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ArribaAbajo Eduardo Salas Romo: La reflexión metacrítica y teórico literaria en el siglo XX. Aproximaciones

Genara Pulido Tirado


(Jaén: Universidad de Jaén, 1999, 119 páginas)

Como sabemos, el estudio del pensamiento teórico y crítico literarios en España viene siendo habitual desde hace ya algunos años en los trabajos de Genara Pulido. El libro al que en esta ocasión nos referimos se inscribe de lleno en esa línea que, si bien es aún bastante desconocida, va contando ya con importantes estudios que están ayudando a desenmascarar y a ponderar el calibre de la producción teórico-crítica en nuestro país.

Aunque aparentemente deslavazados por las diferencias cualitativas y temporales de los diversos intelectuales que se abordan (los trabajos recogidos proceden, casi en su totalidad, de conferencias y otros encuentros científicos), los ocho capítulos que lo componen obedecen a una firme unidad de criterios y perspectiva materialista de aproximación que otorgan una coherencia necesaria a la hora de historiar el pensamiento literario español. Todo ello, por supuesto, de manera   —506→   ajena a cualquier actitud nacionalista que pudiera empañar la auténtica confrontación y ubicación de los asuntos tratados en el seno del pensamiento literario universal, o al menos occidental.

De esta manera, la autora nos ofrece la oportunidad, como pone de manifiesto Antonio Chicharro en el prólogo, de conocer mejor el horizonte próximo e inmediato de unos muy sustantivos aspectos de nuestra cultura literaria, desde la modernidad de las teorías poéticas bousoñanas, que entroncan con aspectos nucleares del formalismo ruso, de la estilística, del New Criticism, de la retórica, de la crítica psicoanalítica y de la teoría de la recepción, con su conocida ley de asentimiento, que hacen ciertamente de Carlos Bousoño un teórico para una época: la segunda mitad del siglo XX; o desde el positivismo historicista y las influencias psicoanalíticas y fenomenológicas de las que hace gala Ortega y Gasset en algunos trabajos sobre Baroja, íntimamente relacionados con su planteamiento filosófico según el cual «Yo soy yo y mi circunstancia», cuyos términos fundamentales (el «yo» y la «circunstancia») son considerados como ejes en torno a los cuales gira la obra literaria; hasta el estudio de diversos géneros menores, como el retrato o el epistolar, perfectamente ejemplificados en Federico García Lorca: el primero, en tanto en cuanto ha encontrado en el poeta del 27 un objeto-sujeto muy preciado ya que sus cualidades literarias, unidas a las circunstancias de su muerte, han provocado un interés, más que por conocer su obra, por conocer al hombre; el segundo, en la medida en que las cartas del granadino universal, además de excelente muestra de la práctica del género epistolar en la España de la primera mitad del siglo XX, constituyen un valioso documento para la reconstrucción de la teoría de la epístola privada.

Todo ello, pasando por la consideración de algunos aspectos interesantes del primer tercio del siglo, como el pensamiento literario de Ramiro de Maeztu, expuesto en «El arte y la moral» (1932) y, de manera especial, en el prólogo a Don Quijote, Don Juan y la Celestina. Ensayos en simpatía (1925), obra en la que aparece una visión mítica de don Juan de marcado carácter nietzscheano y en la que se sustenta toda una teoría nacionalista directamente vinculada a la más tradicional veta regeneracionista del 98; o los escritos de Manuel Azaña sobre Cervantes, Valera o Ganivet, que llevan a Genara Pulido a reivindicar su figura como «hombre de letras» y como coherente crítico literario, en tanto que sus inquietudes históricas y sociales se legitiman en su acercamiento a la literatura desde un absoluto convencimiento en la radical historicidad de la obra literaria: «Felizmente -decía- en política, palabra y acción son la misma cosa».

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A la más pura reflexión metacrítica está dedicado el último capítulo o epígrafe, en el que, partiendo de la ya clásica distinción entre crítica literaria académica y crítica literaria periodística, se apuntan los rasgos y las pautas evolutivas fundamentales de esta última, a través de los cuales queda definida como actividad de carácter inmediato, con distintas manifestaciones o géneros (artículo, reseña, reportaje, entrevista, etc.), cuya función informativa y orientadora es ejercida en medios de comunicación de carácter periódico y está destinada a un público lector amplio y no especializado, por lo que el lenguaje y los métodos empleados deben ser asequibles a ese tipo de lector.

Así pues, estas aproximaciones a la reflexión metacrítica y teórico-literaria en el siglo XX vienen a incidir en esa necesidad, puesta en evidencia en las últimas décadas, de conocer nuestro más inmediato presente y nuestro más reciente pasado. Sólo desde el convencimiento de la precisión de diversas aportaciones, como las de Genara Pulido, de todos los que estamos inmersos en este campo, podrá ir fraguándose, a través de los años, ese producto colectivo que debe ser la tan esperada historia del pensamiento literario español.

Eduardo Salas Romo

Universidad de Jaén