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Reseña histórica, estadística y comercial de México y sus Estados

Directorio General de la República

R. O'Farrill



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Gualterio C. Palmer

Comprador de metales y comisionista


Despacho y oficina de ensayes en la mina la Unión Zacatecas, México


Apartado número 17

Se compran metales de todas clases en partidas desde 10 libras hasta cualquier cantidad, así facilitando la realización de sus productos a los mineros y sobre todo a los buscones y cateros, a quienes se liquida diariamente todas las partidas de metales entregados antes de medio día.

Los metales de alta ley se exportan para fundirse en la fundición «El Paso Smelting Works», sucursal de la «Consolidated Kansas Cite Smelting and refining Company».

Los metales de baja ley se benefician en Zacatecas.

Agencias en Sombrerete y Minillas.

Empleados y operarios 100, todos mexicanos.

Se reciben metales por carro entero en cualquier estación de ferrocarril, haciendo en seguida sus liquidaciones.

Oficina de ensayes y laboratorio.



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ArribaAbajoAl lector

Muchas y variadas han sido las formas bajo las cuales se ha pretendido dar a conocer a nuestra querida patria.

El desarrollo durante estos diez y siete años de paz que hemos tenido, demanda una serie no interrumpida de publicaciones de este género, que den a conocer el avance del país, cada día más perceptible, el impulso que se ha dado a sus elementos de riqueza, sus productos, su agricultura, su industria y su comercio; las ciencias y las artes, que son los factores más poderosos de la civilización.

La idea es patrimonio exclusivo del hombre, y por lo mismo no debe tener más jaez que su conciencia; los hechos están bajo el dominio público, pueden comentarse y aun censurarse; aquí sólo seremos comentadores, apoyándonos siempre en datos oficiales, y si erramos, culpa será de la poca luz que ellos arrojen.

Nuestro libro, útil bajo todos conceptos, se compondrá de dos partes. La primera es simple y sencillamente la descripción geográfica y descriptiva de los puntos más importantes por los que el viajero tenga que pasar para atravesar la República Mexicana, y en cuyos puntos pueda conocer los palacios, los monumentos, las propiedades y   —4→   cultura de nuestro pueblo, el desarrollo de la minería, la agricultura, la industria y el comercio, anotando para su leal saber y entender a los hombres más prominentes de la ciencia.

La segunda, comprenderá la parte estadística, histórica y científica de nuestro país, y en la que procuraremos, a fuer de imparciales historiadores, compilar los apuntamientos más fidedignos que existen, desde la conquista hasta nuestros días.

La índole, por decirlo así, de nuestra obra ofrece al anunciador el medio más eficaz para satisfacer su deseo, presentando su anuncio bajo la forma más amena y recreativa que imaginarse pueda.

El viajero puede hallar sin fastidio todo aquello que necesite y busque en un país tan privilegiado como el nuestro, y he aquí el método de enseñanza que hemos empleado para dar a conocer en la forma que el rubro de nuestra publicación expresa: El Directorio General de la República o sea La Reseña Histórica, Estadística y Comercial de los Estados, que la componen.





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ArribaAbajoPrimera parte


ArribaAbajoCapítulo I.- El Estado de Veracruz

La llegada al puerto. El desembarque. El principio de un viaje a México. Las riquezas de nuestro suelo


Las épocas en su marcha inmutable van de continuo sufriendo transformaciones, que a la par que imprimen una nueva faz a las sociedades, son el germen de su desarrollo.

Cada época ha tenido su carácter especial, sólo la nuestra ha sido enciclopédica, porque ha refundido en una sola todas las tendencias del siglo, que tiene que seguir forzosamente las evoluciones del progreso y que avanzar con los adelantos materiales que produzca el ingenio humano. Hoy se vive de prisa, se camina arrastrado por el vapor, se trabaja con máquinas, se comunican las noticias casi con la velocidad del pensamiento, la electricidad produce su luz fulgente; en una palabra, se pesa y se aquilata el tiempo, y a todo esto hay que sujetarse si no se quiere quedar atrás de la jornada.

Qué diferencia tan notable del pasado, entonces era desconocido todo adelanto en la mecánica, los efectos de la electricidad y cuanto en el día ha sido descubierto por la ciencia; era de ver a nuestros mayores en aquel entonces, cruzando por las tortuosas   —6→   calles que, circundadas por lagos, formaban la Metrópoli, precedidos de un criado que les alumbraba con una linternilla, porque apenas si en aquéllas había cuatro o cinco candilejas alimentadas con manteca, y una que otra lámpara que la piedad de los creyentes tenía colocadas al pie de las imágenes que se ostentaban en los parajes públicos, siguiendo las prácticas religiosas en que habían sido amamantados por nuestros conquistadores.

La higiene no existía, de ello nos da una prueba la terrible epidemia que con el nombre de Matlasahua diezmó a la población; la inseguridad era completa, y cuentan que la Inquisición de una parte y de la otra la justicia ordinaria, ejercían una constante vigilancia no muy fructífera por cierto, puesto que en las altas horas de la noche se oía a los golillas gritar: «Favor al Rey, ténganse a la justicia del Rey Nuestro Señor»; se caminaba en pesados coches de colleras; los caminos estaban plagados de bandidos que ejercían horribles depredaciones, y como un suceso digno de la inmortalidad, se conmemoraba la llegada a Acapulco de la Nao de China, que era el medio de comunicación que había entre la Asia y la Metrópoli de la Nueva España. Los descubrimientos de Fulton, Morse y Edisson, si hubiesen querido ponerse en práctica, habrían sido motivo para que sus autores perecieran en las hogueras del Santo Oficio, exclamando cual Galileo: E pur si muove.

La superstición y el fanatismo eran el carácter sostenido de aquellas épocas, el error en auge, y era que se necesitaba ese modo de ser en nuestras clases para el sostén de nuestros conquistadores; porque los gobiernos despóticos y tiranos sólo viven merced al terror o al imperio de la fuerza bruta; no por la razón ni por la filosofía.

Se necesitó el transcurso de los años, el bautizo de la civilización y el camino del progreso, que es la ley impuesta a la humanidad, para que la antigua Tenoxtitlán viniera despertando de su letárgico sueño y se lanzara en el camino de las conquistas hasta llegar a tornarse en la México moderna.

Tras cruentas luchas, tras raudales de sangre, nuestra patria presenta hoy un aspecto verdaderamente halagador, está   —7→   en reposo el guerrero y el hombre del cincel, del escoplo y del martillo, es el verdadero apóstol de esta cruzada que nos hace pensar en los fantásticos cuentos de las mil y una noches. Allí donde existieron lagos, hay al presente calles perfectamente niveladas; las plazuelas antes inmundas, son hoy vergeles donde el alma se extasía, donde se aspira el perfume de la violeta y del nardo; la estética ha sido uno de los primeros elementos con que se ha contado para la formación de esos jardines, y responden por nosotros, el elegante Parque de la Alameda, la Calzada de la Reforma, donde se ostenta majestuoso, el inmortal genovés Cristóbal Colón y el heroico Cuauhtémoc; los elegantes jardines de Catedral, Colegio de Niñas, Santo Domingo y otros; la bellísima Avenida de San Cosme, la de Chapultepec, la Viga, la de la Villa y otros que presentan la hermosura del Valle de México, pintoresco como el que más lo fuera en el mundo.

Pero para qué divagar la atención de nuestros lectores sobre disertaciones acerca de la Capital, a la que aún no vemos, pues distamos algunas leguas del punto donde partimos o debemos partir, para mejor expresarnos.

El viajero, al llegar a Veracruz, uno de los principales puertos de la República, le suponemos que desembarca en el muelle después de contemplar la arrogancia, bravura y la belleza del mar, en toda aquella grandeza que encierra el Golfo de México.

Trae su corazón preñado de dulces satisfacciones; ya experimentó todas las sensaciones indescriptibles de la salida del sol y de la luna; ya se miró rielar entre cintas de oro y plata; ya soñó como el poeta entre aquel bellísimo cielo de nubes teñidas de escarlata y de zafir, angélicas concepciones; y fatigado, pero ávido de conocer nuevos mundos, toma un bote que rema al muelle, llega y se aloja en uno de los primeros hoteles que existen en Veracruz, y entre los cuales recomendamos, como cómodos y excelentes, el Hotel México, Diligencias, el Oriental, el Universal y San Agustín.

El lector se encuentra en la simpática Veracruz, desea conocerle, y como es natural, busca lo que de más notable allí existiera.

Una escuela en Veracruz

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Se dirige a la Presidencia Municipal, cuyo edificio es bonito en demasía; visita la Escuela Cantonal, los Portales, el simpático jardín del Zócalo, la Parroquia, el Muelle, la Aduana, etc., etc. Y después de un paseo de medio carácter y de cerciorarse de los principales establecimientos que forman el adorno de aquella localidad, procura, y debe hacerlo, visitar los círculos más aristocráticos de Veracruz.

En efecto: la honorable Colonia Española ha firmado un centro que se denomina el Círculo Mercantil, donde se asocia lo más granado del comercio veracruzano. El Club de la Lonja, centro mexicano y que comparte en sus reuniones con los círculos más aristocráticos de la sociedad, y otros que, aunque nunca son de la importancia de aquéllos, siempre tienen el carácter de círculos de recreo, como lo es el Círculo Veracruzano que está para concluirse.

El carácter extremadamente jovial y franco de los de Veracruz, hará que el lector no tenga gran trabajo para conocerlo y apreciarlo todo.

Visitará a las primeras autoridades, recomendables en extremo; e igualmente puede gozar del talento y galanura de estilo del excelente cura párroco, el Sr. Pujadas, uno de los más apreciables y dignos de la Sociedad Española.

Después de un rato de amena conversación, pasará revista por lo principal que Veracruz encierra. ¿Trata de saborear las magníficas marcas y bitelas elaboradas con exquisita limpieza? Pues no hace más que concurrir a la Gran Fábrica de los Sres. Balsa Hermanos, que exportan al por mayor y venden al por menor cualquier pedido.

Puede visitar a los caballerosos Sres. Rendón y Compañía, acreditados y excelentes conocedores del ramo, y a los atentos y finos comerciantes, los Sres. Capdeville Hermanos, que procuran constantemente introducir grandes reformas en las bitelas y marcas que usan, los cuales tienen por lema aquel que tanto valió a los cigarros de la Honradez... «Mis hechos me justifican».

El lector debe procurar para cualquier arreglo de interés, referente a los vapores de más importancia que cruzan el Golfo   —9→   y llegan a nuestros puertos, tratar a los acaudalados banqueros Calleja Hnos. y Compañía, comisionistas de gran valía, y que giran un capital de más de $ 3.000.000.

A los caballerosos y apreciables Juan Ritter y Compañía, que a su carácter sincero reúnen mil y mil prendas de estimación y tienen como corresponsales de varias líneas una sucursal en México, calle de Gante.

El comercio de Veracruz es el primer comercio de la República Mexicana; su principal giro es el de Comisiones, el de la importación y exportación de los principales productos; y en este canje, por decirlo así, se ganan cuantiosas fortunas, por lo que los capitalistas de Veracruz son, a no dudar, los más ricos de nuestro suelo.

En efecto, en el giro de Comisionistas figuran, en primera línea, la casa de los dignísimos y reputados: Francisco de Landero y Cos; J. Galainena y C.ª; Zaldo Hnos. y C.ª, que importan ropa de los mejores mercados de Europa; y los espléndidos (es la frase) señores Aragón Hermanos, que giran un cuantioso capital.

Las casas, como la del Sr. Segundo Alonso, banquero e importador de cristal y loza, la primera en su género, no necesita de grandes comentarios.

¿Quién necesitaría encomiar a la reputada casa de los Sres. Sommer y Hermann, los ferreteros y más renombrados para el surtido de mercería, maquinaria y efectos de lujo?

El caballeroso D. Leopoldo Palazuelos, como comisionista, no tiene rival; como importador de café y agricultor, es uno de los primeros en su ramo.

El activo y dignísimo D. Felipe Alandro, es una de aquellas personas a quien debe buscarse en la banca, en la importación; para comisiones, para las grandes representaciones en Compañías, como si dijéramos de arte mayor, pues su respetabilidad y crédito son envidiables.

Allí están también los honorables comerciantes y comisionistas e importadores, D. Ramón Maruri, D. B. Sierra Hnos. y D. Antonio Blanco, que en el ramo de abarrotes, licores, pastas, papel extranjero, etc., etc., no tienen rival. Su carácter excesivamente   —10→   jovial, altamente comercial, les hace tener una gran clientela en los principales mercados de la República.

En el giro de lencería, en el espléndido comercio de ropa, se debe suponer el lector que no hay más allá en baratura, por más que el tráfico extranjero Norte Americano haya pretendido su consumo por las vías de la frontera.

Casas como las de los diligentes y honorables D. Casto Benito y C.ª, D. Saturnino Olivarri, Ascorve y otros, no es posible que tengan competencia.

Estas casas tienen como corresponsales las fábricas europeas de más nombradía; cuentan con un inmenso capital, y la garantía de ellos está en su crédito y buena fe.

El fabricante más notable de Veracruz, en el ramo de licores y cerveza, el que importa las mejores marcas de Europa, es, a no dudar, el Sr. D. Julián Chinchurrieta, altamente apreciado en Veracruz.

Debe conocer el lector la marca más acreditada de cerillos: La Central, que se vende en toda la República y que confecciona con la mayor limpieza la casa de los inteligentes y caballerosos Sres. Mendizábal y C.ª.

Es el cerillo más aseado, impermeable y de menos riesgo que existe.

Ya debo conducir al lector en todos los diferentes grupos del comercio y por esto le recomiendo que visite la gran Fábrica de Calzado, hecho con maquinaria y las mejores pieles del país y extranjeras: la de los Sres. Carbonel e hijos, activos y cumplidos como el que más.

Existe una Sastrería donde la gente de buen tono se viste a la última moda, donde se encuentra un surtido completo de telas de lo mejor: la del Sr. D. José Vilasaló y que se halla situada en el Portal de Diligencias.

La Botica de Santo Domingo es la que importa medicinas más puras y de patente. Especial para las fórmulas facultativas y tiene un inmenso surtido de drogas. La atiende el acreditado farmacéutico D. Salvador Serralta, químico y notable comerciante.

La casa de los apreciables Sres. Valdés Hnos. se recomienda   —11→   por la importación de sombreros. Es la casa de más crédito en la capital.

Muchas y renombradas son las cantinas de Veracruz, puesto que es un lugar en que se bebe necesariamente; pero entre todas, la principal es la de los excelentes comerciantes, los acaudalados Sres. Rasines y Arredondo, por quienes garantizamos la pureza de sus efectos. Importan de lo mejor y siempre tienen un buen surtido de pastas, conservas, dulces y licores de las más acreditadas marcas.

La Estrella de Oro se llama otra de las más acreditadas cantinas de la capital.

