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Flores Heroicas y Líricas
Poemas heroicos y líricos, se dijeron por celebrarse en ellos, y cantarse a la lira de los famosos hechos, y heroicas hazañas de los grandes héroes de los pasados siglos. Notolo don Luis de Góngora, en aquel célebre y culto Panegírico, a la ilustre memoria y famosas hazañas de don Francisco Sandoval y Rojas, duque de Lerma, cuando pide a Euterpe, pulse con tan divina mano su sonora lira. | |||||
D. Luis de Góngora en el Paneg. al Duque de Lerma. | Si arrebatado merecía algún día | ||||
Tu dictamen, Euterpe soberana, | |||||
Bese el corvo marfil hoy desta mía, | |||||
Sonante Lira, tu divina mano: | |||||
Emula de las trompas su armonía, | |||||
El séptimo Frión de nieves cano, | |||||
La adusta Libia sorda aún más lo asienta, | |||||
Que los áspides fríos que alimenta. | |||||
Las musas que precedían a estos heroicos asuntos (dejando a Euterpe, a quien invoca Don Luis) fueron Clío, y Calíope, como lo dice Virgilio en el epigrama que compuso dellas: | |||||
Vir. Epig. Mus. L. Auson. edy. 20. | Clio gesta canens, transactis tempora redit. | ||||
Carmina Caliope libris heorica mandat. | |||||
Pero hallo, que una, y otra los cantaban en la cítara. De la primera dijo allá no sé qué poeta: | |||||
Clio dulcisone cythara modulamina prompsit. | |||||
Y Horacio lo afirmó, hablando de Calíope: | |||||
Horat. l. 3, Od. 4. | Descende Cælo, et die, agetibia, | ||||
Regina longum Caliope melos, | |||||
Seu voce, nunc mavis acuta, | |||||
seu fidibus, cytarave Phebi. | |||||
Buleng. l. 2 de
Theatro, c. 37.
S. Isid. lib. 3, Etimol. |
Si no es que digamos con algunos, que la cítara es una misma cosa con la lira. Dispútalo Julio César Bulengero; y San Isidoro afirma, que la lira es especie de cítara: Paulatim autem plures eius species stiterunt, ut psalteria, Lyra Barbita. O sea porque los poetas, inspirados de las musas, se valían de uno, y otro instrumento, para celebrar los famosos hechos de los héroes, pues vemos que Horacio, no sólo le pide la cítara a Calíope [63] para cantar sus versos; pero también se vale de la lira para hacer coro con los mayores poetas de su siglo, este parece que fue su cuidado, cuando afectó esta honra con su mecenas: | ||||
Hor. Carmen, libr. I, Od. 1. | Quod si me Lyricis vatibus inseres, | ||||
Sublimi feriam sidera vertice. | |||||
De la lira, o cítara (sea uno, o diverso el instrumento) se valió también Aquiles, no sólo para acallar sus penas, pero para celebrar los famosos capitanes de su tiempo, a lo primero introduce Ovidio: | |||||
Ovid. lib. 4, elig. | Fertur in abducta Briscide tristis Achilles | ||||
Æmonia curas atenuasse Lyra. | |||||
A lo segundo Homero en su Ilíada, hablando deste valeroso héroe: | |||||
Hom. Illi. lib. 9. | Mulcentem cythara hunc mentem invenere sonora, | ||||
Hac animum mulcens cantabat facta virorum. | |||||
Neb. Vatab. Cayetan. supt. Psal. 44. Symacus P. Lorin. in tit. Ps. 44. Idem eod. loco. |
Y si son flores los asuntos heroicos, que celebra la musa, fuerza es, que se ajuste el instrumento músico a lo florido de su metáfora. Pero cuál preguntaréis curiosos. No otro que el lilio, que en griego suena tanto como Lirion, (y se dirá en otra parte) y así con sola la diferencia de la jota griega, se llamarán estos poemas líricos, como los otros, por cantarse a la lira se decían líricos, con la mutación en la Ypsilon. Y por que no se entienda, que es antojo, o capricho mío, advierte el Nebiense, Vatablo, y Calletano, que aquel célebre salmo y poema heroico, cuyo título (como nota Símaco) es: Triumphus, L. triumphale carmen, donde se festejan, y aplauden los famosos hechos, y ilustres triunfos de Cristo, y de su iglesia, se cantaba en un instrumento músico llamado Lilio: Volunt sosannim (dice el doctísimo Lorino, en nombre de los Autores referidos) nomen esse instrumenti musici, quos lilium diceretur. O bien porque tenía la mesma forma que la azucena, o porque constaba de seis cuerdas, como esta flor se parte en seis hojas, o porque estaban insculpidos en él los lilios, como ahora en la lira se insculpe, o bien la azucena, o bien la rosa: Quia liliis (prosigue el mesmo doctor) inscultis erat ornatum, sicut hodieque in corpore lyrarum, unde sonus reditur lilia, vel rosæ visuntur ligno insculptæ: sive quia signicet sexa cordum instar lilii, quod tot constat soliis, (con que aún la lira para su mayor hermosura, y armonía se vale de las flores) que no es novedad (adelanta), que los instrumentos músicos originen sus nombres de las flores; [64] así la vihuela en nuestro castellano, y en italiano viola, se deduce del nombre Latino, viola, que significa la flor de la violeta. | ||||
Chrysol. serm. 163 al fin. Mat. 6, v. 28. Plin. libr. 21, ca. 5. Pier. Hieroglif. De Lilio. |
No porque quiera humanar, o profanar instrumento tan divino, me valgo del lilio; sino porque esta flor, como dice el Crisólogo, es la que se aventaja a todas las otras; y por eso la que mejor representa la majestad, y pompa de un héroe, de un rey, de un príncipe, de un varón eminente: Et omnes terræ flores lilium vincit, et præcellit in gratia, tantumque distat ab universo germine lilium; quantum Regem specie, honore, et gloria, cunctis constat excelere. Y aún el mesmo Cristo cotejando la gala, la majestad, y pompa del lilio, con la de Salomón, aventaja la desta flor a la mayor grandeza de aquel poderoso Rey: Considerate lilia agri. Dico autem vobis, quoniam, nec Salomon in omni gloria sua coopertus est, sicat unum existis. Donde parece, que Cristo le coloca por monarca de los abriles y mayos de los vergeles y jardines; pues entresacándola y aventajándola a las demás flores, la prefiere a tanta majestad: y aun allá Plinio conoció esta preeminencia del lilio, cuando dijo describiendo su grandeza: Ne ulli florum excelsitas maior interdium cubitorum trium. De aquí arguye Pierio, que se le debe el cetro y la corona entre las demás flores, como a rey supremo suyo: Merito Lilium flos regius etiam appellatur, non a Iunone Regina tantum denominatione sumpta; sed a Regia, qua præstat celsitudine, quod tanta proceritate super flores alius attolitur, ut ad tria interdum cubita surrigatur. | ||||
Saph. Poetria apud Achilæ Tatium. |
Y si el lilio se aclama por emperador de las flores, la rosa se aplaude sin controversia alguna, por rey, o reina de todas ellas. Con gala publicó su majestad la ninfa Safo: Si floribus vellet Iupiter Regem imponere; Rosa inter flores regnaret terræ est ornamentum, plantarum decurs. Y que las flores del campo jurasen por monarca a la rosa, lo dijo con dulzura una florida vena. | ||||
