«Waverley ó Hace sesenta años» de Walter Scott, en la traducción de Francisco Gutiérrez-Brito e Isidoro López Lapuya (s. a., ¿1910?)
José Enrique García González
Francisco Gutiérrez-Brito (trad.)
Isidoro López Lapuya (trad.)
Waverley; or 'Tis Sixty Years Since (1814) constituye la primera producción novelística de Walter Scott, considerado el padre de la novela histórica. El marco en el que se sitúa la acción corresponde a la segunda y última revolución jacobita (1745), uno de los momentos claves en las relaciones anglo-escocesas. Junto a esta tensión histórica entre ambas naciones, el autor presenta el conflicto entre las Tierras Altas y las Tierras Bajas, otro aspecto fundamental de la historia de Escocia, a la vez que aboga por un espíritu de reconciliación. En esta su primera novela, Scott incorpora el dialecto escocés a los diálogos, lo que supone una innovación estilística con repercusiones lingüísticas y literarias.
Por lo que se refiere a la recepción de Waverley en la cultura de salida, tanto la acogida de la crítica como la del público de la época son muy satisfactorias. Se valora sobre todo el carácter novedoso de la obra, el retrato de los personajes y las descripciones de las costumbres y paisajes escoceses1. Esta recepción tan entusiasta no está exenta de algún que otro comentario negativo, dirigido principalmente a las inexactitudes históricas y a la dificultad para entender los diálogos en escocés2. La acogida favorable mayoritaria se traduce asimismo en un gran éxito de ventas: los 1.000 ejemplares de la primera edición -7 de julio de 1814- se vendieron a los pocos días de su aparición, y para noviembre de aquel año la novela iba ya por la cuarta edición, con una venta total de 6.000 ejemplares (Humphrey 1993: 108).
Respecto al lugar
que ocupa Waverley en la producción
novelística de Scott, hay que señalar que esta
primera obra -publicada de forma anónima- da nombre y fija
el modelo para las restantes 29 novelas del autor, conocidas
colectivamente como las Waverley Novels. La primera colección
completa de estas novelas, con introducciones y notas del autor, se
publica entre 1829 y 1833. Se trata de la denominada Magnum Opus,
edición revisada y corregida por Scott, donde el
anónimo «autor de Waverley»
deja ya
constancia de su propio nombre.
En líneas
generales, la crítica coincide en señalar el enorme
entusiasmo con que son recibidas estas novelas por el
público británico de la época, así como
su repercusión en los ámbitos literario y cultural, e
incluso en el terreno de la moral y de las costumbres; a este
respecto, comenta Hook (1972: 9) que «The fantastic scale of
the Scott phenomenon is something we have to recognize, even if we
find it hard to understand»
. En este
sentido, junto a las numerosas (re)ediciones de su obra con amplias
tiradas, se realizan versiones para niños, adaptaciones
operísticas y teatrales, retratos de sus personajes,
calendarios con citas de Scott, guías turísticas
sobre Escocia, y exposiciones y acontecimientos varios.
Dentro de las
Waverley
Novels, hay que destacar que Waverley inaugura una serie de novelas sobre
la historia de Escocia a partir del Tratado de Unión con
Inglaterra de 1707 (las denominadas «Scotch
Novels»)3,
consideradas por la crítica contemporánea las mejores
dentro de las novelas históricas de Scott. En este sentido,
las siguientes apreciaciones constituyen una muestra representativa
de esta valoración: «Three stand out from the others for the range
of their interests, the sustained merit of their writing, and the
superior impact of their total effect: Waverley, Rob Roy, and The Heart of Mid-Lothian.
[...] Among the three novels [...]
Waverley
has the greatest wealth of inherited themes
and styles. Also, it is intense in parts; it contains memorable
major characters; it is beautifully, if rather too abundantly
plotted; and generally it is the most diversified of all Scott's
novels»
(Tillyard 1963: 74-76), o «From 1814 to 1819 he
produced work of merit and originality surpassed by few and of
quantity equalled by none of our leading writers of any
century [...] Waverley remains almost, if not
quite, his greatest achievement»
(Cockshut
1969: 11-13).
