo la siesta sobre las colinas
cobardes de tus rótulas
y en la feral quebrada de tus ingles acecha mi desvelo,  10




ArribaAbajo-V-


Arriba. Arriba. El sueño era un engaño,
la hamaca un espejismo
y el descanso una estafa. Levántate, camina, porque son muchas
las jornadas,
y viático tramposo el puñado de tierra que bridaron a  5
tu hambre.
—155→

Levántate e ingresa en el coro sin noche y sin descanso,
y pide a Dios por un trébol de cuatro hojas, una semilla curativa:
por una sombra acogedora,
y hasta por una piedra que refugie a un gusano  10
o sueñe en el montón que atesoran los muertos.
Pide por una lluvia benéfica, un racimo
a punto madurado, un trago fresco.




-VI-


(¿Pero te son acaso consultados tus deseos?...
¿Alguien escribe con letras de piedad tu memorial de
súplicas?...
¿Pidieras tú en lugar de la violeta el cacto,
el puñal mejor que el cáliz,  5
en vez del agua fresca el sorbo de veneno?)




-VII-


Tal vez pidan por ti la flecha, el ala, la hélice.
Acaso la corteza de taciturna máscara.
Tal vez la mariposa funámbula del aire.
Tal vez te espere el mar, la vela, el témpano;
aleta aguda, anémona quemante,  5
fluorescente medusa, barroca caracola,
laberinto moreno de las algas,
flanco vertiginoso de torpedo asesino.
Ay, todo menos eso: seguir siendo
polvo, por siempre preso, en la trampa mineral implacable.  10
Cadena. Exilio. Cárcel. Extrañación. Castigo.

  —156→  


-VIII-


Levántate. Camina. Y no te quejes.
Tú que hablaste de amor. Porque el amor es esto:
un descanso imposible, un más allá en perpetuo reto,
un viaje nuevo
tras de cada jornada insuficiente  5
(¿Qué vida nuestra vida, si todo lo engendrase todo, menos
el hambre de otras vidas?)
Levántate. Camina. Porque esto es el amor que te secaba
las carnes como seca el sol los herbazales en enero.
Esto el amor. Seguir tu forma inacabada,  10
sonámbula por todos los corredores de la muerte




-IX-


Entre tanto, levántate. Camina.
No llores el amor que estuvo en tus mejillas claras, que
corrió por los mapas celestes de tu sangre,
porque ese amor te citará al regreso.
Él ha de levantar tu polvo de noche entre los muertos  5
-hijo de nuestra oscura llamarada-
para darle otra vez una sed del tamaño del cielo.
(Ojos de uva al mediodía,
manos como estrellas abiertas a tientas en lo oscuro,
pasos midiendo bosques de olvidadizas hojas).  10
Levántate. Camina. Mundo de encendidas abejas, tu pulso
perdió voz y mirada. Es sólo amor, tan sólo
amor. Amor tan sólo.

  —157→  


-X-


Mira bien el otoño manojo de rotos tulipanes
matadero de soles. Porque en él volverán a quemarse como
polillas tus deseos.
Mira bien los plantíos, donde septiembre alza verdes vapores
tiernos;  5
porque ellos levantarán el índice de tus tapiados pasos.
Y no llores en demasía la tarde que se te va cargada de preguntas,
como fruto de fuego con la vedada almendra;
porque hasta la última de ellas te será contestada
y aunque tú no lo quieras ha de llenar un día  10
el largo y ancho de tu muerte
la verdad que ha de darte su nombre de una vez para siempre.




-XI-


Otro sorbo de amor. Y la nostalgia crece,
la nostalgia que anuncia la claridad lejana.
Ah. Cómo cuesta, polvo,
dejar este amor duro, esta hambre de los huesos,
esta sed de cintura,  5
y cambiarlos un día
por la paz sin dolor, sin angustia, sin sueños, sin recuerdo.




ArribaAbajoFollaje y tiempo

  —172→  


ArribaAbajoPelando la palabra


Pelando la palabra esperanza le encontré pulpa de manzana
y carozo de piedra.

Pelando la palabra amor le hallé piel de durazno
y carne de ceniza.

Pelando la palabra verdad, llenó mis manos  5
y al llegar a mi boca, no existía.

  —173→  


ArribaAbajoEn el país en donde el tiempo...


...En el país en donde el tiempo vuelve a casa
los domingos
yo tuve los ojos en la nuca
manos en todo el cuerpo,
brotes en vez de dedos, en los pies;  5
mis oídos oían sólo la música que les gustaba
y podía recitar mis poemas al revés.
—174→

¡Oh el país en el que el tiempo vuelve a casa
como un niño
que ha olvidado un juguete en un rincón  10
y te abre como al descuido una ventana
por donde se ve el otro camino,
allí por donde
cabalga tu otro corazón...!

...En el país en donde el tiempo vuelve a casa  15
yo te mandé una carta diciéndote que no.




