Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

1

Entre los principales, Ricardo Rojas, La literatura argentina. Ensayo filosófico sobre la evolución de la cultura en el Plata, t. I, Los gauchescos, Imprenta de Coni Hermanos, Buenos Aires, 1917; Augusto Raúl Cortazar, Poesía gauchesca argentina, en Guillermo Díaz-Plaja (dir.), Historia general de las literaturas hispánicas, Barna, Barcelona, 1956, t. IV, primera parte, págs. 391-442; y Julio Caillet-Bois, Introducción a la poesía gauchesca, en Rafael Alberto Arrieta (dir.), Historia de la literatura argentina, Peuser, Buenos Aires, 1959, t. III, págs. 51-89. Tampoco alude a este folleto Horacio Jorge Becco, La literatura gauchesca. Aportes para una bibliografía, en Cuadernos del Instituto Nacional de Investigaciones Folklóricas, Buenos Aires, N.º 2, 1961, págs. 235-249, y N.º 3, 1962, págs. 309-326. Es obvio que ninguna de las antologías gauchescas hace mención del poema (N. del E.)

 

2

El último poema de Hidalgo corresponde a 1822, y el primero conocido de Ascasubi es de 1833 (N. del E.)

 

3

A título de mero cotejo en cuanto a su extensión recordamos que los tres Diálogos de Hidalgo suman 940 versos, y el Fausto de Estanislao del Campo tiene 1278 versos. Nuestro poema coincide casi con los Recuerdos que de las glorias de la patria hicieron los gauchos argentinos Chano y Contreras, en las trincheras de Montevideo el 25 de Mayo de 1844, de Ascasubi, y que, alcanza a los 1020 versos (N. del E.)

 

4

Una característica definida de la literatura gauchesca -dice Ayestarán- reside en el hecho de su compacta organicidad. «Tiene algo de la coparticipación colectiva de numerosos escritores en una sola obra; incluso los nombres de los personajes -Chano, por ejemplo, o Contreras- pasan de mano en mano: los inaugura Hidalgo y los recoge Ascasubi». Cfr. Lauro Ayestarán, La primitiva poesía gauchesca en el Uruguay, t. I, 1812-1838 (Apartado de la Revista del Instituto Nacional de Investigaciones y Archivos Literarios, N.º 1), Imprenta El Siglo Ilustrado, Montevideo, 1950, pág. 24. Corroborando esa afirmación reproduce en la misma obra dos composiciones anónimas escritas en Montevideo en 1828 y 1838 respectivamente: Comunicado conjunto de los paisanos Chano, Contreras y el tío Molina (págs. 155-156) y Carta del paisano Chano a su esposa Goya, al irse de la Capital para el Ejército Defensor (págs. 238-240). También Luis Pérez menciona a Chano en El Gaucho, de 1830. Asimismo lo cita otro poeta anónimo en la Conversación entre los paisanos Salvador y Jacinto, en el periódico montevideano El Grito Arjentino, de 1839. Para la continuidad de esos personajes en Ascasubi véase sus Trobos de Paulino Lucero o Colección de poesías campestres desde 1833 hasta el presente, Imprenta de la Revista, Buenos Aires, 1853, 2 tomos; y Aniceto el Gallo, gacetero y gauchipoeta argentino, Imprenta Paul Dupont, París, 1872. Sobre este mismo asunto ha escrito Gutiérrez: «Chano y Contreras son antiguos conocidos que no hemos visto jamás; miembros de la familia de cada uno, ausentes largo tiempo, devuetos al hogar por la hada benéfica que inspira al payador cuyos cantos son inmortales». Cfr. Juan M. Gutiérrez, Estudio sobre las obras y la persona del literato y publicista argentino D. Juan de la Cruz Varela, Imprenta y Librería de Mayo, Buenos Aires, 1871, pág. 263 (N. del E.)

 

5

Ya se ha visto en la nota anterior cómo Goya reaparece junto a Chano, trece años después, en un poema de 1838 (N. del E.)

 

6

El contenido de este folleto confirma lo aseverado por Ayestarán en el sentido de que la poesía gauchesca de la época de la Revolución es un verbo poético conjugado en tiempo presente. No tiene la nostalgia del pasado que caracteriza a la gauchesca posterior. «No rememora hazañas; las vive en ese momento, y por ello, quizá, no les da esa trascendencia resonante con que el recuerdo las transfigura». Ayestarán, ob. cit., pág. 21 (N. del E.)

 

7

En los versos 1021-1022 se hace explícita mención de su ausencia de quince meses (N. del E.)

 

8

Se difundieron en la época múltiples cantos consagrados a las victorias de Junín, Ayacucho y Sarandí pero ninguno las enlazó en una realización unitaria (N. del E.)

 

9

Coincidiendo una vez más con la orientación impresa por Hidalgo en sus obras -coincidencia no sólo formal sino de sustancia- el autor de este poema no se mezcla en las querellas de la política interna del país: le basta con adherirse a los ideales revolucionarios. Pocos años después se quebrará esa línea de prescindencia, y la poesía gauchesca será instrumento de las facciones en pugna. Pérez, Godoy y sobre todo Ascasubi ejemplificarán cabalmente la nueva etapa (N. del E.)

 

10

El Argos de Buenos Ayres apareció en 1821 y desapareció en 1825; y La Gaceta Mercantil vivió entre 1823 y 1852. Ambos dos, que cubren íntegramente el período que nos interesa, eran principalmente noticiosos. Con estos coexistieron fugazmente otros periódicos de efímera vida que no hace al caso detallar (N. del E.)