Waverley cuenta con siete traducciones al español. De éstas, la primera se publica en México, por la Imprenta de Galván, en 1833 y traducida por José María de Heredia; al poco tiempo aparecen dos en Francia: una en 1835 en Burdeos (Imprenta de Pedro Beaume), traducida por Pablo de Xérica, y otra sin año en París (Garnier Hermanos), en versión de Francisco Gutiérrez-Brito e Isidoro López Lapuya. Otras tres se publican en Barcelona: en 1836 (Librería de Oliva), sin nombre de traductor; en 1934 (Ramón Sopena), traducida por José Pablo Rivas; y en 1958 (Mateu), traducida por Luis Solano Costa. Finalmente existe una traducción publicada en Madrid en 1935 (Lecturas para todos), sin nombre de traductor.
A pesar de ser la primera novela histórica de Walter Scott, el número de traducciones de Waverley que se publican en España es bastante reducido: cuatro en total, destacando que dos de ellas -Sopena y Mateu- ven la luz más de un siglo después de la obra original y en versiones simplificadas. Este hecho pone de manifiesto el limitado interés que ha suscitado la novela -tanto a nivel estético como en términos editoriales- en comparación con otras obras del mencionado autor mucho más populares en la cultura meta, como Ivanhoe y Quentin Durward, con su temática medieval y caballeresca.
Adoptando una perspectiva panorámica de las traducciones españolas de la obra de Scott, hay que destacar que se trata de uno de los autores más vertidos a nuestro idioma en el siglo XIX (véanse Churchman & Peers 1922, y Palau 1948-1977: XX). Las primeras traducciones -obra de exiliados españoles- ven la luz en Inglaterra y Francia en la década de 1820, mientras que dentro de nuestras fronteras Madrid y Barcelona se configuran como los centros editoriales más importantes a partir de la siguiente década. La entrada relativamente tardía del escritor en nuestro país, motivada por las circunstancias histórico-políticas (la censura gubernativa impuesta por la monarquía absoluta de Fernando VII) y estéticas (pervivencia de los gustos neoclásicos), influye para que las últimas novelas del autor se encuentren -en general- más cercanas temporalmente a sus traducciones; en el caso de Waverley, por el contrario, median más de veinte años entre la publicación del original inglés (1814) y la aparición del primer texto meta en España (1836); compárese con la primera traducción francesa, que data de 1818.
El período más productivo respecto al número de traducciones abarca de 1830 a 1845 (véanse, por ejemplo, las colecciones publicadas por Moreno, Bergnes de las Casas, Oliva y Mellado), coincidiendo con la época de mayor popularidad de Scott en el sistema de llegada. Por lo que se refiere a los títulos de los textos meta, existen ciertas novelas que adoptan casi por defecto la traducción del paratexto francés, aun cuando se trate de traducciones directas del inglés; así ocurre, por ejemplo, con los Los puritanos de Escocia (Les puritains d'Écosse) para Old Mortality. Por último, hay que mencionar que determinadas novelas son objeto de adaptaciones operísticas representadas en España, que vienen acompañadas de libretos bilingües italiano-español (Stoudemire 1950).
Por lo que respecta al siglo XX, Walter Scott no goza ya de la popularidad y repercusión literaria que experimenta en la centuria anterior, aunque el volumen de traducciones de sus novelas aumenta considerablemente, tanto por el progresivo desarrollo de la industria editorial en España como por las abundantes versiones dirigidas a un público infantil y juvenil. Estas traducciones-adaptaciones de la obra de Scott, caracterizadas por la inclusión de dibujos e ilustraciones y por las amplias omisiones textuales, se muestran especialmente productivas en los años cincuenta y sesenta (por ejemplo, las publicadas por Bruguera y Mateu), y contribuyen a llenar un vacío en la literatura infantil y juvenil del sistema receptor.
