Jornada primera |
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Salen DON JUAN por una parte, y FLORA por otra.
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DON JUAN. | El suceso del papel | | vengo a saber, bella
Flora. | |
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FLORA. | Ya se le di a mi Señora, | | y aunque
fulminó cruel | | un destrozo riguroso | | en sus amorosas
penas | | (Mas muriendo entre azucenas | | no pudo morir quejoso), | | en sus ojos advertía, | | notando su indignación, | | que, allá dentro el corazón | | otros afectos
sentía; | | y al primer lance, no es | | el desprecio
muy severo, | | que al fin le leyó primero, | | aunque
le rompió después. | |
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DON JUAN. | Pues, Flora,
si le leyó, | | no fue el romperle desdén. | |
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FLORA. |
Y el modo del ser también | | mal desmentido mostró | | que la airada tempestad | | de aquel desagrado ingrato, | |
fue más ley de su recato | | que enojo de su crueldad. | |
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DON JUAN. | ¿Qué esa cauta fullería | | brujuleaste
en su semblante? | | Trueque ya en frutos de amante | | su flor
la esperanza mía. | | Tal la dicha viene a ser | | que
llego indigno a lograr, | | que me obligas a ignorar | | los
modos de agradecer. | | Este diamante ya veo, | | Flora, que
es inferior paga: | | no la deuda satisfaga, | | acredite mi
deseo. | |
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FLORA. | Mil años, sin que a tu amor | | se atreva
esquivo desdén | | amante Matusalén | | goces,
don Juan, de Leonor. | | (Ap. | Buenos mis enredos van; | | la
trampa ha sido cruel: | | ni a Leonor di tal papel | | ni conoce
a tal don Juan; | | toda alcahueta se ajuste | | a imitar mi
proceder, | | que a un galán se ha de vender | | a diamante
cada embuste.) | |
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DON JUAN. | ¿Que al fin dices, Flora mía, | | perdóname lo cansado, | | que mostraba algún
cuidado | | cuando mi papel leía? | |
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FLORA. | Digo que atenta
la vi | | decir, cuando le leyó, | | con un gustillo,
que no; | | mas con los ojos, que sí. | |
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DON JUAN. |
Ay Leonor: hoy de tu gracia | | los halagos gozaré; | | siempre este lance juzgué | | por el de más
eficacia. | | (Ap. | Quien las criadas granjea, | | consigue un
medio importante.) | |
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FLORA. | (Ap.) | ¡Qué fácilmente
un amante | | cree las nuevas que desea! | |
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DON JUAN. | De
tu diligencia fío, | | la dicha de mi esperanza. | |
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FLORA. |
Buena será la fianza, | | remite al cuidado mío. | | Pero aguarda: mi Señora | | y su padre, don Rodrigo, | | viene, no te hallen conmigo; | | Vete, don Juan. |
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DON JUAN. | No
olvides | | mi amor, que hoy he de fundar... | | (Vase.) |
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FLORA. | Seguro puedes estar... | | (Ap. | De que no haré
lo que pides.) | |
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Salen LEONOR y DON RODRIGO.