ArribaAbajoFollaje del tiempo (1965-1979)

  —180→  


ArribaAbajoEl puente


Estoy de pie en el puente.
Bajo mis pies el río
oscuro y lento como el plomo
ya se convierte en lápida
de su propio camino.  5
Estoy de pie en el puente. Veo las dos orillas
como el jinete con el pie en el estribo
ve las dos puntas de su ruta
las dos alas del tiempo
que le desangran el costado.  10
Como el viajero cuya partida está dispuesta
aún se encuentra allí y está en su casa
pero él tampoco pertenece adonde está.
Ya sus pupilas
las dividen paisajes idénticos y opuestos por el vértice.  15
El uno
es la selva de piedra que estrangula la llama.
El otro el gris diseño
que ha dejado a su paso en la ceniza
el mordisco del fuego.  20

  —181→  


ArribaAbajoManchas en la pared


Abierta la cancela sobre el viejo vestíbulo harapiento
hoy entro en la morada que fue mía
que acaso ya no existe
pero está erguida en la memoria cara al cielo
del Sur alza su mole de cal envejecida  5
contra la roca oscura
igual que un caballero regresando a su vacío castillo
se apoya en su caballo fabuloso

Recorro los tardíos aposentos
en cuyo cielorraso hallaba moldes  10
la fantasía del niño abandonado
y su periplo de imposibles
Y recobran perfiles y color los zócalos hundidos
donde el frío
de los años rezuma huero y soso su delirio nocturno  15
Ah el reencuentro
con el Ogro y el Gato que no están en los cuentos
la peligrosa selva la nube milagrosa el puente sin barandas del iris
el gran pez de Jonás el río de oro
y el perro abandonado más fiel que nunca lo fuera el nuestro  20
—182→
y el monstruo que cambia de rostro mientras lo estás mirando
Mundo donde yacieron los fetos de todos tus futuros
porque en el lodo estaba ya todo medido
moldeado rotulado.
La esperanza es un fardo de harapos desechados  25
de galas que se hicieron viejas en los armarios sin usarlas
pero que durarán más que tú Ese cachorro
suave que aún te lame las manos
hace rato está muerto ha legado su gemido a una rama
Y el pájaro que cruza burlón frente a tu reja  30
es un nido vacío en el bosque de esqueletos
negros de tus inviernos

Recorre nuevamente esta que fue en verdad tu única casa
ahora que ya nada en ella existe que te perteneciera
aunque nada hay en ella que no haya sido tuyo  35
ahora que más que nunca es tuyo lo soñado
porque definitivamente se bautizó imposible
Todo ha sido una vez tu frontera tu reto tu hora cero
Ya no hay límite ahora que todo cuanto pudo
ser ya no ha sido  40
Puedes colgar del viejo zócalo manchado
todas tus máscaras podrías.

  —189→  


ArribaAbajoVolver a verte


...Se fue de mí hace mucho tiempo
ya tanto
que su rostro casi ya no me sirve para reconocerle
Pero hoy le he vuelto a ver.
Donde tantos lo miran tan solo yo lo he visto.  5
Él no lo sabe
tal vez pero ha crecido
Le separan de mí su pecho y su cabeza
y recorrer esa distancia
-desde mis ojos hasta sus ojos altos  10
tan altos que parecen ventanas sin paisaje-
me fatiga
...Late
mi sangre como perro abandonado
en el fondo de un pozo seco Pero  15
hay en sus párpados ese temblor de lluvia
sin agua de los álamos
y su lengua es arena en la que nada brota




ArribaAbajoEl viaje


No sé dónde tomé este tren
El coche está cerrado
y el único paisaje
es la sombra que corre con el tren
Me acompañan un viejo que lo ha olvidado todo  5
y un niño que no sabe donde va ni con quién
Tan sólo sé que este tren tiene
una sola estación un solo andén
y cuando haya llegado sea ello donde fuere
no sé dónde estaré  10

  —192→  


ArribaAbajoLlorar en sueños


Llorar en sueños
Sentir correr de nuevo
como agua boba entre las piedras rotas
ese raudal que en la vigilia se creyó agotado
Llanto espejismo Llanto  5
transparente
qué fácilmente qué cruelmente corre
como si en él interminable se vertiera
el ignorado resto del llanto que quedó sin llorar
cuando despierto  10
porque la vida ordena
encerrar a los locos en su celda
y esconder en el sótano
los retratos
que estorban  15

  —194→  


ArribaPaisaje sin salida


A paisajes que nunca he conocido
los paisajes sin dueño de las fotografías
olvidadas
llegué como se nace
sin saberlo  5
Nadie me trajo aquí y adónde voy ignoro
Pero mi pie camina seguro y necesario
No sé de qué huyo ni adonde
se encuentra mi refugio
Sólo el paisaje que ante mí nace a medida  10
que mi camino lo precisa
como la voz cuando precisa el grito
Se construye delante
de mí ya fácil ya enemigo
siempre el paisaje neutro  15
sin color ni rumor sin luz y sin hondura
como paisaje en polvo diseñado
—195→
Un paisaje que nace crece y muere como la hora
sin voz y sin mirada
pero capaz de devorarme  20
de enterrarme en vida
porque sé bien que este paisaje no tiene
una salida
ni aún la puerta falsa que abriera
un despertar  25



  —199→  

El hijo pródigo retorna
como las lluvias del otoño
un aire gris remueve en su cabello
los remotos follajes de su infancia
Desde el brocal raído del pozo  5
espera ver bullir de nuevo aquel su primer trago
espeso de luceros
y en la espuma destellar la sonrisa
de un niño
inocente desnudo  10





