PINCIANO.- No negaré yo lo que aveis
dicho en este articulo; que por expiriencia sé algo de lo
mucho que se gana y recrea el animo con un rato de buena lection. Y
entiendo que no ay exercicio tan noble ni provechoso, ni amigo tan
leal y sabroso, ni arte sano de tan buena conversacion y tan sin
pesadumbre como los buenos libros. Pues como dizen, Jussi tacent jussique loquntur. Mas
en essos tambien, como en los demas, me paresce nos hazen ventaja
los que no estudian para ser letrados, pues pueden emplear toda la
vida en leer excelentes libros, y tienen más tiempo y
aparejo para ello que nosotros.
PALATINO.- En la corte, mal peccado no se dan a
essos libros, sino a las fabulas e mentiras de Feliciano e sus
consortes. Que si fuesse en mi mano, los haria quemar todas, como a
libros de mala doctrina, que traen yesca e fuego para encender
malos pensamientos e abusos [fol. 198] para effectuarlos.
PINCIANO.- Otros ay mejores, pero tanbien dessos
se pueden sacar buenos exemplos y avisos. Que si no fuesse assi, no
los consintirian imprimir ni bender, ni los leerian frailes ni
personas doctas y religiosas.
PALATINO.- Si solamente los leyesen essos, no
sería tanto el damno, porque se aprovechan de lo bueno, si
lo ay, y no les damna lo malo. Mas un moço, que está
en la primavera de su hedad, y una donzella o monja o casada o
viuda que anda en esta misma renta, no es posible sino que se les
dañen los buenos pensamientos, y se les acaben de corromper
los malos, pues dize S. Pablo Corrumpunt bonos mores colloquia prava.
[See 1 Corinthians 15:33].
En estos tiempos y en estos tales se cumple la otra prophecia, que
dize Erit tempus cum sanam
doctrinam non substinebunt e ad fabulas autem
convertentur [see 2 Timothy
4:3-4], pues aviendo tantos buenos libros en el
mundo, de doctrina y erudiction, se dan a las mentiras de Amadis e
Primaleon y sus descendientes, que aina haran creer que es
verdadera su historia. Y rezaremos una Ave Maria e un Pater Noster
por su alma, como dezia una señora que presumia de devota,
que todos los dias rezava por el anima de Amadis e Oriana.
PINCIANO.- Piadosa señora era essa. No he
visto yo ninguna tan devota de los finados. No es possible sino que
los aya sacado de purgatorio. No os maravilleis. Que yo conozco un
mi amigo que es ya letrado y honrrado que tuvo mucho tiempo creido
que ubo Amadis y que passó todo lo que dél se quenta,
y entre labradores y officiales se tiene por cosa averiguada. A no
se aver dilatado tanto, su linaje alla passaria la primera jornada
genealogia, porque paramentira, fue bien compuesta y más
honesta que otras. Yo he oido de un predicador señalado, que
no se desdegnaba tenerle entre sus libros, y averle leido tres o
quatro vezes. Y conosco uno de mi tierra que tenia sacado
dél un cartapacio de buenas razones.
PALATINO.- Demasiada curiosidad me parescia essa
de ambos. Tantas y tan [fol. 198v] dulzes y
notables pudieran hallar en otros libros. Igual fuera sacarlos de
los libros de Salamon y S. Agustin y Sanct Gregorio. De un
echacuerbo he oido dezir que alegava en el pulpito a don Tristan de
Leonis y del Lanzarote del Lago y a otros tales.
PINCIANO.- No se pueden condenar de todo puncto
essos livros, que a rrato dan recreacion y estorvan otros peores
exercicios, y por esto se han de permitir. Que por ventura algunos
que gastan el tiempo en ellos si no lo hiziessen jugarian o
hurtarian. Y deste fin, por huir de un mal grande permite la
republica otro menor. En Sevilla dizen que ay officiales que las
fiestas a las tardes llevan un libro dessos a las gradas y le leen
y muchos moços y officiales y trabajadores que avian de
jugar o reñir o estar en la taberna se van alli a oir. E si
fuesse menester pagarian a maravedi porque los dixassen. S. Pablo
dize quaecumque scripta sunt ad
nostram doctrinam scripta sunt [Romans
15:4].