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RODRIGO. | ¡Notable
es tu condición! | |
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LEONOR. | No la culpes hasta oírme. | |
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RODRIGO. | ¿Qué razón puedes decirme, | | que
abone esta sinrazón? | | ¿Todos, di, no culparán | | por error inadvertido, | | que no admitas un marido | | que
es noble, rico y galán? | |
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LEONOR. | No es replicar proponer | | aquello a que no me ajusto; | | sigue tú después
tu gusto, | | pero oye mi parecer. | | Tan obediente a tu arbitrio | | me he de sujetar, que quiero | | que sea tuya la elección | | y mío el consentimiento; | | pero permite; negado | | a apasionado efectos, | | a la razón el oído, | | y a la prudencia el acuerdo: | | don Juan Osorio es galán, | | noble y rico, pero es necio; | | mide, Pues, esos esmaltes | | sólo con este defecto, | | y yo sé que en mi
favor | | sentenciará tu consejo; | | pues bien puedo
asegurar | | que si procedes atento | | a la obligación
de padre, | | no has de consentir severo, | | por hacerme rica,
hacerme | | desdichada, siendo menos | | grave pensión
la de pobre: | | aunque yo, Señor, entiendo | | que es
rico el pobre que vive | | con su fortuna contento. | |
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RODRIGO. |
Muy bachillera estás, hija; | | templa ese estilo,
advirtiendo | | que en el verdor de tus años | | pierden
fuerza los consejos. | | Si es necio don Juan, es rico, | | Leonor,
y en aqueste tiempo, | | quien puede más, vale más, | | porque los merecimientos | | fallecen desanimados | | si del
oro a los reflejos | | no se esfuerzan; el que es pobre, | |
no puede ser noble, puesto | | que no lo puede ostentar, | |
que es lo mismo que no serlo. | | Pues serio para sí
solo | | es rigor más que consuelo, | | porque viene a
ser forzarse | | a obrar siempre con respetos | | se quien es,
y no poder | | elegir indignos medios | | para vivir, con que
tiene | | de noble (¡grave tormento!) | | Sólo las obligaciones | | y no, Leonor, los provechos. | |
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LEONOR. | Y si yo, padre, probase | | que el que no fuere discreto | | no será rico, ¿sintieras | | otra opinión? |
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RODRIGO. | Eso
es bueno; | | por reírme de tu error | | permitiré
el argumento. | |
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LEONOR. | El ser rico no consiste | | en tener
dicha o acierto | | para adquirir; sólo estriba | | en
tener buen regimiento | | para saber conservar | | lo adquirido;
claro es esto. | | Porque ¿qué importa que abunde | |
yo en venturosos aumentos | | si en pródigos desperdicios | | los consumo y desvanezco? | | El saber, pues, conservar | |
es acto feliz de un pecho | | que a la luz de la razón | | regula su entendimiento, | | de éste se halla destituido | | el que es ignorante, luego | | carecerá de cordura, | | pues si le falta lo cuerdo | | vivirá mal ordenado, | | siendo consecuencia de esto | | que todo lo que adquiriere | | disipará; de que infiero | | que nunca podrá
ser rico | | el que no fuere discreto. | |
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RODRIGO. | (Ap. | ¡Qué
entendida está Leonor! | | Que me ha vencido confieso. | | ¡Qué bien la crió su madre! | | Fue de cordura
un portento.) | | Mejor sabré yo elegir | | lo que te
importa, pues debo | | dos veces asegurarme | | facilitando el
acierto: | | la primera por lo padre, | | la segunda, por lo
viejo. | | (Ap. | Don Félix de Acuña es grande | | amigo mio: yo quiero, | | pues lo es también de don
Juan, | | que me ayude en este intento.) | | Adiós, mi
Leonor, que voy, | | a procurarte este empleo. | | (Vase.) |
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LEONOR. | Tuya es mi voluntad: airada suerte; | | mejor dijeras
a trazar mi muerte, | | a eternizar violencias a mi gusto, | | a sujetarme al cautiverio injusto | | de quien por necios
modos | | guerra ha de ser e mis sentidos todos. | | ¡Ay amor!
