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ArribaAbajoActo III

 

[Sala en casa de DOÑA BERNARDA.]

 

[Escena I]

 

DOÑA BERNARDA y DOÑA JUSEPA.

 
DOÑA BERNARDA
   Don Lüis le salió a dar
cuenta al camino de todo:
mira tú, si, por andar
nuestra casa deste modo,
determina averiguar 5
   Don Gómez lo que ha pasado,
¡qué bien habré yo cumplido
con tu guarda y mi cuidado!
DOÑA JUSEPA
Pues de que tú hayas caído
y el otro te haya ayudado, 10
   y disfrazándose aquí
procure, sólo por ti,
ser sangrador cauteloso,
¿de qué está Don Luis celoso?
¿Qué culpas hallas en mí? 15
DOÑA BERNARDA
   En ti, ni por pensamiento;
que eres un alma de Dios,
y esta casa es un convento
que los trae de dos en dos,202
si no son de ciento en ciento. 20
DOÑA JUSEPA
   ¿Qué es lo que trae?
DOÑA BERNARDA
Los devotos
de quien es el andadera
—180→
la esclava, que, mani-rotos,
haciéndola su tercera,203
causan estos alborotos. 25
   Los que yo en el torno hallé,
cuando de allí los eché,
di que no hablaban contigo.
DOÑA JUSEPA
¿Conmigo? ¡Jesús! ¿Conmigo?
Yo, ¿cuándo al torno llegué? 30
DOÑA BERNARDA
   ¡Bonita eres! ¿Tú? ¡Jamás!
Estás ya beatificada.
DOÑA JUSEPA
Y tú maliciosa estás.
DOÑA BERNARDA
La plática comenzada,
que yo proseguí, ¿dirás 35
   que sin cabeza ni pies
tuvo principio en el aire?
¿Y el abono que después
pediste, viendo el donaire
del fidalgo portugués, 40
   al astuto sangrador,
gitano ponderador
que tú estabas aplaudiendo?
DOÑA JUSEPA
Hermana, yo no te entiendo,
dejarte será mejor. 45
   Lo que yo te sé afirmar
es que deseo la venida
de quien me ha de rescatar
deste Argel, como la vida.
Acabe ya de llegar, 50
   aunque viejo me atormente
pues con él he de vivir;
que, en el engaño presente,
más quiero a un viejo sufrir
que a una viuda impertinente. 55
 

(Vase.)

 

  —181→  

[Escena II]

 

DOÑA BERNARDA.

 
DOÑA BERNARDA
   La codicia y la afición
pelean dentro en mi pecho,
y cada cual el derecho
alega de su opinión:
tiene Jusepa razón 60
   en no cautivar cuidados
con setenta años nevados;
y así combate me dan
las barras del capitán,
que pesan diez mil ducados. 65
   Convénceme el interés
a guardalla y reprendella,
y la edad la inclina a ella
al gallardo portugués.
Amigo de mi amante es; 70
   bastaba para obligarme
a hacer sus partes, si el darme
los diez mil no hiciera excesos;
pues perdiendo diez mil pesos,
no tengo con qué casarme. 75
   El viejo la está mejor
que es una boba mi hermana,
pues cien mil ducados gana
al primer lance de amor:
la senectud sin calor 80
   es nieve que se dilata
al fuego que la maltrata;
necia será si no admite
años que el amor derrite,
pues se queda con la plata. 85

  —182→  

[Escena III]

 

SANTILLANA, DOÑA BERNARDA

 
SANTILLANA
   Lo que en esta corte pasa,
no se puede imaginar.
¿Quién había de pensar
que aquí, frontero de casa,
   se atreviera un caballero 90
a tales desenvolturas?
DOÑA BERNARDA
¿Entráis204 ya haciendo figuras?
¡Qué viejo tan hazañero!205
   ¿Qué tenemos de invención?
SANTILLANA
No piense que es como quiera. 95
En la posada frontera
hay dos huéspedes, que son
   los que halló vuesancé ayer
haciendo al amor tornero:
el que se fingió barbero, 100
dicen que debe tener
   seis mil ducados de renta,
sin los que está pleiteando,
y se llama Don Fernando
de Aragón; y, por la cuenta, 105
   aquí se viene a casar.
Y el que trae siempre consigo,
es un portugués, su amigo,
que se tiene de llamar
   Don Duarte de Noroña. 110
Mire por sí vuesanced;
que andan tendiendo la red
a toda dama bisoña,
—183→
   y ha de dar en el garlito
si los deja entrar aquí. 115
DOÑA BERNARDA
¿Pues qué habéis vos visto en mí?
O yo ¿cuándo los admito,
   para que me déis consejos?
SANTILLANA
Ocasiones cortesanas
en quien por no peinar canas 120
está de malicias lejos,
   suelen echar a perder
cualquier honra descuidada.
Agora entré en su posada;
que a un montañés iba a ver 125
   que trae cartas de mi gente;
y hallé al sangrador fingido
harto bien entretenido.
DOÑA BERNARDA
¿Jugaba?
SANTILLANA
Amorosamente.
DOÑA BERNARDA
¿Qué dices?
SANTILLANA
Con una dama,
130
que al parecer le pedía
celos, y él la divertía.
DOÑA BERNARDA

 (Aparte.) 