D. Pedro de Castro y Amaya, Aur. de Diana. | Nació la Rosa, honor del verde llano, | ||||
sobre el sitial de su esmeralda viva, | |||||
ceñida de Archas la beldad esquiva, | |||||
ejemplo hermoso de un desdén tirano, | |||||
El jazmín de los campos ciudadano, | |||||
con el clavel, que con la Rosa priva, | |||||
por la sangre de Venus sucesiva, | [65] | ||||
la juraron Monarca del Verano. | |||||
El mesmo. | El mesmo en otro soneto había dicho: | ||||
Reina del Mayo la encarnada Rosa, | |||||
A presidir las flores salió al prado. | |||||
Y el festivo ingenio de Polo de Medina, la publicó reina, a competencias de la majestad, y púrpura del clavel. | |||||
Jacinto Polo de Medina, Academias del jardín. (16) | Tu argumento de las Musas, | ||||
por ser (el clavel perdone) | |||||
Reina coronada de oro, | |||||
te guardan picas de bronce. | |||||
Aunque por su púrpura el clavel, parece que podía poner a pleito la corona; pero por inferior al lilio, y rosa, que presiden monarcas de la primavera, es fuerza que les ceda el cetro; mas por superior a otras flores plebeyas, ninguno podrá negarle que sea jeroglífico de los grandes, y nobles. Óyelo a los que con tanta dulzura acreditaron antes la majestad de la rosa. | |||||
Estos purpúreos claveles, | |||||
aves con picos de grana, | |||||
D. Pedro de Castro, en el lugar citado. | que rompieron a la Aurora | ||||
el nido de su esmeralda. | |||||
Estos a quien diferencia | |||||
de las flores aldeanas, | |||||
la púrpura como a Reyes, | |||||
como a señores el ámbar | |||||
No lo expresa con menos suavidad el segundo, | |||||
El crédito son de Flora | |||||
estos hermosos claveles, | |||||
Jacinto Polo de Medina. | que en los solares del prado | ||||
noble ejecutoria tienen. | |||||
Lo más florido del valle, | |||||
el mayor blasón que tiene, | |||||
galanes de esotras flores, | |||||
los lindos de los vergeles. | |||||
Ambros. Cale. ver. Marte. | Y si descendemos en particular, quién negará, que Marte preside a las batallas, trajo su origen de las flores, como atestigua Ovidio, pues ellas fecundaron a Juno, para que abortase ese pasmo de la guerra; porque a los generales y capitanes, y demás héroes famosos por las armas, no les faltasen estas insignias de Flora y Venus, aun cuando más de Marte, [66] que también acreditasen sus hazañas; y como quienes declaraban con tan vivos colores su nobleza, tal vez se vieron coronados los sangrientos yelmos, y de más insignias militares de frescas y olorosas rosas: �qué bien que lo cantó Claudiano! | ||||
Claud. de Nupt. et Mar. ad med. | Letitiæ causas ignorat dicere miles, | ||||
Lætaturque tamen: | |||||
Mavorti assigna rubescunt | |||||
Floribus, et subitis anmantur frondibus haste. | |||||
Videatur Gisler. in apped. huius capit. v. 23, Cantic. Arn. Carn. de septem verb. Domin. ad illud consummatum est. |
Y si de los héroes profanos, pasamos a los sagrados, aquellos que hacen guerra a los vicios, a los predicadores, digo, cuyo argumento se toca también en estas flores, quien no ve cuan bien simbolizan con ellas, porque aquellos labios de el esposo, figurados en los lilios, según el sentir de los padres antiguos, representan estos cristianos oradores: Labia eius lilia distilantia myrram primam. Pues entre las flores de su elocuencia derraman la mirra de la reprehensión de los vicios, y verdades divinas, y con los lilios, y rosas de su florido decir, atraen a sus oyentes, y sazonan los frutos de la sagrada enseñanza. No vienen mal ceñidas a este discurso las palabras de Arnoldo Carnotense: Ideo ingrediens in Sancta Sanctorum, totum vocalem se debet Summus Pontifex exhibere, et virtute verbi, quasi floribus odoriferis allicere auditores, et prædicatio tintinnabulum (17) ex auro purissimo puritatem, perfectionemque singularis intelligentiæ inidicet. Que quiere decir, haber melificado las abejas en la boca de Ambrosio, sino advertirnos, que de las flores de la elocuencia de tan grande orador, labraron los mayores predicadores del mundo, panales de sabiduría. | ||||
Sap. 2, v. 68. Roa super hunc loc. Isai. 40, v. 6. D. Greg. l. II. Moral. c. 26. Aug. serm. 34 ab Fratr. in heremo. |
�Y por qué no han de ser flores? �Por qué no han de ser rosas las honras, y grandezas del mundo, pues unas y otras son de tan caduco ser, y tan corta dura? Qué bien conocieron la luz desta verdad aquellos necios, aun entre las tinieblas de la impiedad, cuando ambiciosos se convidaban a coronarse de rosas, a gozar, digo, de las grandezas, riquezas, y pompas del mundo; porque sabían que habían de correr parejas en su inconstancia, y poca vida, las rosas y los mayores puestos, majestades, y contentos de la tierra: Venite coronemus Rosis antequam marcescant. Y antes habían dicho: Fruamur bonis, quæ sunt, et utamur creatura, tanquam in iuventute celeriter, como si más claramente dijeran: Cojámoslo todo en flor, porque si esperamos [67] que llegue a sazón, primero se acabará, y desvanecerá con la brevedad que se marchita al rosa; y por esto excitan: Non prætereas nos flos temporis, o como leyeron otros flos aeris. Flores son todos los bienes de la tierra, y flores no de árboles, que llegan a dar fruto, sino de el tiempo, y aire que jamás paran, y así nunca pueden darlo. Toda la grandeza (dijo Isaías) toda la majestad, toda la gloria del hombre, es una flor de el campo, que se marchita, y desvanece a los primeros rayos del sol, y a los más leves impulsos del aire: Omnis caro fænum, et omnis gloria eius, quasi flos agri. Excitatum est fænum, et cecidit flos. Que bien estrella esta verdad a los vanos de el siglo San Gregorio el Magno: In quorum potentia fæni floribus comparatur, quia nimirum carnalis gloria, dum nitet, cadit, dum apud se extollitur, repentino inter captu sine terminatur. �Oh cómo se burla del mundo el grande Augustino! �Oh cómo le da en rostro con sus falsas promesas! �Oh cómo le zahiere con su aparentes bienes, con su fingidas flores! O munde proditor, cuncta bona promittis, et cuncta mala profers, promitis florem, sed cito evanescit. | ||||
A donde más llegó a subir la majestad, y pompa de los romanos, en la mayor cumbre de su imperio, fue cuando avasallados sus enemigos, entraban triunfando con tanta gloria en Roma; pero veamos como recibían, y festejaban al vencedor: sólo esparciendo por las calles y plazas flores, coronándose con ellas, llevando verdes y floridos ramos en las manos. Advirtiolo Ovidio en el triunfo de Germano: | |||||
Ovid. de Germin. Triumph. | Quaque ibis manibus circumplandere tuorum, | ||||
Undique iactato flore te gente vias. | |||||
Plut. in Pomp.