¡ay don Félix! si del alma | | has conseguido merecida
palma, | | y si eres tú el que ahora más me anima, | | rígela de manera que redima | | lo fiero de este golpe
ejecutivo; | | no he de vivir sin ti, pues por ti vivo. | |
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FLORA. |
Señora, injustamente formas quejas | | de tu padre,
pues tú guiarte dejas | | de lo que a su interés
es conveniencia; | | y en estos lances, aunque tu obediencia | | se revele... |
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LEONOR. | Detente, | | no pases adelante neciamente | | y, pues lo ignoras, es razón
que entiendas | | que las mujeres, Flora, de mis prendas, | |
en este caso y en cualquier intento, | | nunca se han de oponer
al sentimiento | | de su padre, que cuerdo y vigilante | | sabrá
elegir en todo lo importante; | | sólo por reducirle
y ablandarle | | persuadirle podré, no replicarle; | |
porque, o lo apoye el gusto, o lo repruebe | | obedecer con
sujeción se debe. | |
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FLORA. | Ese portarse, yo no le recuso; | | pero siento que no es vivir al uso, | | que en la presente
edad son en sus bodas | | fiscales, jueces, y aun agentes todas. | |
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LEONOR. | Ven, Flora; y si me deja mi fatiga | | escribiré
un papel en que le diga | | a don Félix la pena con
que lucho. | |
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FLORA. | El llevar malas nuevas siento mucho; | |
mas distingo el porqué, de virtud lleno, | | mas por
mi mal, que no por el ajeno, | | que en tales ocasiones | | los
amantes están muy preguntones, | | muy hazañeros,
muy desaforados, | | y sólo en dar el porte reportados. | |
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(Vanse.)
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Sale DON FÉLIX, solo, con una carta.
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DON FÉLIX. |
Esta es carta de Violante, | | a quien galán festejé | | en Sevilla, y siempre hallé | | en lo severa constante. | | Si mi ausencia ha despertado | | ardores en su tibieza, | |
perdone, que otra belleza | | es dueño de mi cuidado. | | Y aunque en ella su beldad | | presuma ser maravilla | | siendo
dama de Sevilla, | | será dama de ciudad. | | Y el garbo,
el aire, el primor | | de las bellas cortesanas | | harán
titubear las canas | | del más recto senador. | | Si para
pintallas tomo | | la pluma, sólo diré | | que
tienen un no sé qué, | | con que matan no sé
cómo. | | (Abrela.) | Quiero, pues, leerla, aunque no | | consiga fineza mía: | | bien poca prisa tenia, | | pues odo el pliego escribió. | | ¡Qué prolija impertinencia! | | Más parece,
y lo sospecho, | | información en derecho | | que carta
¡Lo que una ausencia | | descubre en una mujer! | | Vive Dios,
que he de romperla. | | Porque ¿cómo para leerla | | ánimo
podré tener? | |
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Rómpela en dos partes, y sale
FLORA con un papel al paño.
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FLORA. | Solo don Félix
está | | y ahora un papel rompió. | | Lo poco que
he visto, no | | buenas sospechas me da. | | Lo que aquí
me toca es, | | a fuer de buena criada, | | suspender esta embajada, | | Oír, y parlar después. | |
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DON FÉLIX. |
Sólo a ti bella deidad, | | con decente adoración | | se humilla mi corazón, | | se postra mi libertad: | | blasone con vanidad | | mi amor, de que ha merecido | | la
vitoria de rendido | | a tanto hermoso primor, | | que siendo
tú el vencedor | | puede triunfar el vencido. | |
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FLORA. | (Ap.)
| No determina sujeto | | el tal don Félix, y así | | la curiosidad en mí | | no conseguirá su efeto, | | si coger pudiese ahora | | aquel papel que rompió, | | ¡Qué dichosa fuera yo | | si le viera mi Señora! | | Pardiez, que emprenderlo puedo, | | pues él está
divertido; | | bájome sin hacer ruido, | | y alargo la
mano; un dedo | | me falta para llegar, | | pues extender bien
el brazo; | | ya está en casa el un pedazo, | | el otro
se ha de pescar | | con el mismo tiempo pues. | |
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DON FÉLIX. |
Quiero sin que me levante... | | ¡Válgate Dios por
Violante! | |
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(Túrbase
FLORA, y encoge el brazo.)