¡Ay cielos!
SANTILLANA
Según la fama
que tiene nuestro barbero,
de cuantas mira es galán, 135
que es de aquestos del refrán:
«cuantas veo, tantas quiero».
DOÑA BERNARDA
   Pues, ¿a vos quién os ha dado
cuenta tan particular?
SANTILLANA
Como me mandó informar 140
de todo, puse el cuidado
   que es justo, y lo pregunté
a los mozos y criadas;
que, en las casas de posadas,
no hay secreto que lo esté. 145
   Y mientras hablando estaba
con el de mi tierra, vía
—184→
la dama que le reñía,
el portugués que terciaba,
   y el amante barberil 150
adorando sus pucheros.
No hay fiar de forasteros.
¡Guarde Dios nuestro mongil!
DOÑA BERNARDA
   ¿Estáis loco?
SANTILLANA
¿Qué sé yo?
Esto lo que pasa es; 155
porque no diga después:
«Vieja fue, y no se coció».206
DOÑA BERNARDA
   Pues, bárbaro, ¿qué me importa
a mí que ese forastero
sea villano o caballero, 160
con la hacienda larga o corta,
   con dama que quiera o no?
SANTILLANA
Yo dígolo por si acaso.
Como le hallé al torno...
DOÑA BERNARDA
¡Paso!
¿Soy desas mujeres yo? 165
   Andad, no entréis más aquí.
SANTILLANA
Porque digo...
DOÑA BERNARDA
Ganapán,207
idos luego.
  —185→  
SANTILLANA
Ya se van.
DOÑA BERNARDA
¡Atrevido! ¿Vos a mí?
SANTILLANA
   ¡Miren! ¡Porque la doy luz 170
de amantes embustidores!
Plazuela habrá de Herradores208
y Puerta de Santa Cruz.
   No me han de faltar dos reales,
y señoras de alquiler. 175
DOÑA BERNARDA
¿Lloráis?
SANTILLANA
¿Qué tengo de hacer,
si así se pagan leales?
DOÑA BERNARDA
   Volved acá; compasión
os tengo: no os despidáis;
que, al fin, aunque caducáis, 180
servís con buena intención.
—186→
   Que ese hombre esté entretenido
me está bien; que sospechaba,
como aquí se nos entraba,
ya sangrador atrevido, 185
   y ya a este torno asistente,
algún travieso desmán.
Presto vendrá el capitán;
no hay que temer al presente.
   Al fin, con una mujer 190
le vistes: ¿y la mostraba
voluntad?
SANTILLANA
Bien la miraba.
DOÑA BERNARDA
¿Tenía buen parecer?
SANTILLANA
   Como le hablaba, cubierta
hasta los pechos el manto, 195
no pude advertir en tanto;
mas no me pareció tuerta.
DOÑA BERNARDA
   ¿Y era persona de suerte?209
SANTILLANA
No lo son las que tapadas
en las casas de posadas 200
se entran, si en ello se advierte.
   Mas en verdad, que según
formaba quejas la tal,
cuando no muy principal,
no me pareció común. 205
DOÑA BERNARDA
   ¿Muchas galas?
SANTILLANA
Las que el uso
de la vanidad hereda:
su chamelote210 de seda
—187→
leonado211 y negro se puso;
   escapulario y basquiña212 210
correspondiente al jubón,213
que, abrochándose a traición,
el cristal delante aliña;
—188→
   cordón de pita214 hecho lazos,
cada mano de manteca, 215
con su red a la muñeca,
por remate de los brazos.
   Ropa que cruje al andar,
banda que el pecho atraviesa,
con una madre Teresa,215 220
que, sin saberla imitar,
   de tortuga guarneció
con sus menudencias de oro:
todo esto traigo de coro,216
sin lo que se me quedó.217 225
   El manto, aunque despuntado,
con palmo y medio de red.
—189→
¡Qué! ¿Pensaba vuesarced
que las puntas que han quitado
   les hacen falta? ¡Bonitas 230
son! Si en carnes anduvieran,
de la misma carne hicieran
guarnición las mujercitas.
DOÑA BERNARDA
   Despacio estábades vos,218
que tanto pudistes ver. 235
SANTILLANA
Soy amigo de saber,
y acechelos a los dos
   por entre una redendija.219
DOÑA BERNARDA
Luego, ¿cerrados estaban?
SANTILLANA
A puerta cerrada hablaban; 240
y si quiere que colija
   en lo que esto ha de parar,
la dama por esta noche
no ha menester silla o coche,220
—190→
que allá se queda a cenar. 245
DOÑA BERNARDA
   Mas que se quede este mes.
SANTILLANA
Por mí que se quede treinta.
DOÑA BERNARDA
Según vos hacéis la cuenta,
¿rogola el aragonés?
SANTILLANA
   Si es hombre, ¿qué maravilla? 250
DOÑA BERNARDA
¿Y ella?
SANTILLANA
Rehusaba primero;
pero al fin, al fin, «no quiero,
y échamelo en la capilla».221
DOÑA BERNARDA
   Sois un malicioso vos.
SANTILLANA
El curso222 malicias cría. 255
DOÑA BERNARDA
Id, y ved si todavía
se están hablando los dos
SANTILLANA
   Que me place.
DOÑA BERNARDA
Mas no vais.
¿A mí qué me importa eso?
SANTILLANA
No está claro.
DOÑA BERNARDA

 (Aparte.) 

(Pierdo el seso.
260
¡Ay, celos, que me abrasáis!)
   ¿Sabéis vos cómo se nombre
esa mujer?
  —191→  
SANTILLANA
No advertí
en ello.
SANTILLANA
¿Buen talle?
DOÑA BERNARDA
Sí.
DOÑA BERNARDA
¡En verdad que es gentilhombre! 265
   Idos con Dios... Esperad.
Volved; decidle... ¿Qué es esto?
En fin, ¿no se irá tan presto?
SANTILLANA
Yo pienso que no.
DOÑA BERNARDA
Aguardad
   a que salgan, entre tanto 270
que yo otra cosa no os digo.
SANTILLANA
Voy.
DOÑA BERNARDA
Pero veníos conmigo.
¡Hola, esclava! Dame un manto.

 (Aparte.) 

¿Dónde me lleváis, pasiones?
¿Qué tormento es éste, cielos? 275
SANTILLANA

 (Aparte.) 

O la viuda tiene celos,
o la pican sabañones.
 

(Vanse.)

 
 

[Sala en la posada.]

 


[Escena IV]

 

DOÑA MELCHORA, con manto; DON FERNANDO, DON DUARTE.

 
DOÑA MELCHORA
   No hay disculpas contra avisos
de desengaños y enojos:
Don Fernando, en vuestros ojos 280
descuidados y remisos
   deletreo la tibieza
que encubrís en lo interior;
no vive en la lengua amor;
los ojos le dan firmeza. 285
   Quedaos con Dios y gozad
mil años mi sucesora.
DON FERNANDO
Hermosa Doña Melchora,
no echéis a mi voluntad
—192→
   culpa de mis pretensiones. 290
Ya os he dicho que llegué
anteanoche.
DOÑA MELCHORA
Ya lo sé.
DON FERNANDO
Mis pleitos y ocupaciones
   dilataron el buscaros:
como de barrio mudastes 295
y ignoro donde os pasastes,
fue imposible el visitaros.
DOÑA MELCHORA
   Yo, Don Fernando, mudé
la casa, y el gusto vos:
mudables somos los dos, 300
yo de barrio, y vos de fe.
   Quién lo será más, juzgad.
¿Mi casa no os escribí
a Zaragoza?
DON FERNANDO
Es ansí.
DOÑA MELCHORA
Pues otra excusa buscad. 305
DON FERNANDO
   Por Dios, que se me perdió
la carta.
DOÑA MELCHORA
Con la memoria
no fue mucho. ¡Linda historia!
No quiero apuraros yo.
   ¡Dios os guarde!
DON DUARTE
Si yo puedo
310
hacer estas paces...
DOÑA MELCHORA
¡Bien!
¡Sois vos muy firme también!
A la dama de Toledo
   se lo preguntad, que está
de vuestras visitas harta. 315
¿Perdistes también la carta?
¿No habéis acertado allá?
DON DUARTE
   Basta, que vuestra pendencia
viene de participantes.223
  —193→  
DOÑA MELCHORA
Sois los dos firmes amantes: 320
No os olvidáis en ausencia.
   Adiós.
DON FERNANDO
No habéis de dejarnos,
por lo menos sin decir
vuestra casa.
DOÑA MELCHORA
¿Para huir
della?
DON FERNANDO
Para disculparnos.
325
DOÑA MELCHORA
   Harto buena es la deshecha.224
Porque excuséis su ocasión,
en la calle del León225
vivo, a la mano derecha,
   en una casa que está 330
recién hecha entre dos viejas:
dos balcones y tres rejas.
con esto no iréis allá.
 

(Vase.)

 

  —194→  

[Escena V]

 

DOÑA BERNARDA, con manto, SANTILLANA, DON FERNANDO, DON DUARTE.

