Amnón y Tamar en el romancero marroquí
Manuel Alvar
Al Prof. Arnald Steiger, maestro ilustre, amigo verdadero.
En oposición a la literatura tradicional de la Península, tan parca en canciones de carácter bíblico, la sefardí tiene un número no escaso de poemas cuya inspiración procede de los libros sagrados1; sin embargo, la cronología de casi todos esos cantares habrá que fijarla con posterioridad a la expulsión de los judíos. Su métrica -a veces- poco popular, el bilingüismo de alguna composición, el carácter culto de los motivos, la difusión limitada de los textos, me hacen pensar en la llamada literatura ladina más que en la tradición hispánica. Una de las excepciones posibles a tal estado de cosas es, justamente, el poema que ahora me ocupa; el único romance popular sobre asuntos del Testamento Viejo, en opinión de Menéndez Pelayo2. Creo que a este juicio de don Marcelino se refieren unas palabras de Benoliel recogidas por Menéndez Pidal3, y en las que se contradice «la afirmación de un crítico sobre la escasez de asuntos bíblicos en el romancero». A la vista de los textos, hemos de dar la razón a Menéndez Pelayo si consideramos la totalidad del dominio hispánico4, aunque -y yo lo he señalado- los sefarditas conocen otras canciones -no siempre romances- basadas en historias bíblicas. Al margen de este inciso, tiene interés la noticia que Benoliel suministra a propósito del romance de Tamar: «es tan conocido en Marruecos que hasta las moritas lo cantan.» Hoy, muchos años después, la difusión de este impuro apasionamiento, goza de la misma buena andanza.
Tomo como base de mi trabajo esta versión de Tetuán, una de las mejores que se han recogido. El texto va transcrito con ortografía corriente y, en notas puestas al final del mismo, señalo algunas condiciones fonéticas, imposibles de registrar con el alfabeto ordinario.
v. 5: fwrt, amó | v. 18: gíz |
v. 9: tjén | v. 21: eyo se nht: palár: |
v. 13: komjé: | v. 23: tjén |
v. 14: peĉuít | v. 28: leáņt, etc. Se aspira toda -s implosiva |
v. 15: gizá | v. 30: aá |
Los dos puntos (:) tras la indican abertura de la vocal.
Esta segunda versión tetuaní coincide, en esencia, con la tomada como base; anoto, solamente, las siguientes variantes:
v. 1: ...el rey...
v. 6: ...y echado...
vv. 11-12:
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faltan los vv. 19-20
v. 26:
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vv. 29-30:
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v. 35:
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vv. 37-42:
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Igual que en el caso de la versión B tetuaní, registro las discrepancias con respecto a la tomada como base:
v. 1:
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v. 2:
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v. 3:
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v. 8:
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v. 11:
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v. 12:
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v. 14:
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faltan los vv. 19-20
v. 26:
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v. 28:
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v. 29:
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v. 30:
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Tras el v. 30, en Larache se interpolaron estos otros:
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v. 33:
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vv. 35-42:
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v. 14: pechugüitas, forma judeo-española.
v. 30: las traslaciones acentuales son muy frecuentes en la recitación.
v. 37: quitade «cuitado (?)»
v. 38: horra «honra»
Con respecto a la versión A de Tetuán señalo las siguientes variantes:
v. 1:
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v. 4:
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v. 6:
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v. 8:
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v. 9:
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vv. 11-12:
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v. 13:
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v. 14:
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faltan los vv. 19-20
v. 21:
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v. 23:
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v. 25:
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v. 26:
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faltan los vv. 27-28
v. 29:
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Tras el v. 30, en Alcazarquivir se oyen estos:
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faltan los vv. 31-32:
vv. 33-34:
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v. 35:
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v. 36:
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v. 37:
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v. 38:
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vv. 39-42:
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En los cuadros que siguen trato de hacer la colación de los textos marroquíes. La procedencia de cada una de las versiones es:
Tetuán A: encuestas personales de M. Alvar (1949).
Tetuán B: id. (con esta coincide casi totalmente la de Ortega, Los hebreos en Marruecos, p. 218/19) (1950).
Larache: id. (1951).
Alcázar: J. Martínez Ruiz, Lengua y literatura de los sefarditas de Alcazarquivir (tesis doctoral inédita). 1952.
Orán: Romances judeo-españoles de Marruecos, RFH VI, 1944 , p. 354.
Con un guión corto (-) indico que la voz falta en la versión correspondiente; con uno largo (—) señalo la carencia de uno o dos versos.