Roa sig. loc. lib. 2, cap. 1. |
Y Plutarco celebrando el de Pompeyo, dijo: Multi præterea sertis ornati, sub lampadibus cum suscepere, flores in cum iacere, gradientem, usque commitari. Y bien, �qué significaba toda esta grandeza? No otra cosa, responde el Eruditísimo Padre Martín de Roa, sino advertirnos, que con la brevedad que se marchitaban aquellas flores, y ramos, se desvanecía, y cavaba toda la grandeza y pompa de la tierra: Ut significarent humanarum verum conversionem, fragilitatemque suam. | ||||
Eccl. 24, 23. Roa eod. loc. |
Pero si las riquezas, grandezas, y honores del mundo son [68] de tan corto alentar, que marchitándose todo en flor, nunca gozan el colmo del fruto, es porque sirve sólo a la vanidad. No así las que se fundan en Dios, y se consagran a su gloria, que aunque por la brevedad desta vida, y corto término de su duración, sean flores; pero siempre coronadas de fruto, o por mejor decir, el fruto son esas mismas flores. Que bien nos lo advirtió el Señor por boca del Eclesiástico: Flores mei fructus honoris, et honestatis, de honra, y de provecho, que aunque en el mundo no caben en un saco; pero en la casa de Dios muy bien se hermanan: Honestas quippe (dice el mesmo eruditísimo y elegantísimo Padre Roa, en el lugar citado, y lo afirman otros) hoc loco podivit iis, pro fortunis capitur. Que los que saben aprovecharse de la nobleza, y altura en que Dios los pone, atribuyéndolo todo a tan supremo dueño, y empleándolo en su servicio, con festejarle en su templo, rindiendo en él las debidas adoraciones a su majestad suprema, gozan aún en esta vida los frutos en las flores de las riquezas y honras. | ||||
Y pues también expresan los lilios, las rosas, los claveles, y demás flores a los príncipes, a los héroes, y sujetos grandes, que celebran estos poemas, muy bien esmaltarán este ramillete lo heroico de sus asuntos, con lo galante, y vivo de sus colores. [69] | |||||
Pide se aplauda, y dé el parabién a nuestro Príncipe Don Felipe próspero de su nacimiento, se ajusten esos pies forzados, y glose el último verso | |||||
Floridas te destinan MONARQUÍAS, | |||||
Invicto Infante, los Divinos CIELOS, | |||||
Luciente Sol, siguiendo a tus ABUELOS | |||||
Iluminas feliz sus sombras FRÍAS. | |||||
Próspero a rayos, aun cuando NACÍAS, | 5 | ||||
Ocasionase al Sol lucidos CELOS, | |||||
pues girando mejores PARALELOS, | |||||
Retiras cortos con mayores DÍAS. | |||||
Ocuparás adulto la CAMPAÑA, | |||||
Sin que por Sol, lo Marte se CONFUNDA, | 10 | ||||
Por Rayos Sol, por Marte se VITORIAS. | |||||
El nacimiento tuyo aplauda ESPAÑA, | |||||
Rayo te aplauda, pues en ti se FUNDA | |||||
Hoy la mayor empresa de sus GLORIAS. | [70] | ||||
Al Doctor Lucas Fernández Piedrahita | |||||
Provisor dignísimo de la Iglesia Metropolitana de Santa Fe, y al desvelo con que la rige, y generosidad con que celebró el nacimiento del Príncipe nuestro Señor. | |||||
No del cáñamo al latido | |||||
tanto conduces ganado, | |||||
si del amor al cayado, | |||||
si del silbo a lo entendido: | |||||
desvelas todo sentido, | 5 | ||||
y sin perdonar instante, | |||||
tu atención vive constante; | |||||
quien no advierte en tu porfía, | |||||
que eres Polifemo al día, | |||||
Argos en la noche errante. | 10 | ||||
Como al rebaño Pastor, | |||||
eres Apolo al Parnaso, | |||||
cada pluma del Pegaso | |||||
te es crédito, y es primor: | |||||
y en unión tan superior, | 15 | ||||
es realce a tu agudeza, | |||||
como apoyo a tu grandeza, | |||||
que andén los pies bien medidos, | |||||
por tal Apolo regidos, | |||||
porque tienen tal Cabeza. | 20 | ||||
Si del monte lo eminente | |||||
ilustra al nacer el Sol | |||||
del Príncipe, el arrebol | |||||
te ilustró primero ardiente: | |||||
pues del Parnaso (en su Oriente) | 25 | ||||
las cumbres eran peana, | |||||
con que su alegre mañana | |||||
tu métrica melodía | |||||
anticipó la alegría, | |||||
por primera, más ufana. | 30 | ||||
�Tanto pensar superior! | |||||
�tanto alcanzar Querubín! | |||||
cada ingenio es un Jardín, | |||||
cada concepto una flor: | |||||
de tanto dulce primor, | 35 | [76] | |||
todo Poema lucido, | |||||
es un panal escogido; | |||||
pero la abeja más culta | |||||
de tu amor dulce se oculta | |||||
en el panal más florido. | 40 | ||||
porque eterno viva el día, | |||||
por dichoso, y por cabal, | |||||
cándida piedra es señal, | |||||
que a las edades lo fía: | |||||
�oh qué oculta policía! | 45 | ||||
y si Próspero el instante | |||||
fue al nacer de nuestro Instante, | |||||
hoy PIEDRAHITA le sea | |||||
señal, no piedra Eritrea, | |||||
no el carbunco más flamante, | 50 | ||||
Si en esta GRANADA bella | |||||
desabrochando tu pecho | |||||
ofrece tu amor deshecho | |||||
en cada rubí un Estrella: | |||||
esa es luminosa huella, | 55 | ||||
que acordará al Cuarto Atlante | |||||
tu ascenso más relevante; | |||||
que si es Sol, y está servido, | |||||
no es mucho, que agradecido | |||||
a la Mitra te levante. | 60 | ||||
A Don Alonso López de Galarza | |||||
General de Caballería de la Ciudad de Quito, en festejo de sus galas, en el día que salió al alarde general, que se hizo en ella. | |||||
Si lo airoso de tus plumas, | |||||
si lo galán de tu arreo | |||||
aplaudir, joven, aspira, | |||||
mides templado instrumento. | |||||
Una pluma de tus alas | 5 | ||||
fía, siquiera a su acento, | |||||
pues eres Garza Galarza, | |||||
repetición de ti mesmo. | |||||
Será pluma, a quien mi Lira | |||||
deba en sonoros metros | 10 | ||||
del tacto nueva dulzura, | |||||
y del pulsar los aciertos. | |||||
Será pluma con que vuele, | |||||
sin que recele escarmientos, | |||||
a los rayos de tu Sol, | 15 | ||||
y a lo grande de tu Cielo. | |||||
De tu agudeza ayudada, | |||||
del arco del pensamiento | |||||
será flecha que te alcance, | |||||
pues eres blanco tan cierto. | 20 | ||||
A los filos de tu ingenio, | |||||
cortada en el firmamento | |||||
con caracteres de luces | |||||
grabará tu nombre eterno. | |||||
En tres días, que la vida | 25 | ||||
gozó tu divino objeto, | |||||
un Mapa admiro de galas, | |||||
y un Abril de flores bello. | |||||
Y aunque en Diciembre tu Sol, | |||||
(mejor que ese Dios de Delos) | 30 | ||||
amenamente transforma | |||||
en jardín su yermo suelo. | |||||
Ya entre rojas clavellinas | |||||
azucenas compitieron, | |||||
ufanas, que por lo blanco | 35 | ||||
fue Sagitario el deseo. | |||||
Ya multitud de violetas, | |||||
que atesadas persuadieron, | |||||
que el gusto estaba de luto, | |||||
pues se adornaba de negro. | 40 | [77] | |||
Pero no, que fue advertencia, | |||||
y con mayores esmeros | |||||
campearon mejor las Rosas, | |||||