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FLORA. | (Ap.) | Malo es esto:
cierto es | | Mi recelo; pero yo | | prosigo, bien me prevengo, | | ya entrambas mitades tengo, | | lindamente sucedió. | | La que es alcahueta fiel | | a hacer todo esto se obliga; | | señores, nadie le diga | | que yo lo cogí el
papel. | | (Vase.) |
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DON FÉLIX. | Razón
es reconocer | | que fue indecente el desmán, | | poco
uso de lo galán | | siendo el papel de mujer. | | No enmendar
la grosería | | pasará de necedad, | | Obre la
curiosidad | | si no la galantería. | | En mí quiero
leerle, aunque | | ofendido el gusto puede. | | (Sale a buscar,
y túrbase.) | ¿Qué es esto que me sucede? | | ¿Pues aquí no le arrojé | | en dos partes dividido? | | ¿Cómo lo puedo dudar? | | A nadie he sentido entrar, | | yo he de perder el sentido. | |
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Busca el papel volviendo d
una parte y a otra, y sale PEPINO, gracioso.
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PEPINO. | ¿Qué
anda buscando mi amo? | | Su juicio debe de ser; | | temo que
den en Toledo | | estos amores con él. | | Señor. |
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PEPINO. | ¿Qué
tienes? | | ¿Qué es esto? sosiégate. | | ¿Estás
pensando en arbitrios, | | o versificas? pues bien; | | ¿No me
respondes? |
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DON FÉLIX. | Si
es tuya | | la burla, declararé | | que estás cansado. |
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PEPINO. | No
estoy, | | que no he hecho ejercicio. |
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DON FÉLIX.
| Ya
es | | tu desatino insufrible, | | dame la carta. |
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DON FÉLIX. | la carta que ahora
rompí. | |
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PEPINO. | La carta, ya la llevé | | a la
estafeta. |
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DON FÉLIX. | Villano, | | Vive el ello, que he de hacer... | |
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PEPINO. | Como no me hagas
cartero, | | haz cuanto quisieres (él | | está
loco); no te espantes | | de que no te entiendo, pues | | de
suerte te vengo a hallar | | de oscuro y cerrado, que | | he
menester comentarte | | para haberte de entender. | |
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DON FÉLIX. |
Pepino, no en todos tiempos | | tan desatinado estés. | |
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PEPINO. | Mil corchetes lleven mi alma, | | que en el reino
de Luzbel | | son sota diablos, si tal | | carta he visto, ni
veré. | |
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DON FÉLIX. | No apures más
mi impaciencia. | |
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PEPINO. | Yo soy muy hombre de bien; | | y en
materia de tomar, | | es mi conciencia tan fiel, | | que ni vivo
en la provincia | | ni he sido sastre montés. | |
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DON FÉLIX. |
Tres dios ha, Leonor bella, | | que no he visto amanecer | |
de tu beldad soberana | | la purpúrea candidez. | | Hubiera
muerto de ausente | | a no animarme la fe, | | que impresa en
mi pecho vive | | sin remedios del pincel. | | Voy a ver si de
tus ojos | | luces puedo merecer, | | y si no de tus paredes | | lo exterior adoraré. | | (Vase.) |
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PEPINO. | Juro
a Cristo, hablando en veras, | | que aqueste es un caso en
que | | todo mi juicio, aunque es poco, | | emplear he menester. | |
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Sale DOÑA ANA, alborotada, con manto.
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DOÑA ANA. |
Hidalgo, por vuestra vida, | | que a una mujer amparéis, | | que del sagrado se vale | | desta casa por vencer | | un peligro
en que su honor | | tormenta puede correr. | | Siguiéndome
un hombre viene, | | y importa ocultarme dél; | | y aun
si aquí me ha visto entrar | | segura dél no
estaré. | | Para pasar a esta sala, | | licencia me dad
cortés, | | hasta que del grave empeño | | deste
riesgo libre esté. | |
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(Entrase por una de las dos puertas
que ha de haber a los dos lados.)
