En todo caso, lo que es imposible es atribuir estos artículos, como pretendía el erudito estadounidense Nicholson B. Adams, a Mariano Rementería y Fica, al que, como vimos antes, se le han querido atribuir también los artículos de costumbres de El Observador. Por estas fechas, como sabemos, Rementería no había empezado todavía a escribir en el periódico dirigido por Carnerero.

«En fin, todo es admirable en este escritor extraordinario: sus obras, en mi sentir, tienen la perfección en el diálogo de las comedias de Moratín, en el plan e interés son iguales, quizá superiores, al Quijote, y en la perfección y en el sostener los caracteres no tiene igual, que yo conozca» (11 de noviembre de 1829, I, pp. 54-55).

Boletín Oficial de Madrid, «periódico que estoy redactando casi solo porque aunque al principio se propuso ayudarme Salustiano [Olórzaga], se separó después» (II, p. 31).

«Por complacer a [...] Iznardi me encargué a su partida de la redacción del Boletín Oficial de Madrid y le publico hasta su vuelta yo solo, como él lo hacía», dice Quintero en carta del 24 de septiembre (II, p. 34).

«Pervivencia y recursos del casticismo en la dramaturgia finisecular: el género chico», AA. VV., Casticismo y literatura en España, Universidad de Cádiz, 1992, p. 64.

«El sainete del último tercio del siglo XIX, culminación de un género dramático en el teatro español», EPOS. Revista de Filología, III (1987), pp. 97-122.

«Los majos», en Temas castizos, Madrid, Istmo, 1980.

Aproximación a la historia de España, 2ª ed., Barcelona, Editorial Vicens Vives, 1960, p. 174. Citado en J. Escobar, Los orígenes de la obra de Larra, p. 174, n. 63. Véase también Alberto González Troyano, «Notas en torno al casticismo dieciochesco», Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, I, (1991).

Goya en Obras Completas, VII, pp. 525-526. Véase Los orígenes de la obra de Larra, pp. 174-176.

Véase Alberto González Troyano, «Andalucía como imagen literaria», en la introducción a la edición citada de Escenas andaluzas, pp. 21-25.