que de tu rostro nacieron. | |||||
En los campos de esmeralda | 45 | ||||
tercera vez, ya tu aseo, | |||||
si es que les pautó de plata, | |||||
fueron de azabache extremos. | |||||
Que no siempre la esperanza | |||||
en blanco dejó el deseo, | 50 | ||||
y aunque de negro esta vez, | |||||
no es infeliz el agüero. | |||||
Sin duda la posesión | |||||
te aguarda ya de tus hechos, | |||||
y así lúgubre mortaja | 55 | ||||
viste lo verde a despecho. | |||||
El tahalí que del hombro | |||||
se despeña por el pecho, | |||||
parece arroyo, que vida | |||||
da a cuanto alcanza su riego. | 60 | ||||
Que en los jardines de Marte, | |||||
como de Flora en los huertos, | |||||
infundo a flores, y galas | |||||
con la belleza el aliento. | |||||
Y las plumas, que en los aires | 65 | ||||
travesaban con los vientos, | |||||
crespa son, si airosa mata, | |||||
cuando maceta el sombrero. | |||||
Este salitre a los ojos, | |||||
y a guerrear con tal arreo, | 70 | ||||
que alguna vez también Marte | |||||
de flores corona el yelmo. | |||||
Aunque en sangrienta palestra | |||||
no se detiene el aseo, | |||||
si, en la que ofrecen las treguas | 75 | ||||
por dulce divertimiento. | |||||
Si el jardín, y Abril te visten | |||||
a competencias, y a esmeros, | |||||
fue anticiparte en la gala | |||||
coronas al vencimiento. | 80 | ||||
Por lo airoso de tu talla, | |||||
no sólo de Marte empleo, | |||||
mas a la vista de muchos | |||||
fuiste por único objeto. | |||||
Solo estuviste entre todos, | 85 | ||||
aunque muchos te asistieron. | |||||
que sólo a ti compañía | |||||
pudiste hacerla tu mesmo. | |||||
Fuiste Sol, cuando en Oriente | |||||
corre a su esplendor el velo, | 90 | ||||
que desparece por corta | |||||
la luz de esotros luceros. | |||||
Tanto anegaron tus rayos | |||||
con sus lucidos reflejos | |||||
esotros Astros, que aún huella | 95 | ||||
no dejaron, de que fueron. | |||||
Y la vista entre sus ondas, | |||||
no sin nota de su empeño | |||||
enjutos naufragios halla, | |||||
con que se intima escarmientos. | 100 | ||||
Y si en las luces Planeta | |||||
cuarto giras de tu cielo, | |||||
en el brío que te animas, | |||||
serás el quinto guerrero. | |||||
A este también te adelantas, | 105 | ||||
porque en tu valor despierto, | |||||
a competencias le admites, | |||||
y le desprecias al premio. | |||||
Y porque el triunfo a tu gala, | |||||
y el generoso trofeo | 110 | ||||
mejor aplauso celebre, | |||||
mayor logre desempeño. | |||||
Carro triunfal ocupaste, | |||||
que anima vital aliento, | |||||
y de la pompa que viste, | 115 | ||||
aun tiene conocimiento. | |||||
Cuatro lacayos te asisten, | |||||
que ruedas me parecieron | |||||
deste carro, que tan unos | |||||
andaban al movimiento. | 120 | [78] | |||
De Ofir te labraste silla, | |||||
de tu Majestad asiento, | |||||
que no sin estudio el oro | |||||
así te sirve sujeto. | |||||
Que si le veneran tantos, | 125 | ||||
tan otro está a tu respeto, | |||||
que el que Rey rige vasallos, | |||||
vasallo es hoy de tu Imperio. | |||||
Multitud sólo de plumas | |||||
(del aire dulce recreo) | 130 | ||||
te coronaban vistosas, | |||||
y agraciaban sin defecto. | |||||
Estas sólo la Corona | |||||
pudieron servirte, creo, | |||||
pues al Ave Real igualas | 135 | ||||
en la vista, y en el vuelo. | |||||
A un broche venían presas | |||||
de esmera das, o luceros, | |||||
(Que según resplandecían, | |||||
Astros verdes parecieron). | 140 | ||||
Porque vanas de sus dichas, | |||||
y gozosas de su acierto, | |||||
incautas peligrarían, | |||||
pues les faltaba su acuerdo. | |||||
Bastón regía tu diestra, | 145 | ||||
no sé si le nombre Cetro, | |||||
que según se autorizaba, | |||||
me ocasionó este respeto. | |||||
�Pero qué corto he quedado! | |||||
ya le acato firmamento, | 150 | ||||
que en campos de carmesí | |||||
se engastaron Astros bellos. | |||||
Siendo mayor su valor | |||||
que de Atlante, �oh qué portento! | |||||
Cielos sustentaba en hombros, | 155 | ||||
no has menester tanto empeño. | |||||
Antecedían tu triunfo, | |||||
como despojos sangrientos, | |||||
todas las armas que aliñan | |||||
de Marte los fuertes miembros. | 160 | ||||
Y las voces que Belona, | |||||
retocadas de su aliento, | |||||
dan vida al Clarín glorioso, | |||||
alma inspiran al esfuerzo. | |||||
Gananciosas de tus glorias | 165 | ||||
te publicaban a ecos, | |||||
cual tu brío repetía, | |||||
cual tu gallardo denuedo. | |||||
Bella copia antecedía | |||||
de galantes Caballeros, | 170 | ||||
y vas tu solo delante, | |||||
aunque ellos te precedieron. | |||||
Con tal aparato hollaste | |||||
de la plaza alegre el suelo, | |||||
que aún insensible mostraba, | 175 | ||||
que se estimaba por dueño. | |||||
Arrebataste la vista | |||||
de las damas, y del pueblo, | |||||
y tan atentos te siguen, | |||||
que imán fuiste de tu acero. | 180 | ||||
Embargaste la atención | |||||
al discurso de otro objeto, | |||||
privilegio de lo grande, | |||||
que se antepone por serlo. | |||||
Envidioso de tus dichas | 185 | ||||
(quien tal dijera) ese Cielo | |||||
parasismos anticipa | |||||
al día en tus tristes ceños. | |||||
Y cegándole la vista | |||||
al argos del Firmamento, | 190 | ||||
impidió que no gozase, | |||||
y no admirase tu esfuerzo. | |||||
Del párpado de una nube | |||||
llora menudos destellos, | |||||
que hay lágrimas de dolor, | 195 | ||||
como también de contento. | |||||
Mojar pretendió las alas, | |||||
con que sin susto a los riegos | |||||
garza real te anticipaste | |||||
de todos al lucimiento. | 200 | [79] | |||
Y tan alta re encimaste, | |||||
llevada en postas del viento | |||||
del aplauso, que tus prendas | |||||
te aseguran tanto vuelo. | |||||
Vivirá siempre tu nombre | 205 | ||||
en los labios de los tiempos, | |||||
pues a pesar de las aguas | |||||
gallardo sulcas sus senos. | |||||
Y si en sombras que descoge | |||||
con cauteloso desvelo | 210 | ||||
tus resplandores pretende | |||||
anochecer sin acuerdo. | |||||
No advierte, que tu lucir | |||||
ha de salir más opuesto, | |||||
como en el lienzo la sombra | 215 | ||||
releva el color más muerto. | |||||
Luce, pues, siempre glorioso | |||||
aún de la noche a despecho, | |||||
sin que el clima más extraño | |||||
viva en tinieblas por lejos. | 220 | ||||
Vive, y goza de tus dichas, | |||||
pues tus heroicos alientos, | |||||
sólo con nombrarse tuyos, | |||||
los aplausos te adquirieron. | |||||
Vive, porque ya en tus galas, | 225 | ||||
en tu brío, en tu denuedo | |||||
seas idea a los siglos, | |||||
y a las edades modelo. | |||||
De oro en lámina costosa | |||||
el artífice más diestro, | 230 | ||||