El hijo pródigo retorna
tramoyistas
arropados de niebla se atrafagan
adelantándose a su paso
en levantar de nuevo inútilmente  5
la casa de que desvestía
cada noche su cuerpo con los sueños
su paraíso hecho
por mitades de piedra y de pluma





En el umbral le asediarán saltando
a sus hombros los perros familiares
aquellos que perdieron
su huella en una aurora que se quemó al abrirse
los perros que en el blando ladrido de algún sueño  5
recordarán alguna vez el leve olor desengañado de su fuga
—200→
Los perros que en el polvo del tiempo deslíen hoy su aullido
su aullido a medias desvalido
a medias ominoso
como el remordimiento ahora lo llaman  10
desde el umbral del pórtico caído
Los perros infinitos de la noche
que alguna vez fueron estrellas
y picaron sus ojos con la sal del misterio





Ellos le traen en su invisible aullido
ecos podridos de su risa
desperdigada como las caracolas vacías en la playa
Con el hocico helado del gusano
se abrirán paso dentro de sus venas  5
harán tumulto por sus tuétanos
y roerán sus uñas de afiebrado devorador de sueños.





El hijo pródigo regresa persiguiendo
la imagen de las rústicas moradas
que de él huyen en brazos de un viento forastero
...El hijo pródigo se mira las rodillas
dos cantos que rodaron  5
por todas las pendientes
por secas torrenteras recogiendo
el polvo siempre hambriento de galopes
de los épicos caballos
y tienen ya la curva de la inútil rueda  10
y el molde de la súplica



  —201→  

El hijo pródigo -una nube también gris él- camina
sin saber si sus pies son los que allí lo llevan
o es el camino el que lo arrastra
porque andar es cambiar
y él sólo puede  5
mudar su rostro por el rostro que es ya el rostro de todos





(El hijo pródigo Silueta diminuta en el polvo
contra un cielo de olvido
en este atardecer que es para él solo
Tan grande que ninguna otra cosa podrá jamás llenarlo
Tan pequeño  5
que él solamente cabe en él
Y sólo él puede
captar su propia estampa en el aire raído
que se adelgaza en tomo suyo
desnudándole  10
hasta el hueso





El hijo pródigo trae un millón de muertos en sus ojos
todo un millón de muertos se le calla en los labios
el polvo de un millón de muertos le blanquea las sienes
y silba en sus pulmones un millón de agonías)
...Cuervos de ocaso acosan  5
su sombra de suspiro y de ceniza



  —202→  

El hijo pródigo retorna
Sus pupilas sin años ni estaciones
como reloj que perdió las manecillas
son túneles raídos por un maligno hechizo
Le niegan las estampas que ellas mismas pintaron  5
y vuelven contra el muro sus antiguos iconos
No se acerca al presente se aleja del futuro
y el paisaje camina de espaldas a su encuentro
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El hijo pródigo ha olvidado el rostro de su canto  10
en el último trozo del espejo
del alba calcinada
de su última sonrisa





El hijo pródigo ya vuelve
Sus pies molinos insaciables de sendas
aún aplastan la arcilla
que lo soporta recordándole
su antiguo parentesco su fantasmal divorcio  5
su desprecio de sierva disfrazada
ante este polvo
sólo precariamente manumiso
porque ella al fin lo recupera todo



  —203→  

Minutero de una cita sin término su paso
acompasa el latido
del corazón
aquel emparedado
en el palacio de las sirenas  5
donde llegó y salió con los ojos vendados
Su pisada no marca ya una huella
porque la huella es la promesa del regreso
Golpea la arcilla sorda
que no ha de cortejar ya más sus disfraces  10
como el padrillo viejo en su último paseo





...Golpea como aquél que quisiera
no recordar sino aturdirse
olvidarse que gasta sus últimas monedas
y que el oro
como en los sueños maléficos se toma  5
ya cobre entre sus dedos





El hijo pródigo se contempla las manos
dos hojas que ofrecieron al viento día tras día
todos los filos del rencor y el odio
y las curvas barrosas de todas las lujurias
Que rebalsaron todas las aguas de la angustia  5
y todas las sequías de la maldad del miedo
diez deshojados pétalos del amor sin retorno
áridas como piedras del olvido
Las manos que son como dos cuencos ya vacíos
y rotos que no saben acoger el rocío.  10



  —204→  

En cada mano sólo cabe la otra
doblando así el despojo
multiplicando al infinito la miseria
la sentencia de un tiempo
que sólo al acabarse  5
se tomará sin fin y mirada





El hijo pródigo retorna
con la lengua dormida
y la garganta pórtico de cantos derribada
Su pecho es pozo que largas caravanas agotaron
y en cuyo fondo han muerto  5
los ocultos designios del agua
la espera del sol alto
cayendo como un huevo de llama en su regazo
y ofreciendo su rostro como una esponja de oro
Tan sólo el jeroglífico de la sed agrietando  10
con su rúbrica el barro
las siglas del secreto perseguido
ya para siempre inmóvil
porque morir es renunciar
a todas las preguntas  15





El hijo pródigo soñaba quizá volver un día
a la hora en que las cosas sonríen por adentro
y las luces se duermen mirándose a sí mismas
El hijo pródigo deseaba
con el deseo alebrado en su último refugio  5
el de la calcinada médula
un vaso de agua un escabel y una palabra