 
DOÑA BERNARDA
   «En una casa que está
recién hecha entre dos viejas.» 335
¡Apacible fin de enojos!
¡No errará a mortales señas!
Por cierto, señor hidalgo,
que, en tan lícitas y honestas
ocupaciones, tendréis 340
segura la primavera
de vuestra florida edad,
si mocedades no peinan
las canas, que anticipadas
tiene después la vergüenza. 345
Posadas que en esta corte
desenvolturas hospedan
lograrán justas ganancias.
Devotamente obligáis
con tan santas diligencias 350
a Dios, para los despachos
de vuestros pleitos y haciendas.
¡Cristianas ocupaciones!
DON FERNANDO
Cuando otra bondad no tengan
sino haberos persuadido 355
a reprensiones como éstas,
discreta predicadora,
ya mis dichas las aprueban;
que tal vez de los pecados
se siguen las obras buenas. 360
¿Quién sois vos, señora mía,
que tan cuidadosa y tierna
por la salud de las almas
entráis en casas ajenas?
DOÑA BERNARDA
¡Bueno será que finjáis 365
ignorancias que os condenan,
—195→
cuando oficios adoptivos
contra el honor abren puertas!
¿Tendréis vos atrevimientos
para negar desenvueltas 370
osadías, que anteanoche
mancharon vuestra nobleza?
DON FERNANDO
Yo, mi señora, no sé
qué descréditos se atrevan
a deslucir mis costumbres 375
corteses, aunque traviesas.
Por otro me habréis tenido.
DOÑA BERNARDA
¡Buenas excusas226 son ésas,
para quien ayer os vio
ejercitar las cautelas!, 380
que si los tornos hablaran
y, como tienen orejas
por donde entraron lisonjas,
les diera la ocasión lenguas,
vuestras locuras contaran. 385
SANTILLANA
Hombre que tal cosa niega,
negará que ahora es de día.
¡Hay tan grande desvergüenza!
DOÑA BERNARDA
¿Quién os mete a vos aquí?
DON DUARTE
Ahora, señora, no quiera 390
el cielo que desazone
favor y merced como ésta
el negaros la verdad.
A la vista de una venta
salteastes desmayada 395
una voluntad, pechera227
—196→
desde entonces a esos ojos,
que con industrias intenta,
hurtando ajenos oficios,
que la conozcáis por vuestra. 400
Si lícitas esperanzas
hallan en vuestra belleza
lugar para pretensiones
que califica la iglesia,
Don Fernando de Aragón, 405
en discreción, en nobleza,
en cantidad y en edad,
es digno de que os merezca.
DON FERNANDO
Divertimientos de mozos
que años verdes desenfrenan 410
y a vos os ofenden tanto,
ya virtud, ya afición sea,
remediaréis, viuda hermosa,
con darme esa mano bella.
Pues resucito por vos, 415
cargáis al cielo228 esta deuda.
DOÑA BERNARDA
No me traen esos cuidados
a vuestra casa, ni quiera
el cielo que mi viudez
sus méritos altos pierda. 420
Sólo vine a persuadiros
que no cohechéis montañesas,
y, asistente en vano a tornos,
desautoricéis229 lancetas;
—197→
que tiene dueño mi casa, 425
y esposo Doña Jusepa,
cuyo dote está librado
en la opinión que sustenta.
El que aquella noche hallastes,
cuidadosa centinela 430
de nuestra reputación,
fundando su agravio en ella,
es un sobrino de quien
mi hermana obedece cuerda,
y en quien, a aceptarlo230 yo, 435
aliviara algunas penas.
Pero no estoy por ahora
a nuevos yugos dispuesta,
si bien los tiempos se mudan
y alcanzan mucho asistencias. 440
Lastimada de que en vos
tan gallarda edad se pierda
en contagiosos peligros
donde el cuerpo y alma enferman,
olvidé mi propia causa 445
por la de Dios, cuya ofensa
siento tanto, que a los ojos
salen compasivas muestras.
DON FERNANDO
No lloréis más, alba hermosa,
que, desperdiciando perlas, 450
convertís a lo divino
y a lo humano causáis penas.
Y estoy ya por vos, no santo,
aunque oyéndoos bien pudiera,
más penitente de amor 455
con un corazón de cera.
  —198→  
SANTILLANA

 (Aparte.) 

¡Oh, hipócrita socarrona!
Cómprete quien no te entienda.
¡Vendes vino y das vinagre!
Lágrimas son taberneras. 460
DOÑA BERNARDA
No extrañéis estos extremos,
que soy de corazón tierna,
y en fe de quereros bien
sentir que os perdáis es fuerza.
DON FERNANDO
Aseguradme eso vos; 465
queredme bien y estad cierta
que labráis obligaciones
en bronces correspondencias.
DOÑA BERNARDA
Quiéroos bien como a cristiano
y prójimo, y os quisiera 470
ver tan reformado en todo,
que, no asegurando quejas,
me excusásedes de hacer
provocadas diligencias;
que en lo demás no se trate. 475
DON FERNANDO
No porque amenazas tema,
mas por no daros disgusto
es razón que os obedezca.
Yo os prometo limitar
ocasiones, de manera 480
que ninguno en esta calle
desde mañana me vea.
En Madrid, hay otros barrios:
Si estáis con esto contenta,
mañana me mudaré 485
tan lejos, que desvanezca
vuestro recelo y mi amor.
DOÑA BERNARDA
Lo primero, enhorabuena;
digo, el no entrar en mi casa;
mas lo segundo, no quiera 490
Dios que yo os desacomode.
Más vale que viváis cerca
porque yo pueda estorbar
solicitudes traviesas;
—199→
que, si ignoro vuestra casa, 495
podéis, sin que yo lo sepa,
hacer contra mi opinión
máquinas que el ocio inventa.
Tened, señor Don Fernando,
en más vuestra gentileza; 500
dejad gustos alquilados,
daldos a quien os merezca;
y el cielo os guarde; que voy
consolada y satisfecha;
que estimaréis los avisos 505
de quien serviros desea.
No habéis de pasar de aquí
los dos.
DON FERNANDO
Dareisnos licencia,
para acompañaros.
DOÑA BERNARDA
No,
que es mi casa la frontera 510
y podrán de las ventanas
veros, causando sospechas
cumplimientos familiares.
Adiós.
SANTILLANA

  (Aparte.) 

La chanza va buena.
 

(Vanse DOÑA BERNARDA y SANTILLANA.)

 


[Escena VI]

 

DON FERNANDO, DON DUARTE.

 
DON FERNANDO
¿Qué sentís, amigo, desto? 515
DON DUARTE
¿Qué os parece a vos que sienta
de lágrimas a dos haces231
—200→
que apetecen lo que niegan?
Vive Dios que va perdida,
y que el grano de pimienta 520
de los celos que la distes
ha sazonado la mesa.
DON FERNANDO
¡Ay, amigo! ¿Si se casa
con el sobrino?
DON DUARTE
Simpleza
indigna de vuestro ingenio, 525
Don Fernando, amigo, es ésa.
Viuda que llora y predica
y sin ser llamada se entra
por las casas de posadas
entre gente forastera, 530
no dudéis, si sois discreto,
que tiene algo que la aprieta
más adentro del cartón,232
aunque más virtudes venda.
¡Pobre de quien idolatra 535
en una niña que espera
cien mil pesos de día en día,
que es terrible competencia!
DON FERNANDO
Profetizad vos verdades,
y la viuda amor me tenga; 540
que, siendo así, el ayudaros
es forzosa consecuencia.