con inscripción de diamantes | |||||
insculpa tu nombre eterno. | |||||
Y aquella deidad alada | |||||
en voz, y en su presto vuelo, | |||||
por cuanto registra el sol, | 235 | ||||
lleve y divulgue tus hechos. | |||||
Al Doctor Juan Martín de la Peña | |||||
y a la apología de la cura que hizo al Provisor Don Antonio de Pinargote: apláudese su ciencia, como también su nombre, no sin nota del émulo que se la calumnió, con alusión al nombre de uno y otro. | |||||
Desprecia el valle el Águila lucida, | |||||
y halla en sublime peña su sagrado, | |||||
donde despierta ya contempla el prado | |||||
la planta humilde, y a la más subida. | |||||
Cuando en la tierra tiene su acogida | 5 | ||||
el tímido animal tan retirado, | |||||
que ni un reparo debe a su cuidado | |||||
la yerba humilde, ni la cumbre erguida. | |||||
(Águila Juan, bien así en tu nombre, | |||||
como en la vista, porque más asombre), | 10 | ||||
De tu alta Peña, adviertes en la yerba | |||||
virtud medicinal, que el mal preserva, | |||||
Cuando en su Madriguera alguno ignora | |||||
lo más sabido, que al dolor mejora. | [80] | ||||
Al haber leído un Sermón, después de haberlo oído a un amigo, que gustó pasase los ojos por él | |||||
Breve alago a la dicha se ha debido, | |||||
aquel, que al viento la gozó ligera; | |||||
pues si a luz del discurso se exagera, | |||||
sólo gozó del bien el estallido. | |||||
Hoy pródiga mi suerte ha conseguido, | 5 | ||||
que goce el bien a colmos en su esfera | |||||
de tu saber, oh Blas, pues considera | |||||
la vista aquello, que admiró el oído. | |||||
Bebiste de un Bernardo el néctar puro, | |||||
lo sutil de un Cristo, sin lo escuro; | 10 | ||||
Del gran Gregorio en ti miro el trasunto, | |||||
echando a lo moral el contrapunto. | |||||
Siendo en todo tu espíritu gallardo, | |||||
un Cirilo, un Gregorio, y un Bernardo. | |||||
Al Altar, que con pompa y majestad erigió la Compañía de Jesús, en el día que fue elegida Nuestra Señora de Guapulo por Patrona de las armas Españolas | |||||
�Qué te suspende el paso, caminante, | |||||
de ese erigido emporio de belleza? | |||||
�es acaso el aliño, la riqueza, | |||||
tanta perla, rubí, tanto diamante? | |||||
�El primor del pincel, que aún vigilante | |||||
titubea la costa a en su viveza? | |||||
�admírate el ingenio, la agudeza | |||||
del verlo, y jeroglífico elegante? | |||||
Nada te embargue la atención de lo hecho, | |||||
admira sólo el generoso pecho; | |||||
Y con Asombro más que aqueste empleo | |||||
de servir a MARÍA el gran deseo: | |||||
Siendo heroico blasón, que nos abona, | |||||
venerar de Filipo la Corona. | [81] | ||||
A la solemne fiesta de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel | |||||
Si es mérito de un objeto, | |||||
si crédito de su alteza, | |||||
recatarse a nuestra vista, | |||||
defenderse a nuestra ciencia. | |||||
�Quién, si levanta los ojos | 5 | ||||
a aquesa luciente esfera, | |||||
a su pesar nos acredita | |||||
la verdad desta sentencia? | |||||
Pues por Monarca ese Sol | |||||
con tal temor se venera, | 10 | ||||
que al carearse con sus rayos | |||||
la vista osada escarmienta, | |||||
�Si así embarga la atención | |||||
de un objeto de grandeza, | |||||
a que no obliga la pompa | 15 | ||||
lo eminente a que no fuerza? | |||||
�A que lo heroico no intima, | |||||
lo sublime a que no impera | |||||
de una fiesta generosa, | |||||
tan a todas luces llena? | 20 | ||||
Y si en empeños lucidos | |||||
tal vez se peligra en menguas, | |||||
�a qué discurso, pues cuerdo | |||||
no amilanará la empresa? | |||||
Pero esta vez el valor | 25 | ||||
confiado todo se arresta; | |||||
que hay temeridad dichosa, | |||||
que en los riesgos más descuella | |||||
Ni la cumbre de los montes, | |||||
ni en la cima de las peñas | 30 | ||||
hallara el Águila asilo, | |||||
si extrañara su aspereza. | |||||
Ni los rayos, que coronan | |||||
del Sol la rubia melena, | |||||
pacto fueran de sus ojos, | 35 | ||||
si recelara su fuerza. | |||||
No fueran costoso adorno, | |||||
el oro, diamantes, perlas, | |||||
sino se hollaran los mares, | |||||
si el risco no se rompiera. | 40 | ||||
Todo lo alcanza la industria, | |||||
y esta vez afianzas della, | |||||
mi caudal corto arrestado, | |||||
se facilita la empresa. | |||||
El más glorioso aparato, | 45 | ||||
la más prodigiosa estrena, | |||||
que acontecido a los tiempos, | |||||
y a las más remotas eras. | |||||
Aparejó la piedad, | |||||
previno la diligencia, | 50 | ||||
para festejar al Alba, | |||||
que el sol en su vientre estrecha. | |||||
Cuando venciendo los montes, | |||||
y las cumbres de Judea | |||||
rayó la luz de MARÍA | 55 | ||||
de Isabel la feliz selva. | |||||
Allí del antiguo tronco | |||||
la vid fecunda se aprieta, | |||||
y en amorosos abrazos | |||||
vida nueva le fomenta. | 60 | ||||
Con que de Juan el renuevo | |||||
así su edad atropella, | |||||
que en sus flores inocentes | |||||
logró el fruto de Profeta. | |||||
Mas �qué prodigio a la vista | 65 | ||||
de MARÍA no se esfuerza! | |||||
si en su regazo de un Dios | |||||
descansa la omnipotencia. | [82] | ||||
Este misterioso encuentro | |||||
gloriosamente corteja | 70 | ||||
de tres devotas un alma, | |||||
que en tres cuerpos hoy alienta. | |||||
Y ha sido tanta su unión, | |||||
que si aparatos de siesta | |||||
no pudiera muchas manos, | 75 | ||||
aún en un cuerpo se unieran. | |||||
El teatro destas glorias, | |||||
(que fue de Clara la Iglesia) | |||||
con novedad dispusieron, | |||||
y aliñaron con grandeza. | 80 | ||||
Tributó el vistoso Mayo | |||||
esmaltes de su floresta, | |||||
la Pancaya los olores, | |||||
y el China las ricas sedas. | |||||
Del Apeles más divino, | 85 | ||||
a las perfectas ideas, | |||||
si cuerpo les dio el pincel, | |||||
almas su primor alienta. | |||||
En campos de carmesí, | |||||
tanta luz se engastó bella, | 90 | ||||
que en él parece, que el Cielo | |||||
aposentó sus estrellas. | |||||
Oh destrozados fragmentos | |||||
de aqueste mayor Planeta, | |||||
palpitando en cada parte | 95 | ||||
de su ardor una centella. | |||||
El apetito achacoso, | |||||
que todo le descontenta, | |||||
en primores lucidos | |||||
remedio halló a su dolencia. | 100 | ||||
Porque si del claro templo | |||||
el aderezo contempla, | |||||
imperfecciones ignora, | |||||
aciertos sólo numera. | |||||
Y tanto la parte, y todo | 105 | ||||
se compite en la belleza, | |||||
que duda el primor, que alabe, | |||||
y cual primero se exceda. | |||||
Al mirar de los altares | |||||
el aseo, y la riqueza, | 110 | ||||
la armonía de sus lazos, | |||||
la arquitectura tan nueva, | |||||