Ya conducimos a nuestro lector amable por los centros de nuestros pro-hombres del comercio, y después que se haya saludado al respetable banquero D. Juan B. Martínez; después de saborear la conversación del distinguido e inteligente Vice-cónsul de nuestra madre España el Sr. D. Claudio A. Martínez, que goza de gran reputación por su caballerosidad galanura y estilo; después de que haya visitado las principales casas de aquellas damas que forman esa aristocracia poco común, de la hidalguía y franqueza unidas, tan proverbial en los hijos de este suelo, ya puede preguntar qué día le toca por ventura extasiarse en el Club de Regata y Remadores; qué día puede visitar la empresa de Gas y la de la Luz Eléctrica, para después encaminarse a la Estación del Ferrocarril mejor construido y más hermoso de la República Mexicana.

No cabe duda que el primero de los ferrocarriles que contarse debe en el país, es el de Veracruz, más comúnmente conocido así, que por el nombre de Mexicano que lleva.

La obra de construcción es, según el decir de personas que han hecho un estudio detenido, la mejor que se conoce en su género; en efecto, el ferrocarril Mexicano, partiendo de la capital de la República, recorre los puntos más principales de la mesa central, asciende por la cordillera que conócese por las Cumbres de Maltrata, desde donde descúbrese el majestuoso Orizaba y la exuberante vegetación propia de los climas tropicales. Allí, contemplando por un momento aquella selvática región, llega el alma a extasiarse pensando en el sueño voluptuoso   —12→   que durmiera aquella mujer de la creación al oír la primera frase de amor; allí está la naturaleza en su primitiva edad, allí la virgen del Edén Mexicano.

Vense aquí y allá, al pie de las montañas, hermosas y fertilísimas llanuras que se encuentran regadas por innumerables ríos. La más rica y variada vegetación así cubre la parte montañosa formando bosques impenetrables, como reviste las planicies en donde las selvas vírgenes sólo dejan deslizar por su espuma las corrientes cristalinas de los ríos, a cuyas márgenes crecen silvestres las flores más galanas.

La parte descendiente presenta también el aspecto más importante hasta llegar a Veracruz, puerto que, como es sabido, es el primero en la República.

Las obras de arte del ferrocarril de que nos ocupamos son merecedoras de la pública atención; están ahí como dignas de mencionarse los puentes de Wimer, Metlac, Infiernillo y Atoyac, atrevidos y arrogantes, parece como que se encuentran centinelas avanzados de la ciencia, desafiando al poder de los tiempos; los diversos túneles que, construidos con todas las reglas del arte, demuestran de una manera notoria que en la construcción de ese ferrocarril no se economizó medio alguno para presentarlo como una obra que en lo futuro causara la admiración de los que le pudieran contemplar.

En obra tan importante tienen una parte muy directa los Sres. Tomás Braniff, Eduardo Jackson, Sebastián Camacho y David Fergusson, que con una actividad digna de elogio, no perdonaron medio para presentarla digna de la remembranza universal.

El ferrocarril de Veracruz, organizado bajo bases enteramente sólidas, sigue su marcha a pesar de cualesquiera emergencia que se le presente; su servicio es activo y eficaz y presta toda clase de garantías, así al comercio como a los que sólo viajan por simple recreo; recorre en un lapso de tiempo de 12 horas, 424 kilómetros, velocidad máxima que alcanzan los ferrocarriles ingleses. Su junta Directiva la forman los Sres. Tomás Braniff, Félix Cuevas, Juan O'Gorman, Luis C. Curiel, Casimiro Pacheco, Jorge Foot, Interventor; Eduardo Penney,   —13→   Auditor; Carlos Guille, Contador, y el Sr. Sierra, Jefe de fletes y pasajeros, cuya honorabilidad, además de ser una garantía para el público, es el mejor impulso para la empresa de que hacemos mención.

Ya nuestro lector amado está provisto de miles de chucherías, propias de la tierra que visitó: caracoles, frutas, dulce, etc., etc.; y tomó asiento en el tren que debe conducirnos de la Estación de Veracruz a la de Tejería-Purga-Soledad-Camarón-Paso del Macho-Atoyac, para llegar a la de...

Córdova, que es una de las ciudades más bonitas del Estado que nos ocupa, por la fertileza de sus campos y carácter de sus habitantes.

En seguida vamos al Fortín y poco después nos hallamos en Orizaba, que fue en algún tiempo capital del Estado y lugar altamente simpático y tan fértil o más que cualesquiera.

Orizaba es el cantón más importante; tiene bellísimos templos, bonitas casas, plazas y hortalizas o huertas de frutales sabrosísimos; fábricas como La Borda, que merece ser visitada; dos teatros de gran amplitud, y es tan sano su clima, tan bella, tan simpática y tan atractiva, su vegetación tan hermosa, que nadie que conozca tan importante población quiere abandonarla.

Pero es preciso, el caballo de la melena de humo nos espera para internarnos sobre aquella selva umbría y vamos a Nogales y luego a Maltrata, a admirar en aquellas cumbres el poder del hombre, que atraviesa la región más alta, que crespa sobre las montaña, de granito y roca, con gran asombro. En efecto, después de admirar aquel panorama bello, se llega a Esperanza, punto dispuesto para comer correctamente, es decir, suculentamente y a la carte o por lista, y saborear los mejores vinos y manjares que apetecer pudiéramos.

Después sigue San Andrés, Rinconada, San Marcos, Huamantla y Apizaco; allí estamos en el magnífico Restaurant francés, tanto tiempo ha establecido y que tan bueno es para el servicio de la comida, almuerzo o desayuno, como excelente para el despacho de vinos, bebidas compuestas, puros y cigarros, etc., etc.

En ésta, que es la estación donde se cruzan los trenes para   —14→   Puebla, hay multitud de curiosidades que llaman la atención, principalmente los bastones y varitas perfectamente imitados a los del Extranjero.

Pero permítame el lector dos palabras:

Hemos dejado a Veracruz, que es el Estado que forma este capítulo, y antes de abandonarlo, por si el lector no pudo visitar la hermosísima Jalapa, que es la capital, y donde residen los poderes, si no pudo saludar a su gobernante, digno entre los que más, popular como pocos, caballeroso y progresista; el escritor, el publicista debe dar cuando menos una muestra de gratitud y de su respeto hacia personas que como el honorable Sr. Teodoro A. Dehesa, son con justicia admirados y queridos en alto grado.

Sabido es que el actual Señor Gobernador de Veracruz fue siempre un comerciante honrado, hábil, diligente y probo, y que después de una laboriosa carrera comercial, mereció por sus altas dotes el cargo de Administrador de la Aduana del Puerto, el primero de la República.

El Sr. Dehesa poco necesitó para hacerse extremadamente querido del pueblo veracruzano. La Banca, los representantes de nuestras naciones amigas, el comercio y los políticos, encontraron en él al guardián de sus intereses.

El Sr. general Díaz, que le quiere en alto grado, ve al Sr. Dehesa como uno de sus mejores colaboradores en el progreso, y he aquí la razón por lo cual aceptó nuestro probo gobernante el puesto que ocupa y en el cual ha podido dar a conocer sus grandes facultades que han redundado en beneficio de la instrucción, del adelanto material y moral del pueblo más civilizado y progresista de nuestro suelo.

La biografía del Sr. Dehesa está escrita en ese progreso latente de Veracruz, desde que ocupó los puestos más culminantes del Estado.

Retratos

Imposible sería pintar la hermosura y fertilidad de aquellas zonas. Veracruz es extraordinariamente rico y exuberante. Sus inmensos plantíos de café, el más acreditado del país, constituyen su principal riqueza. La piña, la anona, plátano de diversas clases, el chico zapote, mango de manita, la naranja que   —15→   se exporta considerablemente, el coco y otras mil frutas de exquisito sabor, son su principal producto.

Tiene maderas preciosas como la caoba, el cedro y otra multitud. En flores, como la camelia, gardenia, nardo y un sinnúmero de plantas. Es el país más pródigo. Es un verdadero paraíso, la selva más preciosa que existe en nuestro país. Veracruz es un encanto, un prodigio de la Naturaleza, ¡allí se admira el poder de Dios!

Las riquezas de nuestro suelo en aquel Estado son el tesoro de más valía que existe en la República Mexicana.

Prosigamos nuestra marcha. Sigamos el itinerario a Puebla para continuar después a México; pero es preciso detenernos en esta importante capital.

De Apizaco, donde nos encontramos, cambiamos de tren, seguimos a Santa Cruz, Santa Ana y Panzacola, para llegar a la que será objeto de un capítulo aparte.



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ArribaAbajoCapítulo II.- El Estado de Puebla

La segunda capital de México. Sus riquezas. Importante revista industrial. El Sr. Gobernador del Estado


Este importante Estado es, sin duda, el primero de la República, juzgándolo en sus múltiples riquezas, pues en él existen las tres Zonas que tanto favorecen para el desarrollo de la agricultura.

Como industrial es, sin duda, el primero de nuestro país. Como minero no carece de importancia, y como bello, hermoso y esplendente, ofrece al espectador el panorama más grandioso.

No vamos a extendernos en grandes disertaciones sobre él, porque para darle a conocer extensamente, necesitaríamos de gran espacio y tiempo del que no podemos disponer, y sería variar nuestro programa.

Puebla es la segunda capital de la República. Los cuantiosos capitales que allí existen, el hábito y costumbres de sus habitantes, el aseo de sus calles, la suntuosidad de sus templos, la hermosura de sus casas, y en general, aquel conjunto arrobador que tiene, nos hace, sin temor de equivocarnos, expresar que Puebla es un México en miniatura.

Cupo en suerte a la angélica ciudad tener en su seno personas notabilísimas que se han distinguido en las ciencias, en las artes, en la religión y en todo.

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Sus poetas, sus literatos, sus escritores, así como los patriotas que han derramado su sangre en aras de la libertad, han sido grandes.

La nave religiosa es conducida con gran acierto por los preclaros y virtuosos discípulos de San Pedro, S. S. I. Melitón Vargas, dignísimo Obispo de aquella diócesis, el profundo orador D. Joaquín Vargas, el egregio y clásico padre Rivas, y otros muchos que fuera largo enumerar.

Un D. Félix Béistegui, un D. Agustín Fernández y un D. Juan Carrasco, darían honra a la academia de jurisprudencia mas adelantada en el mundo.

Un Francisco Marín, un Díaz Barriga y un Gustavo O'Farrill, no se desdeñaría el mundo científico de colocarles como a Lucio y Jiménez en la cumbre de la inmortalidad.

Un José Fernández de Lara, Rosa Carreto y Castillo Urízar, serán siempre, como fue Manuel Flores, el más esplendente sol de la poesía; esa música divina que muy pocos hay que la pulsen con el encanto que los antes mencionados.

Pero para qué continuar tan laboriosa carrera. Puebla es el centro de todo lo grande, de todo lo hermoso, de todo lo ideal.

En el régimen administrativo, político y local del Gobierno, las autoridades corresponden a la confianza que en ellos se ha depositado, y actualmente ocupa la primera magistratura del Estado el integérrimo patriota y liberal, C. Gral. Mucio P. Martínez.

El Gral. Martínez, infatigable campeón de la libertad, progresista y leal amigo, subió al poder por la voluntad unánime de sus conciudadanos, y los que con justicia lo ensalzan, respetan y quieren. Baste decir que el actual Gobernador, al encargarse del poder, recibió el Gobierno algo grabado, y en poco tiempo logró nivelar este desfalco, amortizando por completo la deuda que con anterioridad enormemente pesaba.

La moralidad se entronizó en las oficinas todas de la Administración, las mejoras materiales siguieron su curso, la instrucción ha tenido gran desarrollo en los círculos todos de la sociedad, y el orden, la justicia y la ley, son el escudo que actualmente garantiza su sabia administración.

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El Gral. Martínez, en el poco tiempo que tiene de gobernar aquel Estado, lo ha hecho adelantar un paso hacia el progreso. De esperarse es que con ese talento político que lo distingue, Puebla llegue a ser el primero de la Confederación Mexicana.

Por fortuna, el círculo que rodea al Gral. Martínez le prestigia y honra, como su presencia también honra y prestigia a aquella Administración.

La hermosísima Ciudad de los Ángeles tiene una Sociedad aristocrática por esencia.

Hay innumerables asociaciones fraternales, científicas, religiosas y mutualistas.

Gremios musicales, industriales y artísticos que lo honran altamente. Clubs con diferente determinación y objeto. Casinos y grupos de la mejor Sociedad para divertirse, etc., etc.

Para dar a conocer la grandiosidad de sus edificios, diremos que sus establecimientos principales son: la Penitenciaría, que tiene la forma exacta, aunque reducida a tamaño menor, del famoso edificio de igual clase que ostenta con orgullo Londres, conocido con el nombre de New Casttle. Semeja una nave, y su elegante y sólida construcción es de cantera parda y encarnada. Sus torreones y minaretes moriscos adecuados a la obra, le dan un aspecto hermosísimo, formando el todo un conjunto gracioso.

El plano se debe al inmortal José Manzo.

La prisión se encuentra en la actualidad en la cárcel de S. Juan de Dios, con una división para hombres y mujeres, y aunque el local es pequeño, es sano y llena su objeto.

El cuartel de policía Rosendo Márquez, sito en el exconvento de la Merced, fundado por el C. Gral. Márquez, no sólo sirve para alojamiento de la Gendarmería Municipal, sino que además se considera como prisión para extinguir penas gubernativas.

La casa de Corrección, fundada en 1882, está destinada a corregir la juventud viciosa, y al mismo tiempo que se castiga se le enseñan los ramos de instrucción primaria y además el oficio que ellos mismos eligen.

La casa de Maternidad es quizá la joya más preciada de   —19→   la ciudad. Su construcción, con canteras del mismo color que las de la Penitenciaría, hace que ambos edificios formen juego. El interior es espacioso, siendo de admirar lo esbelto y delgado de las columnas que forman la arquería.

Su fundación se debe al Sr. Luis Haro, habiéndose inaugurado el 13 de abril de 1885. Nada podemos decir acerca de su valor intrínseco.

El Hospicio de pobres, que se abrió el día 17 de marzo de 1832, es el Establecimiento de beneficencia más poblado, el más recargado de atenciones y el más precisado a satisfacer mayor número de necesidades.

El establecimiento tiene condiciones y estatutos adecuados a las necesidades de los que se acogen a su seno, siendo de advertir que éstos son diversos, por exigirlo así la diversidad de clases que la ocupan.

El Orfanatorio del Estado, situado en la calle de S. Cristóbal, fue fundado en 1604 por el Pbro. don Cristóbal de Rivera, quien dejó en su testamento varias casas para este objeto.

El Hospital de San Pedro, que en la actualidad tiene magníficas condiciones higiénicas. Su movimiento anual se estima de 800 a 1.000 enfermos, siendo el término medio de la mortalidad de 100 a 120.

El hospital de hombres dementes, establecido en el exconvento de religiosos de Sta. Rosa, está situado en la calle del mismo nombre, y el de mujeres en la calle de S. Roque.