Por lo que se refiere a las traducciones de Scott publicadas en la segunda mitad del siglo XX, hay que apuntar que se han detectado -en líneas generales- una serie de prácticas características de una política editorial que busca el incremento de las ventas y los beneficios económicos. Así, una casa editora saca a la luz la misma traducción en diferentes colecciones: por ejemplo, Orbis lanza al mercado Quintín Durward en «Las grandes novelas de aventuras» (1984) y en «Biblioteca de novela histórica» (1988); o recurre a frecuentes reediciones: por ejemplo, Ricardo Corazón de León -versión de The Talisman- alcanza en los años setenta doce ediciones en «Nuevo auriga» de AFHA Internacional; o publica dos traducciones diferentes de la misma obra dirigidas a distintos tipos de lectores: por ejemplo, Editorial Marín y sus dos versiones de Ivanhoe, una (1972, 250 pp.) en «Biblioteca junior Marín» y la otra (1980, 440 pp.) en «Grandes clásicos Marín». Además, la cesión o venta de traducciones entre editoriales es práctica frecuente. Por otra parte, en relación con el lugar de publicación, Madrid y Barcelona concentran prácticamente toda la producción, seguidas muy de lejos por Valencia y Bilbao.
En cuanto a los títulos de las traducciones, coexisten para ciertas novelas los que toman como base la traducción francesa con los que son traducción directa del inglés. Por otra parte, se han identificado ciertas traducciones de obras apócrifas atribuidas a Scott, como es el caso de las numerosas ediciones de Robin Hood / Robín de los bosques4. Por último, hay que mencionar que algunas de las novelas más populares de Scott han sido llevadas al cine (así ocurre con Ivanhoe y Rob Roy), mediante versiones que insisten especialmente en los ingredientes de acción y amor. El éxito de taquilla obtenido por estas películas dobladas al español se ha aprovechado en ocasiones para sacar al mercado una edición del libro en cuestión.
Finalmente, por lo que respecta al paso de la obra de Scott por la censura franquista, hay que destacar que la consulta de los expedientes censorios conservados en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) pone de manifiesto que este escritor apenas si encuentra obstáculos durante la dictadura. En este sentido, sólo algunos censores indican la modificación o supresión textual de ciertas alusiones al catolicismo consideradas ofensivas, quedando autorizada la publicación una vez hechas las correcciones pertinentes. Por otra parte, conviene apuntar ciertos casos en los que para asegurarse este visto bueno de la censura los traductores recurren a una labor de autocensura, sobre todo en el caso de las adaptaciones para niños y jóvenes.
El estudio descriptivo-comparativo de la traducción de Waverley se articula en torno a tres niveles de análisis: pretextual, macroestructural y microestructural (véase Lambert & Gorp 1985). El primero abarca una serie de cuestiones preliminares relativas a la edición del texto meta, considerando aquí también la posibilidad de que exista alguna traducción intermediaria entre el texto original inglés y la traducción al español. El nivel macroestructural comprende aspectos tales como la distribución del material textual por capítulos, la introducción y notas de Scott a la novela, y las cuestiones de la omisión y la adición extratextual. Por último, el nivel microestructural incluye el estudio de una serie de segmentos bitextuales pertenecientes a diversas categorías de análisis: nombres propios, objetos culturales, variedades lingüísticas, alusiones y citas, metáforas, y modificaciones textuales.
A partir de las regularidades observadas en las estrategias utilizadas por los traductores, especialmente en el nivel microestructural, se puede intentar inferir la norma inicial o estrategia global de traducción para el texto meta en cuestión.
