En el nombre de
Dios. En la villa de Ripoll, Partido judicial de
Puigcerdá, Provincia de Gerona, Diócesis de Vich, en
el primer día del mes de Julio del año de mil
ochocientos noventa y tres de la era Cristiana, séptimo del
reinado de Don Alfonso XIII (q. D. g.), siendo Regente del
Reino, por durante su menor edad, su Augusta Madre
Doña María Cristina de
Ausgburgo-Lorena, y decimosexto del Pontificado de
Su Santidad León Papa XIII.
Sea
á todos notorio que yo, Don Luís
Gonzaga Soler y Plá, Diputado á Cortes por
el Distrito de Mataró, Comendador de número de la
Real y distinguida Orden Americana de Isabel la Católica,
Académico correspondiente de la Real de Jurisprudeticia y
Legislación, é individuo de otras Corporaciones
Científicas y Literarias, Decano Presidente electivo del
Ilustre Colegio Notarial del Territorio de la Audiencia de
Barcelona, Notario con residencia en la misma ciudad, actuando, en
virtud de Real orden fecha veinte y tres del próximo pasado
Junio, como Delegado del —354→
Excelentísimo Señor Ministro de Gracia y
Justicia, Don Eugenio Montero Ríos, en
funciones de Notario mayor del Reino, con el objeto de levantar
acta de la colocación en la Santa Basílica de Nuestra
Señora de Ripoll, de los restos de Ramón
Berenguer III y otros ilustres personajes.
Previamente
convocado por el Excelentísimo é Ilustrísimo
Señor Obispo de Vich y Administrador Apostólico de la
Seo de Solsona, Doctor Don José Morgades y
Gili, y siendo la hora de las seis de la tarde, me
constituí, en uso y desempeño de mi
delegación, en la Iglesia de San Eudaldo de esta villa,
donde se hallaban depositados los referidos restos, á fin de
presenciar y dar fe de su traslación á la
Basílica de Santa María.
En virtud de orden
de su Excelencia Ilustrísima me fueron puestas de manifiesto
siete cajas ó urnas de forma rectangular, una de ellas de
nogal con dos cerraduras, selladas éstas con el del Real
Archivo de la Corona de Aragón, puesto sobre lacre rojo y
tiras de pergamino; cuya caja ó urna lleva la
inscripción siguiente: «Raymundus Berengarius III Obiit XIV Kalendas Augusti anno
Domini MCXXXI.», dentro la que se contienen
los restos mortales del Conde de Barcelona Don Ramón
Berenguer III, el Grande, según se desprende del
acta de nueve de Mayo del corriente año, levantada por el
Notario de aquella ciudad Don Francisco de Sales Maspons y
Labrós, al verificarse por el actual Jefe del sobredicho
Archivo Don Francisco de Bofarull y Sans la entrega de los
mencionados restos al precitado Excelentísimo é
Ilustrísimo Señor Obispo de Vich y Administrador
Apostólico de la Seo de Solsona, en cumplimiento de lo
dispuesto en el Real Decreto de veinte y seis de Marzo
último; de cuyos fúnebres despojos faltan
únicamente el antebrazo y mano izquierda, conforme consta en
el acta levantada de la entrega de dichos restos al indicado Real
Archivo en diez y ocho de Septiembre de mil ochocientos treinta y
ocho, certificada por Don Próspero de Bofarull, á la
sazón Jefe del mismo, con fecha quince de Diciembre del
propio año, según es de ver en el expediente al
efecto incoado en virtud de oficio de la Subdelegación en
esta villa del citado Real Archivo. Las otras seis restantes cajas
ó urnas de madera de tíndalo, señaladas en su
cubierta ó cierre con —355→
los números uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis,
selladas con el del repetido Prelado, y rotuladas las dos primeras
con las siguientes inscripciones: «Ossa Wifredi» y «Ossa Rudulphi», conteniendo
cada una de ellas, según el orden de numeración
indicado, los restos del Conde Wifredo, dicho el
Velloso, de Rodulfo, su hijo, de
Bernardo
«Tallaferro», de
Guillermo el «Craso»
y su hijo Bernardo, de Beltrán dez
Bach y de Raimundo dez Bach, todo lo que
se acredita en el acta autorizada en dos de Abril de mil
ochocientos noventa y uno por el Notario de esta villa Don
Luís de Travy y de Códol.
Acto continuo
dirigí á dicha primera Autoridad Eclesiástica
la siguiente pregunta: «¿Declaráis que el
contenido de estas siete urnas son los restos mortales de Don
Ramón Berenguer III, el Grande, Don Wifredo, el
Velloso, su hijo Rodulfo, Bernardo Tallaferro,
Guillermo, el Craso, y su hijo Bernardo, Beltrán
dez Bach y Raimundo dez Bach?» A lo que contestó:
«Sí, lo declaro, fundándome en los referidos
documentos y en la tradición constante del pueblo.»