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PEPINO. | Tarabilla, fondo
en ceño, | | si vos lo decís y hacéis | | desta manera, excusado | | el pedir licencia fue. | | ¿Cosa
que entrase el tal hombre, | | que muy contingente es, | | a
reñir conmigo el caso, | | por qué me he metido
a ser | | don Pepino de Niquea, | | pues defiendo a esta mujer? | | Por asegurar mi miedo | | a cerrar la puerta iré; | | pero con Leonor, mi amo | | vuelve aquí (¡lance cruel!), | | ella vendría hacia casa | | cuando iba a buscarla
él. | | Con esta mujer cerrada, | | ¿Qué haré?
si Leonor la ve, | | habrá cruel carambola, | | y sobre
mí ha de llover | | la peor parte; ellos llegan, | | terrible
el aprieto es. | | Sólo este remedio alcanzo, | | no sé
si le lograré. | | (Llega
a la puerta.) | Oyes, torbellino, trueno, | | rayo, demonio
o mujer, | | que todo es uno, no salgas | | deste aposento basta
que | | te avise; desta manera | | excusar quizá podré | | que Leonor la vea, y luego | | con Bercebú la echaré. | |
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Salen DON FÉLIX, LEONOR y FLORA, con mantos.
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DON FÉLIX. |
Hermosísima Leonor, | | ¿Cómo haces cielo esta
casa? | | Templa empeños, que ya pasa | | a ser exceso
el favor; | | no pródigo el resplandor | | que en tu beldad
se atesora, | | tanto madrugue, Señora, | | nuncio sea
un arrebol, | | que para que nazca el sol | | sale primero la
aurora. | | Este franco amanecer, | | de hermosa es desconfiar | | pues no, no para matar | | toda tú te has menester; | | el jazmín o el rosicler | | vence en tus mejillas
bellas, | | sin que fulmines centellas | | de esos rayos superiores, | | que si matas con las llores, | | ¿Para qué son las
estrellas? | |
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LEONOR. | Quien os oyere tan tiernas | | demostraciones
de amante, | | tan cariciosos afectos | | de un alma que humilde
yace | | juzgará que vuestro amor | | sólo aspira
a eternizarse | | constantemente en lo fino, | | finamente en
lo constante; | | pues yo que debo noticias | | de una verdad
a un examen | | curioso, más advertida | | en la fe, sabré
portarme. | |
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PEPINO. | (Ap.) | Mientras se dicen los dos | |
veinte y cuatro disparates, | | que fueran cuarenta y nueve | | si cupiera el asonante, | | nos podemos ir nosotros | | allí
dentro a hacer aparte | | nuestros papeles, Florilla. | |
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FLORA. | (Ap.)
| ¿No ve que es un ignorante | | Ero? vuesarced, mi Rey, | | o
mi Roque, ¿pues no sabe | | que un pepino y una flor | | nunca
traban maridaje? | |
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PEPINO. | Anda, que eres una necia; | | no
en flores el tiempo gastes, | | que aunque el Papa no dispense, | | podrán en aqueste lance | | el pepino enflorecerse | | y la flor empepinarse. | |
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(Vanse PEPINO y FLORA.)