No se sabe la época de la fundación del primero, pero sí que don Alonso de la Mota donó unas casas bajas contiguas al exconvento de Roquinos, y en ellas fundó el hospital el padre Bernardino Álvarez.

El hospital La Caridad, para niños, se inauguró el 7 de agosto de 1877 y fueron sus fundadores el Dr. Samuel Morales Pereira y don Miguel Vargas.

Su movimiento de caudales en el cuatrienio de 1885 a 1888, fue de $ 7.643 00 cs.

Para terminar, añadiremos que existe un pequeño hospital que lleva el nombre de Porfirio Valderrain.

Entre los demás edificios se encuentra el Palacio episcopal,   —20→   hecho en 1536, el de Justicia, el Colegio del Estado y la Escuela de Medicina.

A pesar del número de habitantes con que cuenta la ciudad, sólo hay dos teatros. El más antiguo es el conocido por El Principal, puede contener 800 espectadores. Se estrenó el 25 de mayo de 1790, siendo virrey don Agustín Ahumada y Villalón, Marqués de las Amarillas, quien dio permiso para la construcción de un teatro, donde se divirtiera la vil canalla.

El Teatro Guerrero, conocido así por el apellido del Sr. D. Ignacio, que lo fundó, es todo de madera. Se invirtieron en su construcción once meses, y se gastó la suma de $ 84.000.

Se inauguró el día 1.º de febrero de 1868, y se dio la primera función el domingo de pascua (abril 1.º de 68).

En 1833 pasó al Ayuntamiento, que dio por él $ 63.000.

Su interior es bonito, y situado en el portal de Palacio es el punto de reunión a que acude la crema de la sociedad poblana.

Puede contener 1.500 espectadores.

Entre los sitios de recreo que tiene la ciudad, se cuenta el zócalo, que es un parque agradable, lleno de árboles viejos alrededor y jóvenes en el centro. Es cuadrilátero, tiene un elegante kiosco y dos fuentes en las extremidades. Simétricamente colocadas hay cuatro estatuas de bronce que representan a Hebe, diosa de la juventud, Flora, diosa de los Jardines, Venus, diosa de la Hermosura y Psiquis, esposa del Amor.

Los paseos Hidalgo y Bravo; el primero, situado al O., es una calzada irregular con arboleda de uno y otro lado; empieza frente al templo de San Francisco y concluye a la falda de las fortificaciones de Loreto y Guadalupe. En una de sus extremidades está el kiosco Valderrain, y en la otra un estanque natural con multitud de pescados de colores.

El segundo, que representa un cuadrilongo, está lleno de árboles en toda su lozanía, y tiene cinco fuentes de cantera. Frente a una de sus cabeceras está la quinta del Sr. general Márquez, y en los costados la Penitenciaría y la Plaza de Toros.

La generalidad de las casas de comercio en el centro están alumbradas por luz incandescente. Ese alumbrado se estrenó   —21→   en la casa del Sr. Carcaño, con un dinamo movido por una máquina de vapor que tiene la potencia de cuatro caballos. Las aguas de Puebla se dividen en cuatro clases.

  • 1.ª Aguas potables.
  • 2.ª Aguas naturales no potables.
  • 3.ª Aguas sulfurosas.
  • 4.ª Aguas pluviales.

Las primeras nacen en la parte oriental de la ciudad tomándose en la Cieneguilla, El Alto, La Luz y El Carmen; su rendimiento aproximativo es de 3.225.000 cuartillos en 24 horas.

Las naturales no potables se encuentran en los pozos de las casas, variando su profundidad de cuatro a nueve varas. Generalmente se hace uso de éstas para el lavado de la ropa y riego de las calles.

Las aguas sulfurosas que se encuentran en la parte occidental se han aprovechado para baños medicinales, siendo los principales el Ojo de San Pablo, Santiago y Rancho Colorado; en su composición entra principalmente el ácido dulfídrico, las sales de cal, de sosa y de magnesia, glairina y otras substancias.

Las pluviales son las que dan vida a muchos riachuelos, así como a algunos lagos y lagunas.

Después de México, en ninguna otra parte del país se nota más movimiento que en Puebla, debido a la actividad del comercio y a las rías ferroviarias de vapor. Los principales agentes de la inmigración vienen a ser el Ferrocarril Interoceánico, el Mexicano y el de Oaxaca, que es primoroso.

La empresa de Tranvías urbanas, de Felipe Fortuño y Comp., recorre la ciudad entera y sus alrededores.

El Ferrocarril Industrial de Puebla, representado por los señores Rivera, recorre el siguiente trayecto: de Puebla a las fábricas, y de Puebla a Cholula.

La Compañía telefónica mexicana tiene 60 kilómetros conectando a 61 subscriptores.

El movimiento de abastos de enero a junio de 1894, fue el siguiente:

  —22→  

Cabezas de ganado mayor, 4.097. Cabezas de ganado lanar, 15.132. Cabezas de ganado cabrío, 224. Suma, 19.453.

Hay que advertir que esta cantidad es sólo por seis meses, y que la época de la matanza del ganado cabrío es de noviembre a diciembre.

La carne de cerdo tiene poco consumo, sin embargo, se calcula que diariamente se matan de 100 a 150 cabezas.

La caza es poco productiva, y la pesca mucho menos, debido a la proximidad del Puerto de Veracruz, de donde se importa el pescado que se consume.

Existen, sin embargo, multitud de lugares donde se pescan el bobo, la mojarra y el bagre.

El Gobierno debería proteger esta industria de la piscicultura, estableciendo algunos viveros, como en el Estado de México, y en donde como es sabido están dando muy buenos resultados los criaderos de peces en el agua dulce.

La mojarra en el Estado de Puebla es excelente.

Las producciones agrícolas el año próximo pasado fueron las siguientes: 2.142.000 @ alfalfa, 200 cargas cebada, 18 @ chile seco, 300 fanegas frijol, 140 cargas de haba, 4.000 cargas de pulque, 21.210 cargas maíz, 1.200 @ paja de cebada, 2.400 de trigo, 6.000 cargas de trigo, 250 cargas de fruta, 1.500 de hortaliza y 18 fanegas de añil. Número de maguelles en el Distrito 10.000.000.

Tiene, además, plantas textiles, y se cultivan aunque en pequeña escala, el ramié, el zacatón y la morera.

La minería está en decadencia; hasta hoy sólo se han denunciado algunas minas de carbón de piedra.

Si Puebla ha caminado al progreso por sus artes, ha avanzado también de una manera extraordinaria en el camino de la ciencia, debido a los nobles esfuerzos del Gobierno para darle el desarrollo y la importancia que merece.

Los siguientes datos lo justificarán.

En la actualidad existen en el Distrito 24 escuelas municipales, 56 particulares y 34 gratuitas que vienen a dar la suma de 114.

  —23→  

Los alumnos matriculados en las municipalidades fueron 3.167 niños de ambos sexos. Asistencia media mensual 1.789. Se examinaron 1.372, fueron aprobados 1.295 y concluyeron 130.

Lo gastado en sueldos y útiles en el año escolar de 1894 asciende a $ 23.120 00 cs.

A la Escuela de Artes y Oficios, fundada por el C. general Rosendo Márquez, en que se da instrucción secundaria, se matricularon 105, asistieron 80, se examinaron 72, aprobaron 70 y concluyeron 2.

Lo invertido en sueldos y gastos importó $ 30.446 00 cs.

Cuatro son las escuelas profesionales que dependen del Gobierno del Estado, inclusa la Normal de Profesoras; y en el mismo año de 89, se matricularon 687, asistieron 442, se examinaron 408, aprobaron 389 y concluyeron 9.

Su gasto general fue de $ 89.815 65 cs.

Las carreras que se enseñan son: Abogacía, Agentes de Negocios, Ingenieros topógrafos e hidromensores, Profesorado, Medicina, Cirugía, Farmacia y Obstetricia.

Existen en la capital dos Bibliotecas: la Palafoxiana, cuya fecha de fundación fue en el año de 1753 por el obispo Palafox; y la Lafragua, fundada en 1.º de septiembre de 1885 por legado del mismo. Ambas contienen un número de volúmenes de 48.000.

Los visitantes, por término medio, son de 17.012. Se sostiene con fundos del Estado.

En 1820 se fundó el Museo por el clérigo don José Jiménez de las Cuevas, Rector del Seminario. Se denomina Academia de Educación y Bellas Artes, siendo uno de sus principales objetos la enseñanza del dibujo. Se sostiene con donativos particulares y una subvención del Gobierno del Estado. Solamente existe una sociedad científica, que es la de Geografía y Estadística, sucursal de la de México.

El Periodismo en esta capital sufre sus intermitencias en atención a la cercanía de México, pues sólo se conservan como constantes las publicaciones oficiales.

Por último, existen dos observatorios: uno en el Colegio   —24→   del Estado y el otro en el Católico, ambos perfectamente dotados y hábilmente dirigidos.

Las observaciones meteorológicas de estos colegios se publican en el Periódico Oficial del Estado.

La prensa reproduce estas noticias.

En el importante Estado de que venimos ocupándonos existe, como en las principales capitales de la América, un centro comercial de la más alta importancia.

Puebla, con la delineación de sus calles, la construcción suntuosa de sus casas y palacios, faltábale para ser una ciudad verdaderamente bonita como lo es la decoración tan hermosa como elegante de sus almacenes y casas de comercio.

Las que más llaman la atención en el ramo de ferretería y mercería son las grandes casas de los Sres. J. Dorenberg y C.ª, situada en la esquina de Mercaderes e Independencia 13, y la de los Sres. Sommer y Hermann situada en la Independencia número 1, haciendo esquina con la de Guevara.

Nuestros lectores podrán formarse una idea con la vista de las fachadas de dichas casas y con respecto a la elegancia y lujo de sus aparadores y salones, bien pudiéramos decir que están montadas con el lujo que los principales almacenes de Europa.

No menos que aquéllos por la abundancia y buen surtido de sus efectos, por la suntuosidad de su fachada, etc., debemos mencionar también la de los caballerosos y honrados comerciantes don Paz García, que tiene situado su almacén de ferretería, tlapalería y mercería en la calle de Porfirio Díaz número 4.

Bonitas en demasía, y surtidas de lo mejor en el ramo de mercería, son la de los pundonorosos y activos comerciantes Ricardo Benítez, 1.ª de Santo Domingo número 8, y la de Othón Gutiérrez en el número 6 de San Martín; estas personas están haciendo competencia a los comerciantes de su giro, tan sólo por la baratura de sus efectos.

La casa de Carlos Charles, situada en el Portal Hidalgo, es una de las que se fundaron primeramente en la ciudad; es antiquísima,   —25→   siendo por su antigüedad y la buena calidad de sus efectos una de las más acreditadas.

Llama la atención en Puebla el sinnúmero de Agencias establecidas. Las de publicaciones más importantes son don Ramón Miranda, activo en demasía; la de don Pablo Vázquez, que tiene las mejores ediciones de Barcelona, y la de don Antonio G. Rosilla, Costado de San Pedro número 13.

Como almonederos de más inteligencia y que venden bueno, bonito y barato, pudiéramos citar a los Sres. José Claro Pacheco, que ya encomiamos anteriormente; José de Jesús Guevara, en la calle de Molina 1, y D. Luis G. Lavara, en la calle de Porfirio Díaz número 10, que tiene un surtido de lo mejor.

La armería que expende el más fino armamento de todas clases y que más crédito disfruta en la capital es la del Sr. Manuel Centurión, diestro y conocedor como el más perito, que tiene su establecimiento en la 1.ª de Mercaderes número 9. El más variado y completo surtido de caza, municiones, etc., encontrará el consumidor a quien se le garantiza la bondad del efecto.

Las principales casas del gremio de abarrotes son: Conde y Cosío, San Martín número 7; R. Moreno y Hermano, 2.ª de Santo Domingo número 9, quienes además de ser grandes almacenistas, como comerciantes inteligentes y conocedores, están muy acreditados; Eugenio Mier Rubín, Cholula número 1½. La gran casa de los Sres. García Hermanos, en Guevara número 9, que tiene gran consumo; y la del acaudalado capitalista, activo, honrado y laborioso don Guillermo Mendoza, en el costado de Santo Domingo número 11, que de año en año su prestigio cunde, siendo la buena fe su lema y que vende al por mayor y menor sus efectos de primera calidad.

No menos importantes que aquéllos, son la de los activos comerciantes Nicolás A. Serdio, Santa Clara 9; la de Guerra y Romano, Portal de Morelos número 12; y la de don Jesús Ponce, en Porfirio Díaz número 12.

Agencias de pianos. La que presta más comodidad para la compra, venta y compostura de ellos, es la de don José María Romero, dedicado y conocedor como pocos, atento y caballeroso   —26→   en el desempeño de su comisión, y la Sucursal de los Sres. Wagner y Levien, Carnicería número 6. La primera y más renombrada de la República.

Al frente de las dos casas bancarias, sucursales de la de Londres y México y Nacional Mexicano, se encuentran, del primero, el activo y caballeroso don Guillermo Turumbull, en la Independencia número 11, y del segundo su hábil gerente don Mariano J. Pasquel, en la 2.ª de Mercaderes número 7.

Ambas instituciones bancarias han sido de mucho provecho para la población, que con la facilidad en la situación y bajo tipo, facilitan grandes operaciones.

Los establecimientos de Farmacia de la ciudad de Puebla son de buen gusto en lo general, llamando la atención entre ellos la Botica Francesa.

En el régimen interior de la casa se guarda cierto orden conducente al buen servicio del público.

Los aparatos y enseres que posee la negociación en número y clase son los que necesita la casa, habiendo algunos que probablemente no se encuentran en otra botica del país.

A no dudar, la Droguería y Botica Francesa de Ibáñez y Lamarque, en su género, es uno de los mejores establecimientos del país por el esmero y honradez que en él se encuentran.

Otra de las que por su antigüedad merece una especial mención, es la del laborioso comerciante D. Santiago Beguerisse, situada en el Estanco de Hombres número 1½, que por la pureza de sus medicamentos se recomienda. La acreditada botica de don Joaquín Arrioja, en la 2.ª de Santa Teresa número 12, que a su especialidad en las preparaciones medicamentosas, reúne un completo surtido de drogas que vende a precios sin competencia. La botica de la Sociedad Anónima, conocida con el nombre de Botica Inglesa, en la calle de Zaragoza número 6, y cuya casa recientemente establecida cuenta con gran clientela por la pureza de sus medicinas y pronto despacho de ellas. Sabido es el prestigio que el Dr. Rueda disfruta como médico, y esto es una garantía para el consumidor.

El Sr. Paulino Bautista siempre ha procurado captarse el buen nombre de farmacéutico, y por lo mismo, también su botica   —27→   en la Cerca de Santo Domingo y Cruz de Piedra, que tiene establecida, es una de las que ofrecen mayor comodidad.

