Un nuevo Kafka

Ricardo Gullón

O, por mejor decir, una nueva interpretación de Kafka (la personalidad más influyente en la literatura actual), se encuentra en las declaraciones que ha hecho Max Brod al escritor Louis Wiznitzer, insertas en la revista Número (último fascículo de 1950), de Florencia. Max Brod era el amigo íntimo de Kafka, a quien éste confió el encargo de destruir sus manuscritos. Brod aceptó la responsabilidad de desobedecer a su amigo y de publicar las obras entregadas a su cuidado. Y en seguida fue el éxito, las controversias y toda una literatura cobijada bajo el signo kafkiano.

Se ha entendido la obra de Kafka como un mensaje pesimista, derivado de la consideración de que el mundo es un conjunto de absurdos, la esencia del absurdo; contra esta interpretación se alza ahora Brod: «Puedo garantizar -ha dicho a Wiznitzer- que Kafka nunca ha sido pesimista. Nunca se sintió extranjero en parte alguna. No hay relación entre los seres que describe y él mismo. Lo que más le caracterizaba era su gran bondad, y en sus aforismos repite incansablemente que hay en el hombre algo de indestructible.» Rechaza Brod la comparación entre Kafka y Kierkegaard, y señala que la condena del protagonista de El Proceso se debe a la falta de amor del personaje.

Lo que suscita mayor indignación en Max Brod es que se intente vincular a Kafka y a Heidegger: «Eso no es sólo un error; es un crimen». Heidegger es un nietzscheano, y mientras el novelisla checo aspiraba a «una vida de amor y de humana dulzura», Nietzsche deseaba «una vida cruel y agresiva». Según Brod, su amigo no era un simbolista, ni un esteta, sino un poeta religioso, cuyo tema fundamental es el del hombre que adquiere conciencia de su imperfección y está cada día «más aterrado en cuanto comprende que se le escapa la perfección hacia la que tiende». Y hay otro aspecto de la personalidad de Kafka todavía mal conocido: su humorismo, que puede explicar alguna de sus más interesantes invenciones. Las palabras de Max Brod deberán ser tenidas en cuenta por quienes desde ahora pretendan asomarse al atrayente misterio de la obra kafkiana.