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ArribaAbajo- XXII -


La comisión militar. -Los salteadores. -Las dudas. -La partida de Blandengues. -El pescador asesinado


    Sin demorarse llegó
Berdún a la citación,
pues antes de la oración
a la comendancia entró,
adonde lo recibió  2960
el comendante al momento,
diciéndole muy atento
-Lo esperaba a usté al istante,
teniente; pase adelante,
acérquese, tome asiento.  2965
-120-

    Pues, lo he mandado llamar
para que inmediatamente
una comisión urgente
salga usté a desempeñar.
Quince hombres va usté a llevar  2970
por vía de precaución;
pues marcha usté en situación.
en que aquí nos preparamos,
como que aguardando estamos
de los Indios un malón.  2975

    Pero, puede usté contar
que si esa chusma viniese,
sea el número que fuese,
la vamos a escarmentar.
Sin embargo, usté al marchar  2980
ponga esta noche cuidao,
porque estoy bien informao
que hoy mesmo a la madrugada
se ha dejado ver la Indiada
por el paso del Venao207.  2985

    Esta alvertencia le echó,
muy afable el comendante,
al teniente que al istante
por alvertido se dio;
y, en seguida recibió  2990
la orden escrita en su pase,
para que se le auxiliase
de todo cuanto pudiera
necesitar donde quiera
que con su gente se apiase.  2995
-121-

    Luego, el principal asunto
que se le encargó a Berdún,
fue salir de Chascomún
a las ánimas en punto;
porque el día antes, dijunto  3000
fresco y muerto a puñaladas,
allá en las Encadenadas208,
al pobre viejo Machao
diz que lo había encontrao
un gaucho de la Salada.  3005

    Machao pescando vivió
veinte años en las lagunas
del Chis-chis, en donde algunas
tarariras209 comí yo;
y él mesmo me las asó  3010
como a gusto las asaba
para todo el que llegaba
a su rancho al mediodía;
por eso la gauchería
en general lo apreciaba.  3015

    Esa muerte, el comprobante
fue de que dos malhechores
por allá hacían horrores,
sigún supo el comendante
y el alcalde, que al istante  3020
resolvieron la medida
de mandar una partida
atrás de un buen rastriador210,
-122-
para que al más saltiador
le buscara la guarida.  3025

    Ansí pues, se le previno
a Berdún, que no extrañase
que en el campo lo buscase
el rastriador San-Juanino,
para ponerlo en camino  3030
de prender por malhechores,
primero que al tuerto Lores,
conocido por Vizcacho,
al Tigre que era un muchacho
saltiador de saltiadores.  3035

    -En cuanto a Lores le alvierto,
también el jefe le dijo,
que aquí se suena de fijo
que otro saltiador lo ha muerto;
y me dicen como cierto,  3040
que su matador ha sido
el Tigre211, ese foragido,
que es capaz de asesinar
a un ministro del altar,
cuanti-más a otro bandido.  3045

    Por fin, si fuere verdá
de que lo han muerto a Vizcacho,
desde que usté prienda al guacho,
su comisión llenará;
y desde entonces podrá  3050
venirse usté en retirada;
pero, ¡cuidao con la Indiada!
-123-
pues nada extraño sería
que mañana antes del día
nos pegue acá una avanzada.  3055

    Con esta orden, en seguida
Genaro al cuartel marchó,
donde a recebir entró
junto con la bien-venida
el mando de la partida;  3060
y en cuanto se hizo presente
y lo conoció su gente,
los soldados se palmeaban
de gusto, porque marchaban
con el querido teniente.  3065

    Luego, este mandó ensillar,
y él solo desensilló
su doradillo, y pidió
lo dejasen revolcar,
porque se lo iba a llevar  3070
de tiro, por de contao
para en el caso apurao
de aparcársele a cualquiera,
aunque al infierno juyera,
tener caballo sobrao.  3075

    Después, imediatamente
que acabaron de ensillar,
hizo a la tropa formar,
y les dijo puesto al frente
-Muchachos, naides se ausente  3080
de aquí, porque una merienda
he pagao en la trastienda
de la... ¿No la ven entrar?
-124-
Vamos pues a merendar,
con el pingo de la rienda.  3085

    Mesmamente: allí trujeron
gutifarras, pan y queso;
y los soldaos de todo eso
apenas medio mordieron,
cuando justamente dieron  3090
las ánimas; y el teniente
se acordó precisamente
de la orden del comendante,
porque en ese mesmo istante
mandó montar a su gente.  3095

    -Ahora, dijo el payador,
debo otra vez recular
y de Chascomúm saltar
a la estancia de la Flor.



