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121

Publicado por primera vez en El Picaflor, Santiago, 17 de julio de 1849 (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

122

Según cree M. L. Amunátegui (O. C. III, p. lxxx) fue compuesta antes de 1849, pero se publicó en El Picaflor, de 28 de octubre de dicho año. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

123

Este poema fue escrito en contestación a la poesía de Mitre Al cóndor de Chile. M. L. Amunátegui (O. C. III, p. lxxx) asevera que la poesía de Bartolomé Mitre Al cóndor de Chile fue leída en las fiestas cívicas de setiembre de 1848. pero Raúl Silva Castro en su artículo «Bartolomé Mitre, redactor de «El Progreso» (Mercurio, Santiago de Chile, 26 de marzo de 1950) precisa que Mitre publicó su poema el 18 de setiembre de 1849, en la edición especial dedicada a la fecha de Chile. Por tanto, la réplica de Bello tiene que ser posterior al 18 de setiembre de 1849.

La poesía de Bello se imprimió, según M. L. Amunátegui (O. C. III, p. lxxx) en 1866. Le añadimos ahora, en nota, las variantes de redacción leídas en fotografías de un manuscrito original. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

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Traducción de algo más de la mitad del primer acto de la tragedia de Lord Byron, con adaptaciones bastante personales del texto. Lo publicó el propio Bello en la Revista de Santiago, junio de 1850, tomo IV. Bello acentuaba Sardanapalo como palabra llana, a la manera latina y clásica. Nótense los acentos internos de los versos 259 y 272. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

124.1  

124.1

El Sardanapalo es una de las más bellas tragedias de Lord Byron. El carácter del protagonista es una concepción original, en que el poeta se propuso rehabilitar este personaje, tratado con demasiada severidad por la historia. El Sardanapalo de Lord Byron mira el placer como el primer objeto de la vida; pero no es el príncipe muelle y cobarde, cuya disolución y afeminación se han hecho proverbiales, bien que en esta parte la historia se conoce a si misma de preocupación e injusticia. Según ella, Sardanapalo peleó con valor contra el rebelde Arbaces, que capitaneaba un ejército formidable, y estaba de inteligencia con los sacerdotes caldeos y algunos de los gobernadores de las provincias. Venciole tres veces; y en la tercera batalla, mostró no menos habilidad, que denuedo. Arbaces herido se refugió con los restos de su ejército a los montes de la Caldea. La insurrección pareció sofocada, y Sardanapalo asegurado en el trono, con la llegada de las tropas bactrianas, que acudían desde el fondo del Oriente a la defensa de su rey. Pero Belesis, sacerdote caldeo, que era el alma de la insurrección, sedujo a los jefes bactrianos, y persuadió a sus confederados a tentar por la cuarta vez la fortuna. Sardanapalo, sorprendido y derrotado, no desmayó por eso. Sitiado en Nínive, preparó una vigorosa defensa, mientras que Salamenes, a la cabeza de las reliquias de su ejército, hacia frente a los enemigos fuera de las murallas de Nínive. Su derrota y muerte acarrearen el levantamiento de las provincias del imperio que aún permanecían fieles a la antigua dinastía. Sardanapalo, reducido al recinto de su capital, resistió tres años enteros. En el tercer año, una inundación del Tigris echó por tierra una parte de las murallas de la ciudad, y abrió ancha brecha a los sitiadores. Sardanapalo hizo entonces levantar una alta pira, colocó en ella sus insignias reales, sus tesoros, sus mujeres, y sus eunucos; le puso fuego él mismo, y se lanzó a las llamas (el año 817 antes de J. C.). Tal es el verdadero Sardanapalo, rehabilitado por Byron, después de dos mil años de prescripción.

La muestra que presentamos podrá dar alguna idea del estilo trágico de Byron, y de la inteligencia superior con que ha trazado su Sardanapalo y su Salamenes. Mirra, la esclava griega, que sólo se deja ver aquí unos pocos momentos, presenta el tipo de casi todas las mujeres de Byron; ternura, desprendimiento, consagración al objeto amado, pero con los accidentes característicos de una hija de la Grecia.

El metro adoptado en la traducción es el mismo, del original. Las personas que hablan son: Sardanapalo, rey de Asiria; Salamenes, hermano de la reina; Mirra, cautiva griega, concubina de Sardanapalo. Comparsa de damas. (N. del A.).

 

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Vanse las damas. (N. del A.).

 

126

Vase Mirra. (N. del A.).

 

127

En O. C. III, p. 243, se anota que «Bello escribió esta composición a solicitud de su hija la señora doña Luisa Bello de Vial, y para que fuese firmada por ella».

Fue publicada en la Revista de Santiago, tomo IV, junio de 1850. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

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Miguel Luis Amunátegui, en Ensayos biográficos (II, p. 238-239) incluye esta traducción del artículo Señales de la muerte, del Quarterly Review, hecha por Bello con motivo de la muerte de Ana, su hija mayor, acaecida el 9 de mayo de 1851. El referido artículo fue publicado en Quarterly Review, vol. CLXX, de setiembre de 1849, p. 346-399, con el titulo «Fontenelle on the Signs of Death», como comentario a la obra Recherches Médico-Legales sur l'incertitude des signes de la mort, les dangers des inhumations précipitées, les moyens de constater les décès et de rappeler à la vie ceux qui son1 en état de mort apparente, por Julia de Fontenelle, impresa en París, 1834. El comentario original está en prosa. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

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Traducción de los versos de Pope, que Arturo Murphy había recitado al morir, traducidos por Bello con motivo del fallecimiento de su hija mayor, Ana, el 9 de mayo de 1851. Los publica Miguel Luis Amunátegui, en Ensayos biográficos, (II, p. 239). Los versos de Pope están citados en el artículo del Quarterly Revieiv, descrito en la nota anterior. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).

 

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A propósito de este poema, dice Miguel Luis Amunátegui, Vida Bello, p. 591: «El 18 de setiembre de 1881, tuve el honor de imprimir por la primera vez una nueva poesía de Bello, cuya copia me proporcionó mi amigo don Manuel Antonio Matta...» «...Debe haber sido escrita el año de 1851, pues doña Ana Bello de Valdés a que alude falleció el 9 de mayo de ese año».

Se publicó en el Nuevo Ferrocarril de Santiago, pues el número de 18 de setiembre de 1881 fue dedicado a Bello, con motivo del primer centenario de su nacimiento. Añadimos, en nota, algunas variantes de redacción, leídas de fotografía del original manuscrito. (COMISIÓN EDITORA. CARACAS).