271
Armada: lazada corrediza por una argolla de hierro que tiene el lazo en una extremidad.
272
Charquiar: agarrarse de la cabezada de la montura para no caer.
273
Callejón de Ibáñez: en el camino de Buenos Aires a San Isidro, había un monte que se pasaba por un camino estrecho o especie de callejón, donde se emboscaban entonces algunos salteadores; y como ese monte pertenecía a un señor Ibáñez, el callejón tomó su nombre; nombre que los chuscos se lo aplicaron en la ciudad a los corredores o arcada de la casa del Cabildo, donde andan tropezando unos con otros los alguaciles, los procuradores, los escribanos y los jueces, etc., etc.
274
La Caridad: la cofradía de la Hermandad de la Caridad en aquel tiempo.
275
Banco de las perdices: en la actual plaza del 15 de Mayo había una especie de mercado donde se vendían perdices en el suelo, y las retiraban cuando había que fusilar a algún reo. Luego desde allí la hermandad de Caridad lo conducía en una tumba azul a depositarlo o ponerlo en exposición pública algunas horas en un cuarto enrejado que había en el pretil de la iglesia de San Miguel, en cuyo campo-santo enterraban a los ajusticiados.
276
No te movás: no te muevas.
277
Bichoco: enfermo de los vasos.
278
Cuartas: los bueyes, cuando tiran las carretas con sogas que llaman cuartas, si no marchan bien, se enredan a cada paso o parada en la marcha, y eso se llama enredarse en las cuartas, aludiendo a cualquier otro asunto en que un hombre se turba.
279
Hacerse el potrillo: hacerse inocente.
280
La presería: los presos reunidos.