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DON FÉLIX. |
¡Que lo firme de mi afecto | | con falsas dudas agravies, | | cuando a premiarle era justo | | que franca te adelantases! | | Desvanece esas sospechas, | | no tu crédito embaracen, | | y debate la razón | | el estar más de su parte. | | Porque tan ciego te adoro, | | que idólatra de tu
imagen | | la imprimo en el corazón | | con tan rebelde
carácter, | | que no han de alcanzar en ella | | jurisdicción
las edades. | |
|
|
LEONOR. | Señor don Félix, templad | | hipérboles, que es muy tarde | | para prevenir remedios | | a tan peligroso achaque. | | Yo he sabido ya que sois | | tan
abonado tratante | | en empleos amorosos, | | que porque jamás
no falte | | correspondencia tenéis | | (resguardo importante
y fácil) | | en Madrid una Leonor, | | y en Sevilla una
Violante. | |
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|
DON FÉLIX. | Si a tal Violante conozco, | | plegue al cielo que no alcance | | de tu beldad, Leonor mía... | |
|
|
LEONOR. | No, no paséis adelante, | | Mirad bien lo que
decís, | | porque han llegado a informarme | | del empeño
que tenéis | | con esta dama, tan grande | | indicios,
mejor dijera, | | tan evidentes verdades, | | que aun no concibo
una duda | | que mi crédito desmaye. | |
|
|
DON FÉLIX. |
Que esa mujer no conozco, | | Leonor, te aseguro; y antes | | de culpar mi amor, debieras | | con más acierto informarte. | |
|
|
|
DON FÉLIX. | (Ap.) |
Por Dios que es la de Violante; | | ¿Cómo ha podido
llegar | | a sus manos? ¡Fuerte lance! | |
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|
LEONOR. | ¿Decid ahora
que crea | | vuestras finezas, que pague | | vuestro amor, y
que en el pecho | | impresa adoráis mi imagen... | |
|
|
DON FÉLIX. |
Ahora, pues, más rendido | | puedo a tus ojos postrarme, | | y tú más benigna ahora | | debes franquearme
hospedaje; | | y en tu piedad, porque juzgo | | que es más
razón declararte | | obligada que ofendida, | | apura,
pues, vigilante | | este delito; ¿tú fundas | | la queja
en que averiguaste | | en esa carta tus celos? | | Justo es también
que repare | | en que a tus manos llegó | | quejosa de
aquese ultraje | | que fulminó mi rigor; | | luego puedo
asegurarte | | que pues la rompí severo | | no la correspondo
amante. | |
|
|
LEONOR. | Qué fácilmente, don Félix... | |
|
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|
Salen PEPINO y FLORA.
|
|
|
|
|
LEONOR. | ¡Ay de
mi! si acaso sabe... | |
|
|
DON FÉLIX. | No te detengas,
Leonor; | | en esta sala al instante | | te oculta; abre aquí,
Pepino. | |
|
|
PEPINO. | Se me ha perdido la llave | | desta puerta
(esto era bueno); | | por Jesucristo, más fácil | | será entrar en esta pieza. | |
|
|
|
LEONOR. | ¡Qué
grave | | Susto padezco! |
|
|
DON FÉLIX. | Conmigo, | | ningún riesgo te acobarde. | |
(Escóndese
LEONOR.)
|
Sale DON RODRIGO.
| ¿Señor don Rodrigo? |
|
|
DON RODRIGO. | El
cielo, | | señor don Félix, os guarde. | |
|
|
DON FÉLIX. |
¿En qué os sirvo? ¿Qué ocasión | | a
honrar esta casa os trae? | |
|
|
DON RODRIGO. | Hablaros quisiera
a solas. | |
|
|
DON FÉLIX. | Pon aquí sillas,
y salte | | allá fuera. |
|
|
PEPINO. | (Ap.) | Ya
obedezco; | | cuidado me da bien grande | | esta tapada, yo temo | | algún suceso de Marte. | | (Vase.) |
|
|
|
DOÑA ANA. | (Ap.) | De
suerte | | se van enlazando lances, | | que pienso que aquí
escondida | | hasta la noche he de estarme. | |
|
|
DON RODRIGO. |
Las hijas, don Félix, son | | en la obligación
de un padre, | | que debe correspondencias | | nobles a su heroica
sangre | | el cuidado que más rinde | | la opresión