Al iniciar el estudio pretextual, conviene señalar que esta traducción de Waverley es la primera en lengua española que se publica en el siglo XX, aunque ve la luz en París. La obra no contiene fecha de edición, y los catálogos consultados al respecto tampoco ofrecen una cronología coincidente: sin año (Biblioteca Nacional de Madrid); 19--? (Red de Bibliotecas Públicas del Estado); 1907 (Biblioteca Nacional de París, Palau); 1910 (REBIUN); 1910? (catálogo de la Universidad de Oviedo). Teniendo en cuenta esta información, parece bastante probable que esta traducción date de finales de la primera década del siglo XX. El texto meta no contiene prólogo del editor o de los traductores ni ilustraciones.
Aunque no se deja constancia en la obra, diversas referencias consultadas la sitúan dentro de la colección «Biblioteca de los novelistas», la cual constituye la primera y única colección que comprende todas las Waverley Novels vertidas al español. Garnier publica estas traducciones en la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX, la mayoría en dos volúmenes5. La nómina de traductores supera la decena y casi todos cuentan en su haber con más de una obra.
Respecto a la casa editorial francesa Garnier Hermanos (Garnier Frères), hay que señalar que la fundan Auguste e Hippolyte Garnier en 18336. Su repertorio incluye tanto a autores franceses como extranjeros, especialmente españoles y clásicos grecolatinos. En cuanto a la temática de las obras, ésta abarca campos tan variados como la literatura (sobresalen sus colecciones dedicadas a los grandes autores franceses del siglo XVIII y de la época romántica), la historia, la filosofía, el derecho y la religión, así como diccionarios, libros de viaje y manuales varios (equitación, correspondencia comercial, aritmética, etc.). Dentro de este catálogo multidisciplinar las traducciones al español, sobre todo de literatos franceses, ocupan un lugar destacado cuantitativamente.
En cuanto a la
posibilidad de que exista una traducción intermediaria, el
lugar de publicación del texto meta (París) y el que
sus traductores cuenten en su haber con otros textos traducidos del
francés apuntan en esa dirección, a pesar de que en
la portada se indica explícitamente que se trata de una
«traducción directa del
inglés por Francisco Gutiérrez-Brito e Isidoro
López Lapuya»
. Esta hipótesis se
verá confirmada en el análisis comparativo llevado a
cabo en los niveles macroestructural y microestructural: se trata
de un caso de traducción mediatizada a partir del
francés. En este sentido, hay que señalar que aunque
no se ha podido determinar cuál es la traducción
francesa concreta que actúa de intermediaria, sí se
han encontrado evidencias textuales de que se haya utilizado la de
Defauconpret (1830) -considerado el traductor canónico de
Scott en Francia- en algunos fragmentos (especialmente hasta el
capítulo XXIX); por otra parte, también cabe la
posibilidad de que sean los propios traductores españoles
los que manejen las dos versiones francesas (traducción
compilada).
En un acercamiento macroestructural, conviene decir, en primer lugar, que la traducción recoge los 72 capítulos del original de Scott y los distribuye en dos tomos en 12.º (18 centímetros): tomo I (caps. 1-29, 271 pp.), tomo II (caps. 30-72, 368 pp.). Se observa una orientación hacia el polo origen en el propio título de la novela (incluye tanto el nombre del protagonista como la referencia a la época histórica en la que transcurren los acontecimientos), así como en los títulos de los capítulos, alternando en éstos la traducción literal y la oblicua con modulación7 (así, los capítulos XLIII: «The Ball»: «El baile»; o XL: «An Old and a New Acquaintance»: «Un amigo antiguo y otro nuevo»).
La traducción de Waverley objeto de estudio incluye la «Introducción» y parte de las notas que Scott prepara para la Magnum Opus (1829). Por lo que se refiere al primer paratexto, el autor recoge algunas de las fuentes en las que se ha basado para escribir su novela, principalmente testimonios de personas reales a las que ha conocido o de experiencias vividas por él mismo, dando así prioridad al fundamento histórico que nutre su relato frente a cuestiones relacionadas con la técnica o la intención artística. En esta misma dirección van encaminadas las notas del autor: la mayoría contiene referencias históricas y culturales, aunque también hay varias con información de tipo semántico (explicación de ciertos vocablos escoceses y gaélicos que pueden resultar desconocidos para el lector).