  —205→  

Un vaso de agua un escabel y una palabra
Aunque el agua sea el agua de las lágrimas
el escabel la losa de sus muertos
y la palabra aquélla hueso de palabra
El eco  5





El hijo pródigo retorna
Su espalda es la montaña
que carga el cielo lejos y al llevarlo
sobre sus hombros nos lo niega
En ella se devana para dormir la senda  5
que alguien ovilló a sus pies cuando naciera
Con ella a cada paso que da volviendo tapia
las ventanas en donde su retrato
se diluyó en la lluvia
de unas lejanas lágrimas  10





El hijo pródigo se acerca
¿Es el paisaje mismo
el que se ausenta como la luz sin agotarse
simplemente escondiendo el rostro originario?
El pórtico no existe el árbol  5
es ya relámpago de polvo
La horizontal perpetua los reclamó hace tiempo
Sólo una entrecortada geometría
recuerda en la llanura las prisiones del aire
Las salas y los patios  10
en donde las pisadas
del casi inmemorial patriarca huérfano
—206→
moliendo infatigable la harina del insomnio
se engastaron como gemas oscuras
Sobre las piedras yacentes y sin rostro  15
guiña la mica antigua sus pavesas
Son las letras dispersas
de una olvidada fábula





El hijo pródigo ha llegado
y al acercarse empequeñece
como se inclinara
a recoger la propia sombra
como si el agua derramada 5  5
de esa sombra sin tiempo
la sorbiera la tierra para sellar su sueño





Pero quizás empieza
ahora a ver claro
El latido gemelo de sus pasos
le han medido hasta aquí jornada y rumbo
para que al fin comprenda  5
El hijo pródigo retorna
para que nadie ya lo encuentre nunca





...El arroyo retrasa
ahora su curso detrás de la colina
y en un rincón del huerto abandonado
alguien barre los huesos de todos los destinos
que pudieron ser suyos  5



  —213→  

A mi madre
polvo de rosa por el mundo



Uno a uno tus rostros de mujer fuiste echando
en el pozo sin milagro del escondido espejo
Tus manos hacían crónica de sábanas y cunas
mientras tus golondrinas morían en la nieve

Frente a ese espejo yo hice la tremenda promesa  5
No ser la sierva humilde de la terrible lámpara
el vientre donde agota su náusea la Forma
los rostros deshojados en la niebla uno a uno

Yo no tendría tu rostro del último vestido
de fiesta apolillándose en la noche del arca  10
Tu rostro de domingo sin música ni flores
De las noches sin sueño del sol siempre a la espalda

...Tu último rostro madre se deshizo hace tiempo
el rostro que ningún espejo ha conocido
Yo regresé al umbral que dejar atrás quise  15
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Y frente a tu recuerdo y frente al mismo espejo
yo me pongo los rostros que tú fuiste dejando

1978



  —217→  

A Roíta, tiempo y luz



Este es mi sueño que soñé dormido
Quise tener un mundo a mi medida
cobrando forma al par de mi latido
igual que la matriz donde hallé vida

Mundo -casa sin órbita ni centro-  5
porque su centro lo sería yo mismo
Sol y planeta; a un tiempo fuera y dentro
gravitación y espacio a un tiempo mismo

Y es mi casa esta ergástula mío el cepo
mío el martillo que remacha reja  10
mío ser reo cuando soy testigo

Mundo que yo hice donde ya no quepo
(de su frontera cada vez me aleja)
y cuanto quiero ser es mi castigo

1978



  —219→  

A Susana Romero



De niña el horizonte tocaba mi ventana
la fe era toda yo como el canto era el pájaro
la esperanza era el nombre de otro juguete mágico
y el amor tibia esfera de besos estrellada
—220→

Crecí y el horizonte huyó de mi ventana  5
y en el trayecto duende se aposentó la música
La esperanza traía en cada alba un mensaje
y el amor envolvía todo el papel de seda

Pero yo no sé cuándo pero yo no sé dónde
al volver de una esquina al regresar de un sueño  10
el horizonte estaba de nuevo en mi ventana

La esperanza no era sino un juguete roto
Y el amor era un perro perdido cuyos ojos
dos pavesas guiñaban al pie de mi ventana

1980



  —224→  

Ella nació cuando mi aceite consumía
y alargaba mi llama
presintiendo el final de mi pabilo

Y se marchó una madrugada
dejando atrás como un vestido  5
de ángel ahogado
el ramo de sus párvulas auroras

Ella nació
cuando yo ya volvía la espalda a las praderas
y ahora ella duerme  10
mientras yo me pregunto
no si ella se ha muerto
sino si es verdad que yo he nacido

1981



  —228→  

Duró el amor aún menos que las sábanas
Y era sin embargo todo
el amor que nos fuera concedido
El grande amor que como hogar de pobre
no alcanzó a calentar todo el invierno  5

Pasó el amor
-un potro envuelto en blancas llamas-
y el perezoso olvido
y el dolor sin consuelo
Pasó el esperar desesperado  10
y quedó la esperanza
vaso que en el armario atiende agua del cielo
—229→

Pasó el amor
Quedó el recuerdo
Y cuando sea recuerdo todo  15
será que llega ya el momento
de ser tú misma olvido