La Botica de San Luis, que con este nombre es conocida, es otra de las que más competencia hace a las demás de su giro. Bien merecida es la reputación de que disfruta, porque su caballeroso dueño, Dr. Delfino Arrioja, no ha omitido sacrificio alguno en mejorar sus condiciones y tiene a su frente personas de notoria competencia para despachar.

Una de las antiguas y bien acreditadas es la del entendido don Ángel Rangel, conocida con el nombre de Botica de la Santísima.

Su establecimiento, mejorado cada día más y más, cuenta con un completo surtido de drogas y medicinas, conteniendo multitud de especialidades que vende a precios enteramente cómodos.

La de don Eugenio M. Moreno, en la Aduana Vieja número 3, es otra de tantas oficinas de farmacia que está bien surtida, perfectamente atendida y donde se expende con comodidad.

¿Queréis baratura y una excelente preparación química en el despacho de las recetas? Pues ocurrid a la Botica del Dr. Baltazar Uriarte, en la 4.ª de San José número 5.

¿Buscáis prontitud, esmero y limpieza? Os recomendamos la acreditada botica de don Antonio Fernández, en Lafragua 22.

Y por este estilo, bien pudiéramos recomendar las boticas de Guevara 7, propiedad de don Agustín Aguirre; la de San Pedro, una de las más antiguas de la ciudad, que es de D. Diodoro Suárez; y la de don Jacobo Amezcua y don Antonio Tello, situada la primera en la Cerca de Santo Domingo, y la segunda en la calle de Arista 15.

También tenemos en Puebla Boticas Homeopáticas para las personas afectas a curarse por el sistema referido. La principal es la del Dr. don Emilio Polo, en la calle de Santo Domingo.

En la angélica ciudad hay, como en las principales capitales del mundo, centros recreativos de importancia y con especialidad para el de billar y otros.

  —28→  

Los billares y cantinas principales son: Agustín Faure y Comp., Costado de San Pedro 2; Antonio Puget, 2.ª de Mercaderes 5; Juan Maupome, en el Portal de Morelos, y Wame G. Dame, en la 3.ª Avenida Juárez, que siempre están muy concurridos.

En el mismo orden y comodidad está la de don Francisco Mendoza, en la calle de Santa Clara.

Para confecciones, camisas para caballeros, ropa interior, donas, mancuernas, abrigos y multitud de artículos para el tocador, no hay otras casas tan perfectamente arregladas como la de los Sres. Juan Trasloseros, atento y caballeroso, en la 2.ª de Mercaderes 2; la del apreciable Alfredo Linaje, en el número 2 de Guevara; la de Fonseca y Díaz Ceballos, en la 1.ª de Mercaderes 8; y la de J. B. Andreé, 2.ª de Mercaderes 6, que recibe constantemente un surtido de lo mejor.

Además del elegante aspecto de las Cristalerías en nuestra ciudad, en lo general todas se hallan habilitadas de un variado y elegante surtido de loza extranjera y del país. Entre las principales deben mencionarse la del activo don Mariano Oropeza, 2.ª de Santo Domingo 4; la del Sr. Othón Gutiérrez, en San Martín 6, que renueva constantemente sus mercancías e importador directo; la bonita casa de don Ricardo Benítez, 1.ª de Santo Domingo 8, en que expende un variado surtido de artículos de fantasía; y la acreditada y antigua casa de don J. Mariano Fernández, en la esquina de Arista y Santo Domingo, que vende a precios enteramente cómodos.

Las bonitas calles de Mercaderes ostentan en sus elegantes aparadores las lujosas telas de los principales mercados europeos. Los almacenistas principales son: Lions Hermanos, que giran una cuantiosa fortuna y tienen el Cajón intitulado La Ciudad de México; la del caballeroso Haller, que al inmenso surtido de ropa, tiene el más completo de telas para iglesia; la suntuosa casa de Richaud Arnaud y C.ª, llamada La Independencia, importadores y almacenistas que venden al por mayor y menor a precios cómodos. El Puerto de Liverpool, de los caballerosos y activos comerciantes Garcín, Desdier y Sivilot, y Las Fábricas de Francia, de los Sres. Ebrard y C.ª, en la calle de Guevara   —29→   8, sucursal de la de México, y que con sólo la respetabilidad del nombre de la casa, ya puede considerarse su importancia.

De los depósitos de aguardiente de las principales haciendas del Estado, el más acreditado es el del progresista español don Manuel Pérez Díaz, Sacristía de la Santísima 2.

El caballeroso y atento español don José Díaz Rivera es el único que tiene el depósito de fierro de la acreditada fundición de Panzacola, y para cualquier pedido hay que dirigirse a la 2.ª de Santa Teresa 6.

La fotografía en Puebla está a la altura de los principales talleres europeos. Varios artistas de este género han entrado en lo que llamar pudiéramos una competencia, y se empeñan cada día más en que sus trabajos sean del agrado del consumidor. Los talleres más acreditados y elegantes son el de Lorenzo Becerril, 2.ª de Mercaderes 9; Antonio Macías, Guevara 4; Manuel Marín, Portería de Santa Inés 5; Francisco Bustamante, Independencia 2; y Gabriel Benítez, 2.ª de Mercaderes 3.

Las principales librerías de Puebla son, a no dudar, La Enseñanza Objetiva, situada en la calle de Guevara 5, que tiene un surtido completo de obras de enseñanza, ciencias, artes, literatura, instrumentos de cirugía y cuantos aparatos modernos existen en los mercados de Europa. Su activo propietario don Carlos Baur ha podido en poco tiempo hacer una regular fortuna.

La librería del caballeroso y diligente don Carlos Tagle, Portal de Hidalgo 3, que con sólo enunciar que fue casa sucursal de la de Bouret y C.ª de París, se comprenderá la importancia de la casa. Pídanse catálogos de ella y os convenceréis.

Dos casas hay esenciales para la venta de ornamentos de iglesia, todas de lo mejor y confecciones de este género, la del laborioso Sr. Vicente Cardoso, en Guevara 4, y que tiene muchos años de establecida, y la del Sr. don Manuel Mendoza, en Santa Catarina 14, que lleva por lema: vender barato para vender mucho.

Relojerías. Las principales son: Francisco Penet, 1.ª de Mercaderes 10; Rodolfo Jacobi, Guevara 9; Carlos Ramírez, 2.ª de Santa Teresa 6; y Benito Sánchez, Santa Clara 3.

  —30→  

Las sederías más notables y mejor surtidas del ramo son: la de don Eugenio Reyes, San Martín 1, que tiene una elegante sucursal en la 2.ª de Mercaderes 2; la de don Miguel Ruiz, sedero antiguo e inteligente, que tiene su expendio en Zaragoza 2; y la de don José María Ramos Luna, 1.ª de Mercaderes 2, que vende muy cómodamente.

En pocas poblaciones llaman tanto la atención como en Puebla las tabaquerías, donde al gusto para adornarlas, el aseo y variado surtido de juguetes, se reúnen otras muchas comisiones, como la venta de billetes de lotería, estampillas, efectos para escritorio, etc. Las principales son las de don Manuel Guzmán, Jarcierías 2; Lorenzo Eizaguirre, Independencia 12; y Andrés Silva, Independencia 6.

Al tratar de las propiedades de las aguas, prometimos citar con especialidad los baños más saludables y medicinales que tanta nombradía han alcanzado en toda la República.

Vos referimos a los termales que recomiendan los facultativos más entendidos del mundo, y éste en Puebla es el del Paseo, propiedad del entendido Dr. Miguel A. Salas. Pídanse las referencias a estos establecimientos, y os convenceréis de sus ventajas.

Para terminar esta reseña comercial de la Capital del Estado, cerremos con broche de oro mencionando los principales banqueros y capitalistas, o sean los escritorios mas notables, y son: Sres. José Luis Bello, Estanco de Hombres 8; Félix Pérez, Estanco de Hombres 10; Manuel Conde, Santa Clara 2; Joaquín S. Pacheco, Jarcierías 7; Gavito, Sucesor, Jarcierías, 10; Rafael Acho, Jarcierías 14; de la Hidalga, Sucesor, Zaragoza 10; Juan Matienzo, Zaragoza 6; Ezequiel Álvarez, 2.ª de Santa Teresa 13; Tomás Furlong, Mesones 9; Jacobo Ortiz Borbolla, Alguacil 6; Manuel Sevilla, Portería Santa Clara 4; Velasco Hernández, Mesones 11; Carlos Weber, Infantes, 7; Matías Rivero, Estanco de Hombres 4; Agustín Mora, Infantes 16; Simón Campero, Portal Hidalgo 2; V. Gutiérrez Palacios, Carnicería 10; Rueda y Gavito, Jarcierías 12; Francisco Ramírez Miranda, Espejo 8.

Las personas antes citadas representan algunos millones de pesos que dan el mayor movimiento en la capital del Estado.

  —31→  

Los hijos de Puebla son, en lo general, inteligentes y laboriosos, y desde temprana edad comienzan a dedicarse en los diferentes ramos de la industria, la cual extiende sus redes y se multiplican cada vez más.

La fabricación es fácil y su costo relativamente poco, porque para lo primero se cuenta con la dedicación del pueblo y sus aptitudes físicas e intelectuales, y para lo segundo con la materia prima que se necesita y es de primera calidad.

Uno de los ramos que sorprenden por su elaboración, es el de la fabricación de sombreros; fama tienen los sombreros poblanos en toda la República por su buena calidad.

Las sombrererías, en lo general, son suntuosas y dan un aspecto elegantísimo donde quiera que estén. Una de las que merecen principal mención es la de don Margarito Carcaño, situada en el Portal de Hidalgo número 5, y donde se encuentra siempre un gran surtido de efectos de sombrerería: sombreros para hombres, señoras y niños, etc., por mayor y menor. Importación directa de Europa. Y vende a precios extremadamente cómodos.

Nuestros lectores podrán imponerse de la importancia de la casa, toda vez que pueden juzgar de ella por la vista de la fachada. Su parte exterior decorativa es suntuosa y el interior con los talleres y útiles necesarios. El taller es movido por un motor de fuerza de 20 caballos, que al mismo tiempo sirve para surtir de luz incandescente toda la casa. Hay una especialidad en la que el Sr. Carcaño se ha distinguido, y es la confección de sombreros elegantísimos para señoras y señoritas.

La sombrerería de don Ignacio Torres, que se halla situada en la esquina de Zaragoza y Guevara, es otra de las más principales y muy renombradas, por cierto, para la fabricación de los sombreros charros o jaranos, teniendo, además, un surtido completo de sombreros de copa, ingleses y para niños. Es otra casa que importa también directamente.

La elegantísima y bien surtida sombrerería de los señores Couttolen y Esmanjaud, en la 1.ª de Mercaderes números 3 y 5, quienes con ese confort y gusto de los franceses adornan de lo mejor, venden legítimamente bueno y barato; y por último,   —32→   la casa de don José Pillón González, 2.ª de Mercaderes 3, quien con un celo digno de encomio es uno de los más laboriosos fabricantes de este giro, tiene un inmenso surtido de sombreros charros, de seda y para niños.

Fabricante de cerveza. José Martín Miranda, Estanque de los Pescaditos, que es uno de los más acreditados.

Otra de las industrias que llaman la atención por el adelanto en que se halla, es la de fabricación de velas de cera, cuya labranza es de lo mejor. Los principales fabricantes son: Gómez Ligero Hermanos.

Dos son los principales molinos de trigo que llaman la atención de toda persona atenta e ilustrada: el del caballeroso y digno español don Juan Pérez, llamado Molino del Puente, situado a orillas de la ciudad, cuyo molino se haya montado con la maquinación más moderna; y el del fino e infatigable progresista don Serafín Maurer, que ha tenido un premio honrosísimo en la Exposición de París por la elaboración de sus harinas.

El segundo de los mencionados es dueño del Molino de San Francisco, situado al margen del río de la iglesia del mismo nombre, y cuyo molino montado con la maquinaria y útiles más modernos es verdaderamente un prodigio del arte. La casa es suntuosísima, el jardín muy frondoso y bello, los terrenos de siembra de lo mejor y su aspecto y conjunto a la vista es maravilloso y sorprendente. Las mejoras allí realizadas han hecho subir extremadamente su valor. Es una de las mejores fincas del Estado.

El arte de Guttemberg está extremadamente adelantado; una de las imprentas más bien montadas es la del laborioso don Benjamín Lara, en el costado de San Pedro 13, a quien pudiéramos llamar el Díaz de León poblano; la del progresista don Miguel Corona, tipógrafo antiguo y acreditado, en Cholula 2; la del hábil y cumplido don José María Osorio, en Santa Clara 8; y la del notable escritor publicista don Jesús Olmos Contreras, en Molina 2. Estas personas desempeñan toda clase de trabajos tipográficos y litográficos con prontitud, esmero y limpieza.

Taller para labrar el mármol, o sea lapidarios notabilísimos:   —33→   don Manuel Olimán, Santa Clara 10, que tiene un inmenso surtido de curiosidades que vende módicamente; y Forany y C.ª, 1.ª de Santa Teresa 1, que, como el anterior, disfruta de gran crédito y vende bueno y barato.

Hoteles. De Diligencias, calle de Echeverría; del Jardín, calle de Infantes; Español, calle de Mercaderes; de San Juan Nepomuceno, calle de Raboso; Cosmopolita, frente a la Estación del Ferrocarril Interoceánico; Cristo, calle de Mesones; América, calle de Jarcierías.

Grandes fábricas. Así pudiéramos nombrar a las que constituyen la principal riqueza del Estado, y a cuyo frente se hallan los gladiadores infatigables del progreso.

El Mayorazgo es una fábrica de gran extensión; sus almacenes, dotados de cuanto puede necesitarse para el movimiento de esa gran maquinaria, que fue traída expresamente para la elaboración de los hilados y tejidos de algodón, y la que elabora grandes cantidades de piezas de manta, que se consumen en los mercados más importantes de la República.

Es atendida con eficaz empeño por el caballeroso y distinguido D. Vicente Gutiérrez Palacios, que tiene el expendio en la calle de la Carnicería 10.

La fábrica del Patriotismo es otra de las más importantes. Su diligente propietario, el Sr. D. Dionisio Velasco, ha gastado una inmensa fortuna en el mejoramiento de dicha fábrica; pero puede decirse que con total aprovechamiento, porque en la actualidad vale un tesoro por la riqueza de su producción y su valor intrínseco como propiedad.

Para todo pedido dirigirse a la calle de Mesones 11.

El Valor es el nombre de la gran fábrica de hilados y tejidos de algodón, propiedad del progresista y caballeroso Leopoldo Gavito. Pálido sería cualquier encomio que hiciéramos de dicha fábrica, que mejorada y reformada en su totalidad expende grandes cantidades de mantas de suprema calidad.

Visitad el establecimiento, y os convenceréis de nuestras aseveraciones. Como ésta, se hallan las renombradas fábricas de Santa Cruz y la Tlaxcalteca, propiedad del mismo Sr. Gavito, en Compañía.