Imagen

El centro de Madrid, con los lugares citados en nuestra comedia (fragmento del Plano de Teixeira, 1656)


  —201→  

[Escena VII]

 

SANTARÉN, dichos.

 
SANTARÉN
¡Albricias, que ha parecido
una mina toda llena
de garatusas233 de amor! 545
DON DUARTE
¿Qué hay, Santarén?
SANTARÉN
Hay que vengan
albricias, y lo sabrás.
DON DUARTE
Darételas.
SANTARÉN
¿Qué tan buenas?
DON DUARTE
El vestido de camino.
SANTARÉN
¿Con botas?
DON DUARTE
Y con espuelas.
550
SANTARÉN
Pues sabrán vuestras mercedes,
sabrán que bajé a la cueva
a sacar un jarro de agua,
cuando en Dios y en hora buena
oigo tras una pared 555
que el dicho sótano media,
que cantaba mi Polonia,
colgando un mazo de velas
en el tabique, de un clavo.
¡Imaginad mi sorpresa! 560
Conocile en el metal
de la voz, y el alma llena
de cosquillas amorosas
la dije: «Hermana perrenga,
—202→
duélete de Santarén 565
que en ti desde ayer desea
dar dos nietos a Mahoma,
que vayan después a Meca.
-«¿Quién te echó por estas partes
si no eres ánima en pena?- 570
-Un jarro de agua, respondo.
-«Luego, ¿aquesta misma cueva
sirve a tu casa?», -replica.
-El diablo se lo dijera,
respondí, y ella prosigue: 575
-«¿Qué mayor dicha tuviera
a ser tu señor judío?
¿Ni para qué se desvela
nuestra niña en buscar trazas
con que excusar bodas viejas? 580
Un tabique nos aparta:
si el ánimo le agujera
y un tinajón arrimando
nuestra industria lo remedia,
habrá comunicación 585
nocturna, sótana duenda
cada noche, y mamaranla234
la viuda, el torno y las rejas.
Avisa luego a tus amos
mientras que a Doña Jusepa 590
traigo, que está rematada;
porque el ver darse tal priesa235
a venir su viejo amante
asegura diligencias
y la tienen mis caricias 595
más blanda que una manteca».
Partiose, y yo de dos saltos
subo brincando escaleras;
pero al tiempo de avisarte
—203→
te hallé con no se qué hembra. 600
Di parte a Mari-Ramírez,
y como obispar desea
si vaca Corozaín,236
y está tu amor a su cuenta,
bajó al sótano conmigo 605
un martillo me encomienda,
y, ayudándome con otro,
cascote echamos en tierra
hasta abrir un boquerón,
por donde seguro puedas 610
ser Píramo soterraño237
de una Tisbe comadreja.
DON DUARTE
¿Hay suceso semejante?
Dadme por tan ricas nuevas
los brazos.
SANTARÉN
Truécamelos.
615
DON DUARTE
¿Por qué?
SANTARÉN
Por esa cadena.
  —204→  
DON DUARTE
Que me place. Don Fernando,
¿qué os parece?
DON FERNANDO
La comedia
que del Mílite glorioso
Plauto en Roma representa. 620
¿Qué esperáis? ¿Qué os suspendéis?
DON DUARTE
Vamos, amigo. ¡Que tenga
mi amor tan buena salida!
SANTARÉN
Exclamacioncitas fuera,
y ¡alto a acompañar tinajas! 625
Porque celebréis entre ellas
desposorios ratoniles,
si no son bodas culebras.
 

(Vanse.)

 
 

[Sala en casa de DOÑA BERNARDA. Anochece.]

 


[Escena VIII]

 

DOÑA BERNARDA.

 
DOÑA BERNARDA
   Si deste barrio se muda
a donde después no sé, 630
¿cómo, ¡cielos!, le veré?
Poco amor tiene sin duda
   quien tan desapasionado
mudanza promete hacer.
¡Ay, cielos! Por la mujer 635
que le habló está rematado.
   ¡Qué necia fui en no decille
claramente mi pasión!
Ciertas mis desdichas son
si no vuelvo a divertille238 640
—205→
   de la prenda que le abrasa.
Pero, ¿qué ha de sospechar
quien me vea un día entrar
tantas veces en su casa?
   Y más de noche; ¡ay de mí!, 645
que estoy un abismo hecha
de amor, congoja y sospecha.


[Escena IX]

 

DOÑA JUSEPA, POLONIA, DOÑA BERNARDA.

 
DOÑA JUSEPA

 (Hablando con POLONIA aparte al salir.) 

Calla, que está hermana aquí.
POLONIA
   Dejarémosla acostada
y a la cueva acudiremos. 650
DOÑA JUSEPA
No sé en eso lo que haremos;
que estoy temblando y turbada.
DOÑA BERNARDA
   Pues, Jusepa, ¿qué hay de nuevo?
DOÑA JUSEPA
¿Qué hay de viejo?, digo yo.
DOÑA BERNARDA
Al viejo que te adoró 655
su plata le hará mancebo.
   Ya poco puede tardar;
hoy le espero con la cena.
Yo prometí una novena
y la quiero comenzar 660
   desde hoy en el Buen Suceso.
Entretente en tu labor
y haz prevenciones de amor
para el capitán.
DOÑA JUSEPA
En eso
   hay tanta dificultad 665
que no sé si he de poder.
DOÑA BERNARDA
Pues, hermana, esto ha de ser
de fuerza o de voluntad.
   Polonia, vente conmigo.
DOÑA JUSEPA
¿Me dejas sola?
  —206→  
DOÑA BERNARDA
Esto poco,
670
que no te comerá el coco.239
POLONIA

 (Aparte a DOÑA JUSEPA.) 

Señora, haz lo que te digo.
DOÑA BERNARDA
   No hayas miedo que me tarde.
DOÑA JUSEPA
¿Sola y cerrada?
DOÑA BERNARDA
Por ti
la novena prometí. 675
No eres medrosa o cobarde.
   Quiérole pedir a Dios
que te disponga a querer
a quien tu esposo ha de ser.
Luego volvemos las dos. 680
   Dame chapinillos bajos,
un manto corto y las llaves
de las puertas. Ya tú sabes
entretener los trabajos
   de una soledad, que allá 685
cerrada, tal vez solías
desmentir melancolías
muchas tardes. Bueno está.
DOÑA JUSEPA
   Sí, mas esta casa es nueva.
DOÑA BERNARDA
¡Guarda el duende, no te espante! 690
POLONIA

 (A DOÑA JUSEPA aparte.) 

A la cueva a ver tu amante.
DOÑA BERNARDA
Ven.
POLONIA

 (A DOÑA JUSEPA aparte.) 

¡A la cueva, a la cueva!
 

(Vanse DOÑA BERNARDA y POLONIA.)