Por lo que respecta a la presencia de dichos paratextos en la traducción española, hay que señalar que el texto meta presenta ciertas diferencias de contenido con respecto al inglés, motivadas por la eliminación textual, la adición de información de tipo cultural y la sustitución; en el caso concreto de las notas, algunas sí recogen el contenido íntegro del texto inglés mientras que otras son omitidas en su totalidad.
Aparte de estos
paratextos del autor, el texto meta incluye varias notas a pie de
página de tipo cultural e histórico, aunque son menos
numerosas que las de Scott. Por otra parte, no queda constancia del
origen de estos añadidos extratextuales (algunos proceden de
la traducción francesa de Defauconpret), salvo en una
ocasión, en que se atribuye una nota al traductor para
aclarar el siguiente punto: «[Mrs. Mucklewrath]
prelacy, and quakerism, and independency, and supremacy [...] and
antinomianism, and a' the errors of the
church?»
(WAV:
XXX, 237)8,
que se traduce así: «-el
prelatismo, el cuakerismo y el independentismo, la
supremacía, [...] el antinomianismo y demás errores
de la Iglesia»
, con esta nota: «Todos estos nombres designan diferentes sectas
religiosas odiadas por los presbiterianos de Escocia
.
(N. del T.)» (GUT-LOP: II, 4).
Por último, el análisis macroestructural también tiene en consideración las omisiones. En este sentido, las eliminaciones textuales de la traducción de Gutiérrez-Brito y López Lapuya no son sistemáticas ni privan al lector de contenido básico para el desarrollo de la novela. La mayoría no alcanza la oración completa, y en aquellos momentos textuales -casi siempre descripciones- en los que el material eliminado tiene una extensión mayor, se introduce a veces cierta información a modo de resumen que compensa esta pérdida y permite mantener la coherencia argumental.
El análisis descriptivo-comparativo de Waverley en el nivel microestructural se centra en el estudio de los segmentos bitextuales (pares problema-solución) pertenecientes a una serie de categorías lingüístico-textuales. Las regularidades observadas en las estrategias o procedimientos utilizados por los traductores muestran que, frente a la dicotomía adecuación / aceptabilidad como extremos absolutos, el comportamiento en la traducción de Gutiérrez-Brito y López Lapuya oscila entre las exigencias del polo origen y las convenciones y necesidades comunicativas del polo meta, con una ligera tendencia a dar prioridad al polo de la adecuación. Este equilibrio entre ambos extremos se consigue privilegiando cada uno de ellos en relación con distintas áreas lingüístico-textuales.
La primacía
de los estímulos del original se manifiesta en el
tratamiento de los nombres propios, con estrategias como la
repetición y la traducción lingüística, a
veces acompañadas de glosas intratextuales9
(«Tully-Veolan»
:
«Tully-Veolan»
10;
«Edinburgh»
: «Edimburgo»
; «Buscar»
: «el
perro Buscar»
); la naturalización, en cambio, es
el procedimiento utilizado para los nombres de pila convencionales
que comparten etimología con los pares
españoles11
(«Edward»
: «Eduardo»
; «Rose»
: «Rosa»
). La repetición, con y
sin añadido intratextual, es asimismo el recurso más
productivo para los elementos de la ecología («the glen, or
dell»
: «esa
cañada ó glen»
) y la cultura social
(«Highland
fling»
: «fling montañés»
). Por
último, hay que señalar que se privilegia el polo
origen en el trasvase de determinadas variedades
lingüísticas: tal es el caso del gaélico (se
recurre a la estrategia de la repetición, si bien ciertos
segmentos se sustituyen directamente por su traducción al
español), el idiolecto del barón de Bradwardine
(repetición de los latines y los galicismos), y los
registros burocrático-legal y religioso típicos de
determinados personajes.