que más combate. | | Ciegas en su juventud, | | no saben
aconsejarse | | con la prudencia, y como es | | su naturaleza
frágil, | | en el piélago de afectos, | | y ocasiones
naufragantes, | | peligran; ¡oh! tema cuerdo | | el piloto destas
naves: | | desvélese providente, | | prevéngase
vigilante, | | que tiene para esperar | | poco feliz su pasaje, | | mucho que las aventure | | y nada que las resguarde. | |
|
|
DON FÉLIX. | (Ap.) |
No me contenta el proemio; | | pero cuerdo he de portarme. | |
|
|
DON RODRIGO. | Señor don Félix de Acuña: | | la amistad que vuestro padre | | y yo estrechamos sirviendo | | en los Estados de Flandes, | | os ha de obligar ahora | | a
no ocultarme verdades, | | que es preciso averiguar | | en un
negocio importante. | | Vos sabéis mucho de historias, | | y de todos los linajes | | de España. |
|
|
DON FÉLIX. |
Confesar
puedo | | que he negado a ociosidades | | el tiempo, y que a
aqueste estudio | | mi inclinación me persuade, | | que
ya, señor don Rodrigo, | | se ha hecho más venerable | | con profesarle, advertido, | | el más bizarro, el
más grande | | sacro monarca del mundo. | |
|
|
DON RODRIGO. |
Decidme, pues, si la sangre | | de don Juan Osorio puede | |
sin escrúpulo mezclarse | | con quien le pretende hacer | | su yerno. |
|
|
DON FÉLIX. | (Ap.) | ¡Qué
pena! ¡al fácil | | impulso de aquesta voz | | muerta
mi esperanza yace! | |
|
|
LEONOR. | (Ap.) | ¡Que en violentar
mi albedrío | | se empeñe tanto mi padre! | |
|
|
DOÑA ANA. | (Ap.)
| ¡Qué escucho! ¡fuerte rigor! | | ¿Don Juan de Osorio
casarse | | con otra, cuando en mi pecho | | logra amorosas piedades? | |
|
|
DON FÉLIX. | (Ap. | Aunque me cueste la vida | | ha
de ser tuerza aprobarle.) | | Todas las prendas que pueden | | hacer envidiado y grande | | a un caballero, concurren | |
con bien gloriosos esmaltes | | en don Juan; estad seguro | |
que en lo ilustre de la sangre | | de mal ya formadas dudas | | ni aun el peligro no cabe. | |
|
|
DON RODRIGO. | Buenas nuevas
me habéis dado; | | decidme, así Dios os guarde, | | ¿no estará Leonor gustosa? | | ¿Mil gracias no podrá
darme | | por tal dueño? |
|
|
DON FÉLIX. | Señor,
eso | | las historias no lo saben; | | consultadlo con su gusto. | | (Ap. | ¡Qué este pesar no me mate!) | |
|
|
DON RODRIGO. |
Mi gusto es el suyo; voy | | a concluirlo al instante. | | ¿Qué
hacéis, don Félix? |
|
|
|
DON RODRIGO. | En
balde | | intentaréis tal suceso; | | mirad que... |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
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Sale DOÑA ANA, tapada.
|
DOÑA ANA. | Yo me
resuelvo a salir, | | que esta es buena ocasión, antes | | que otros estorbos lo impidan, | | que tiempo ha habido bastante | | para que mi hermano, que es | | a quien encontré en
la calle | | y de quien huyendo entré | | en esta casa
a ocultarme | | porque no me conociera, | | haya pasado adelante; | | es mi hermano muy marido. | |
|
|
LEONOR. | ¿Qué paciencia
habrá que baste | | a sufrir lo que estoy viendo? | |
Vive el cielo ¡pena grave! | | Que en aquella sala oculta... | | no puedo hablar... el coraje, | | la voz me ahoga en el pecho. | |
|
|
DOÑA ANA. | ¡Ay, don Juan! no has de casarte, | | aunque me cueste la vida. | |
|
|
|
Va a salir DOÑA ANA, y
entra DON FÉLIX y piensa que es LEONOR.
|
DON FÉLIX. |
(Ap. | Logre la suerte crueldades, | | en quien...) ¡Señora,
mi bien! | |
|
|
|
DON FÉLIX. |
No
recates | | estas estrellas que al sol... | | aguarda, espera,
no pases. | |
|
|
|
(Entrase DOÑA ANA; DON FÉLIX quiere
ir siguiéndola y al entrarse detiene LEONOR muy enojada.)
|
LEONOR. | ¡Que a una mujer de mis prendas | | esto le suceda!