 

  —207→  

[Escena X]

 

DOÑA JUSEPA.

 
DOÑA JUSEPA
   Estas novenas de hogaño
suelen volver intereses
novenas de nueve meses 695
cuando las hace el engaño.
   Vislumbres muestra de amor
esto que la inquieta el seso.
¡Plega a Dios que al Buen Suceso
no vaya del sangrador! 700
   Que en Madrid alivia penas
si fe a fábulas dar quiero,
en las damas el acero,240
y en las viudas las novenas.
 

(Acaba de oscurecerse el teatro.)

 


[Escena XI]

 

SANTARÉN, DOÑA JUSEPA.

 
SANTARÉN

 (Asomándose por una puerta.) 

¡Jusepita!
DOÑA JUSEPA
¡Ay, Dios! ¿Quién es?
705
SANTARÉN
¡Jusepa!
DOÑA JUSEPA
¡Jesús! Desmayo...
  —208→  
SANTARÉN
¿Entro?
DOÑA JUSEPA
¿Quién es?
SANTARÉN

 (Saliendo.) 

Un lacayo
buhonero y portugués.
   Yo apostaré que creyó
que era trasgo.
DOÑA JUSEPA
¡Ay, Dios! ¡Qué susto
710
me diste!
SANTARÉN
Parando en gusto
no la matará. Salió
   la viuda con su mastina.
(A Polonia llamo así.)
Desde mis puertas la vi 715
que los pasos encamina
   hacia la calle Mayor:
atrevime por la cueva
a hacer esta chanza nueva.
En ella está mi señor 720
   más tierno y más derretido
que una vela en el verano:
si le da pena el anciano,
dele ya por despedido.
   Baje, pues tiene ocasión, 725
y concluya esta partida;
que yo estaré a la subida
para darles avisón241
   cuando dé vuelta el mongil,
y no lo echará de ver. 730
  —209→  
DOÑA JUSEPA
¡Jesús! ¿Eso había de hacer?
SANTARÉN
¡El melindrico damil!
   Si temiere un romadizo
por la humedad del conduto,
nuestro aposento está enjuto, 735
sírvase del pasadizo,
   y acójanse allá los dos.
DOÑA JUSEPA
¿Yo a posada que está abierta
para todos?
SANTARÉN
Buena puerta
tiene la sala; por Dios, 740
   que, si vuesarcé se tarda
y da en reparar en eso,
ha de sufrir a un Don Bueso242
de su matrimonio albarda,
    porque diz que243 viene ya: 745
la ocasión, si es cuerda, goce.
DOÑA JUSEPA
¿Y si alguno me conoce?
  —210→  
SANTARÉN
Eso prevenido está.
   A Lisboa ha de enviar
mi amo un bravo vestido 750
a su hermana, que ha tenido
nuevas que se ha de casar;
   y las joyas que la dio
a vuesa merced ayer
para ella habían de ser. 755
Conforme esto, digo yo
   que a lo portugués vestida
cuando alguno allá subiere
(que no hará) como la viere
en sebosa convertida, 760
   no ha de poder conocerla.
DOÑA JUSEPA
Sí, pero, ¿mi honor y fama?...
SANTARÉN
Es mi señor una dama.
Pues, ¿él había de ofenderla?
DOÑA JUSEPA
   Temo la desenvoltura 765
de una ocasión licenciosa.
SANTARÉN
No pretende mi amo cosa
si no es por mano de cura.
   Tiempo perdemos: ¿qué espera?
DOÑA JUSEPA
Hermana, quien desazona 770
las edades, ocasiona
a lo que no se atreviera
   mi honor para libertalle.
SANTARÉN
Sotanitos de Madrid,
jerigonzas encubrid 775
con las trampas de una calle.
 

(Vanse.)

 
  —211→  
 

[Sala en la posada.]

 


[Escena XII]

 

DON FERNANDO, MARI-RAMÍREZ.

 
DON FERNANDO
   Desta vez, huéspeda mía,
nos saca vuestra posada
maridos.
MARI-RAMÍREZ
Y yo fiada
en ella desde este día 780
   pongo en la tabla de afuera:244
«Quien se quisiere casar
aquí se puede apear,
que hay cueva casamentera».
   ¡Mucho me debéis los dos! 785
DON FERNANDO
No os quejaréis de la paga
como esta noche se haga
nuestra boda.
MARI-RAMÍREZ
¡Plega a Dios!
DON FERNANDO
   ¿Subió ya Doña Jusepa?
MARI-RAMÍREZ
Por ella fue Santarén. 790
DON FERNANDO
Y tras mi viuda también
Alvarado; porque sepa
   a qué puede a tales horas
salir mujer que de día
tan retirada se cría. 795
  —212→  
MARI-RAMÍREZ
Nocturnas madrugadoras
   son en Madrid las más dellas;
discurso en sus tocas hago
que es camino de Santiago
nevado y lleno de estrellas; 800
   de noche todo arrebol,
todo clausura de día;
que estrellas e hipocresía
buscan sombras y huyen sol.


[Escena XIII]

 

ALVARADO, dichos.

 
ALVARADO
   No tienes que dudar ya; 805
la viuda es una bendita.
Rezando humilde y contrita
en el Buen Suceso está.
DON FERNANDO
   Eso sí, necia sospecha.


[Escena XIV]

 

SANTARÉN, dichos.

 
SANTARÉN
Esto va bueno.
DON FERNANDO
¿Y la niña?
810
SANTARÉN
La más bella sebosiña
que vio el amor, viene hecha.
   El vestido que a su hermana
tuvo mi amo dedicado
le viene pintiparado; 815
no hay más linda lusitana.
   Vistiose en un santiamén.
Y hecho un almíbar de amor,
sube con ella; señor,
fiesta y colación prevén, 820
—213→
   porque yo entre tanto atisbe
tu viuda.
 

(Vanse SANTARÉN y ALVARADO.)

 
MARI-RAMÍREZ
No malograran
su amor, si esta cueva hallaran
los bobos Píramo y Tisbe.


[Escena XV]

 

DOÑA JUSEPA de portuguesa; DON DUARTE, DON FERNANDO, MARI-RAMÍREZ.

 
DON DUARTE
   No tenéis que recelar 825
que en sujetos cortesanos
favores atan las manos
y os tengo de respetar
   más estando en mi poder
que en el de Doña Bernarda. 830
DOÑA JUSEPA
De vuestra nación gallarda
más me puedo prometer;
   que hasta la envidia confiesa
en términos de hidalguía,
que a tener la cortesía245 835
patria, fuera portuguesa.
DON FERNANDO
   Y vos lo parecéis tanto
fuera del traje que honráis,
Jusepa hermosa, que dais
juntamente amor y espanto. 840
MARI-RAMÍREZ
   Estale que es maravilla.
No vi jamás gracia igual;
—214→
si amor nació en Portugal246
ya es portuguesa Castilla.
   ¡Qué bien le dice el tocado! 845


[Escena XVI]

 

DOÑA BERNARDA con manto, dichos.

 
DOÑA BERNARDA
Polonia, a esa puerta aguarda.
DOÑA JUSEPA

 (Aparte con el portugués.) 