Advierte le están llamando | |||||
de las paredes las señas, | |||||
donde el ingenio, y el arte | 115 | ||||
a esmeros los dos se apuestan. | |||||
Cuando pudieran curiosas | |||||
ser embargo a sus potencias, | |||||
el Cielo, o techumbre hermoso | |||||
admiración apareja. | 120 | ||||
Neutral se concibe todo, | |||||
y en confusión tan extrema, | |||||
el juicio suspende cuerdo, | |||||
por enmudecer la queja. | |||||
Llegó la felice tarde | 125 | ||||
que al regocijo abrió puertas, | |||||
donde el Panteón de Clara | |||||
logró primeras estrenas. | |||||
Vísperas solemnes fueron, | |||||
las que en suaves competencias, | 130 | ||||
si dejo dieron al día, | |||||
dieron principio a la fiesta. | |||||
Haciendo al Sol que moría, | |||||
las más alegres exequias, | |||||
pues le solemniza el canto, | 135 | ||||
en lugar de las endechas | |||||
El velo obscuro la noche | |||||
lúgubre extendió, y funesta, | |||||
mas por instantes a sustos | |||||
relámpagos la amedrentan. | 140 | ||||
Porque de fuego un castillo, | |||||
que al aire ufano se ostenta, | |||||
todo se desata en rayos, | |||||
todo se exhala en cometas. | |||||
Pues la pólvora fogosa, | 145 | ||||
que oculto incendio fomenta, | |||||
animada por los aires | |||||
se desvanece en pavesas. | [83] | ||||
Siendo los rayos, que arroja | |||||
contra elevada esfera, | 150 | ||||
libres arpones de fuego, | |||||
prestas de alquitrán saetas. | |||||
De los cabellos del Sol | |||||
parecen cortadas hebras, | |||||
o de su ardiente carroza | 155 | ||||
rojas estampas que deja. | |||||
La exhalación que el salitre | |||||
despide contra la tierra, | |||||
inquietas sierpes se arrastran | |||||
en sus compasadas vueltas. | 160 | ||||
Y con los purpúreos rasgos, | |||||
que figuran sus centellas, | |||||
su ruina escribe en el suelo | |||||
con las cenizas que deja. | |||||
Esta vistosa armonía | 165 | ||||
entre las sombras se anega, | |||||
con que la noche ya libre | |||||
se vio del sustos, y la pena. | |||||
Poco le duró el sosiego, | |||||
que el día que se le acerca, | 170 | ||||
entre esmaltados celajes | |||||
con nuevo esplendor se aqueja, | |||||
Y primero que ninguno | |||||
gallardo ocupa la Iglesia, | |||||
y tan antes, porque a solas | 175 | ||||
su traza admire, y belleza. | |||||
A cuyo reclamo el pueblo, | |||||
las damas, y la nobleza, | |||||
añadiendo nuevo lustre, | |||||
festivos sus losas huellan. | 180 | ||||
Donde si los ojos todos | |||||
por sí sola la respetan, | |||||
agora con tanta gala | |||||
se niega a la competencia. | |||||
Llegó el tiempo de la Misa; | 185 | ||||
como el discurso tropieza | |||||
�a cada paso en lo grande! | |||||
�de uno sale, en otro entra! | |||||
De pontifical la dijo, | |||||
la Mitra que más aprecia | 190 | ||||
el noble, el docto, y el cuerdo | |||||
por norma de todas ciencias. | |||||
Entre los otros Prelados, | |||||
sin alguna competencia, | |||||
como entre la humilde grama | 195 | ||||
gigante ciprés descuella. | |||||
En fin la cantó un Oviedo, | |||||
que es nombre de tal alteza, | |||||
que al significar sólo, | |||||
todo el elogio se expresa. | 200 | ||||
Administraron el coro | |||||
unas nuevas Filomelas, | |||||
cuyos números pudieron | |||||
suspender de Anfión las cuerdas. | |||||
A cuyo cotejo el cisne | 205 | ||||
ya no canta, más endecha, | |||||
cuando en el último acento | |||||
es de su muerte profeta. | |||||
Ya el Ruiseñor más porfía, | |||||
cuando gorjea en las selvas, | 210 | ||||
si sus acentos con estos | |||||
se arrojan a competencias. | |||||
Por timbre de lo sublime | |||||
desta soberana fiesta, | |||||
por corona de lo excelso | 215 | ||||
de su crecida nobleza. | |||||
Divulga en sonora trompa | |||||
de María la excelencia, | |||||
un Doctor, que por lo Juan | |||||
todo Orador lo respeta. | 220 | ||||
Que so el agua del Jordán | |||||
al otro le oyó suspensa, | |||||
hoy un Juan a sus corrientes | |||||
prende la más libre oreja. | |||||
Y si al Altar advertidas | 225 | ||||
eligieron la cabeza, | |||||
de su púlpito a la voz | |||||
el cuello eligieron cuerdas. | [84] | ||||
Que si es órgano por donde | |||||
se franquean las sentencias, | 230 | ||||
quien dispensarlas mejor | |||||
pudo, que un Cuello en su Iglesia. | |||||
Porque tal solemnidad | |||||
un punto no descaezca, | |||||
aun en sus dejos quisieron | 235 | ||||
las reconozcan las fieras. | |||||
El animal, que en la frente | |||||
se dispensa a media esfera, | |||||
siendo en pavorosa lid | |||||
media Luna su defensa. | 240 | ||||
Aquella tarde fue blanco | |||||
de garrochas, o saetas, | |||||
pues el brazo siendo el arco | |||||
se dispararon certeras. | |||||
Feliz se logró aquel día, | 245 | ||||
y contento el Sol se apresta | |||||
por llevar al otro mundo | |||||
deste prodigio las nuevas. | |||||
Este fue el glorioso afán, | |||||
esta la bella tarea, | 250 | ||||
como de Cabeza, y Priosta | |||||
de una Inés de San Esteban. | |||||
Y si a un Esteban patente | |||||
se abrió la luciente esfera, | |||||
otro Esteban hoy a un Cielo | 255 | ||||
nos ha franqueado las puertas. | |||||
Mas si por suerte Matías | |||||
se llevó la delantera | |||||
por lo Matías Jacinta | |||||
fue en su elección la primera. | 260 | ||||
Si escogió la mejor parte | |||||
María, quien se la niega | |||||
este día a otra María, | |||||
si a Jesús asiste atenta. | |||||
Esta pompa, este aparato, | 265 | ||||
este esmero, esta grandeza, | |||||
es un bosquejo, una sombra, | |||||
una línea, y breve seña. | |||||
Del aseo, y del primor | |||||
de aquel timbre de eminencias, | 270 | ||||
de aquel modelo de arreos, | |||||
de aquel ejemplar de fiestas. | |||||
En que San Buenaventura, | |||||
Prototipo de Abadesas, | |||||
el día de Santa Clara | 275 | ||||
ostentó galante, y nueva. | |||||
Y si a los rayos del Sol | |||||
huyen las pardas tinieblas, | |||||
fuerza es, que a la luz de Clara | |||||
huya nuestra sombra opuesta. | 280 | ||||
Si en un primoroso lienzo | |||||
los claros más se relevan, | |||||
síguese, que en su cotejo | |||||
nuestra fiesta es sombra muerta. | |||||
Echó al primor de entendida | 285 | ||||
los esmeros de discreta, | |||||
no le faltando la dicha, | |||||
pues su Ventura la llena. | |||||
Y si Galarza se aclama, | |||||
quien a decir no se arresta, | 290 | ||||
que nos deja atrás en todo, | |||||
como la garza ligera | |||||
Basta un rayo de la luz | |||||
de aquesta mayor estrella, | |||||
a anochecer otros solos | 295 | ||||
por más que rocen en centellas. | |||||
Quien no advierte, que el primor | |||||
más relevante, y de apuesta, | |||||
es mendigado del suyo, | |||||