Por el contrario,
la orientación hacia el polo meta -facilitando así la
comprensión del lector- se hace presente al traducir a un
español estándar el escocés (la lengua meta
incorpora a veces ciertos giros y expresiones de carácter
coloquial), los dialectos ingleses, y los diálogos y
expresiones que en WAV aparecen en francés. Esta
línea de actuación también se manifiesta en
las estrategias a las que recurre GUT-LOP para el tratamiento de:
a) las citas literarias, mediante adición y
sustitución12
(«whose voice was heard
around / Loud as a trumpet with a silver
sound»
[Dryden, Palamon and Arcite, libro III: 84-85]
(WAV: XXI, 168): «De su voz los viriles acentos, / Del
clarín parecían salir»
(GUT-LOP:
I, 184)
); b) las alusiones literarias, con
reducción13
y sustitución («resembled the rude festivity of the banquet of
Penelope's suitors»
[Homero,
Odisea] (WAV: XX,
163): «habrían recordado la comida
de los pretendientes de Penélope»
(GUT-LOP: I, 176-77)), pero
también con traducción (cuasi)literal; y c) las
canciones y poemas, recurriendo a esquemas característicos
de la tradición literaria del polisistema de llegada
(nótese que los dos traductores son también
escritores). Por último, hay que señalar que en
GUT-LOP se observa una ligera
tendencia a modificar aquellos aspectos religiosos y morales del
original que puedan resultar ofensivos en la cultura meta: «He repulsed the Catholic
[priest] chiefly on account of the doctrine of extreme unction,
which this economical gentleman considered as an excessive waste of
oil»
(WAV: LXII,
423), se convierte en «Rechazó al
católico» (GUT-LOP:
II, 269); o «Waverley was
now considered as a received lover in all the
forms»
(WAV:
LXVII, 462), en «Desde entonces
fué considerado Waverley como prometido esposo»
(GUT-LOP: II, 324).
Frente al
privilegio de uno u otro polo que manifiestan las áreas
precedentes, existen casos en los que el texto de llegada opta por
estrategias de conservación (adecuación) y de
sustitución (aceptabilidad) para el tratamiento de un mismo
fenómeno. Así sucede, por ejemplo, con: a) los
objetos de la cultura material, mediante traducción
lingüística (p. ej.
«cockyleeky»
: «gallo con puerros»
) y
naturalización («oatmeal porridge»
:
«plato de gachas»
); b) las
referencias bíblicas, con traducción casi literal
(«We poor Jacobites [...]
are now like the conies in Holy Scripture [...] a feeble people,
that make our abode in the rocks»
[Proverbios 30,26] (WAV: LXV,
443): «Nosotros, pobres jacobitas, somos
hoy como los conejos de que habla la Escritura [...] gente
débil, que necesita refugiarse en las
peñas»
(GUT-LOP:
II, 299)) y sustitución («He that striketh with
the sword shall die by the sword»
[Mateo 26-52] (WAV:
LXVIII, 469): «quien á hierro mata
á hierro muere»
(GUT-LOP: II, 333)); y c) las
metáforas, mediante el mantenimiento de la imagen original
(«Edward's blood boiled
within him as he read this letter»
(WAV: XXV, 201): «Al leer esta carta sintió Waverley que le
hervía la sangre»
(GUT-LOP: I, 225)), la
paráfrasis («I
thought, when I heard you at the door, they had driven the auld
deer to his den at last; and so I e'en proposed to die at
bay»
[metáfora de la caza]
(WAV: LXIV, 439): «Cuando ha llamado usted á la puerta
creí que me habían descubierto y me aprestaba
á perecer dignamente»
(GUT-LOP: II, 292)), y la
sustitución de la metáfora original por otra
diferente («We should have
followed you through flood and fire, to be
sure»
(WAV: XLV,
328): «Hubiéramos seguido á
usted, esté usted seguro, á sangre y fuego»
(GUT-LOP: II, 131)).