¡Ay, cielos! ¡Doña Bernarda!
DON DUARTE
Pues, ¿de qué tenéis cuidado
   si a ser mi esposa venís?
DOÑA JUSEPA
¡La esclava sin duda ha sido, 850
cielos, quien nos ha vendido!
DOÑA BERNARDA

 (A DON FERNANDO.) 

Hidalgamente cumplís
   la palabra, caballero,
hoy prometida y quebrada:
amor cobra a la posada 855
la dama que vi primero.247
   ¿Qué importa que no se sepa
la suya, si en tal empleo?...
¡Jesús mil veces! ¡Qué veo!
¿Qué es esto, Doña Jusepa? 860
—215→
   ¡Tú aquí! ¿Qué desenvoltura
tu recato profanó?
¿Quién las llaves falseó
de nuestra rota clausura?
   ¿Por dónde salir pudiste? 865
¿Si me dejé acaso abierta,
inadvertida, la puerta?
¿Cómo a esta casa viniste?
   Habla, liviana, traidora,
afrenta de tu linaje. 870
¿Quién te ha puesto en este traje?
DOÑA JUSEPA
¿Qué é isto? ¿Vindes, senhora,
   douda? Naon vindes en vos.
Don Duarte, ¿qué mulher
é ista? Deve de ser 875
vossa obrigaçaon.
DON FERNANDO

 (Aparte.) 

¡Por Dios,
que parece portuguesa!
DON DUARTE

 (Aparte.) 

¡Hay más gracia! ¡Hay mayor sal!
DOÑA JUSEPA
¿Eu venho de Portugal
para ouvir parvuiças?
DOÑA BERNARDA
Cesa,
880
embaidora; pues, ¿tú a mí
embelecos y lenguajes
que no entiendo? ¿Tú esos trajes?
¿Quién te enseñó a hablar ansí?
    Nacida en Guadalajara 885
¡y ya en Madrid portuguesa!
Lo que tu lengua confiesa
desmintiendo está tu cara.
   En vano negar presumes
lo que el alma y ojos ven. 890
DOÑA JUSEPA
Os borrofos de amor tem.
¿Contra quem saon os quejumes?
   Don Duarte, botalda fora,
e si naon, irme-é de aquí.
DOÑA BERNARDA
Burla está haciendo de mí. 895
DON DUARTE
Reparad en vos, señora.
—216→
   Dos veces habéis venido
a esta posada, y las dos
contra el crédito que en vos
vuestra cordura ha tenido, 900
   ya escrupulosa, ya humana,
nuestra casa alborotáis.
DOÑA BERNARDA
¡Traidores! ¿Pues me usurpáis
con embelecos mi hermana?
DON DUARTE
   ¿Qué hermana? Ésta es la condesa 905
de Ficallo.
DOÑA BERNARDA
¿De Fi... quién?
DON DUARTE
Que en fe de quererme bien,
aunque tal valor profesa,
   viene de Lisboa, viendo
que allá tan presto no iría, 910
a ser mi esposa.
DOÑA BERNARDA
¿En un día
tanto engaño? ¿Estoy durmiendo?
   ¡Burladores! ¿Soy yo loca
para creer desatinos?
DON FERNANDO
No alteréis, ojos divinos, 915
pues es la causa tan poca,
la casa.
DOÑA BERNARDA
¡Tal oigo y callo!
¡Vos también! ¡Qué acción villana!
¿Hacéis condesa a mi hermana?
DON FERNANDO
La condesa es de Ficallo: 920
   tratalda, señora, bien.
DOÑA BERNARDA
¿Qué condesa o qué locura?
Polonia, esclava, asegura
tú lo que mis ojos ven:
   entra acá.

  —217→  

[Escena XVII]

 

POLONIA, dichos.

 
POLONIA

 (Aparte.) 

Temblando voy.
925
DOÑA BERNARDA
¿No es ésta Doña Jusepa?
POLONIA
¡Jesús! En nada discrepa
della.
DOÑA BERNARDA
Y, ¿diranme que estoy
sin jüicio?
POLONIA
¡Hay cosa igual!
Su imagen tengo delante; 930
no vi cosa semejante
en mi vida. Una señal
   tiene que la diferencia.
DOÑA BERNARDA
¿Cómo, perra?
POLONIA
Bien que es poca:
un sí o no es mayor la boca. 935
DOÑA BERNARDA
Mientes.
POLONIA
La circunferencia
   de cara el engaño enseña,
aunque algo le corresponda;
señora es carirredonda;
pero ésta es cariaguileña. 940
DOÑA BERNARDA
   Yo, traidores, desharé
lo que entre vosotros pasa.
¡Embaidora! ¿Dentro en casa
con llave no te dejé?
   Pues si en ella no te hallo, 945
¿diréis248 que esto es frenesí?
DON DUARTE
Id, y veréis que está aquí
la condesa de Ficallo.
POLONIA
   Vuesa merced quedará
desengañada y corrida. 950
DOÑA BERNARDA
¡Loca estoy, estoy perdida!
Ven, perra; vamos allá:
—218→
   Quédate tú aquí, embaidora.
DON FERNANDO
¿Queréis que os acompañemos?
DOÑA BERNARDA
Déjenme.
DON DUARTE
Con vos iremos.
955
DOÑA BERNARDA
No ha de ir nadie.
DON FERNANDO
Pues, señora,
   andad con Dios, y de mí
pensad que nunca os engaño.
DOÑA BERNARDA
Perdida voy...
 

(Vanse DOÑA BERNARDA y POLONIA.)

 
DON DUARTE
¡Cuento extraño!
960
DOÑA JUSEPA
Atájola por aquí
   y múdome este vestido:
proseguid vos vuestro amor.
DON DUARTE
Vamos, mi bien.
 

(Vanse DOÑA JUSEPA y DON DUARTE.)

 
DON FERNANDO
¿Hay mejor
suceso?
MARI-RAMÍREZ
¡Jamás he oído
965
   cuento ni cosa más nueva!
Mas ya en casos semejantes
para Teseos amantes249
hay laberinto en mi cueva,
   que ha de dar con mil sobornos, 970
lo que en él buscando van.
DON FERNANDO
¡Miren la ocasión que dan
los sótanos y los tornos!

  —219→  

[Escena XVIII]

 

SANTARÉN, DON FERNANDO, MARI-RAMÍREZ.

 
SANTARÉN
   No se dio mejor mamola250
en el mundo; la muchacha 975
todo su temor despacha,
y en un momento ella sola
   quitó el portugués pellejo
y del suyo se vistió,
estando de posta251 yo 980
en aquel postigo viejo.252
   Subió arriba y ya la viuda
abriendo estaba la puerta.
Dice que estemos alerta
para acudir a su ayuda, 985
   si es que fuere menester:
que es temeraria su hermana.
DON FERNANDO
Amor, esta casa allana,
si es que algún bien me has de hacer.
SANTARÉN
   Vamos: a espiarla torno. 990
Gocemos de la ocasión,
pues amor da la invención
por el sótano y el torno.
  —220→  
 

[Habitación de DOÑA BERNARDA.]

 


[Escena XIX]

 

DOÑA JUSEPA en su primer traje, y luego DOÑA BERNARDA y POLONIA.

