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En la dialéctica entre la vida y la muerte los cementerios son objeto de esfuerzos por conservarlos como objetos y espacios con signos de vida. «Cemeteries are caught in the intersection of reverence and rebellion; the demands of grief and memory co-exist with our need to affirm life, against which cemeteries stand in opposition» (Voller, 1991: 8). Es en un esfuerzo por doblegar esa oposición como la «sociedad de los vivos» lucha para reducir el poder del olvido y de la muerte.

 

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Para un extenso análisis del rito contemporáneo como forma de resistencia, véase Hall y Jefferson (1976).

 

133

«Ritualization is first and foremost a strategy for the construction of certain types of power relationships effective within particular social organizations» (Bell, 1992: 197).

 

134

Chapman señala que ya van Gennep y Hertz «viewed variation in such practices (rites of passage) as the result of relationships between the corpse, the soul, and the survivors» (Chapman, 1989: 449).

 

135

Leí una versión corta de este trabajo en noviembre de 1996 durante un homenaje a Deleuze, a un año después de su muerte, por la Sociedad de Filosofía Puertorriqueña.

 

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Reconozco que este libro fue escrito en colaboración con Félix Guattari. Sin embargo, aquí sólo destaco lo que parece ser un tema particularizador del pensamiento deleuziano que es reconocible en obras de su única autoría como, por ejemplo, El pliegue, y La lógica del sentido. Para la fecha en que redacto sólo dispongo de la versión inglesa que aparece en la bibliografía (Deleuze, 1994a). Las traducciones al español son mías.

 

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Esto supondría la adopción de los conceptos de la identidad y de su representación, que Deleuze sustituye por los conceptos de diferencia y de repetición. El concepto de una diferencia móvil, que continuamente se desvía en redobles y en doblajes, sustituye el de una identidad que habría de ser reconocida y representada. Deleuze (1968: 57) presume que se trata de una diferencia unívoca, en el sentido de Escoto y de Spinoza. Es, además, virtualmente infinita.

 

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Para la fecha de esta redacción sólo dispongo de la versión inglesa que aparece en la bibliografía (Deleuze, 1993). Las traducciones al español son mías.

 

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Le debo mi conocimiento y mi acceso a este texto a la gentileza de Robert Pring-Mill.

 

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Diríase que la identidad de estos indiscernibles, y su continuidad, se sustentan en las premisas leibnizianas de las series infinitas y en la razón suficiente de su posibilidad. Y esto, a pesar del supuesto deleuziano que postula que es la diferencia, y no la identidad, la que predica la univocidad múltiple de un ser que se repite y se desdobla incesantemente. A su vez, esto sólo se entiende, si es que el atributo de lo indecidible es, como el modo verbal infinitivo, la desinencia unívoca de una pluralidad que contrae todos los tiempos en una sola diferencialidad.