  —34→  

La Concepción es la que compite con las demás, por la baratura y calidad de sus efectos. Ésta es una fábrica de hilados y tejidos de algodón, que ha pasado a los herederos del inmaculado y honradísimo comerciante D. Francisco Cabrera, cuya memoria es en Puebla tan respetada. El expendio de esta fábrica está situado en el Estanco de Hombres.

La Teja o Luz, es otra de las mejor situadas, mejor atendidas y grande. Su maquinaria, enteramente moderna, y sus efectos de primera clase, pues tienen gran demanda en el mercado de la ciudad. Los Sres. Ortiz Borbolla, caballerosos, finos y atentos, se esmeran por atender la relacionada fábrica de la mejor manera.

La Carolina es el nombre de otra de las más acreditadas y antiguas del Estado; ésta es propiedad del filantrópico y distinguido español D. Ignacio Noriega, quien ha mejorado la fábrica en todos sentidos y vende sus mantas a precios sin competencia.

La Providencia es fábrica del progresista D. Matías Rivero, joven lleno de vigor y entusiasmo en beneficio de la clase industrial.

El expendio de esta fábrica se halla situado en la calle del Estanco de Hombres.

La Independencia, modelo de fábricas entre las mejores de su especie, ha tiempo que viene teniendo gran demanda en los mercados. Sus hilados de lo mejor, la consistencia y buena calidad de sus mantas, hace que el consumidor la prefiera a las de su especie. Esta gran fábrica es de la propiedad de D. Nicasio Sota y C.ª, uno de los más caballerosos y honorables miembros de la Colonia Española.

El expendio es una gran casa, de fachada hermosísima y de buen gusto, que hace uno de los mejores adornos de la calle de la Aduana Vieja 12, donde está situada.

El hermosísimo Molino de Enmedio, una de las más grandes fábricas de hilados y tejidos que compite, y con demasía, con las demás enunciadas.

Esta fábrica es propiedad de la Sra. R. P. de Furlong, quien no omite sacrificios en levantarla más y más, siendo en la actualidad   —35→   una de las más conceptuadas y acreditadas de cuantas existen. La vista es de lo más pintoresca, su jardín hermosísimo, terrenos de labor magníficos, maquinaria enteramente moderna, patios, etc., etc. Es una propiedad de inmenso valor, y en cuanto a la clase de las mantas, baste decir que se disputan la preferencia sobre las demás de su clase.

Las fábricas de hilados y tejidos de lana, que es uno de los ramos que más importancia tienen en el Estado, son La Estancia, propiedad del Sr. Llacuri, uno de los más honorables miembros de la Colonia española, y que ha reformado la fábrica en su totalidad; El Alto, de los Sres. Garito y C.ª; Arrecogidas, una de las de mayor extensión y mejor situadas, de los Sres. Sota y C.ª, ya mencionados; y La Concepción, la fábrica modelo, pudiéramos decir, que es propiedad de los Sres. Letona y C.ª, industriales progresistas, y acaudalados capitalistas del comercio de la ciudad.

Ya se verá, por lo anteriormente expuesto, que no existe otro Estado de la República Mexicana que contenga un número tal de fábricas, que como las de Puebla mantienen la industria nacional a una altura tan considerable, y que con justicia este ramo demanda una atención preferente de parte del Gobierno.



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ArribaAbajoCapítulo III.- El Distrito Federal

La ciudad de México. Sus paseos. Sus costumbres. Su grandiosidad. El Sr. general Rincón Gallardo


Podemos salir de Puebla a las 5:45 a. m., en el tren directo, o en el que sale a la 1:15 p. m., para entroncar con el de Veracruz en Apizaco, de donde, como recordará el lector, nos habíamos desviado.

Ya hemos advertido que también puede tomarse el ferrocarril directo del Interoceánico, cuya línea parte desde Jalapa; pero suponemos que salimos en el Mexicano a la 1:15 p. m., y empezamos a recorrer el trayecto de Puebla, Panzacola y Santa Ana, en donde, si el lector gusta, puede tomar las tranvías para visitar la antigua ciudad de Tlaxcala, regresarse y continuar su expedición hacia Apizaco, que habíamos abandonado.

Volvamos, pues, a embarcarnos en nuestros cómodos asientos del ferrocarril de Veracruz.

De Apizaco, llegaremos a Guadalupe, Soltepec y Apam, donde se saborean las deliciosas chalupitas, quesadillas, queso, gusano de maguey y el sabroso pulque, de las mejores haciendas de este lugar. Continuamos nuestra marcha para Irolo, para llegar a Ometusco, lugar en que parte un ramal y conduce a los pasajeros que van a Pachuca. Pero como nosotros seguimos otro itinerario, ya hablaremos después de este importante mineral.

Seguimos nuestro camino para La Palma, Otumba, San Juan Teotihuacán, Tepexpam y luego Buena Vista, es decir, la hermosa Estación del Ferrocarril Mexicano, que tiene una elegantísima techumbre de cristal y fierro. Hemos llegado a México.

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La locomotora da su grito de despedida; entra majestuosa hasta el andén de la Estación, donde nos esperan nuestros amigos o hermanos. Incontable es el número de cargadores que se ofrecen a conducir nuestras maletas de viaje, y de allí podemos tomar un carruaje de color amarillo, colorado o azul que cuesta cuatro, seis reales o un peso, por la dejada al centro de la ciudad.

Pueden tomarse allí mismo las tranvías de la vía ancha que llegan hasta la Plaza Principal, o tomar las de la vía angosta, que con correspondencia y por siete cents., conducen a nuestro viajero, a la calle del Factor, para cualquiera de los circuitos que más convenga.

A las 6:40 p. m., estamos en México. Nos alojamos en cualquiera de los grandes hoteles de primera que están montados con todo lujo y cuya magnificencia puede apreciar el lector. Éstos son: El hotel Iturbide, el del Jardín, Guillow, Guardiola, el del Bazar, Humboldt y Nacional, que se encuentran en el centro de la ciudad.

Tan recomendables como aquéllos, pero no de tan alto precio, están los hoteles Comonfort, Washington, el de San Agustín, Oriental, Universal, Espíritu Santo y otros que fuera largo enumerar.

Hay multitud de Casas de Huéspedes, españolas; pero que no queremos recomendar a nuestros lectores.

Un viajero ilustre dice: «que no se encuentra tal vez en ningún punto del globo un paisaje, cuyo panorama sea comparable con el del Valle de México, porque hallándose situado a una elevación de cerca de 7.500 pies sobre el nivel del mar, y abarcando la extensión de una magnífica llanura de 67 leguas de circunferencia, cuyos horizontes cierran por todas partes las más pintorescas montañas, la limpidez y enrarecimiento de su atmósfera hacen que el sol ilumine su perspectiva con unos tonos de luz suavísima, y la diafanidad del aire interpuesto deja percibir a la vista, con una admirable claridad, los más lejanos objetos de los últimos términos del paisaje».

En efecto, esta opinión esta fundada en la verdad. Ver el inmenso valle que nos rodea, adornado de verdes campiñas,   —38→   con sus lagunas alrededor bañadas por el sol que quiebra sus rayos en la tranquila superficie de sus aguas, bajo la bóveda de un cielo purísimo, diáfano, transparente; allá, a lo lejos, los volcanes, el Popocatepetl y el Ixtacihuatl, con sus cabelleras de blanca nieve, en dulce coloquio con las inmensas moles de nubes que suben y bajan sin descanso... ¡Oh!, esto es maravilloso, digno de contemplación.

La ciudad ocupa el centro de este panorama hermoso, y poco a poco vase notando al entrar en ella, franjas cubiertas de verdura, cañadas de árboles, yerbas y plantas que nunca pierden su frescura y su verdor.

Sus calles delineadas con regularidad, sus plazuelas convertidas en jardines y las suntuosas fachadas de sus edificios y casas en lo general, presentan el más encantador aspecto.

Los templos consagrados al culto de Dios son muchos; pero sobresale a todos por su elevación y grandeza la basílica mexicana, la gran Catedral de la Metrópoli, ornamentada con su lujo extraordinario y en donde reside toda aquella majestad que el ceremonial religioso previene para las solemnidades de los grandes nombres.

La construcción arquitectónica es bella, sus anchas bóvedas sostenidas por arrogantes columnas de cantería y la decoración interior del templo, conteniendo hermosos ejemplares de pintura, escultura y tallados de bronce, todo indica la riqueza y magnificencia del clero mexicano, uno de los más esclarecidos del orden católico.

Sus elevadas torres de un gusto irreprochable, como la fachada del pórtico de entrada, contienen innumerables santos y grabados de cantería. Amplia, esbelta, se halla circunvalada de un enverjado de hierro y al calce de éste un hermosísimo jardín con plantas, árboles, estatuas y fuentes que forman un conjunto encantador.

Los templos dignos de mencionarse son: el de la Profesa, el de Santo Domingo, San Bernardo, la Encarnación, el Carmen y Santa Brígida, lugar este último de santo recogimiento para la clase más elevada de la sociedad, y en donde las ceremonias   —39→   religiosas son celebradas con toda la pompa que la institución previene.

Innumerables son los templos consagrados al culto divino, pero que no podemos reseñar detalladamente, para dar cabida en este artículo a multitud de edificios públicos y de propiedad particular que merecen apuntarse.

Nuestro lector puede visitar primeramente el gigantesco palacio de Chapultepec, que es una de las maravillas del arte y la naturaleza, pues aquel torreón u castillo parecido a los de la Edad Media, se encuentra en la cúspide de un cerro bañado de frondosos pinos y sabinos, que tantos años han contemplado.

Lujosamente decorado, es uno de los establecimientos más suntuosos de la capital, donde reside actualmente el Señor Presidente de la República.

La Alameda y la preciosa calzada de la Reforma son las más hermosas y los paseos más concurridos de la ciudad, donde se encuentran los monumentos que la gratitud levantara a los genios de la civilización; allí tenemos el consagrado a la memoria de Cuauhtémoc, la estatua ecuestre de Carlos IV, que ha merecido la clasificación de ser la cuarta del mundo, y la no menos importante del genovés Colón, cuya construcción costeara una de las familias más distinguidas.

De los edificios de propiedad particular, existen algunos de verdadera importancia; los mexicanos, en lo general, son ostentosos y decoran sus habitaciones con el mueblaje, tapicería y estucados de las mejores capitales de Europa.

La casa que desde luego más llama la atención es la de la propiedad de D. Alejandro Escandón, situada en la plazuela de Guardiola. Su fachada es de cantera, cincelada por mano maestra, y se desprende un anteportal que tiene en forma de corredor o balcón, sostenido por tres medios puntos con columnas.

La del Sr. D. Miguel Cervantes, de una fachada exterior hermosísima, e interiormente adornada con tono regio; en la 1.ª calle del Indio Triste está situada; el atrezo de la casa, verdaderamente costoso, es magistral.

Nombre de palacio merece la casa número 4 de la calle de Medinas, propiedad del filántropo D. Manuel Fernández del Castillo,   —40→   y la que exteriormente no presenta ese lujo con que se halla decorada en el interior. La escalera es una obra de arte, los corredores de mármol y las puertas adornadas con cortinajes de seda, sus mullidas alfombras y costosísimos ejemplares de pintura y demás artículos de fantasía, que revelan sobriedad y grandeza.

La casa conocida con el nombre de los Azulejos, en la 1.ª de San Francisco número 10, mansión que fue del inolvidable millonario D. Felipe Iturbe, es y ha sido siempre una de las mejores. A este orden pertenecen las suntuosas casas de los acaudalados capitalistas D. Delfín Sánchez, en la calle de San Agustín 16; la del finado D. Carlos Pacheco, en la Avenida Humboldt, y la número 6 de la Moneda, propiedad del Sr. licenciado Alberto Palacios.

El caballeroso y fino D. Julio Limantur es propietario de la casa más hermosa de la Avenida de San Francisco; casa ducal parece aquella mansión que fuera del autor de sus días, cuyo personaje honorabilísimo fue tan estimado por toda la sociedad; hace esquina con la calle de Vergara y su antiguo propietario quiso enriquecer a la ciudad dotándola de un palacio.

A imitación de aquesta morada, modelo de arquitectura, tenemos la del estimable banquero D. Francisco Prida, una de las casas más correctamente trabajadas. El Sr. Prida engalanó la ciudad con un hermoso edificio, el cual se halla situado en la calle del Tercer Orden de San Agustín.

Las suntuosas quintas de campo que tanto embellecen las poblaciones de Tacubaya, San Ángel y Mixcoac, adonde la gente de buen gusto se refugia para huir del calor en la estación del verano; en donde las familias más acaudaladas pasan las veladas agradablemente, rindiendo culto al arte musical y dramático, y en cuyos pintorescos jardines se extasían aspirando el perfume de la violeta y el azahar.

México es hermoso; México bien pronto será una ciudad angelical.

La ciudad de los palacios, como le nombran, tiene como principales edificios: el Palacio Nacional, residencia del Poder Ejecutivo y donde se hallan los Ministerios de Relaciones,   —41→   Gobernación, Hacienda, Justicia y Guerra, la Tesorería General, la Administración de Rentas, la Comandancia Militar, el Senado, la Mayoría de Órdenes y Depósito de Jefes y Oficiales y los talleres del Timbre.

El suntuoso edificio de Minería donde se encuentra el Ministerio de Fomento y su gran imprenta.

La Ex-Aduana, donde se halla el Ministerio de Comunicaciones y Obras públicas y la Inspección general de Rurales.

El Museo, el Correo, y la Escuela de Ciegos, bajo la dirección del infatigable Dr. D. Manuel Domínguez, que se halla dotada de un buen cuadro de profesores. Caridad y Armonía son verdaderamente el lema de aquel establecimiento, en donde reina el recogimiento más admirable. Privados aquellos infelices de la luz del sol, mantiénelos la luz de su inteligencia y las dulces y arrebatadoras notas de una música del cielo, son la recompensa de aquellos corazones que viven al abrigo de nuestro paternal Gobierno. Los adelantos de esta Escuela hablan muy alto en favor del Sr. Dr. Domínguez.

En la calle de Chiquis existe la Escuela de Artes y Oficios para mujeres. La mujer, considerada antiguamente como cosa, hoy se halla convertida en sacerdotisa del trabajo; allí son dignas de alabanza aquellas hermosas flores, los bordados y tantos primores que salen de la mano delicadísima de la mujer.

El pundonoroso director, Sr. Manuel M.ª de Zamacona, la ha colocado a gran altura.

La Cuna de Niños Expósitos bajo la vigilancia del sabio Dr. D. Ángel Carpio. El Sr. Carpio es el abrigo de aquellos desheredados en quienes procura el mayor cuidado. Su carácter jovial y prudente, ha cautivado a la niñez, la que con justicia le da el cariñoso título de padre; celoso como el que más en el cumplimiento de sus deberes, tiene aquella casa como nido de palomas, como nido de amores, cobijados con el manto de la caridad.