Inmediatamente y luego de entonado un solemne responso, se
organizó la comitiva para la traslación á
Santa María, colocándose las expresadas cajas
ó urnas en andas, las que fueron llevadas es á saber,
la de Guillermo el Craso, por individuos de la Junta
central de restauración; la de los Abades Raimundo y
Beltrán dez Bach, por cuatro Señores del Real Cuerpo
de la Nobleza Catalana; la de Bernardo Tallaferro, por
Señores Notarios del Ilustre Colegio de este Territorio; la
de Rodulfo, hijo de Wifredo, por Reverendos Sacerdotes; la de
Ramón Berenguer, por una Comisión de la
«Lliga de Catalunya»; y la
del Conde Wifredo, por otra Comisión de la
«Unió Catalanista»;
siendo todas custodiadas por fuerza del Cuerpo de somatenes con el
arma á la funerala, emprendiendo la marcha el fúnebre
cortejo en el orden siguiente:
Varios estandartes
de distintas Asociaciones religiosas. Cruz y Clero Parroquial.
Estandarte de la
«Asociación
artístico-arqueológica» de Mataró.
Las urnas en la
forma antes expresada.
El Terno con
dalmáticas presidido por el Ilustre Señor Arcediano
—356→
de la Catedral de Vich, de capa pluvial, á quien
asistían dos Señores Canónigos de la misma
Santa Iglesia.
Excelentísimo é Ilustrísimo Señor
Obispo de Vich, y á su derecha los Excelentísimos
é Ilustrísimos Prelados de Urgel, Segorbe y Menorca,
y á la izquierda, los Excelentísimos é
Ilustrísimos Señores Obispos de Barcelona y
Lérida, el muy Reverendo Padre Abad mitrado del Real
Monasterio de Montserrat y el que suscribe.
Excelentísimos Señores Don Alberto Camps y Armet,
Senador del Reino; Don Pedro Antonio Torres, Diputado á
Cortes por el Distrito de Puigcerdá; Marqués de
Monistrol y de Aguilar, Diputado á Cortes por el Distrito de
Olot; Don Teodoro Llorente y Olivares, Diputado á Cortes por
el Distrito de Sueca y delegado de la Sociedad «Lo rat penat» de
Valencia.
Una
representación del Real Cuerpo de la Nobleza Catalana,
compuesta de su Protector el Ilustrísimo Señor Don
Carlos de Fontcuberta y de Perramón, Maestrante de Sevilla,
y de los Ilustres Señores Don José de Oriola y de
Cortada, Conde del Valle de Marlés; Don Carlos de Camps y de
Olcinellas, Marqués de Camps, Maestrante de Ronda y Diputado
Provincial de la de Gerona; Marqués de Sentmanat y de
Ciutadilla, Gentil-hombre de Cámara con ejercicio y
servidumbre; Don Ignacio María de Despujol y de Chavez,
Marqués de Palmarola y Conde de Fonollar; Don Luís de
Alós, Marqués de Dou y Maestrante de Valencia; Don
Luís de Despujol y de Chavez, Canónigo Sochantre de
la Catedral de Vich, y Don Francisco y Don José de Despujol
y de Chavez.
La Junta Directiva
del Ilustre Colegio de Notarios del Territorio de la Audiencia de
Barcelona, representada por los señores Don José
María Vives y Mendoza, Don Francisco de Sales Maspóns
y Labrós y Don Manuel de Larratea y Catalán,
acompañada de los Notarios Don Ricardo Permanyer y Ayats,
Don Luís de Travy y de Códol, Don Manuel Gaya y
Tomás, Don Domingo Roca y Don Francisco Torrens y Boit.
Ilustre
Señor Don Joaquín Prats y Roquer, Comendador del
número de la Real y distinguida orden americana de Isabel la
Católica y fundador de una capilla y beneficio en dicha
Santa Basílica.
—357→
Don Joaquín
Badía y Andreu, en representación de la
Diputación Provincial de Barcelona; Don Antonio Serra y
Pamies, en representación de la de Tarragona; Don
José Martínez Aloy, representante de la de Valencia y
Cronista de la propia ciudad.
Un delegado del
Cuerpo de Somatenes.
Comisiones de los
Ilustres Ayuntamientos de Gerona, Vich y Manresa.
Real Academia de
Buenas Letras, representada por Don Cayetano Vidal y Valenciano y
Don José Pella y Forgas.