 
DOÑA JUSEPA
   Aún no acabo de admirarme
de la noble cortesía 995
del ilustre portugués.
¡Con qué amor! ¡Con qué hidalguía
ha procedido! En extremo
a quererle bien me obliga
su talle y su proceder. 1000
DOÑA BERNARDA

 (Dentro.) 

Abre esas puertas.
DOÑA JUSEPA
¡Qué linda
burla se traga mi hermana!

 (Siéntase a labrar.253

DOÑA BERNARDA

 (Dentro.) 

¡Sin seso vengo y perdida!

 (Dentro.) 

Agora verá su engaño
vuesa mercé.
DOÑA JUSEPA
La almohadilla
1005
tomo; y para que mejor
con mi engaño se prosiga,
—221→
labrando y cantando agora
procuraré divertirla.

  (Canta.) 

Hoy el rey no me ha fablado, 1010
mirome de mala guisa;
dejáronme venir solo
los grandes que me seguían.
 

(Salen DOÑA BERNARDA y POLONIA.)

 
POLONIA

 (Hablando con su ama a la puerta.) 

¿Está vuesarced contenta?
DOÑA BERNARDA
¡Jesús! ¡Santa Catalina!254 1015
Ahora digo que estoy
loca, si no estoy dormida.
POLONIA
Repare vuesa merced
en esta fisonomía
y verá la diferencia 1020
de la dama parecida.
Mire esta aguileña cara,
las rosas de estas mejillas,
los rasgos de aquellos ojos,
la nariz no tan prolija, 1025
y conocerá su engaño.
DOÑA BERNARDA
Bastará que tú lo digas;
mas yo cuanto más la veo
más me parece la misma.
DOÑA JUSEPA
¿Qué es esto, Doña Bernarda? 1030
DOÑA BERNARDA
No es nada; cierta porfía,
—222→
que averiguaré después.
Acostémonos.


[Escena XX]

 

SANTILLANA, dichos.

 
SANTILLANA
Albricias.
DOÑA BERNARDA
¿Qué tenemos?
SANTILLANA
Al señor
en Madrid.
DOÑA BERNARDA
¿Cómo?
DOÑA JUSEPA
¡Hay tal prisa!
1035
SANTILLANA
Ahora acaba de apearse
en un mesón; y hasta el día
no quiere venir a casa,
ni hacer de noche visitas.
Acostose, porque el mal 1040
de la ijada y de la orina
le trae enfermo; y Don Luis,
señora, con él venía.
DOÑA BERNARDA
¡Bendito sea Dios, amén!
Que estas cosas me tenían 1045
con mil cuidados, Jusepa,
que de guardarte me libran.
Ya tu marido está cerca.
DOÑA JUSEPA
¿Y muy cerca, hermana mía?
SANTILLANA
Sí, que en la calle de Atocha255 1050
—223→
en el mesón de la Oliva256
se apeó.
DOÑA JUSEPA
Más cerca está.
DOÑA BERNARDA
¿Cómo?
DOÑA JUSEPA
Aquellas celosías
fronteras habita quien
mi libertad tiraniza. 1055
DOÑA BERNARDA
Jusepa, ¿quieres que vuelva
a perder el seso?
DOÑA JUSEPA
Envidias
de mi ventura quizá
a envejecerme te animan.
DOÑA BERNARDA
Harás lo que yo quisiere 1060
o quitarete la vida.
DOÑA JUSEPA
¿Eres tú mi madre, acaso?
DOÑA BERNARDA
¿Tú me hablas ansí, atrevida?
DOÑA JUSEPA
Bien puedo, que estoy casada.


[Escena XXI]

 

DON DUARTE, DON FERNANDO, SANTARÉN, MARI-RAMÍREZ, dichos.

 
DON DUARTE
Es verdad, esposa.
DOÑA BERNARDA
¡Quita!
1065
DON FERNANDO
Don Duarte es ya su esposo.
SANTARÉN
Soy testigo.
MARI-RAMÍREZ
Y yo testiga.
DOÑA BERNARDA
¡Qué es esto, cielos! ¿Por dónde
entrastes?
  —224→  
SANTARÉN
Por una mina,
que en el sótano baraja 1070
mil amorosas pandillas.257
DOÑA BERNARDA
¡Hay perdición semejante!
Luego, ¿no mintió mi vista?
¿Tú fuiste la portuguesa?
DOÑA JUSEPA
Yo fui la condesa misma 1075
de Ficallo, hermana.
DOÑA BERNARDA
¿Hay tal?
¡Y la perra berberisca
que en chilindrinas258 me hablaba!...
POLONIA
Todo amor es chilindrina.
DON DUARTE
Señora, pues que veis ya 1080
que amor estas cosas guía,
de Don Fernando premiad
las finezas excesivas.
Su renta es seis mil ducados
y su sangre la más limpia 1085
de Aragón; su amor es grande,
—225→
su edad, ya la veis vos misma.
En otros diez mil ducados
os dotará.
DON FERNANDO
Si os obliga
la voluntad y el amor 1090
que os tengo desde aquel día
que vi en mis brazos el sol
dando a sus rayos envidia;
de mi alma y de mi hacienda
que ya a esos pies se dedica 1095
seréis absoluto dueño,
como esos claveles digan
que admitiréis por esclavo
al que por dueño os estima.
DON DUARTE
Vuestro cuñado os lo pide. 1100
MARI-RAMÍREZ
La toquera os lo suplica.
SANTARÉN
El buhonero os lo ruega.
POLONIA
Y la esclava de rodillas.
SANTILLANA
Santillana lo desea,
el niño amor os lo aliña, 1105
vos queréis, Dios os lo da
y San Pedro os lo bendiga.259
DOÑA BERNARDA
Decir a tantos que no
ya fuera descortesía.
Mucho pueden humildades. 1110
Vuestra esclava soy indigna.
DON FERNANDO
El alma os doy con la mano.
  —226→  
SANTARÉN
¡Vítor, vítor260 la viudilla!
DOÑA BERNARDA
Quédese aquí Santillana,
porque a Don Gómez le diga, 1115
cuando venga, que el amor
estas cosas encamina;
porque el aguardalle aquí
me parece que sería
necedad o atrevimiento. 1120
SANTILLANA
Vuesa merced imagina
bien, que yo le contaré
todas estas maravillas.
DOÑA JUSEPA
Tu esclava soy.
DOÑA BERNARDA
Yo tu hermana.
DON DUARTE
Yo vuestro esposo.
POLONIA
Y, ¿podría
1125
decir yo que horra261?
DOÑA BERNARDA
Sí.
  —227→  
SANTARÉN
Y yo, pues tu amor me pringa,
soy tuyo.
DON FERNANDO
Vuestro remedio
corre ya por cuenta mía.
DON DUARTE
Yo a Mari-Ramírez doy 1130
esta cadena.
DON FERNANDO
Esto sirva
de entretener solamente;
no porque haya262 estas malicias,
que por El sótano y el torno
Tirso escribe, mas no afirma. 1135


 
 
Fin de Por el sótano y el torno
 
 