PALATINO.- Por algunos respectos particulares
podra ser que sean licitos essos livros, pero absolutamente yo los
tengo por perniciosos y por tiempo mal gastado el que se gasta en
leerlos, de que Dios pedira quenta al que los hizo y al que los
lee, por que ellos son concebidos en ociossidad, y no pueden dexar
de dar mal fructo. Si los lacedemonios, con ser gentiles, mandaron
echar de sus andades los [?] los libros del poeta Archilocho,
solamente por tenerlos por algo desonestos y lascivos, y no
quisieron que sus hijos gustassen de tan dulze beneno, aunque
perdiessen de conoscer tan eloquente poeta, y por la misma causa
desterró Platon de su republica los poetas, y por mucha
honrra dize que vaya con los demas el divino Homero, coronado de
rosas y muy ungido con fiestas de danças y regocijos, muy
más justa la ay para que entre christianos se destierren
todos estos malos y occiosos libros, que tanto pueden dañar
las buenas inclinaciones. Yo, a lo menos, [fol. 199] razon tengo de
estar mal con ellos, porque un señor escolar me pidio una
parte de Bartholo para oir al doctor Peralta, y fuesse a su tierra,
y dexómela empeñada en cinco reales de alquileres de
libros de Amadises y Esplandians.
PINCIANO.- Agora no me maravillo que esteis mal
con ellos, pues sin leerlos, os han echo daño. No me podeis
negar sino que como es plazer ver una imagen o una obra de pinzel
de un maestro singular, aunque sea fingida e imaginada, solamente
por la policia y arte que tiene y por la imitacion de lo real y
propio, assi se recrea el entendimiento en ver una imaginacion e
mentira bien compuesta y de subtil imvencion y artificio, y si
aquella pintura se alaba y aprueva por solo el contentamiento de
los ojos, ¿por que se reprobrará lo que da
contentamiento al entendimiento, que es principal sentido?
PALATINO.- Porque la imagen da contentamiento a
los ojos, sin perjuizio de la vista ni de la virtud. Mas los libros
tales, aunque le den, es con tan damno y estrago del entendimiento
y de la voluntad. Y porque si de solo mirar la imagen de Jupiter,
sturpador y deshonesto, sé como vio a mal deseo el otro
mancebo-... tiano, quanto más se deve de conmover con leer
la misma deshonestidad, especialmente qu'es el mayor peligro de los
que menos saven y entienden, como son los moços y donzellas,
que tienen los animos tiernos e inocentes, y se ceban más
dellos. Pero mayor culpa merezen los que aventuran menor damno,
como son estudiantes y otras personas que más saben porque
podrian hallar el mesmo gusto y passatiempo que hallan en aquellas
mentirosas y falsas historias en otras verdaderas, y verian otros
más notables echos y más dulzes y avisados dichos y
mejores exemplos. Porque si en ellos por dicha se halla algo bueno,
está tan enbuelto en aquella vanidad que es dificultoso
aprovecharse de lo bueno sin participar de lo malo, y llevar el
cebo sin quedar en el anzuelo. Yo tengo por cierto que aunque
Celestina es buen libro y de [fol. 199v]
grandes avisos y sentencias, ha estragado tanto a los lectores como
aprovechado, y mucho más sus subcesoras, la Feliciana y
Muñona, y las demas, porque no sé si son tan agudas y
graciosas, y sé que son más deshonestas.
PINCIANO.- Por fuerza avia de ser assi, porque
la primera es más vieja, y por esto avia de ser más
sabia y no tan deshonesta. Estotras son agora moças, y no
sabran tanto ni ternan tanta authoridad hasta que lleguen a la edad
de la primera. Una cosa quiero que me digais: ¿que
diferencia ay entre essos libros de romançe que tanto
condenais a los libros de latin y poesia que se leen en las
escuelas publicamente para enseñar a los que aprenden, como
son Ovidio, Virgilio, Horatio, Persio, Marcial y Juvenal, y otros
tales, pues algunos son más deshonestos y no tan dulzes? Y
vemos que estos no tan solamente son admitidos, pero las leen
publicamente en las scuelas y estudios, y nos enseñan por
ellos en la niñez.