Don Felipe
Bertrán y de Amat, Presidente de la Academia provincial de
Bellas Artes de Barcelona, y el Director de la Escuela de la misma
Academia Don Antonio Caba.
Ilustre
Señor Don Mauricio Serrahima, Decano del Ilustre Colegio de
Abogados de dicha capital.
Una
Comisión del «Centre Excursionista
de Catalunya», presidida por el Señor
Maspons; otra de la «Lliga de
Catalunya», presidida por Don Fernando Alsina,
otra de la «Unió
Catalanista», presidida por Don Juan Permanyer
y Ayats.
Don Elías
Rogent, Arquitecto Director de las obras de restauración del
Monasterio, representado por su hijo Don Francisco Rogent y
Padrós; cerrando la comitiva el Magnífico
Ayuntamiento de esta villa, presidido por su Alcalde, Don Francisco
Sirvent y Comas.
Cubrió la
carrera fuerza de los Somatenes, que presentaron armas al paso de
los históricos restos.
Llegado el cortejo
á la Santa Basílica, y luego de celebradas las
ceremonias de ritual, el Excelentísimo é
Ilustrísimo Prelado de la Diócesis hizo entrega de
los referidos restos al Reverendo Cura Regente de aquélla,
Don Miguel Oñós y Pasqués, Presbítero,
á quien dirigí las palabras siguientes:
«Reverendo Cura Regente de esta Santa Basílica,
¿declaráis recibir y guardar los restos mortales de
Don Ramón Berenguer III, el Grande, Don Wifredo el
Velloso, su hijo Rodulfo, Bernardo Tallaferro,
Guillermo el Craso y su hijo Bernardo, Beltrán dez
Bach y Raimundo dez Bach?» A lo que contestó:
«Sí, lo declaro.»
Seguidamente
fué colocada en su provisional sarcófago, situado en
el crucero, lado del Evangelio, la caja ó urna que contiene
los —358→
restos del que fué Wifredo, llamado el
Velloso, fundador del Monasterio de Abadesas de San Juan,
vencedor de las huestes musulmanas; conquistador de Tarragona,
Ausona y Montserrat; primer Conde independiente de Barcelona;
cabeza de la estirpe soberana que entroncó más tarde
con los Reyes de Castilla, constituyéndose así la
gloriosa Monarquía española, en cuyo escudo campea el
noble é imperecedero blasón que con su sangre diera
aquél á la antigua nacionalidad Catalana. Acto
continuo se verificó igual operación en el primitivo
sepulcro de mármol y piedra esculturados, notablemente
restaurado, sito en el mismo crucero, lado de la Epístola,
con la urna que guarda los restos del Conde Don Ramón
Berenguer, el Grande, vencedor en Balaguer, Tortosa,
Lérida y Carcasona, conquistador de las Islas Baleares,
restaurador de la Tarragona antigua y que trocó luego las
Condales vestiduras por el sayal del Religioso del Temple. La caja
ó urna que contiene los fúnebres despojos de
Bernardo, dicho Tallaferro, Conde de Besalú,
fué colocada en la ménsula ó repisa de la
primera columna de la nave central, lado del Evangelio; los
contemporáneos de aquel personaje le apellidaron
príncipe, padre de la patria y Tallaferro,
por la gloria de sus armas; dispensó gran protección
á la Basílica Ripollesa, siendo una de las figuras
más caballerescas de aquel tiempo, habiendo fallecido
trágicamente en las aguas del Ródano. En la
ménsula de la columna primera del lado de la
Epístola, de la propia nave, fué depositada la urna
que encierra las cenizas de Rodulfo, hijo del antes citado Conde
Wifredo, que fué obispo de Urgel. Los mortales despojos de
Guillermo el Craso, que heredó de su padre Bernardo
Tallaferro, junto con la nobleza de su sangre, el amor y
protección al Cenobio Benedictino, y los de Bernardo,
primogénito de Guillermo, vástago ilustre á
quien el hálito de la muerte subió al cielo antes de
poder ser llamado Conde, fueron depositados en la ménsula de
la columna segunda del lado del Evangelio; y finalmente, las cajas
mortuorias de Raimundo dez Bach, varón de nobilísima
familia, contemporáneo y amigo de San Bernardo Calvó,
que se distinguió entre la Comunidad Benedictina por sus
relevantes dotes y virtudes, siendo proclamado Abad en el
año mil doscientos diez y siete; y Beltrán dez Bach,
deudo del anterior y Prior que fué —359→
del histórico y venerando Monasterio de Montserrat,
fueron colocadas en la ménsula ó repisa de la segunda
columna del lado de la Epístola.
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