  —228→  

  —229→  

ArribaNotas adicionales

Hago a continuación una sucinta lista de lugares que quizá puedan despertar en el lector actual algún leve desconcierto, bien por tratarse de materias poco familiares, bien por pertenecer a áreas léxicas especiales. Son las siguientes (el número remite al verso):

v. 6, poleo: Nombre del mozo de mulas encargado del coche accidentado. Lo mismo Ramos y Rincón. No se vuelve a hablar de ellos, como es natural. Contribuyen a dar la imagen del lugar, el suceso, etc.

v. 39, cosario: Oficio si no desaparecido totalmente, a punto de serlo; «persona que trae o lleva encargos, paquetes, etc., de una ciudad a otra, con ruta fija»; «ordinario».

v. 86, primera flota: El ir y venir de las flotas a América está muy presente en la conciencia colectiva.

v. 243, pleitos: «Asuntos, problemas que se han de resolver en la burocracia de la corte».

v. 272, luego: «Inmediatamente, al punto».

v. 444, don Gómez: «Nombre del viejo que se espera como marido de Jusepa». También en v. 2.139.

v. 513, echar o meter mano: «Llevar la mano a la empuñadura de la espada, para pelear».

v. 602, flosomonía: «Palabra imaginaria, error para designar fisiología, anatomía, o términos análogos».

v. 607, Herodes-Nerón: Los dos nombres se emplean en la lengua artística clásica como modelos de crueldad; Herodes, por la matanza de los Inocentes, y Nerón por el incendio de Roma.

v. 723, remozado en el Jordán: Se creía que el agua del Jordán, donde fue bautizado Cristo, poseía virtudes milagrosas. Aquí el milagro lo hace el dinero, el metal noble extraído de «aquel cerro», el Potosí.

v. 937, interés: «Dinero»; añadiendo intereses, «aumentando el soborno».

v. 969, El recurso de fingir caída o tropezón, echándole la culpa a los chapines, es un claro truco escénico que permite establecer   —230→   un contacto, siquiera sea fugitivo, entre los enamorados o a punto de estarlo. Al ayudar en el tropezón, se podía tocar la mano de la dama perseguida, incluso abrazarla para sostenerla, etc. No podemos pensar que las calles madrileñas estaban atestadas de damiselas tropezando o dando traspiés. Se trata de una función escénica que muy raramente deja de aparecer en la comedia.

v. 1051, rezagado: Quizá mejor lectura sería regazado, «echada hacia atrás la ropa», es decir, «descubierto». Las dos interpretaciones son posibles. Rezagado equivaldría a «dejado atrás, retrasado» el brazo, para que el galán pudiese acariciarlo.

v. 1068, sacudimiento: «Desenvoltura, desparpajo»; «reacción áspera y sin disimulos».

v. 1232, El perro del hortelano, que ni come ni deja comer al amo: refrán.

v. 1270, trucha salmonada: «Mujer liviana, pero lujosa, de alto porte, bella, etc.» De ahí pasó a ser, simplemente, «bocado exquisito».

v. 1298, uso presente: «A la moda, según lo que se lleva ahora». Véase para este uso, Daniel Devoto, «Gracias al uso», en Sin fronteras, Homenaje a María Josefa Canellada, Madrid, 1944; págs.181-192.

v.1339, El verso quedaría bien suprimiendo mi.

v. 1491, También puede leerse inventa.

v. 1710, mula de retorno: «que vuelve una vez y otra vez a lo mismo, y por el mismo camino». La imagen se extrae de la caballería vieja que mueve una noria o un molino.

v. 1720, La cancioncilla aparece en numerosos lugares, arreglada de mil formas. Véase Margit Frenk, Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV al XVII), Madrid, Castalia, 1987.

v. 1818, Refrán, análogo quien da primero da dos veces, etc.

v. 2009, perrita: «La esclava, mora o negra». Lo normal era «moro», vv. 2123; 3067; 3086. Comp. perrenga (v. 2698) y mastina (v. 2847).

v. 2222, frontero: «En frente», pero también «al lado, próximo».

v. 2225, haciendo figuras: «acompañando lo que se dice de gestos exagerados, guiños, etc.»

v. 2246, bisoña: «inexperiente, novato en algo».

v. 2270, Cuantas veo, tantas quiero: refrán.

v. 2284, pucheros: «gestos de pena, dolor, emoción, etc., que suelen anunciar el llanto».

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v. 2359, despuntado: «Manto con las puntas cortadas». La legislación obligó a que los mantos no fueran muy abundantes, a fin de evitar que las personas pudiesen ocultarse detrás de ellos. Era medida para perseguir mejor a delincuentes, busconas, etc. (además de prevenir el lujo excesivo).

v. 2476, mocedades: «Actos irreflexivos, atropellados, de la juventud, y por eso mismo, disculpables».

v. 2641-43, Fórmulas de despedida en las visitas. Equivalen a las actuales No salgo, No me levanto, No se mueva, Le acompaño hasta la puerta, etcétera.

v. 2654, pimienta: «Picazón de los celos, desazón».

v. 2683, Alusión al vestido de camino, que solía ser de gran riqueza, frente a la severidad del traje de diario. Las botas y las espuelas eran inseparables de él. La aparición de los héroes en traje de camino desempeñaba una auténtica función escénica, al servicio de la ausencia de unidades de lugar y tiempo. La espuela, además, solía tener un valor simbólico: se llegaba a depositar, como exvoto o cosa parecida, en la iglesia mayor del lugar donde finalizaba el viaje. Véase A. Zamora Vicente, «De camino, función escénica», en Homenagem a Joseph M. Piel por ocasião de seu 85º aniversario, editada por Dieter Kremer, Tübingen, 1988, págs. 639-653.

v. 2701-2, Mahoma-Meca: Santarem propone a Polonia el matrimonio. Los vástagos posibles serían también mahometanos, como la madre, y harían la peregrinación a La Meca.

v. 2711, señor judío: Es alusión clara a la condición críptica, clandestina, de los judíos o judaizantes en la sociedad clásica. Habrían de vivir en sótanos, etc. Por eso, los encuentros en el sótano de la comedia «les vienen a los hidalgos como anillo al dedo».

v. 2761-62, En el sótano pueden encontrarse, además de tinajas, ratas y alguna alimaña que viva en la oscuridad. Eso le facilita a Tirso el inventar esos dos adjetivos hechos con sustantivos.

v. 3174, mal de ijada: «Dolores de vientre, de costados, en los ijares». Es queja permanente de los viejos del teatro clásico.

v. 3218, sangre limpia: «Linaje no contaminado nunca de moro o de judío»; «cristiano viejo». El prejuicio de ser de sangre limpia era el gran torcedor de nuestros antepasados.

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v. 3264, cadena: «Cadena de metal noble que se llevaba como adorno, pero que solía convertirse en dinero en cuanto hiciera falta», sobre todo en los viajes. Suele ser regalo frecuente, generoso y muy estimado de quien lo recibe. El teatro usa de estas cadenas como premio a criados, esclavos, alcahuetes, amantes pasajeros, etc.

v. 2368, Debe llamarse la atención sobre la costumbre de la comedia de contener, en los últimos versos, el título general. En Tirso es característica muy utilizada.



 
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