PALATINO.- La differencia y mejoria que ay es
que no son tan faciles de entender, ni se comunica tanto su
daño, por estar en latin, y que estan más llenos de
avisos y doctrina, y que oyendolos y entiendolos, se aprende
philosophia moral, y el mismo latin que con su capa y velo cubre lo
deshonesto dellos, aunque tambien los confessaré que muchos
dessos se podrian desterrar por ruines con ...ones, especial los
poetas fabulistas, pues los destierra S. Agustin de su Ciudad de
Dios, y Platon no las admitia en su Republica, ni Ciceron en la
romana, porque demas de sus fabulas y mentiras, han sido maliciosos
y perjudiciales. Socrates dezia que quien quisiesse guardar su
fama, que se guardasse de poetas, porque no perdonavan a nadie con
sus mentiras, minos con ser justissimo. Por aver movido guerra a
los athenienses, le persiguieron los poetas griegos hasta ponerle
en el infierno. A Penelope, con ser castissima, infamó
Licofroon. A Dido infamó Vergilio y Anacreonte y otros
muchos, y poor esto vino a tanto su desverguença y
atrebimiento que en Roma les dieron censores. Y fue tan aborrescida
la poesia que dizen Gelio y Platon que el [fol. 200] que se dava a
ella era infame, y le tenian por robador publico. Y assi Marco
Caton mató a Quinto Fulvio, porque yendo por proconsul a
Etolia, llevó consigo al poeta Eguio [?]. Y no solamente los
romanos no dieron entrada a los poetas, pero aun los griegos de
Athenas desterraron a Homero, que era príncipe dellos, y le
condenaron en cinquenta drachmas, y escarneçieron a ...tes
como hombre pobre de juizio. S. Agustin llama a la poesía
vino que enbriaga y Ovidio como ladron de casa, dize:
|
Eloquar invictus teneros ne tange
doctas |
|
|
|
Enervant animos etc |
|
|
|
[Remedia Amores, 753,
757]. |
|
S. Iheronimo dize
que su lection es manjar del diablo y arte de mentir. Y assi les
hizo unos versos campano [a proper
name?] que dizen:
|
Vinunt carmine ansam
poetae |
|
|
|
Si nugas adimas fame
peribunt |
|
|
|
His mendacia sunt opes et
aurum |
|
|
|
Fingunt quaeque volunt putant
palmam |
|
|
|
Mentiri |
|
|
|
PINCIANO.- Alguna razon tiene; que a esto
algunas vezes yo no puedo en fin sus fabulas y mentiras aquellos
partos de Venus, la pelea de las titanes, la criança de
Jupiter, los engaños de Rea, la prision de Saturno, la
revelion de los gigantes, el... de Prometheo, el Labirintho de
Dedalo, los trabajos de Hercules, la muerte de Pitho, las
asechanças de Erao, el dibujo de Enchalion, los celos de
Juno, el robo de Elena, el rapto de Proserpina, la batalla del Sol
y de Neptuno, la locura de Lidamante, los ojos de Argos, los
cabellos de Medea, la muerte de Agamenon, la venganza de
Clytemnestra, la peregrinacion de Uixes, la pena de Tantalo, el
vellocino dorado, la ascendencia de Bacho y de Semeles [?], los
amores de Eneas, el juizio de Paris, los equinas... de Edipo, las
transformaciones de Castor y Polus, de Daphne, de Europa, de
Phedra, de Ariadne, de Pasiphe, de Dedalo, de Icaro, de Glauco, de
Atalante, de Piramo y Tisbe, y aquellos centauros y satiros y
silenos y otras mill mentiras que cansan. De las quales, algunas
son tan resabidas por el vulgo que las tienen por verdades, y aun
algunos humanistas hazen tanto caudal dellas y se fatigan tanto en
explicallas como los sanctos theologos en explicar las visiones y
prophecias de [fol. 200v Daniel o del
Apocalypsi. Pero dexemoslos en buen hora; no echemos la culpa en
los poetas ni a sus libros; que todos tienen buen fin y buenas
cosas, sino que nuestra flaqueza y malicia se aprovecha mal dellas,
y no sabemos moralizar sus fabulas y fictiones como lo han sido
Horatio y Plutarcho en sus Epistolas, que de los dichos y exemplos
de Homero sacaron excelentes moralidades y avisos. No es razon que
desterremos a essos buenos hombres, Virgilios y Ovidios, Horatios y
Terentios, pues aprendimos por ellos. Tantos años los ha
sufrido el mundo sin murmuracion, y por ser gentiles tienen menos
culpa. Para ser un hombre perfecto y universal no tengo yo por
inconviniente que aya leido y oido todos essos libros; que por
más apocrifas y mentirosos que sean, siempre tienen algo de
provecho, y son dulzes de oír. Que como dize Plinio el
moço, no ay libro tan malo que no tenga algo bueno. Y si con
lo bueno el dulze, llegan al puncto que dize Horatio:
Omne tulit punctum, qui miscuit utile
dulce.
|
Ellos son propios
para pasar tiempo y para hazer compania a un enfermo y para cosas
semejantes.
PALATINO.- Si no oviese en romance otros
verdaderos tan dulzes y sabrosos, disculpa avria. Mas teniendo como
tenemos las choronicas de nuestra España, y las romanas y
latinas, y griegas traducidas, y la historia eclesiastica, que
andan en romance, que es cosa digna de ser sabida de todo
christiano, y arto sabrosa, gran culpa es dexar la sombra y mentira
por la verdad, y andar a buscar mentiras estrañas, dexando
las verdades y historias propias, las quales somos obligados a
saber, como curiosos y celosos de nuestra patria, y despues dellas
las romanas, por ser patria comun de todos. De mí os digo
que si fuesse casado, no consintiria en mi casa estos libros
prophanos, Amadises, ni Felicianos, ni Celestinas, sino un Flos
Sanctorum o un Cartuxano y otros deste xaez, donde se leen y oyen
exemplos de Christo Nuestro Señor, y de sus sanctos.
|