de su esplendor menor huella. | 300 | ||||
Oh cómo pudiera a golfos, | |||||
sin apurar la elocuencia, | |||||
con ventajas de quien sabe, | |||||
hoy aplaudirte mi lengua. | |||||
Pudiera de lo ostentoso, | 305 | ||||
que en solemnidades muestras, | |||||
decir algo, mas lo dejo, | |||||
por ser de la fama empresa. | [85] | ||||
Baste por último elogio, | |||||
baste por última seña, | 310 | ||||
confesar, que eres muy grande, | |||||
y no admites competencias. | |||||
También puede tus aplausos, | |||||
también puede tu grandeza | |||||
el silencio celebrarla, | 315 | ||||
del mayor empeño lengua. | |||||
En cuyos labios tus glorias, | |||||
y tu crecida excelencia, | |||||
a despecho de los siglos, | |||||
será de todos herencia. | 320 | ||||
Como el principal motivo de dar a luz las Flores Poéticas de este Ramillete, haya sido redimir estos poemas de mi maestro, de las sombras del olvido, por eso he atendido más al logro de los que aquí te dedico suyos, que de los propios míos: con todo, te ofrece mi ingenio esos pocos que se siguen; y pues son flores cultivadas a su riego, no quiero se aparten de la vena, en que tuvieron su origen, su crecimiento, y lozanía. | |||||
Al Doctor Don Cristóbal de Arvildo | |||||
Si esta Ciudad, de tu ingenio, | |||||
(�oh Arvildo!) Luces gozó, | |||||
el cielo de Catalina | |||||
goza hoy también tu esplendor. | |||||
Y porque explayes tus rayos, | 5 | ||||
a vista del mismo Sol, | |||||
entre accidentes los suyos | |||||
benigno Cristo oculto. | |||||
Si Juan del Cordero Sacro | |||||
fue la voz, que le anunció, | 10 | ||||
hoy de un Juan, y este Cordero | |||||
feliz anuncio es tu voz. | |||||
Con que al mesmo tiempo logras, | |||||
no sólo el Verbo de Dios, | |||||
pero de la voz también, | 15 | ||||
ser eco, y aspiración. | |||||
Si el vergel de Catarina | |||||
se esmalta de tanta flor, | |||||
el Favonio de tu aliento | |||||
fragrancias hoy respiró. | 20 | ||||
Siendo tu elevado ingenio | |||||
la abeja, que en su candor | |||||
néctar estudia sagrado, | |||||
por paladearnos mejor. | |||||
El paladar delicado | 25 | ||||
es el convidado hoy, | |||||
que como es manjar de Sabios, | |||||
es muy sutil su sabor. | [86] | ||||
Al Doctor Sebastián Gutiérrez | |||||
en la relación que hizo en verso a nuestra Señora de Guapulo, en ocasión que fue electa por Patrona de las Armas, habiendo también predicado a la mesma fiesta. | |||||
Llenó Tulio de Orador | |||||
sólo la capaz esfera, | |||||
si de Mantua la lumbrera, | |||||
sólo de Apolo el honor: | |||||
mayor es vuestro primor, | 5 | ||||
Gutiérrez, según advierto; | |||||
pues lograsteis con acierto | |||||
el estilo del Romano, | |||||
la lira del Mantuano, | |||||
dulce en una, en otro cierto. | 10 | ||||
Las dos cumbres del Parnaso, | |||||
Apolo, y Sol alumbráis, | |||||
Apolo cuando cantáis, | |||||
Sol (cuando oráis) sin Ocaso: | |||||
no es aquesta unión acaso, | 15 | ||||
que si vuestro dulce acento | |||||
el risco muda su asiento, | |||||
el pecador su dureza, | |||||
que de orador a la alteza | |||||
tal premio dio vuestro aliento. | 20 | ||||
A Fray Pedro de Espinosa, día en que predicó a su Padre San Francisco | |||||
Vergel, tu ingenio divino | |||||
de amor la rosa produce | |||||
de in Serafín, do conduce | |||||
el ámbar lo peregrino: | |||||
y siguiendo su destino, | 5 | ||||
aromas suaves tu aliento, | |||||
al discreto, y al talento | |||||
difunde de aquella rosa, | |||||
defendiéndola Espinosa | |||||
del zoilo al atrevimiento. | 10 | ||||
A un puquio, o manantial, que se halla en el Valle de Lloa, a las raíces del monte de Pechinche | |||||
A la raíz de un monte excelso | |||||
un humilde valle alberga, | |||||
cristal mucho en breve espacio, | |||||
hijo altivo de una peña. | |||||
De tan soberbio presume, | 5 | ||||
que desconoce la tierra, | |||||
y en los altos repetidos | |||||
esfera en el aire anhela. | |||||
Oh qué ufano se halla el prado | |||||
del cristal con la soberbia; | 10 | ||||
pues de un ojo de sus aguas | |||||
por Polifemo se ostenta. | [87] | ||||
Y al Polifemo del Cielo, | |||||
que de luces se alimenta, | |||||
le arrojaba las de nieve, | 15 | ||||
por batirle aun en su esfera. | |||||
Cielo se halla del bosque, | |||||
y tan dueño de las selvas, | |||||
que el registro de su vista, | |||||
la más oculta penetra. | 20 | ||||
Tan bella copa al subir | |||||
hace le Puquio, que creyera | |||||
que ha árboles de diamantes, | |||||
como de esmeraldas tiernas. | |||||
En dos ramos se dilata | 25 | ||||
el tronco, que la sustenta, | |||||
y en sus repetidas flores | |||||
al Abril, y Mayo albergan. | |||||
Tan esmaltados se miran | |||||
de su florida belleza, | 30 | ||||
que entre el verde de sus hojas, | |||||
sólo lo vario se apuesta. | |||||
Munición de argentería | |||||
contra las plantas asesta, | |||||
porque pretende la Flora | 35 | ||||
ser martinetes de perlas. | |||||
Y aun la mano de marfil, | |||||
como anillo se la arrea, | |||||
siendo engaste la esmeralda, | |||||
y él el diamante a quien cerca. | 40 | ||||
También recama el vestido | |||||
con la plata de sus venas, | |||||
aprisionando en mil lagos | |||||
matices que la hermosean. | |||||
Dos cintas de resplandor | 45 | ||||
en dos corrientes despeña, | |||||
para que en cárcel de vidrio | |||||
sus vistosas hebras prenda. | |||||
Aqueste cristal un valle | |||||
juzgó que avaro le niega, | 50 | ||||
porque a conocerle Apolo, | |||||
mucho Hipocrene perdiera. | |||||
Y en los dos montes de Quito | |||||
su Parnaso repitiera, | |||||
en cuya cumbre sus cisnes | 55 | ||||
dulcemente se aplaudieran. | |||||
De aqueste pecho de plata | |||||
suave néctar recogieran | |||||
las Musas, y en él lograran | |||||
sus alumnos las cadencias. | 60 | ||||
Divulgue, pues, ya la fama | |||||
sus corrientes, que a su empresa | |||||
anhelaran mil Virgilios, | |||||
mil Orfeos, mil Sirenas. | |||||
A dos arroyos que nacen de una peña, y a otro que se destila de otra en forma de pluvia | |||||
Mucho cristal en su seno | |||||
concibe una adusta peña, | |||||
y ya dolores de parto | |||||
en quejidos roncos muestra. | |||||
Todas las Ninfas del bosque, | 5 | ||||
que le asisten en su pena, | |||||
le anuncian, que dos arroyos | |||||
en cruel batalla le aquejan. | |||||
Por gozar el mayorazgo | |||||
sin duda de aquella selva, | 10 | ||||
que la ambición, aun en riscos | |||||
no falta quien los fomenta. | |||||
Su pecho en dos parte rompen, | |||||
nadie cede en la contienda, | |||||
y escamados viboreznos (18) | 15 | ||||
materno fuero atropellan. | [88] | ||||
Y por verse ricos de guas | |||||
más altivos se despeñan; | |||||