ArribaAbajo- XXIII -


El viaje de don Faustino. -La pascana en la Salada212. -Don Fausto Barceló


    Diciembre estaba al concluir  3100
el día que don Faustino
con su familia en camino
para el pueblo salió en coche.
-125-

    Pero, no pudo salir,
sino tarde esa mañana;  3105
ansí, a su primer pascana
llegó cuasi al ser de noche.

    Paró junto a la Salada
en una estancia rumbosa,
donde la más cariñosa  3110
acogida recibió.

    Con todo, a la madrugada
volvió su viaje a emprender,
sin quererlo detener
por más que se le rogó.  3115

    Don Faustino, ya se ve,
era hombre que no podía
faltar a lo que ofrecía,
por súplicas, ni por nada

    Virtú por la cual le fue,  3120
no falta de voluntá,
sino una necesidá
largarse de madrugada;

    Pues para ese mesmo día,
víspera de Navidá,  3125
don Faustino había ya
escrito a la Magdalena213...

    A un cuñao que allá tenía,
para que se preparase,
y sin falta lo aguardase  3130
a pasarla noche güena.
-126-

    De la Salada el patrón,
al decir don Bejarano
que había ya de antemano
escrebido de la Flor,  3135

    Le encontró causa y razón
en que se juera apurao,
habiéndolo allí tratao
de lo lindo lo mejor.

    De esa Estancia era el patrón,  3140
otro andaluz que se vino
por gusto con don Faustino
desde la ciudá de España,

    Habiendo hecho la intención
allá mesmo de largarse  3145
a la América, y poblarse
en el sur de esta campaña.

    Así es que don Bejarano
con don Fausto Barceló,
en cuya estancia paró,  3150
tenía grande amistá.

    Primero por ser paisano,
luego porque se largaron
juntos, y acá trajinaron
plata con temeridá.  3155

    ¡Qué cena le presentaron
de pavos y de gallinas,
pasteles y golosinas!
¡y qué sabroso atracón

    De manjares se pegaron!  3160
-127-
y ¡qué pedo a lo divino
con mistela y rico vino!
¡Y al último, qué alegrón

    Tuvieron la noche aquella,
en medio de la jarana  3165
de esa dichosa pascana,
cuando llenos de alborozo,

    Don Faustino y doña Estrella,
vieron entrar por acaso
y le dieron un abrazo  3170
al teniente valeroso!

    Ahora me falta explicar
cómo, desde Chascomún,
en la Salada Berdún
a sus padrinos topó.  3175

    Pero déjenme pitar,
y después de esa topada
sabrán a la madrugada
todo lo que sucedió.



ArribaAbajo- XXIV -


El madrugón de las ánimas. -Los sacristanes. -La partida en marcha. -Los nutrieros


    En los pueblos de campaña  3180
las ánimas (si se dan),
-128-
es cuando allá al sacristán
se le antoja, o se da maña.

    Y, aun cuando a tocarlas debe,
según el uso cristiano,  3185
en las noches de verano
precisamente a las nueve;

    Solía en el Baradero214
al sacristán cierta china
decirle: «ché, en la cocina  3190
a las ánimas te espero.»

    Y el hombre tal se apuraba,
que apenas oscurecía
a las guascas215 se prendía
y las ánimas tocaba,  3195

    Como sabía olvidarlas,
cuando de alguna jarana
a la una de la mañana
recién venía a tocarlas.

    Pero, las más ocasiones,  3200
un sacristán por sus citas
a las ánimas benditas
les pega unos madrugones,

    Como el que pegó a Berdún,
que a las nueve no se fue,  3205
sino a las siete, porque
esa tarde en Chascomún,
-129-

    El sacristán se mamó,
y por equivocación
vino a tocar la oración,  3210
y las ánimas tocó...

    De modo que al oír tocar
las campanas el teniente,
hizo montar a su gente
y al tranco mandó marchar.  3215

    Luego, del cuartel, algunas
siete cuadras sólo anduvo,
cuando ya noticias tuvo
del sur y de esas lagunas.

    Al topar con dos nutrieros216  3220
de pajuera217, que venían
al pueblo, como solían
bajar a vender sus cueros,

    Mandolos llamar; y al punto
que Berdún los espulgó  3225
a preguntas, se informó
que esos nutrieros, por junto,

    Esa siesta, una topada
desagradable y casual
tuvieron junto a un pajal  3230
de la laguna Salada,

    Con un gaucho desgreñao,
de tal facha, que lueguito
-130-
dijieron: «Este maldito
debe ser un desalmao218  3235

    Pues, cuanto los devisó
el gaucho, ya de soslayo
hizo trotiar su caballo
y en el pajonal se entró;

    Pero, que iba tan bebido  3240
que nada extraño sería
que estuviera todavía
en ese pajal dormido...