Antes | | será bien que os agradezca | | esta fineza. |
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DON FÉLIX. | ¡Notable | | caso! ¿Es verdad o ilusión | | lo que veo?¿Por qué
parte | | pudo ser? |
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LEONOR. | Señor
don Félix, | | no es hazaña, no es galante | |
trofeo engañar así | | a mujeres principales. | |
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DON FÉLIX. | ¿Cómo engañar, Leonor
mía? | | Vive el cielo, que constante... | |
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LEONOR. | Vive
el cielo, que es acción | | infame el no embarazarse | | de tan vil correspondencia, | | que a mis ojos... Pero calle. | |
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DON FÉLIX. | Señora Leonor, advierto | |
que injustamente... |
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LEONOR. | Dejadme, | | no encendáis más este fuego | | Que con saña
penetrante | | abrasa mi corazón; | | pues yo, yo sabré
vengarme; | | y ya que excusar no pueda | | de mi flaqueza el
desaire, | | sabré enmendarle de suerte | | que os asombren,
que os espanten, | | de una mujer ofendida | | soberbias temeridades. | |
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DON FÉLIX. | ¡Que esto me suceda, cielos! | | ¿Qué
mujer pudo ocultarse? | | ¿Cuándo? ¿Cómo? Estoy
sin juicio. | |
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LEONOR. | Pues no le perdáis, cobradle, | | que no importa que esté oculta | | en vuestra casa
Violante, | | que no es mal huésped don Félix. | |
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DON FÉLIX. | ¿Qué, la verdad no me vale | | en esta ocasión, Leonor? | | Plegue al cielo que me
abrasen | | de un rayo el voraz incendio, | | que escandalizando
el aire | | del pardo horror de una nube | | pavoroso aborto
baje... | |
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LEONOR. | Vaya, proseguid, que ya | | lo fingido con
lindo aire. | |
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DON FÉLIX. | Plegue al cielo que una
fiera | | sañuda me despedace, |
o que sea de mi vida | | feroz alimento un áspid. | |
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LEONOR. |
¿Maldiciones? otra culpa; | | vulgarísimo desaire. | |
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DON FÉLIX. | Sino te venero humilde, | | si no te
adoro constante, | | si conozco a esa mujer, | | pues aunque
has visto que sale | | ahora de ese aposento, | | por Dios, que
he estado ignorante | | de que se ocultaba en él; | |
y lo que pudo obligarme | | a seguirla fue pensar... | |
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LEONOR. |
¿Que era yo? Disculpa fácil, | | cierto que os debo
infinito, | | don Félix. |
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DON FÉLIX. | Si
no es bastante | | aquesta satisfacción, | | mi bien,
para asegurarte, | | forma, despide, fulmina, | | severa, airada,
implacable, | | rigores, iras y enojos; | | que humilde, rendido,
amante, | | perseveraré sufriendo, | | que tuyo he de
eternizarme, | | sino a pesar de fatigas, | | firme a pesar de
pesares. | |
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LEONOR. | ¿De qué ha servido cansaros | | en
ese amoroso alarde, | | si mucho menos ahora | | os he creído
que antes? | |
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LEONOR. | Eso es, don Félix, vengarme. | |
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DON FÉLIX. |
¡Que no creas mis finezas! | |
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LEONOR. | ¡Que no pagues mis verdades! | |
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DON FÉLIX. | No tan airada a mis ruegos... | |
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DON FÉLIX. | Pues
en rigor tan crecido... | |
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LEONOR. | Pues en tormento tan grave... | |
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DON FÉLIX. | ¡Valedme, cielos, valedme! | |
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LEONOR. |
¡Vengadme, cielos, vengadme! | |
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