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Una primera versión de este trabajo fue presentado en el Congreso Internacional de Lexicografía: Miguel A. Ugarte Chamorro, organizado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Academia Peruana de la Lengua, el 21 de abril del 2006. Una versión revisada fue leída en el marco de la Conferencia anual de la Asociación Americana de Literatura Comparada (ACLA), cuyo tema fue «Trans, Pan, Inter: Cultures in Contact» en la ciudad de Puebla, México, el 20 de abril del 2007.

 

2

He publicado al respecto el siguiente artículo: Carmela Zanelli. «Formas e ideas de lo trágico en la Historia general del Perú del Inca Garcilaso». La tradición clásica en el Perú virreinal. Teodoro Hampe Martínez, comp. Lima: Sociedad Peruana de Estudios Clásicos y Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1999. 157-172.

 

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Es necesario insistir en que el título de Historia general del Perú fue un título impuesto por el editor de turno y no una decisión del autor. De hecho, incluso en los preliminares, a saber tasas, permisos y aprobaciones aparece siempre el título de Segunda parte de los Comentarios reales de los Incas. Solo tras terminar la lista de erratas, aparece el espurio nuevo título: «Este libro, intitulado Historia general del Pirú, con estas erratas, corresponde con su original. Dada en Madrid a 12 de noviembre de 1616» (Garcilaso 1944: 18). En el cuerpo del texto se habla siempre de la Segunda parte de los Comentarios reales de los Incas. Baste como ejemplo el título del primer libro de la Historia general del Perú: «La conquista del Perú. Libro Primero de la Segunda parte de los Comentarios reales de los Incas...» (Garcilaso 1944: I, I: 19).

 

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A partir de las referencias repartidas a lo largo de la crónica, Aurelio Miró Quesada supone que el Inca compuso esta segunda parte entre 1604 y 1612 (299 y ss.), mientras que el prólogo habría sido compuesto al final, posiblemente al momento de enviar a la imprenta el texto, a saber, en 1616, año de la muerte del Inca. En este caso, los datos provienen de la biografía del Inca Garcilaso de Aurelio Miró Quesada (El Inca Garcilaso. 2.ª ed. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1994).

 

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Utilizo la edición de Ángel Rosenblat de la Historia general, correspondiente a 1944 (ver bibliografía). En las citas del texto aparecen dos número en romanos -el primero corresponde a uno de los ocho libros en los que está dividida la crónica y el segundo, indica el capítulo. El último, en arábigos, identifica la página.

 

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Como se ha visto, la ejecución de Túpac Amaru no es realmente el último episodio narrado. Para que no quede solo, como Garcilaso acostumbra, el cronista narra el final igualmente aciago de sus verdugos: Martín García de Loyola y el Virrey Toledo. No obstante, en el fragmento analizado, Garcilaso señala claramente que la ejecución de Túpac Amaru es «lo último» y «lo más lastimero» aunque no lo sea realmente: «por contar a lo último de nuestra obra y trabajo lo más lastimero de todo lo que en nuestra tierra ha pasado y hemos escrito» (VIII, XIX: 250). Antes había relatado el destierro de indígenas y mestizos de sangre real, ocurrido después de la ejecución del Inca, pero relatados con anterioridad para contribuir al efecto trágico que busca crear. Como se hará explícito en el recorrido diacrónico del concepto de tragedia, durante la Edad Media, el final aciago se convertirá en el rasgo necesario para definir un texto como trágico.

 

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Se puede señalar la siguiente y muy elocuente lista, una sucesión, todas ellas, de muertes violentas y antinaturales; Miró Quesada la califica de «culminación dramática»: «Y la clave la encuentra [Garcilaso] en la culminación dramática de los protagonistas de la historia. "Porque en todo sea tragedia", dice el Inca; y por eso cierra cada uno de los Libros con la muerte violenta de Atahualpa (Libro I), de Diego de almagro (Libro II), de Francisco Pizarro y Almagro el Mozo (Libro III), del Virrey Núñez Vela (Libro IV), de Gonzalo Pizarro y Francisco de Carvajal (Libro V), de Sebastián de Castilla y Vasco Gódinez (Libro VI), de Hernández Girón (Libro VII) y de Túpac Amaru y la reprensión del Rey al Virrey Francisco de Toledo (Libro VIII)» (1985: XXXIX-XL).

 

8

Cito la primera parte de los Comentarios reales (1944 [1609]), también según la edición de Rosenblat (ver bibliografía). Los números romanos también indican el libro y el capítulo, mientras que el número en arábigos corresponde a la página.

 

9

Sigo fundamentalmente las ideas de Henry Ansgar Kelly, desarrolladas en Ideas and Forms of Tragedy (ver bibliografía).

 

10

La obra de Boccaccio, que habría servido de inspiración para Chaucer es una obra de carácter histórico-filosófico que reflexiona sobre el tópico de contemptu mundi, la Caída de hombres ilustres (1373), escrita originalmente en latín. Yo he consultado una traducción al inglés: The Fates of Illustrious Men. Trad. e introd. de Louis Brewer Hall. Nueva York: Frederick Ungar Publishing Co., 1965.

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