1965



  —230→  

A Manuel Mantero



Mediodía total el mundo era una llama
Como el cristal sólo éramos una luz entre luces
Todo estaba tan cerca que no existían caminos
Y no existía la aurora porque el ocaso no era

El sueño y la vigilia ambos gemelo hechizo  5
bajo aquel cielo único inmutable en su cúpula
De pronto dobló el cielo su faz Fue la distancia
Y nos ató al tobillo la sombra su fantasma

Doblado el cielo así en contrarias mitades
ya nunca volvió a unirlas sobre nuestras cabezas  10
Y la luz dividida nos condenó a ser islas

Desde entonces el Número gobierna los dos cielos
Número tienen día y noche y amor y lágrimas
Y la sombra su Número mide por las preguntas

1972



  —239→  

...Estuviste tan cerca de mí casi como yo estuve
un tiempo de mi madre Tan cerca casi como
un tiempo de mí estuvo mi hijo
(Carne con carne
Pero las sangres no se comunican)  5
Ni el carozo en la fruta
ni la semilla en tierra más cerca que tú un tiempo
Y sin embargo
con un compás distinto tus latidos midieron
el tiempo aquel que te me trajo  10
mis latidos
—240→

el tiempo que de mí te llevaría
Nadie nunca estará más cerca Nadie
Y al propio tiempo nadie nunca tan lejos
Porque quisimos encontrarnos  15
en el rincón del parque mágico que llamamos
amor
y que cada uno encuentra sólo para saber
que se ha perdido el alma en el camino

1972



  —249→  

Todo de ti está lejos Bajo tus pies el barro
es una patria antigua de que eres fugitivo
Lejos está la luz del sol en tus pupilas
y sólo ves tu sangre cuando ella te abandona

Está lejos el grito que te desgarra el pecho  5
Reclama en otro sitio quien te llama su hermano
Tu mano entre las manos del amado es ausencia
Tu mismo corazón bate tambor de lejos

Lejos el agua está que te moja la boca
La palabra que ansía de una vez lavar tu alma  10
corre por un canal de lejanos espejos

(Bien puedes muerte abrirme en un millón de partes
Lejos de ti sabrán de ti como yo ahora
...Como un país que «sólo se conoce en un mapa»)

1980



  —251→  

No los vi Ellos vinieron a mi encuentro
Mítica del color trasmutando la piedra
transida de tiniebla y de silencio
Y se hicieron inmóviles gemelos
en espacio y en tiempo  5
roca sueño y bramido
en el punto sin dimensión del centro

No los hallé. Viniéronme de adentro
Crepúsculo hecho forma primordial de la furia
vértice encuentro  10
de ocultas lunas negras
en el navío del cuerno
Bisontes de Altamira
Espirales de sueño
disparados por el túnel del sueño o de la selva adentro  15
Yo no los vi Saltaron de mi centro
tatuando la roca
con el secreto trueno de mi sangre
Bisontes de Altamira
Yo no los vi Saltaron de mi adentro  20
De ese incendio del barro que es la sangre
Yo no los vi Vinieron a mi encuentro

1981



A José María Gómez Sanjurjo,
noble poeta y noble amigo

  —295→  

Quisiera desdormirme y desandarme
Quisiera desfirmarme y desdecirme
Quisiera devolverme y desllorarme
Quisiera a veces desarrepentirme
—296→

Por largas avenidas des-soñarme  5
Los sueños que olvidé desolvidarme
Sombra volver el cuerpo Desamarme
Presentirme Saber dónde buscarme

Mi propio llanto y ser y así sorberme
Y ser el metro con el cual medirme  10
el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme

Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .  15
Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla

1975

  —298→  

Estuvo junto a mí desde el comienzo
desde el tiempo en que el tiempo no sabía
Eran los tiempos de la muchedumbre
los tiempos de las frentes barnizadas

De tanta flor casi era aroma el alma  5
de tanta luz los ojos eran soles
y era tanta la música en el aire
que era un canto también cada palabra
—299→

Una mañana desperté sin música
sin luz aunque había sol y sin aroma  10
aunque3 todas las flores allí estaban
Pero él estaba allí Llenaba todo

cuando ya lo demás desvanecido
Le pregunté su nombre
El Extranjero  15
No el extranjero que te habita El que eres

1972



  —304→  

Corríamos los dos cada uno
por una orilla de la zanja
por encima de ella los ojos anudados
...Corríamos
cada uno por su orilla tendiéndonos las manos  5
engañando miradas enviándonos
sonámbulas caricias con sentenciados dedos
queriendo hacer de nuestras noches noche
día de nuestros días
Corríamos a lo largo de lunas y de auroras  10
sin detener un solo amanecer
sin encontrar la encrucijada que reconcilia los caminos
Alguna vez tendimos nuestros cuerpos
tablas de salvamento orilla a orilla
e hicimos de ellos puente  15
ilusorio Puente de los Suspiros
creyendo que por fin se salvaba el abismo
o ver en su vacío
el cielo en un festín de permanentes luces
—305→
Pero alzados de nuevo nuestros cuerpos  20
cada uno en su orilla
era otra vez la zanja
la zanja irredimible
que cortaba las noches partía en dos el día
...Prolongada hasta el fui de nuestra angustia  25
devoró nuestros cuerpos
hizo de las palabras ecos incomprensibles
de las promesas campanada hueca
La última falsa estrella fue chispa en el rescoldo
de una fogata solitaria  30
en un lado cualquiera de la noche