De las escuelas establecidas en el Distrito Federal, la que más llama nuestra atención y se halla mejor atendida es la Escuela Preparatoria, que sirve de sólida base para adquirir una carrera profesional, y a cuyo frente se encuentra el distinguido   —42→   letrado Vidal de Castañeda y Nájera, que la ha levantado con un régimen de orden excepcional.

La Escuela de Jurisprudencia es otro plantel de instrucción, digno de la cultura a que ha llegado el país. Su ilustrado director, D. Justino Fernández, lo ha mejorado notablemente en lo que cabe, dadas las condiciones tan pésimas que reúne un establecimiento como el que mencionamos.

En el antiguo exconvento de Santo Domingo, allí donde el fanatismo cubrió de vergüenza y llenó de oprobio a la religión de Cristo, donde parapetados con esa religión se cometieron mil infamias y sacrificaron millares de víctimas, se encuentra la Escuela N. de Medicina.

La escuela a que nos referimos está perfectamente atendida en todo lo concerniente a su régimen interior. Las cátedras, dotadas de cuanto exige el buen servicio, y un Museo Anatómico que hasta donde lo han permitido las circunstancias se halla completo. Es director de la referida escuela, el sabio y distinguido Dr. Manuel Carmona y Valle, que tiene el propósito de redoblar los esfuerzos que hace, para montar dicho establecimiento a la altura de las primeras del mundo.

El ramo de instrucción comprende la Escuela de Comercio que tan hábilmente dirige el Sr. Lic. Alfredo Chavero, distinguido literato e historiador profundo.

La Escuela de Bellas Artes es el reflejo de lo que podemos llegar a alcanzar, si como hasta hoy, el entendido y digno director de ella, D. Román S. de Lascuráin, procura aglomerar los mejores ejemplares, sigue en su afán de estimular y premiar las producciones de los hijos de dicha escuela, presentándola en los concursos más ilustrados del mundo, y continúa siendo inflexible en que por oposición rigurosa las cátedras sean desempeñadas por quien más méritos tenga y sepa conquistarlos.

En honor a la verdad, como justo homenaje al mérito, no debemos omitir en esta importante reseña de la instrucción al Conservatorio N. de Música, que ha merecido el aplauso de celebridades como la Patti, Sarasate y D'Albert, y la Escuela de Artes y Oficios, donde el infatigable y aventajado ingeniero   —43→   D. Manuel F. Álvarez, modelo de honradez y de eficacia, no cesa de prestar su valioso contingente a aquel grupo de jóvenes que asidos por el lazo del amor al arte, están para sí labrando la clave del porvenir.

La Escuela de Sordo-Mudos se encuentra bajo la égida del Sr. D. Trinidad García, persona de gran renombre, como político, como diputado, como abogado y aun como Ministro, en el tiempo que lo fue durante la primera administración del Sr. Díaz. Es digna de visitarse dicha escuela.

El Palacio de Justicia, la Cámara de Diputados, la Penitenciaría y (en construcción) la Escuela Correccional, perfectamente atendida, y la Escuela Industrial de Huérfanos, bajo la dirección del pundonoroso coronel Miguel San Martín, son otros tantos edificios dignos de admirarse.

La Escuela Nacional de Ingenieros, conocida antes con el nombre de Colegio de Minería, contiene espaciosos gabinetes de química, meteorología, mineralogía, telegrafía y otro de materiales de construcción, todos ellos dotados de los útiles e inventos más modernos.

La Escuela referida honra a su director y al infatigable Secretario de Fomento que tanto la protege.

Al ramo que nos ocupa pertenece también la Escuela N. de Agricultura y Veterinaria, que tan importantes oficios desempeña para el desarrollo de las ciencias naturales y mejoramiento de los cultivos. Desde la tecnología agrícola, la topografía, drenaje e irrigaciones, etc., hasta el perfeccionamiento de la agricultura; y en la veterinaria, desde la anatomía, la medicina operatoria, la terapéutica, etc., todo manifiesta el adelanto a que México ha llegado y el afán con que el Gobierno atiende los ramos de la administración. El Sr. ingeniero D. Pedro Sentiés es el director del plantel mencionado, y su competencia para el caso la ha dado a demostrar, elevándolo a tan gran altura; en el colegio del Estado de Puebla, dejó imperecedera, grata memoria de su amor al progreso, mejorando en todo las condiciones de aquel colegio.

La Aduana, que es otro establecimiento notable por su arquitectura, por el buen repartimiento de sus oficinas, y la amplitud   —44→   de ellas, se debe a la iniciativa y cooperación del Sr. general Manuel González, secundado por el Sr. Ramírez, celoso guardián de los intereses de la Federación.

En el ramo de Guerra, tenemos un Depósito de parque bajo la dirección del hábil general coronel Guillermo Soler; fabrica por su cuenta toda clase de municiones, en los aparatos más modernos. La Maestranza perfectamente arreglada, bajo la vigilancia del entendido coronel D. J. Ángel Olivares y la gran Fábrica de Armas que dirige el modesto y sabio general coronel D. Ignacio Salamanca.

Este establecimiento ha tenido la honra de nivelarse en sus trabajos a los más reputados de Europa, y principalmente en el armamento de infantería, fabricando el fusil Remington; para la caballería, la carabina y el sable.

La fundición de cañones y proyectiles es digna de mencionarse también. El general coronel director D. José María Pérez, ha merecido grandes elogios por su excelente dirección, así como el Sr. D. Antonio Velázquez, en la de la fábrica de pólvora que por su grano, finura y fuerza puede competir con la extranjera.

Apenas México adoptó las instituciones liberales en armonía con el espíritu del siglo, comenzó a promover cuanto era conducente para difundir la instrucción en todas las clases sociales. El establecimiento denominado Colegio Militar, la primera Escuela Militar del Continente Americano, honra altamente a su jefe general coronel D. Juan Villegas, encargado de encarrilar a la juventud por el sendero de la ciencia y el patriotismo.

La industria nacional merece un aplauso, porque ella ha venido a prestar para el progreso del país el más poderoso contingente.

La Victoria es una fábrica que honra la industria y a su propietario, que fue el Sr. D. José Viadero, que es un apóstol infatigable del progreso.

Los Sres. Carballeda y Fonguerat tienen establecida en la calle de la Ascensión una gran fábrica, que por la excelencia de sus productos merece preferente aceptación en el mercado.   —45→   La laboriosidad que distingue a esos industriales, los hace acreedores a nuestro encomio.

Otra fábrica de casimires tenemos de importancia, que se halla situada en el callejón del Bosque y es propiedad de los Sres. Suinaga hermanos; fábrica en la cual, debido a la ilustración de sus propietarios, se lleva a cabo la fabricación bajo los sistemas más modernos de la industria.

En el Distrito de Tlalpan existen las fábricas llamadas: La Fama, San Fernando y Peña Pobre, respectivamente de los Sres. Ricardo Sáenz, de la Compañía manufacturera representada por el Sr. Benito Arenas, y del Sr. D. Rafael Dondé, personas honorabilísimas que no perdonan esfuerzo por todo lo que signifique un adelanto.

En Contreras, Municipalidad de San Ángel, hállase otra fábrica propiedad del Sr. Teresa y Miranda, que, como las de que nos hemos ocupado anteriormente, merece nuestro más sincero elogio, porque allí justamente debe decirse que el trabajo ha sido dignificado.

Prolijo sería continuar describiendo todas y cada una de las fábricas que existen, porque demandaría un espacio de que no podemos disponer, pero ¿quién nos puede tachar de apasionados si tributamos un elegio a los ilustres industriales, Sres. José María Bermejillo, Pedro Peláez y Antonio Basagoiti?

Temeridad sería creerlo, porque el elogio justo no es la adulación, es la verdad que esplende, que fulgura siempre do quiera que se encuentre.

La fábrica mejor montada en el ramo de tabacos, la más reputada del país, es la del caballeroso y activo D. Ernesto Pugibet, hoy Sociedad Anónima, situada en el callejón de San Antonio.

Visítese esta fábrica, para que pueda conocerse su grandeza. La Mascota, Habana México y El Ideal, son las marcas más favorecidas del público consumidor.

Una de las fábricas de cerillos de mejor aceptación y mejor montadas es la del acaudalado capitalista D. Agustín Labat, situada en los Arcos de Betlén.

La fábrica de San Rafael y anexas de D. José Sánchez   —46→   Ramos y C.ª, que son los primeros fabricantes en papel de lo mejor.

La de cerámica que se encuentra en el Niño Perdido; la de pastas finas para sopas de los Sres. Albeitero y Arreche, que montada con todo lujo, rivaliza con las mejores del mundo; la de licores, de los Sres. Rafols, y la de Xicluna, y otras que del momento no recordamos.

México es el centro de las instituciones bancarias; allí residen el Banco de Londres y México, el Banco Nacional Mexicano, el Banco Hipotecario bajo la hábil dirección de D. José de Teresa y Miranda, y casas respetabilísimas por su cuantioso capital, y a quienes podemos llamar los millonarios más acreditados, que son: D. Sebastián Camacho; Barron, Forbes y C.ª; Cardeña y C.ª, Suc.; Esteban Benecke, Sucs.; Iturbe; H. Scherer y C.ª, don Juan Manuel 8; Alonso Noriega, Sucs., M. Ibáñez y C.ª; Noriega Hnos.; Valentín Uhink y C.ª; D. Juan Llamedo, D. Francisco Prida; D. Tomás Braniff; Mier y Celis, y otros mil y mil banqueros de la capital.

En el ramo comercial tenemos casas notabilísimas establecidas con todo el confort de la época y que están frecuentadas por lo más granado de nuestra sociedad.

Refiriéndonos al ramo de lencería, están allí La Sorpresa, El Surtidor, El Puerto de Liverpool, Las Fábricas de Francia, El Gran Oriental, La Valenciana, La Ciudad de Londres, El Nuevo Mundo, La Francia Marítima, El Puerto de Veracruz, El Progreso, El Correo Francés, La Ciudad de México, La Reforma del Comercio, elegantísimo almacén situado en el Empedradillo y Tacuba, que gira en el mismo ramo; todo este comercio es lo que llamar pudiéramos, una parte de la colonia francesa, que se ha distinguido entre nosotros por su honradez, laboriosidad y buena conducta, prestando una cooperación decidida para el adelanto de nuestra patria.

Las casas antes mencionadas brillan por su esplendor, por el gran lujo con que se hallan decoradas y la excelencia de sus manufacturas, prestando a la vista del transeúnte el más encantador aspecto esos elegantísimos aparadores, adornados siempre con verdadero gusto y fantasía.

  —47→  

En el ramo de casimires tenemos los grandes almacenes de A. Levy Martín y C.ª, que tan conocidos son en el comercio de la República.

En el género de sombrerería causa positivo placer admirar los elegantísimos salones de la casa de los Hermanos Zölly, los primeros en este ramo, que surtidos de las mejores formas, y con el confort de la época, tienen gran demanda en la buena sociedad.

Por cuanto al ramo de sedería y variedades del mismo género, México presenta un elegante aspecto con las suntuosas fachadas de las casas de los acreditados comerciantes los Sres. Albert y C.ª Sucs., situado en la 1.ª de la Monterilla 4, y la que lleva el nombre de La Suiza, que se halla en la Avenida principal y cuyos aparadores atraen la vista del menos codicioso. La crema de nuestra sociedad allí gusta de las más caprichosas confecciones.

Los propietarios del Palacio de Hierro, Sres. Tron y C.ª, han ganado sin tasa su dinero; pero han dotado a México de un edificio valioso que es un modelo de Almacenes comerciales, tanto por lo artístico y bello de su aspecto exterior, cuanto por la inteligente distribución interior que facilitando y aligerando el tráfico, presenta hermoso y elegante golpe de vista al comprador, y necesariamente hace del dependiente otra cosa ya no tan servil como antes había sido.

Gran almacén de ropa. México

La Droguería Universal, de la cual vamos a ocuparnos, fue fundada en el año de 1845, siendo en aquella época su dueño el Sr. Edmundo Van den Wyngaert, quien unido a dos ricos capitalistas de Amberes, Bélgica, procuró dar a su casa de comercio el lugar que necesitaba para poder prosperar rápida y eficazmente.

Entre los establecimientos que en la capital son notables por su elegante construcción, cuéntase indudablemente la Droguería Universal, que, es sabido, se encuentra situada en la calle del Puente del Espíritu Santo núms. 8 y 9, o según la nueva nomenclatura, en la calle Sur 2, núm. 608, casi frente al lugar que antes ocupaba.

  —48→  

Tiene sucursales en la mayor parte de las capitales de la República. ¡Pídanse catálogos!

Uno de los establecimientos que más llaman la atención en el ramo de cristalería es, a no dudar, el de los Sres. Aguirre Hermanos, situado en la Avenida del 5 de mayo, que hace esquina a la de San José el Real.

Allí se encuentran objetos de fantasía, lámparas de todas clases, vajillas finas y corrientes, juguetes del más exquisito gusto, petróleo, mecha y cuanto se relaciona con el nombre de la mencionada casa. El Emporio de Luz, tiene establecido una sucursal en la esquina del Callejón de la Alcaicería, y ya repetimos, el lema de la casa es vender barato para realizar pronto.

Escogimos para nuestra publicación, en el ramo de mercería y ferretería, la acreditada y bien surtida casa de los Sres. Roberto Boker y C.ª. Este bien conocido establecimiento, cuyo surtido no puede ser superado por el de ninguna otra casa en la Capital, tiene el más abundante surtido de lámina acanalada, camas legítimas de latón, muebles de suprema calidad, lámparas preciosas, baterías de cocina, hule, etc., etc.

Los departamentos de maquinaria, el de la acreditada máquina de coser Nauman y el elegantísimo departamento de carruajes en Betlemitas 8, en donde se venden elegantísimos carruajes, guayines, carros y carretones para haciendas, guarniciones extranjeras y del país, materiales de todas clases para la construcción de carruajes y guayines, pieles, ejes, etc., etc. Es la única casaca la República delicada especialmente a este ramo.

México, comercialmente, tiene cuanto se puede apetecer para halagar la vanidad, comodidad o buen gusto.

El pobre y el poderoso tienen satisfechos sus deseos; el primero, porque encuentra barato y a su alcance los innumerables artículos con que satisface sus necesidades todas; el segundo, porque disfruta de verdadero bienestar.

Grandes compañías han venido a beneficiar a la primera de estas clases, y entre otras pudiéramos mencionar la Compañía manufacturera de Singer, que tiene en uso diario once millones   —49→   de máquinas, y que las vende a precios sumamente bajos y a plazo, lo cual es una gran ventaja.

La cantina más acreditada de México es la del reputado Peter Gay, esquina de los Portales de Mercaderes.

Librerías: un sin número existen en la capital, pero las más reputadas son: la casa de la Viuda Bouret y C.ª, y la de los activos Sres. Gallegos Hermanos, que surten a las principales escuelas de la República.