    -¡Ahi-juna! ¡si otra topada
me diera ese gaucho a mí!  3245
dijo Berdún: y de allí
rumbió al trote a su Salada.



ArribaAbajo- XXV -


La salada. -Los auxilios. -El churrasqueo. -Los padrinos. -El ahijado Berdún. -La despedida


    En la Estancia iban a dar
la cena por terminada,
-131-
cuando toda la perrada219  3250
de la Estancia entró a toriar,
al sentir cuasi al llegar
un grupo de hombres armaos;
y estos eran los soldaos
de Berdún, que allí venían  3255
a mudar, porque sentían
a sus caballos pesaos.

    La tropa desensilló
del corral no muy distante;
y de ahí Genaro al istante  3260
a las casas se allegó,
y del patio le mandó
su pasaporte al patrón;
que siendo algo cegatón
le dijo a don Bejarano:  3265
-Lea, y dígame, paisano,
que dice ese papelón.

    -Dice así: «Pasa el teniente
don Gena... «¡Qué veo yo!
¡él es!... Y ya se salió  3270
de la sala redepente
tan apresuradamente,
que se llevó por delante
a Berdún, en el istante
que a la sala, muy ufano,  3275
lo hacía entrar de la mano
su amiguito el Estudiante.

    ¡Viesen qué alegría aquella
la que esa noche mostró,
-132-
cuando a su ahijado miró  3280
la señora doña Estrella!
Pues lo llamó cerca de ella
y a su lado lo sentó,
y después que lo abrazó,
con placer enternecida,  3285
de su Azucena querida
nada más le platicó.

    Entre tanto, don Faustino
hablaba con el patrón
de la Estancia, a quien sin duda  3290
lindamente lo informó
de las prendas de su ahijao,
y se lo recomendó;
pues luego de allí don Fausto
al teniente se acercó,  3295
y le dijo afablemente
vengo a decirle, señor,
que esta casa y mi persona
está a su disposición:
con que así, mande y ordene  3300
con toda satisfación.

    -Mil gracias, dijo Genaro;
sólo lo ruego, señor,
me dispense haber llegao
a pedirle por favor  3305
unos cuantos mancarrones.

    -Eso ya se lizo, señor,
afablemente a Berdún
don Fausto le contestó;
ya mandó que se le dieran  3310
caballos, y ya mudó
-133-
su tropa, pues justamente
en el corral encontró
la manada, y enlazaron
de lo bueno lo mejor;  3315
y ya ensillaron también
pero antes les mandé yo
buena carne y mucha leña;
ansí es que han hecho un fogón
adonde están churrisquiando  3320
muy contentos: crealó.

    Sólo falta, caballero,
el que usté me haga el honor
de tomar algo en la casa
de su amigo Barceló,  3325
porque ya desde esta noche
su amigo quiero ser yo.

    Y usté, señora madrina,
a este hombre cuidemeló.

    -Sí, sí, dijo doña Estrella,  3330
tome, ahijao: y le arrimó
nada menos que un relleno
de pavo, o de qué sé yo,
una limeta de vino
y un pedazo de alfajor.  3335

    A esa friolera Genaro
de firme se le ajachó
pues no venía cansao,
pero sí muy delgadón220.

    Por supuesto, a lo soldao  3340
-134-
de priesa el buche llenó,
tan a tiempo, que ni bien
el último trago echó,
cuando a la casa un soldao
vino, y desde el corredor  3345
le hizo decir al teniente,
que estaba esperandoló
en el patio el San-Juanino.

    Genaro, luego que oyó
decir que allí lo esperaba  3350
tal hombre, se levantó
muy cortés a despedirse,
como que se despidió
primero de sus padrinos,
y en seguida del señor  3355
don Fausto y de su familia,
a quienes manifestó
el pesar con que dejaba
tan pronto esa reunión
de gente tan honorable,  3360
y tan de su estimación;
pero que debía al punto
marchar sin más dilación,
encontrándose en el caso
de cumplir su obligación.  3365

    Finalmente, a sus padrinos,
a don Ángel, y al patrón
de la casa, con cariño
la mano les apretó,
y dando las buenas noches  3370
les dijo el último adiós.
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