1978



  —307→  

A Vallejitos
Y su pulso de sombra

He salido de casa tantas veces
con esperanza o pena
con temor o alegría  5
o simplemente limpia la cartera
Con el sol dentro o fuera con el sol fuera o dentro
Con lluvia o viento adentro con lluvia o viento afuera
He salido de casa tantas veces
y he cerrado la puerta  10
tan a menudo para volver a abrirla
a una hora cualquiera
entre las veinticuatro
Hoy salgo ya por ella dejando atrás mis penas
y las de los demás atrás las esperanzas  15
mías que fueron de otros cualesquiera
de otros que fueron mías
Me voy irremediablemente y sin espera
sola
con esta nada entera  20
tan bien guardada siempre
se cerrará la puerta
y nunca más mi llave alertará el oído
de alguien que me esperaba para poner la mesa

1984



  —327→  

...Nadie le bese porque en aquel instante
los labios más sangrantes mienten

Nadie lo mire porque en ese momento
toda mirada es vil como la que levanta
la sábana de la mujer parida  5

Nadie derrame lágrimas porque la sed que lleva
no le es bastante el mar que truena a sus espaldas
Y no le den la mano porque en esa hora cero
todas las cadenas
—328→

se rompen y se sueltan todos los eslabones  10
y solamente el ciego desde el vientre materno
podría acompañarle sin oprobio ni escarnio hasta el borde
del último abandono
y todo aquel que guarda todavía un día de sol
es un traidor y un enemigo  15

1964



  —333→  

A Elvio, poeta
del alma trasterrada



Libertad no es un sueño Es poder tener sueños
El sueño es libertad
El sueño Aquello
que te da pasaporte como hombre
Nacido libre nunca abdicarás un privilegio  5
que nunca has de ejercer
eterno pretendiente al trono del misterio
Libre en el sueño eres esclavo de tus sueños
Condenado a la pena de libertad sin tiempo
no hay Genio que te ayude  10
porque tú mismo eres el siervo
de la lámpara

Hombre la libertad no es tu indulto
es tu condena

1978



  —337→  

Ni una mano resbala sobre tu vientre de nicho saqueado
ni unge tus cicatrices
ni acaricia en tus cráteres los huecos de tus ausentes vísceras.
Ni un suspiro levanta las alas de tu polvo,
y reconoce tu adolescencia de ceniza,  5
ni hay brisa que despeine la geometría del rizo
de una playa
ni beso que humedezca la sequedad irreversible de tu sexo.
No hay una serpiente que mida con su cinta
nerviosa  10
la anchura de un camino
(Ni caminos:
por eso es la soledad: no haber caminos).
—338→
Ni venado que pinte una sombra chinesca
en tu parque de huesos,  15
ni una nube que borde las costuras del aire.

(Ni una pareja amante que ablande con su
abrazo
un trozo de tu roca, donde quepa una cuna...)

1949



  —371→  

...Soy un deseo de todo con la nada en el centro
preñez vasta de incendios que no llega a tizón
Un sueño vertical atado a un giro eterno
Estrella a la que un negro agujero absorbió

Este deseo de todo que nunca llega a nada  5
restallar de infinitas alas en mi interior
Un río en las entrañas y arenal en la lengua

Un sol bajo la frente y enfrente sombra sólo
Un ansia de ascensión crujiendo en cada vena
y el puño del planeta apresando mis pies  10

1975



  —374→  

Para subir la llama devora su camino
Para llegar el río debe llenar honduras
Para llegar el viento debe saltar las torres
Para rodar la roca debe amar el suicidio

Yo criatura amasada con la tierra y el agua  5
llevo en el pecho el viento y en la frente la llama
Quemo bosques de sombras para abrir un camino
que no sé dónde lleva ni en qué cielo amanece

El río que en mis venas tiene su miniatura
buscando el fin también se rebalsa impotente  10
y en cada remanso con él detiene al cielo

Pero quedar no es su suerte o su destino
Debe seguir recuperando su camino
a costa de colmar despeñándose abismos

1968





La flor no ve la luz Tan sólo la presiente
y en su sueño ella tiene la forma de los frutos
El pez no mira el agua Tan sólo la respira
Pero ella en uno solo le abre casa y camino
enseguida cerrados  5

El ave pez del aire qué es el aire no sabe
mas su ala en él modela escalinatas cúpulas
Y construyen caminos -ave y pez- de ellos sólo
tras su paso sellados sin memoria
—375→

Los caminos que yo hice fueron todos usados  10
Caminos sicofantes ya pisados por otros
preñados cada instante de ajenas aventuras

Pero aquellos caminos que hice con propias llagas
en la memoria crueles grabaron jeroglíficos
que yo tan sólo descifrar podría  15
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...Su clave la he perdido

1968





Antes de que supiera qué era tiempo el latido
de la sangre contaba mis noches y mis días
Antes de que supiera qué era dolor el golpe
de la sangre materna su campana teñía

Antes de que supiera del aire que me encierra  5
el llanto abría la puerta para el primer suspiro
Fue el llanto antes que el canto Supe lo que era lágrima
mucho antes que en mis labios fuese aurora la risa
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Y fue la luz partida y la sombra en pedazos  10
Y para ver la tierra me taparon los astros
y para ver los astros se me escondió la tierra

1982



  —380→  

Quiso el tiempo mirarse en un espejo
y se puso mis ojos
Quiso tener reloj para sus sueños
y se vistió
mi cuerpo  5
Quiso dar un nombre a su cosecha
y me dio voz y acento

Y fui tiempo vestido de mujer:
hipotecado tiempo
que termina  10
mirando al tiempo que no tiene término.