Comisionistas: Melchor Eyssautier; William Young y C.ª; Víctor M. Braschi; los caballerosos y finos Manuel Guiral y C.ª; Caso Hermanos; Pablo Alexanderson; Méndez Tort; Ituarte y Compañía, y otros que sería largo enumerar.

La Mercería y Ferretería de la Unión, calle de la Palma 12, se recomienda por la bondad de sus mercancías.

D. Ramón del Valle, es el importador para toda la República, de las más acreditadas marcas de cigarros habanos, 1.ª de San Ramón 2.

E. Heuer y C.ª, los únicos agentes del excelente piano Blasius, venden un elegante surtido de muebles y objetos de lujo.

Calpini, Sucs., son los ópticos más reputados en la capital.

Para cajas de seguridad, búsquese a los agentes de Mosler Bowen y Cook, 2.ª del 5 de mayo núm. 4.

A las tres B. B. B. Ésta es la cristalería más lujosa y mejor surtida de la capital, 15 calle del Refugio, Alberto Caissellier.

Los caballerosos y activos J. Arce y C.ª son los agentes más acreditados para maquinaria de todas clases, objetos de labranza, etc., etc.

La Dulcería del Águila de Oro, en el Portal del mismo nombre, es la mejor y bien surtida de México. Pregúntese por el atento D. Luis G. Perezcano.

El almacén de drogas y medicinas de patente más antiguo de México, y por consiguiente más reputado, es el de los estimables Sres. D. José Uihlein, Sucs., en la calle del Coliseo.

El caballeroso D. José Azcona es el que tiene las mejores fábricas de vidrio de la República. Su despacho, Escalerillas 2.

D. Francisco Zepeda es el abarrotero de mejor buena fe.   —50→   Tiene un magnífico surtido de vinos y licores de las mejores marcas, etc., etc.

La Esmeralda es el edificio más suntuoso en el ramo de joyería y relojería, el favorito del público elegante de la capital. Es una exposición permanente de efectos de lujo.

La casa de D. Emilio Moreau, hermano, es la litografía más reputada.

El Sr. A. Combalusier es el único y más conocedor para los efectos de caza. Tiene un magnífico surtido de armas y municiones de lo mejor.

Sobre cuantas compañías de Seguro existen en la República, la más reputada, la más fiel para cumplir sus compromisos, es La Mutua. Véase la prensa europea y la de la capital; ocúrrase a ese sin número de deudos que ha recibido su pago de seguros puntualmente, y en todas partes no se lee más que por la buena fe de ésta, la más poderosa Compañía de Seguros sobre la vida, es La Mutua.

Pero para qué estamos divagando tanto la atención de nuestros lectores. ¿Sería posible expresar, una por una, más de seis mil casas de comercio que existen? ¿Sería posible llevar a nuestro viajero por tanto palacio, tanta casa elegante, tantos paseos y diversiones como hay en los teatros Nacional, el de Orrin, el Principal, el de Arbeu, el Hidalgo, Guerrero, Novedades, Invierno, etc., etc.?

¿Expresar una por una de las grandes compañías industriales, presentarle tanta corporación científica, tanta agrupación religiosa, tanto centro recreativo, como el Jockey Club, el Casino Nacional, el Alemán, el Francés y el Americano; los Hipódromos de Peralvillo y el del Peñón; paseos de recreo como la Hacienda de la Castañeda que es un paraíso?

¿Llevarlo a los Tívolis del Eliseo y San Cosme; conducirlo al popular y divertido paseo de Santanita, etc., etc.?

¡Oh!, esto sería interminable. En México hay cuanto haya de bueno y malo en otras partes del mundo.

No pretendemos señalar los males que en él existen, pero lo bueno es bueno siempre darlo a conocer, y ya habrá tenido ocasión nuestro huésped de saborear los manjares más exquisitos   —51→   en el famoso Maison Doré, en la antigua y acreditada Concordia, así como habrá extasiádose su inteligencia con esa grandiosidad que México tiene en todos los ramos del saber humano.

Sus eminencias en la medicina, como son los Dres. Liceaga, Lavista, Carmona, Mejía, Bandera, Icaza, Chacón, San Juan, Fuertes, Ramos, Gutiérrez, Sosa, Toussaint, López, Preciado, y tantos.

Eminencias jurídicas, como los reputados postulantes Dondé, Pallares, Méndez, Macedo, Pardo (Jr.), Verdugo, Gamboa, Viñas, Alfaro y Anda y Siliceo.

Criminalistas, como Monroy, Mateos Alarcón, Pavón, Ramos Pedrueza y Prida.

Literatos, como Sierra, Prieto, Vigil, Icazbalzeta, Gutiérrez Nájera y Zárate.

Poetas, como Peza, Castera, Noriega, Valle, Alfaro, y tantos que tienen la dicha de pertenecer a esa pléyade de gigantes pensadores.

¡Oh! ¿para qué? Sí, sería interminable a nuestro viajero llevarle a esos centros de colectividad intelectual, donde queda absorta el alma y extasiado el corazón.

La prensa en México se compone de varias sectas y partidos, pero en lo general ella tiende a la ilustración de las masas, y no es exagerar si decimos que en su mayor parte es ilustrada y cumple con el programa y sacerdocio que desempeña. Tenemos escritores de afiligranado estilo, cronistas chispeantes, guasones, reporters de primera calidad, etc., etc.

Hoy, los periódicos de más circulación, son: Gil Blas, El Universal, El Tiempo, El Monitor, La Voz de México, Siglo XIX, El Correo Español, La Nación y otros que, según la índole de su programa y esfera en que giran, tienen mayor o menor aceptación entre sus sectarios.

La política, la ciencia, el fanatismo y la barbarie, no pueden tener los mismos partidarios.

El Gobierno siempre lee con avidez a los periódicos de oposición, y la oposición tiene que leer a los gobiernistas.

El científico, como el industrial, estudian a los intérpretes   —52→   del progreso; los fanáticos sólo leen lo que les conviene, y el pueblo bárbaro, el callejero, goza de los refranes, sandeces y groserías que se estampan en los periódicos inmorales, que muchos hay.

Ya le mostré al lector en un croquis bien pequeño, lo que es la ciudad de México.

Pero es justo que antes de marcharse visite el Palacio del Gobierno del Distrito y el del Ayuntamiento, suntuosamente decorados, y donde residen la autoridad político-administrativa de la ciudad que nos ocupa, y el P. Ayuntamiento de la capital.

Todo cuanto concierne al régimen interior del Distrito, compete a las autoridades antes enunciadas.

El encargado del Poder Ejecutivo, lo es el ameritado y digno general D. Pedro Rincón Gallardo, que a sus títulos de nobleza y ser un hombre extraordinariamente rico, es y ha sido un patriota esclarecido y un pundonoroso militar. Esto, como es natural, llama la atención entre nuestros prohombres, que, por lo general, han sido pobres, antes de comenzar su carrera.

El Sr. Rincón Gallardo cuenta en su hoja de servicios innumerables campañas; pero sería ocioso o por demás hacer una biografía extensa de sus virtudes. Para mí ha tenido la hidalguía y patriotismo más grande que puede tener el hombre: que es haber defendido a su patria en los días en que peligraba su autonomía.

Sacrificar sus intereses en pro de una causa tan legítima y exponerse sin necesidad a que le confiscasen sus bienes y le cortasen la cabeza, es una heroicidad.

Es cierto que lo hizo en cumplimiento de su deber; pero como este cumplimiento no es común entre personas de su talla y de su posición social, para mí, repito, es lo más meritorio que tiene y lo que le vale para llevar inmarcesible palma de inmortalidad.

Su acrisolada honradez es una garantía para el Distrito; es prudente, juicioso como el que más; progresista, noble, caritativo y franco.

He aquí al encargado del Poder Ejecutivo: el Sr. general Pedro Rincón Gallardo.

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Lo secunda en sus labores como Secretario de Gobierno, el inteligente Lic. Nicolás Islas y Bustamante, y en el difícil puesto de la Inspección General de Policía, que tiene a su cargo los ocho cuarteles en que está dividida la ciudad, el celoso guardián de nuestras vidas e intereses, el probo C. general Luis G. Carballeda, y coronel Antonio Z. Rojas, como Secretario de la Inspección.

Nacionales y extranjeros convienen en que la policía de México está reglamentada y organizada como la mejor, y que son inauditos los esfuerzos que se hacen en beneficio de la sociedad.

Después de tres meses (por lo menos) para conocer la capital, se decide nuestro huésped a abandonarnos; salda su cuenta del hotel, y con el nuevo itinerario que le presentamos, toma el Ferrocarril de Hidalgo en la Estación de Peralvillo, y en un abrir y cerrar de ojos (como si dijéramos) se encuentra en la ciudad de Pachuca, que merece un capítulo aparte por ser la capital de otro Estado.



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ArribaAbajoCapítulo IV.- El Estado de Hidalgo

Un mineral de importancia. Las haciendas de beneficio que en la capital se hallan. El progreso del Estado. El señor general Cravioto


El Estado de Hidalgo se halla situado entre los 19º 37' y 21º 10' latitud Norte, y entre los 1º 9' longitud Este, y 0º 46' longitud Oeste, del meridiano de México. Confina por el Norte con los Estados de San Luis Potosí y Veracruz; por el Este con el de Puebla; por el Sur con el de México y por el Oeste con el de Querétaro. Su mayor extensión es de E. a O. de 203 kilómetros, o su equivalente en leguas 48 y media, y de N. a S. 164 kilómetros, o sean 39 leguas. Su superficie es de 1.251 leguas cuadradas.

Configuración. La parte Sur del Estado es generalmente plana, no se encuentran sino algunas montañas esparcidas, o pequeñas cadenas que son por lo común de poca elevación; las llanuras principales son las de Apam, San Javier, Tula, y las que vulgarmente se conocen por el nombre de Plan del Mezquital, compuestas de los Distritos de Actopan, Huichapan, Ixmiquilpan y parte del de Zimapán. El Norte del Estado es por lo contrario muy montañoso, lo forma una parte de la prolongación de la gran cordillera de los Andes, conocida vulgarmente con el nombre de Sierra Alta.

Ríos. Dos son los principales: el de Tula, que pasa por la   —55→   población de este nombre, el de Mixquiahuala, Ixmiquilpan y Tasquillo, reúnese después con el río de Zimapán, de cuyo punto de reunión en adelante lleva el nombre de Moctezuma. El otro es el de Meztitlán, que desagua en la laguna de este nombre; las infiltraciones que tiene el lago hacen que el río continúe, reuniéndose al de Amajaque en el pueblo de San Juan Amajac, cuya prolongación se une con el de Moctezuma en el Estado de San Luis para formar el Pánuco.

Lagunas. Sólo hay tres y todas de corta extensión; éstas son: la de Meztitlán, la de Apam y la de Tecocomulco.

Montañas. Son de poca elevación, y aun las más notables no llevan sus alturas a la región de las nieves perpetuas; las más elevadas son algunos picos de la Sierra Alta o de Zacualtipán, los Órganos de Actopan, las Ventanas del Chico, la Peña del Zumate en Omitlán y el cerro de las Navajas en Huasca; teniendo este último, que es el más elevado, 3.212 metros sobre el nivel del mar, los restantes sólo tienen sobre 3.000 metros.

Producciones naturales. Hay en nuestras montañas muchas vetas metalíferas que se cruzan en varias direcciones. La Sierra Alta está cubierta de preciosas y variadas maderas, muchas plantas aromáticas y medicinales, como la purga de Jalapa y Zarzaparrilla, varias resinas y multitud de vistosas variadas flores.

Agricultura. Se cultivan varios granos y semillas, tales como el maíz, trigo, frijol, arvejón, haba, garbanzo, cebada, etc., de los que se obtienen regulares cosechas; en Tulancingo y Meztitlán se recogen abundantes por la fertilidad del terreno. En los distritos de Apam, Pachuca y Tulancingo, se cultiva en grande escala y con buenos resultados el Agrave Mexicano; las legumbres, frutos y flores no se descuidan por nuestros agricultores.

Minería. Es el ramo más importante del Estado, pues casi todos los distritos que lo forman son mineros; se encuentran muchas vetas de plata, plomo y cobre, fierro lo hay en abundancia, criaderos de carbón, alumbre y azufre que también se encuentran.

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Dos puntos que podemos nombrar centros mineros son los que llaman la atención; uno de éstos es Pachuca, y el otro Zimapán; cerca del primero se encuentran los minerales del Monte, el Chico, Santa Rosa, Capula, Tepenené y el Potosí; y del segundo los del Cardonal, la Bonanza, la Pechuga, Jacala, la Encarnación, San José del Oro y las Verdosas; notables todos por sus ricas vetas argentíferas.

Pachuca es la capital del Estado, y la residencia de los Poderes. Hay un Gobernador que lo es el integérrimo liberal C. general Rafael Cravioto y dos Secretarios, uno de Gobernación, el Lic. Francisco Valenzuela, inteligente, probo exagerado en el cumplimiento de sus deberes, y con ese criterio poco común que para discurrir acertadamente tiene y que le ha valido la estimación del público. Modelo de lealtad y de civismo.

El otro Secretario, que es el de Hacienda, lo es el activo y progresista C. Ramón Liveroll, estadista y financiero como pocos hay, y que en el tiempo que tiene de llevar el timón hacendario, las rentas del Estado se han elevado, se paga con toda puntualidad a los servidores del Gobierno y jamás se ha lamentado de quebranto alguno.

El Ejecutivo es a cargo del C. general Rafael Cravioto. El Señor Gobernador del Estado de Hidalgo es un liberal sin mancha, un abanderado de la Reforma, un hijo de la libertad que se ha mantenido firme en el partido de los netamente republicanos.

Desde 1846 en que el ejército invasor norteamericano había rendido nuestras fortalezas, el señor general Cravioto sentó plaza de militar en el Distrito de Huachinango, que tantos valientes ha dado a su patria.

Asistió a las principales campañas libradas en la Sierra de Puebla, y a Puebla, donde había acampado el ejército invasor, y obtuvo honrosísimas condecoraciones y ascensos hasta el grado de Coronel, con cuyo mando pudo desplegar sus grandes dotes.

Liberal desde sus principios, combatió sin descanso por la libertad y la reforma; fue durante la intervención francesa el   —57→   más acérrimo defensor de su patria, asistiendo a los combates más reñidos y entre otros el que coronó de gloria las armas nacionales el 5 de mayo de 1862, al memorable triunfo del 2 de abril de 67 y otros muchos que sería prolijo enumerar.

Como progresista y amante de nuestras instituciones democráticas, secundó por convicción el Plan de Tuxtepec saliendo de México en los primeros días de marzo de 1876.

En 1877 fue electo Gobernador Constitucional del Estado de Hidalgo. Su administración se hizo señalar bien pronto de las anteriores, y su honradez y laboriosidad hicieron florecer el Estado a tal altura que en la actualidad es uno de los principales de la República.