Dentro del estudio
microestructural hay que señalar asimismo que se han
detectado una serie de inequivalencias significativas en
relación con el sentido del texto original. A este respecto,
conviene puntualizar que no siempre es posible determinar si dichas
modificaciones son el resultado de alteraciones intencionadas o se
trata de errores involuntarios -ya procedan del texto
francés intermediario, sean producto de los artífices
del texto meta en español o incluso ambos supuestos- sobre
todo cuando existe una gran disparidad o desviación entre el
léxico inglés y la correspondiente traducción
al español. Estas inequivalencias bitextuales se manifiestan
en forma de falsos sentidos y contrasentidos. Respecto a los
primeros, algunos ejemplos representativos son los siguientes:
«(the act one thousand five hundred and
sixty-seven, and various others»
(WAV: XV, 130): «el 1566 [sic: 1567]
y otros»
(GUT-LOP:
I, 33); «As they entered
the village of Cairnvreckan, they speedily distinguished the
smith's house»
(WAV: XXX, 235): «Al entrar en el pueblo de Cairnvreckan pronto
distinguieron la casa del albéitar»
(GUT-LOP: II, 2). Por lo que se
refiere a los contrasentidos, el siguiente ejemplo muestra
cómo la traducción española convierte en
negativo el sentido afirmativo que tiene la expresión verbal
en el texto inglés: «he could not
but have an excellent opinion of them»
(WAV: LVII, 390): «Mi opinión no puede ser muy
favorable»
(GUT-LOP:
II, 221).
Junto a las
inequivalencias ya apuntadas, GUT-LOP contiene algunas
inadecuaciones que afectan a la reformulación del mensaje en
la lengua de llegada. Los errores en cuestión se manifiestan
principalmente en el plano de la ortografía (errores de
imprenta, como «qensible»
[sensible]
(I, 51) y «mereed»
[merced] ( II,
111)), y en menor medida en el de la puntuación (ejemplo A)
y la gramática (ejemplo B):
(A) Se divide la intervención de un personaje en dos mediante el empleo de las correspondientes rayas para introducir el diálogo. Como resultado, aunque continúa hablando el mismo individuo, tipográficamente da la impresión de que se trata de dos personajes distintos:
(WAV: LXIV, 440) |
-¡Oh, señor, no! -exclamó Juana. -Tan mal estuvo usted el año quince y, sin embargo, se salvó todo. [Juana] -Pero ya está lista la cena. Aquí hay un plato para cada uno, sal y el pan blanco. |
(GUT-LOP: II, 294) |
(B) Se construye una oración independiente que carece de verbo en forma personal:
(WAV: XXII, 176) |
(GUT-LOP: I, 194) |
El hecho de que la traducción de Gutiérrez-Brito y López Lapuya se publique en Francia hace suponer que tiene como destinatario al público español residente en ese país, aunque también es bastante probable que se distribuya en España. No se tiene constancia de reseñas, anuncios u otros epitextos que puedan orientar acerca de la recepción y el posible éxito de esta traducción en la cultura de llegada. No obstante, hay ciertos indicadores significativos que pueden arrojar alguna luz respecto a la acogida general del conjunto de traducciones de Scott que publica Garnier. En este sentido, la mencionada editorial ocupa en la época una posición consolidada en el mercado y goza de prestigio; además, el hecho de que a lo largo de un par de décadas publique en su «Biblioteca de los Novelistas» la traducción de todas las novelas de Scott es indicio de que obtiene beneficios con la obra de dicho escritor. Por otra parte, aunque el autor escocés ya no disfruta a principios del siglo XX de la popularidad de tiempos anteriores, ha pasado a formar parte del canon de los autores extranjeros traducidos, por lo que la retraducción de sus novelas tiene bastantes posibilidades de generar beneficios económicos en el terreno editorial.
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- SCOTT, Walter. 1814. Waverley; or 'Tis Sixty Years Since, Edimburgo, Archibald Constable and Co.; Londres, Longman, Hurst, Rees, Orme, and Brown, 3 vols.
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