...Me dio el amor
para seguir mirándome
sin mí
en otros espejos  15

1951



  —384→  

Mi beso es muchedumbre.
Con él te sellan siglos y estaciones,
te condecoran légamos y nubes.
Se reencuentran en él
los valles con la cumbre:  5
el ojo del pavón con la amapola.
Mi beso es una escala por donde un mundo sube.
En él se juntan
rugidos y laúdes.
Cigarras y serpientes,  10
abejas y escorpiones se confunden.
En él están Lázaro y Judas,
mártires y asesinos su médula resumen.
Arden en él los que vivir esperan;
los que esperan matar, en él se encubren.  15
Mi beso es horca, es látigo, es cadena.
Mi beso es muchedumbre.
El puñal del rufián, la espada del valiente,
en él juntan relámpagos y herrumbres.
Cuando digo besar, digo legiones.  20
Y el nombre de mi beso es muchedumbre.

1935



  —385→  

La más larga mirada no detendrá la nube
Ni la sed más intensa brotar hará el arroyo
Me lo dijo tu voz volviendo hacia sus fuentes
dejando en piedra el cauce del latido

Una pequeña herida puede agotar la sangre  5
ausencia irremediable puede
tragar todas tus lágrimas
Me lo dijo tu beso descolgándose
de tus labios cayendo en el silencio

...Como la última fruta cayendo de la rama  10

1938



  —386→  

Un camino de música me llevó hasta tu alma.
Hasta la orilla tuya de mi muerte que es tu alma.
¡Oh camino sin surco como vuelo del ala!
¡Oh camino sin rastro como de estrella en agua!

Un camino de música. Un camino que canta.  5
Como el mar. La más mía e imposible jornada.
Como el hilo de luz de mis ojos a Alfa.
Un camino de música me llevó hasta la playa

secreta de tu alma que es mi alma, es el alma
tuya que yo conozco; en que yo te miraba.  10

¡Orilla en que los astros se cuajan en el agua
hechizada del beso, para surgir de entraña
hechos mirada de hijo!
Yo llegué hasta tu alma,
hasta la orilla misma de mi muerte.  15
Y no estabas.

1938



  —390→  

...Una lluvia delgada se iba al brazo del viento
a ras de las colinas arrecidas.
El pálido viaducto se inauguraba puente
sobre un hilo de agua turbia y fría.

Y el camino que hiciste ya quieto, se alargaba  5
atando a tu pisada mi irrestañable herida.

(Ya hermano de la lluvia buceando despacio
en pos de la raicilla;
hermano de la niebla otoñal que el paisaje,
gárrula, opaliniza;  10
hermano de la sombra reptante en cada hueco,
allá, sobre el repecho, mi soledad dormías...)

El sendero a mi herida atado como
húmeda venda, cruel, se retorcía.
Más que camino, arroyo de imposible mañana  15
que hasta mi corazón, largo, fluía.

Negro, un ciprés cabeceaba.
La lluvia asperjeábale la frente pensativa.
De los cuatro costados de la tarde mojada
la noche ya colgaba sus lívidas cortinas.  20

¡...Gotas que mojarían tus párpados cerrados!
Sobre mi corazón, lentas, caían.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . .
La llovizna delgada se iba en brazos del viento
a ras de las colinas arrecidas.  25

1937



  —416→  

La tierra es una joven pantera aletargada.
Es el cielo terrible como una boca amada.

Y no puedo olvidarte,
y no puedes besarme.

La luna se desnuda detrás de la arboleda.  5
Y tus labios me sueñan un calofrío de seda.

Y no puedo esperarte,
y no puedes llamarme.
—417→

Cómplice flor constela la densa enredadera.
Tus manos, flores que perfuman mis caderas.  10

Y no puedo gritarte
ni puedes desnudarme.

La noche densa como tu carne deseada.
Boca tibia con dientes de luna fatigada.

¡Y no puedes besarme,  15
y no puedo olvidarte!

1938



  —431→  

...Desde el otro costado de mi sueño,
llamabas. Yo sentí mis pies como una
flor queriendo crecer entre tus grietas.
Con tus ojos, cemento de la noche,
ciega de trueno y sal, me releías.  5
Con tus garras inertes y desnudas
mi ignota música tañías.
Con tus labios de frío, musgo y luna,
la piedad de mi sombra relamías...

Por las tardes, morada de silencio,  10
trágicamente larga
de soledad, igual que un brazo
tu sombra se estiraba para tomar, inerte,
un espejo de sal, un pliegue yerto
del paño nazareno de las aguas.  15

Inútilmente me llamaste; inútilmente,
desde la costa opuesta de mi infancia.
Nos separaba, caudaloso,
un río de temor hecho distancia.
—432→

Pero yo llevo tu nostalgia  20
como un perfume a musgo,
como un gusto de sombra en la garganta.
Tu recuerdo, lunada y ciega amiga,
en mi crepúsculo se alarga
para prender, inútilmente,  25
en mi pecho el espejo perdido de mi infancia.