Demócrata de corazón, ha prestado el contingente de su basta erudición y su clara inteligencia a la causa nacional, y desde la época del Sr. Juárez se registra siempre su nombre, ya en la Cámara de Diputados, ya en la de Senadores, en las cuales ha sabido distinguirse por la firmeza de sus opiniones, su nobleza de miras y su invariable rectitud. Hoy vuelve por tercera vez a regir aquel Estado, en donde ha realizado mejoras tan importantes como el ferrocarril de Hidalgo, el fomento de la instrucción, la unión de los Distritos todos por la vía telegráfica; y otras que le han conquistado el nombre que de progresista lleva.

El Sr. general Rafael Cravioto es de una alma grande y buena; cuenta con la satisfacción de ser verdaderamente estimado por sus gobernados, y éstos con la de tener al frente de sus destinos al liberal inmaculado, al virtuoso ciudadano, probo, leal y generoso.

Hay un Tribunal Superior de Justicia compuesto de seis Magistrados y dos Fiscales.

Forman la 1.ª Sala de dicho Tribunal el clásico romanista Lic. Miguel Mancera de San Vicente, el reputado criminalista Lic. Crisóforo García, decano de los magistrados actualmente, y el ilustrado joven Lic. Simón Anduaga, siendo Fiscal en ella el Lic. Luis Hernández, estudioso y profundo en casi todas las materias de la profesión.

La 2.ª Sala la componen el Lic. Manuel Mateos, práctico   —58→   ilustradísimo y modelo de honradez, el erudito y profundo abogado Lic. Manuel A. Romo, y el notable civilista Lic. Adalberto G. Andrade, autor de varios códigos, compilador y excelente abogado. Como Fiscal de esta Sala, actualmente funciona el hábil jurisconsulto Leónides Barranco, que tantos lauros ha conquistado en su carrera.

Existen tres juzgados de 1.ª Instancia en la capital, que son a cargo del locuaz y aventajado jurisconsulto Joaquín González, y los CC. Lic. Pedro Hernández y Vicente Pérez, no menos probos y honrados que el primero.

He aquí el personal más notable de la administración judicial, y en cuanto al del Ejecutivo, son dignos de alabanza el Sr. Oficial Mayor de Hacienda, nuestro querido hermano D. Ricardo Pascoe (vulgo don Richard, como le llamamos sus íntimos) y que a sus dotes hacendarias reúne un noble corazón, y el joven Lic. Rodolfo Izunza, Oficial Mayor de Gobernación, que ha heredado el talento de su padre y marcha viento en popa en la carrera escabrosa de la política.

La Legislatura del Estado tiene once diputados, allí tenemos a los progresistas e inteligentes Lic. Arturo Zerón y Barredo, Lic. Agustín Cravioto, Roberto Cravioto, al Sr. Jesús Arias, siempre leal y franco, D. Antonio Baena y otros que sería prolijo enumerar.

A la sabiduría de la Legislatura pertenece el C. Lic. Enrique Barredo.

Enrique es el artista de la palabra, es un políglota en las ciencias, y como tal, su palabra irresistible y persuasiva. Hay en su dicción tal elegancia, tal brillantez en sus conceptos que no encontramos en el parlamento con quien compararlo.

Julio Armiño, crítico severo y de delicado ingenio, es uno de los diputados que ha merecido el título de vencedor en las lides del pensamiento.

El foro de Pachuca está compuesto, además de las citadas, de otras personalidades cuyas semblanzas sería largo enumerar. Postulan en el foro los Sres. Lics. Francisco Hernández, gran abogado consultor, sabio y profundo, es uno de los más acreditados de la República; D. Carlos Sánchez Mejorada, de   —59→   gran prestigio por su actividad e inteligencia, verdadero doctor y apóstol, sabio también y como sabio humilde; D. Miguel Lara, ya célebre constitucionalista, correcto y esclarecido escritor forense, enérgico e inteligente en demasía, son en nuestro concepto, los tres mejores defensores de inspiraciones fáciles, dulces y de imágenes deslumbradoras.

Los jóvenes inteligentes abogados, Francisco de P. Olvera y Alberto Casamadrid y otros varios que sería prolijo enumerar.

Pachuca tiene la suerte de contar en su seno celebridades médicas de las Escuelas más aventajadas que hay en México y Puebla.

En efecto, el prestigio que disfrutan los ameritados doctores Miguel Varela, Miguel Alatriste, Rafael Santoyo, Cenovio Viniegra y Joaquín Martínez. La profundidad de los conocimientos de los aventajados galenos José García, notable cirujano y especialista para las enfermedades sifilíticas; Alberto Espinosa, ginecologista verdaderamente profundo; Eduardo Corral, clínico perfecto; y Alfonso Blásquez, dedicado a las enfermedades de los niños, son otros tantos campeones que luchan por arrancar a la naturaleza sus secretos.

Los doctores Nemorio Andrade y Agustín Navarro, cuyos conocimientos en todos los ramos de la profesión que ejercen no han tenido muchos imitadores y cada vez que su cerebro profundiza los escollos de la ciencia, maravillan más y más a la humanidad que su saber redime.

La mayor parte de los médicos nombrados reúnen la ventaja de tener sus almacenes de Drogas y Medicinas de patente, que venden con suma escrupulosidad, en los lugares más céntricos de la ciudad.

Pachuca, que como hemos dicho es el primer mineral de la República, tenía que contener entre sus establecimientos de instrucción práctica y doctrinal una Escuela como la que se denomina Escuela Práctica de Minas, que dirige el distinguido y sabio ingeniero de minas, D. José María César, secundado por los no menos inteligentes y capitalistas ya, D. Luis Carreón, D. Juan B. Blásquez y otros.

Los ingenieros que de más reputación gozan por su sabiduría   —60→   y cumplimiento son los Sres. Edmundo Girol, Enrique Téllez, Jesús Gil, Pedro Gutiérrez, encargado de la oficina de Estadística y Catastro en el Gobierno, y D. Baltasar Muñoz tan modesto como inteligente y que con tanto acierto dirige el Instituto Literario del Estado.

La fe pública de los contratos, testamentos, etc., corresponde a los que autorizados con el fiat legal, ejercen en esa ciudad y son el entendido, honrado y diligente D. Ricardo P. Tagle, que por sus conocimientos debería tener el título de abogado, y los Sres. Austreberto Andrade y Jesús Silva, no menos apreciados que aquél por su laboriosidad y honradez.

La ciudad disfruta de toda clase de garantías y está vigilada por el constante afán y celo del caballeroso y atento jefe político C. Uriel Alatriste, que trae de sus antepasados nota de inmarcesible gloria, que tiene una carrera pública inmaculada, como jefe político que ha sido en varios Distritos del Estado de Puebla, y que reúne prendas morales de gran valer.

La ciudad de Pachuca no es bonita, pero es simpática. Su terreno es accidentado y por lo mismo muy difícil la construcción de sus casas.

Sin embargo, ha progresado tan rápidamente, que en pocos años hay mucho que admirar.

Esta ciudad fue fundada por los españoles pocos años después de la conquista. Sus coordenadas geográficas de la parroquia son 20º 7' 38'' 5 latitud Norte, y 6h 34m 51s 1 longitud en tiempo al Oeste de Greenwich, o 1h 37m 4s tiempo al Este de México. Su altura sobre el nivel del mar es de 2.438 metros. Todos los Distritos y aun algunas municipalidades están unidas por la vía telegráfica con la capital del Estado.

Tocan las puertas de la ciudad, el Ferrocarril Central Mexicano, por Tula; el Mexicano por Ometusco e Irolo; el directo de Pachuca a México, y están en construcción varias líneas férreas para otros Distritos.

El circuito de tranvías que recorre la ciudad y multitud de mejoras, debidas al celo de los señores Cravioto que han gobernado.

El Teatro Bartolomé de Medina, autor y benefactor de la   —61→   ciudad por el sistema de beneficio a la plata es un monumento de arte.

Puede considerarse como el tercer teatro de la República. Es extraordinariamente bonito y amplio.

Existen el edificio de las Cajas que es digno de admirar; la gran casa o Palacio del acaudalado y progresista banquero D. Francisco Rule, que posee para el establecimiento de todas las oficinas de su pertenencia. El Palacio del Ejecutivo, el Municipal, el Hospital, Asilo de Mendigos, el Instituto, las Escuelas y la Aduana, que es a cargo del probo y diligente D. Miguel Bracho, y algunas casas suntuosas como las de los Sres. Rafael Cravioto, D. Simón su hermano, la de D. Francisco Rosete, y otras muchas de muy buen gusto y sólida construcción.

Los hoteles más suntuosos son: el del activo D. Luis G. Otamendi llamado Metropolitano, montado con el lujo y esplendor como cualquiera de los mejores de México. El hotel San Carlos, situado en el más céntrico lugar, cómodo y elegante, que es a cargo del atento y apreciable D. Anselmo Antuñano, y el hotel del Refugio extremadamente barato y bastante bueno del cumplido D. Miguelito Gómez.

Debido al patriotismo del inolvidable general Francisco Cravioto, existe en la plaza principal el monumento más grandioso de la República, consagrado a la memoria del inmortal caudillo de nuestra independencia Miguel Hidalgo y Costilla.

Retratos

Después de examinar los edificios principales, justo es que pasemos una revista al comercio y minería, que son el elemento más productor de aquella capital.

Refiriéndonos al ramo de lencería, allí está la casa de los Sres. Ollivié y Garcín, llamada El Progreso; la de los Sres. Barquín y C.ª, El Puerto de Liverpool; la del Sr. Federico Imbert, que denominó La Francia Marítima, y la del progresista y atento joven Fernando Escudero, situada en los bajos del Portal.

Las casas antes mencionadas importan directamente sus efectos y se recomiendan por la excelencia y baratura de ellos, teniendo, como contingente poderoso, ese chic que tan peculiar es en los mercaderes de este género.

Los que tienen un inmenso y variado surtido de joyas finas,   —62→   mercería, objetos de lujo y de fantasía, son los caballerosos Sres. Félix Kann Hermanos y Boenavit Hermano, que procuran siempre dejar satisfecho el gusto del consumidor.

La más acreditada casa de abarrotes, y que tiene un gran depósito de muebles y objetos de cocina, ferretería y mercería, es la de los activos y honrados caballeros D. Francisco Cacho y C.ª.

Pero no creáis que por ello dejamos de conocer el mérito de los grandes almacenes de Maquivar y C.ª, la primera casa bancaria de este ramo, y que tiene una especialidad verdaderamente sorprendente en licores finos, vinos de los más ricos de España y franceses; fierro laminado, fierro dulce, útiles de labranza, ferretería, etc., etc.

Visitadla y os convenceréis después de buscar en ella al franco hidalgo y caballeroso español D. Alejandro Urandurraga que os atenderá como sabe hacerlo. ¡Vengan de allá! ¡Olé, salero! ¡Que de veras allí hay bueno!

Otra tlapalería y ferretería de primera calidad, la que tiene un elegante surtido de papel tapiz, pinturas, etc., etc., es la del Sr. Téllez Álvarez, que es dueño de un inmenso capital.

¿Queréis que os transporten mercancías por ferrocarril a toda la República, tenéis giros, documentos y toda clase de comisiones? Buscad a los activos y honrados comisionistas Pérez Duarte y C.ª, los más acreditados de la plaza, y los simpáticos Bracho Hermanos, que en diligencia y formalidad, también compiten. El Paraíso Terrestre, de D. Pedro Guride, es la pastelería más acreditada de la capital, la más elegante y suntuosa.

Pero no menos que este salón donde concurre la crema de la sociedad a divertirse, existe el del simpático y correcto gentleman D. Carlos Grenfeld, honra de la colonia inglesa, situado en el Hotel de Diligencias, que tiene excelentes mesas de billar y bolos, licores y perfumes legítimamente ingleses y cerveza de la mejor; así como la cantina del honorable D. Guillermo Phillip, especialista para bebidas americanas, como los cocktail, etc.

Vamos a terminar esta reseña con la de las principales negociaciones mineras y haciendas de beneficio, que son el sostén de los principales habitantes del Estado.

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El beneficio que en ella se emplea, como es sabido, es el antiquísimo de patio; pero tenemos haciendas que la escrupulosidad de su beneficio las hace notables, y son dignas de mencionarse. Entre ellas se cuenta la de Guadalupe, que tiene a su cargo el inteligente minero y conocedor metalúrgico D. Gabriel Revilla, persona altamente recomendable.

La Unión es otra de las haciendas de progreso rapidísimo y el cual se debe, a no dudar, al caballeroso y atento D. Juan Alcalde, que a sus conocimientos y constancia, reúne muchas prendas que todo Pachuca encomia.

La Purísima Grande, que por su antigüedad es conocida y respetada, y quien dijo esto, dijo aceptada del público consumidor o apartador de metales.

La Purísima Chica, pertenece al inolvidable Sr. Andrés Tello, es decir, a su testamentaría. El Sr. Tello fue uno de los adalides del trabajo, que con incansable afán supo hacer una fortuna; pero legando a nuestros pósteros grandes ventajas para el beneficio. Esta hacienda está actualmente a cargo del entendido D. Froilán Jiménez, respetado en el mundo minero (por decirlo así) por sus muchos conocimientos.

Loreto es una de las haciendas de beneficio que tiene más aceptación, y es muy favorecida, porque su inteligente director el Sr. Ignacio L. Symons, como descendiente de inglés, activo, pundonoroso y honrado, procura por cuantos medios hay la competencia entre las de su género.

El Progreso es otra de las haciendas donde se han introducido incontables mejoras para la economía en el beneficio de los metales, y son conocidas de todos las virtudes que adornan al actual encargado y diligente D. Gil Muñoz, que es altamente estimado.

San Julio es el nombre de la nueva hacienda que ha creado la portentosa negociación de Maravillas y Anexas. Allí el talento previsor y los conocimientos del distinguido Sr. Guillermo Bray, hace que dicha hacienda sea una de las predilectas del público minero.

San Francisco, nueva e importante hacienda que desempeña un gran papel entre los hacendados, mineros, etc., y que   —64→   buscan el mejoramiento del beneficio. Tiene gran aceptación, debido al infatigable celo de su actual director D. Jaime Abrans, que quien le conoce puede apreciar el mérito de su valimiento.

La Candelaria, es decir, una hacienda formada como quien dice con el sudor de la frente del infatigable y progresista D. Marcial Islas, uno de los más acaudalados mineros, uno de aquellos apóstoles de la constancia y el trabajo, que no omiten medio por peligroso que sea, por engrandecer cuanta negociación emprende.

Incansable sería la tarea de reseñar una por una de las innumerables minas de oro y plata, cobre, fierro, plomo y metales preciosos que existen en esta tierra privilegiada.

En Pachuca existen tres potencias: la del capital minero, representada dignamente por la Compañía del Real del Monte, la más poderosa, y su egregio banquero el honorable y digno D. José de Landero y Cos; la del Comercio, que ya hemos enumerado; y la del Gobierno probo y diligente, y que está garantizado con la personalidad de D. Rafael Cravioto.



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