a que impele al principio | |||||
cuanto es mayor la riqueza. | 20 | ||||
Un río, que caudaloso | |||||
aqueste orgullo contempla, | |||||
breve muerte entre sus aguas | |||||
a su soberbia apareja. | |||||
Hallando en su propia infancia | 25 | ||||
su tumba funesta; | |||||
�oh qué de altos pensamientos | |||||
su fin al principio encuentran! | |||||
Una peña, que cercana | |||||
miraba aquesta tragedia, | 30 | ||||
trasuda en menudas gotas, | |||||
tanto este susto la aqueja. | |||||
Lágrimas serán sin duda, | |||||
con que su malogro endecha; | |||||
que llanto aún de un pedernal | 35 | ||||
saca la desdicha ajena. | |||||
Y si es que hay terrena nube, | |||||
advertido yo dijera, | |||||
que no el Cielo ya en las plantas, | |||||
más el suelo llueve en ellas. | 40 | ||||
Y aún hay quien diga, que es nácar, | |||||
en las que conciben perlas, | |||||
y en ricas sartas el bosque | |||||
ciñe su madeja crespa. | |||||
Aprisionando plumajes, | 45 | ||||
que de esmeralda la arrean; | |||||
que aun lo insensible las galas | |||||
vanamente hoy aprecia. | |||||
El dueño de aqueste sitio, | |||||
Flora diré, ya más bella | 50 | ||||
que esotra más casta Venus, | |||||
que la que Chipre celebra. | |||||
Deste llanto compasiva | |||||
ataja en curiosa senda | |||||
aquel cristal malogrado, | 55 | ||||
que antes vano se despeña. | |||||
Con que apacible en sus ondas | |||||
más advertido pasea | |||||
por celosías de flores, | |||||
por enrejados de yerbas. | 60 | ||||
Fabricando en breve espacio | |||||
a esta Flora, y Venus nueva, | |||||
de oloroso jaspe casa, | |||||
en que siempre al Mayo alberga. | |||||
Donde su consorte amado, | 65 | ||||
donde sus dos hijas bellas | |||||
logran en lazo amoroso | |||||
dichas, que el Cielo las feria. | |||||
Sólo se pretendió acomodar lo dificultoso de los pies, y disparatado de la copla | |||||
Cosas suceden, que apenas | |||||
(Que en llanto me anego) estoy, | |||||
Que al perder, pues, lo que soy | |||||
Por disolver sus cadenas. | |||||
Tan suspenso vive Fabio | |||||
en las acciones que emprende, | |||||
que un absorto se suspende | |||||
en la voz que fía al labio: | [89] | ||||
verdades, que sin agravio | 5 | ||||
un día advertí en sus penas, | |||||
que aunque al decirse son buenas, | |||||
las palabras le faltaron, | |||||
y en aquestas se quedaron, | |||||
cosas suceden, que apenas. | 10 | ||||
El dolor que le atormenta, | |||||
de linaje se presume, | |||||
que aunque el pecho le consume, | |||||
deste el propio le alimenta: | |||||
y tan callado se augmenta, | 15 | ||||
que este indicio que aquí doy, | |||||
rastre en su semblante hoy, | |||||
a lástima me ha movido, | |||||
y ya tan enternecido, | |||||
(que en llanto me anego) estoy. | 20 | ||||
No sólo a lágrimas mueve | |||||
el amor, más me convida, | |||||
que pródigo de la vida, | |||||
porque el dolor le releve: | |||||
fuera en mi afición muy leve, | 25 | ||||
si el ser, que alentando estoy | |||||
no diera, si el llanto doy; | |||||
�en qué mayor voluntad | |||||
mostrar puedo, y mi amistad? | |||||
Que al perder pues lo que soy. | 30 | ||||
Bien puede el Orbe arrestado | |||||
con orgullo jactancioso | |||||
oprimirle riguroso, | |||||
defenderé yo osado: | |||||
porque si Fabio en mí ha hallado | 35 | ||||
amigo fiel en sus penas, | |||||
no estará en prisión apenas, | |||||
cuando mi pecho invencible | |||||
venza el más arduo imposible, | |||||
por disolver sus cadenas. | 40 | ||||
A la profesión de Doña Sebastiana de S. Buenaventura | |||||
En nombre de Dios comienzo, | |||||
que es el Cristus de mi lengua, | |||||
un el Jesús de mi cartilla | |||||
nunca supe meter letra. | |||||
Nací en el signo de Virgo, | 5 | ||||
y estoy con él tan contenta, | |||||
que no quiero más sagrado, | |||||
ni busco mejor estrella. | |||||
Diome luceros, y Abriles, | |||||
nieve, corales, y perlas | 10 | ||||
la naturaleza; y dio | |||||
en darme en cara con ellas. | |||||
Mi inclinación, y mi nombre | |||||
callo, porque no se sepa, | |||||
que por blanco de su amor | 15 | ||||
soy Sebastiana de flechas. | |||||
Comuníquele mi intento | |||||
a cierta Madre Abadesa, | |||||
y ella por darme sagrado, | |||||
un año si albis me deja. | 20 | ||||
He pasado un noviciado, | |||||
y ya no tengo paciencia, | |||||
que me hace votar a Dios, | |||||
y a cuatro votos me arrestan. | |||||
Voto, ninguno me ataje, | 25 | ||||
porque voto a la obediencia, | |||||
a la pobreza, y clausura, | |||||
y a la Celestial pureza. | |||||
Para no quedarme en blanco | |||||
se me ha puesto en ña cabeza | 30 | ||||
el velillo, no hay que andar, | |||||
no lo dejaré aunque muera. | [90] (19) | ||||
Esto si, Cuerpo de Cristo, | |||||
aunque he votado pobreza, | |||||
crédito no ha de faltar, | 35 | ||||
teniendo esta capa negra. | |||||
Ya soy San Buenaventura, | |||||
que no deja de ser buena | |||||
la Ventura, por hacer | |||||
esta vez gala de negra. | 40 | ||||
Porque a sucederme en blanco, | |||||
fuera una Novicia eterna, | |||||
por lo negro soy tan grave, | |||||
como cualquiera profesa. | |||||
Ya tengo dote, y Esposo, | 45 | ||||
�oh qué dicha tan deshecha! | |||||
él precia de manirroto, | |||||
y esto es cuanto se desea. | |||||
Con Jesucristo me quedo, | |||||
vaya el mundo en hora buena, | 50 | ||||
o se vaya en hora mala, | |||||
que yo quedo muy contenta. | |||||
Al mesmo intento que al pasado | |||||
Oigan señores curiosos, | |||||
los que a mi velo han venido, | |||||
que a una Gitanilla sabia | |||||
mi buena ventura ha dicho. | |||||
Dice, que he de ser casada, | 5 | ||||
y Monja, a este tiempo mismo; | |||||
este imposible ajustar | |||||
sólo podrá Jesucristo. | |||||
Aunque tan niña me acusan, | |||||
y aunque el Esposo es tan fino, | 10 | ||||
quiere me cueste la vida | |||||
su vista, y primer cariño. | |||||
Y siendo aquesto verdad, | |||||
en otra raya que ha visto, | |||||
me anuncia una vida eterna, | 15 | ||||
porque es mi Esposo infinito. | |||||
Cuanto es mayor mi pobreza, | |||||
me pretende más rendido, | |||||
sin dote Esposo que casa, | |||||
mucho tiene de Divino: | 20 | ||||
Tanto atiende a los regalos | |||||
de la esposa, que ha querido, | |||||
que adivina el pensamiento, | |||||
por excusarla el aviso. | |||||
Por Sebastiana me anuncia, | 25 | ||||
seré blanco de sus tiros; | |||||
dichoso sea mi pecho | |||||
si me flecha tal Cupido. | |||||
Con velo cubre mis ojos, | |||||
sospechas habrá tenido; | 30 | ||||
pero no, que darles velo | |||||
es tratarlos por Divinos. | |||||
Y pues es tal mi ventura | |||||
con un Esposo tan rico, | |||||
de Buenaventura el nombre | 35 | ||||
ajustado me ha venido. |