1949





Negro, sordo cantil,
me vi ser playa,
hamaca y cabezal de la mar viva.
Y a cada instante sobre la almohada
de esta playa a morir vinieron naves  5
de equivocado rumbo, errada carga,
y de cambiados nombres.

Ciega playa,
ciega de luna y de desvelo,
crujió mi corazón bajo su sombra,  10
huérfana sin cesar de su llegada,
ausente eterna,
inalcanzada patria de su mágica,
de su soñada estiba.
—433→

...Yo era playa  15
Junada en que cantar pudiera el sueño.
Y me veo alta,
prendiendo las banderas más rápidas del viento,
cantil de piedra amarga.
Playa amor de la mar, me miro sola,  20
alto cantil, torre cerrada
para el más esperado de todos los mensajes.
Sus barcos más amados la hallan falsa.
Sus más ansiadas velas
sin rozarle las sienes le naufragan.  25

1949



  —436→  

Estoy siempre volviendo.
Volviendo siempre y cada vez más lejos.
De regreso imposible al lar ignoto
En donde esperan
un corazón que es mío, y que no duele;  5
una herencia sin nombre que es mi nombre.
Estoy volviendo siempre.
Volviendo a aquella que quedó muy lejos;
no sé cuándo, ni dónde:
al volver de un camino, una mañana  10
al despertar, no sé...
Volviendo a aquella
que prestó su ansiedad a estos poemas,
que sus palabras son, mas no su acento.
La que prestó el costado a estas heridas  15
que son su sangre, y sin embargo,
no son su dolor último,
su secreto dolor, el verdadero.
Que prestó su pupila a este paisaje,
—437→

que no es, no obstante, su jornada.  20
Siempre estoy de regreso, y siempre lejos,
¡oh canto, oh sangre, oh tierra de mi viaje!
El barco que creí barco, era una isla.
La vela que creí vela, se hizo pájaro.

1951



  —437→  

...Quiero tus ojos, atalayas ciegas
denunciando recónditos navíos;
puentes por donde hasta mis pulsos llegas
a depurar inéditos rocíos.

Quiero tu mano, tu asombrada rosa  5
que de su tallo en sueños fugitiva
hace su anillo de la nebulosa
y del ala remota su cautiva.

Quiero tu boca, cercenada aurora
en donde el hierro del dolor se oxida  10
y el culmen del clavel fija su hora.

Quiero tu voz, campana de mis venas,
alta en la torre de mi atardecida,
durmiendo espinas, floreciendo arenas.

1953



  —440→  

Soy tierra abierta en cauce y en ribera
para abrazar tu desatado río.
Secreto de tu forma en tu carrera.
Siénteme florecida en tu albedrío.

Soy vaso en que tu sal y tu pavesa  5
transmutadas en miel te da mi herida.
Soy la aurora que a tu isla vuelve ilesa.
Siénteme en tu esperanza renacida.

Soy tu dolor de ayer, que suavemente
cambia su faz para crecer futuro.  10
Siénteme flor y fruta que te nombra.

Soy tu arena dormida hecha simiente.
Siénteme, corazón, remanso oscuro,
sobre la mansedumbre de tu sombra.

1953

  —442→  

«...Le dirás que he salido...»
Alfonsina Storni

...Cuesta dejar la casa.
La casa a que acercaron
sus labios los rosales y se inclinó una estrella.  5
La casa que tenía la dimensión del alba,
y, casi, casi, el mismo tamaño del anhelo.

La casa por la fiesta total transfigurada
hasta irradiar en ascua, reverberar en nardo.
La casa en que los sueños hallaron su sentido  10
y exacto espejo el sueño de la integral caricia,

Cuesta dejar la casa donde el dolor cantaba
y donde hasta las lágrimas eran sorbo propicio.
(Hasta el rincón postrero hubo una suave lámpara,
y perfumó la ofrenda de una caliente rosa...)  15
—443→

Cuesta dejar la casa para ir por los caminos
desnudamente grises
donde la piedra crece su ciega profecía
y el agua nunca canta. Y sin embargo,

Y sin embargo, oh fibra oh sangre, oh carne,  20
tú lo sabes: el tiempo está ya cerca
en que al llamar a la rajada aldaba,
una voz, desde el otro costado de la vida
responderá por ti:
¿No lo ves?... Ha salido.  25

1953



  —445→  

...Ya te has visto al doblar de tu jornada,
inútil paz sobre tendal de sueños.
Alto planea el halcón del desencanto
sobre el trigal segado de la tarde.

Ya te has mirado, rosa sin mañana,  5
crucificada de albas imposibles.
Desangradas saetas del recuerdo
te florecen la sien. Alba nonata,

tu muerte muere de soñar consigo.
(Ramo de luz desflorecido en agua)...  10
Todo tu corazón, sellado cáliz.

Y, para un sorbo estéril, fermentado.
Mientras, a rastras de tu voz cansada
la niña sin crecer en ti solloza.

1954





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