Considerando el cuadro de las pgs. 247-248, en el que sólo figuran las disparidades, podemos ver que los textos de Tetuán, A y B, coinciden en un 46 % de las variantes consideradas (vv. 9, 14, 25, interpolación, 36, 42); con Tetuán (versiones A o B) se agrupa Larache (un 61,5% de casos), mientras que con Alcázar y Orán sólo coincide en un 30% de las veces. Tetuán va concorde con Alcázar en otro 30% de las variantes consideradas y con Orán sólo en un 23%, mientras que Alcázar y Orán coinciden en un 53,8% de ocasiones. De estos datos se puede inferir:
1.º que el estado actual del romance atestigua una relación de Larache con Tetuán, superior sin duda a la que pueda existir entre Larache y Alcazarquivir. Hecho que se refuerza con la conclusión segunda:
Tetuán A | Tetuán B | Larache | Alcázar | Orán | |
v. 1 | re | el rey | rey | - | el rey |
v. 4 | aunque | aunque | aunque | y era | aunque |
v. 6 | echado | y echado | echado | y echado | y echado |
v. 8 | entrara | entrara | fuera | entraba | entrara |
v. 9 | tú | tú | tú | y tú | y tú |
v. 11 | el re mi | yo mi | yo rey | el mi | el mi |
v. 12 | echado | no como | no como | no como | no como |
v. 13 | si comieras | si comieras | qué comerás | sí comerás | sí comerás |
v. 14 | pechuguita | pechuguita | pechugüita | pechugüita | pechugüita |
vv. 19-20 | — | — | — | — | |
v. 25 | de tus | de tus | de tus | los tus | los tus |
v. 26 | trajeron | trujeron | trajieron | trujeron | trujeron |
vv. 27-28 | — | ||||
v. 29 | tendióla | tirárala | tiró | (distinto) | — |
v. 30 | a la cama la arrojara |
la mano, etc. | a su cama la tirara |
a la cama la arrojara |
— |
interpolación | — | — | de gritos, etc. | gritos, etc. | — |
v. 33 | en mitad | en mitad | en medio | (adulterado) | — |
v. 35 | tú, T. | di tú, T. | hija, T. | y T. | — |
v. 36 | mal airada | mal airada | muy disgustada | mal airada | — |
v. 37 | - | - | quitade | malogrado | — |
v. 38 | quitóme | (adulterado) | me quitó | quitóme | — |
v. 39 | no estés de... | no se te dé... | no tengas... | no te se importe... | — |
v. 40 | — | — | — | — | |
v. 41 | antes que raye el sol | (adulterado) | ... saliera ... | ... ponga ... | — |
v. 42 | juzgada | juzgada | casadas | casada | — |
Finales diversos del de Tetuán A. | T. casa con Absalón | ||||
Ab. anuncia venganza contra A. | Ab. anuncia venganza contra A. |
2.º que son numéricamente iguales las coincidencias de Tetuán y Larache con Alcazarquivir.
3.º que la comunidad de Orán, establecida en esta ciudad en el s. XIX con gentes venidas de Tetuán5 se ha separado de su tradición originaria, según supuse en otro sitio6.
4.º que Alcázar y Orán forman unidad, como en el caso de Gerineldo7.
5.º que Tetuán y Alcázar son los únicos sitios donde se dan interpolaciones o sustituciones que sólo a ellos atañen, lo que hace pensar que esas localidades sean los focos de mayor importancia en la reelaboración de la poesía tradicional.
6.º que Orán presenta la redacción más pobre de las conocidas.
La tradición marroquí es más arcaizante que la peninsular. Esta afirmación, tópica ya, es verdadera en sus líneas generales. Sin embargo no hay que creer en el total anquilosamiento de la tradición sefardí: no, más lentamente, y ahora como a remolque de la peninsular, va evolucionando. Una clara muestra de ello nos la da la sistemática pérdida que experimentan los arcaísmos. Me fijaré en casos ilustrados por los romances de hoy.
La más flagrante de las sustituciones es sin duda la del sintagma «artículo + posesivo». En el v. 11, sólo Alcázar y Orán mantienen el mi, totalmente reemplazado en Tetuán B, y Larache, mientras que, en Tetuán A, el re mi padre parece ser fórmula de compromiso entre el mi padre (Alcázar, Orán) y el sintagma romancesco el re tu padre; obsérvese que sólo Tetuán A conserva re. Una sustitución del mismo tipo es la que se da en el v. 25, los tus (Alcázar, Orán), reemplazado por de tus (Tetuán A y B, Larache), con lo que el verso pierde su sentido.
El futuro de indicativo, tras una afirmación imperativa (v. 13), se conserva en Alcázar y Orán (con ellos iba la antigua tradición de Tetuán, según atestigua la versión de Ortega), mientras que la fórmula es sustituida por formas carentes de significado en Tetuán A y B y, en Larache, queda mantenida tan sólo parcialmente. El imperfecto de subjuntivo es modernizado en sus usos o mal interpretado (v. 8).
También el léxico ha experimentado el mismo tipo de sustituciones: el tradicional sefardí pechugüita es trocado por el moderno pechuguita (v. 14), trujeron por traj(i)eron (v. 26), arronjara (arrollare en Ortega) por tirara (v. 30), aburacara (interpolación tras el v. 30) por alborotara (en Larache), mal airada por disgustada (v. 36).
Sólo dos versiones (las de Larache y Alcázar) dan cabida (v. 37) a una voz sin correspondencia en las otras. En Larache, quitade carece de sentido; en Alcázar, malogrado lo tiene, pero no en este verso. De ambas voces se puede reconstruir la originaria: cuitado.
A la vista de las consideraciones que hago en los §§ III y IV creo que se puede restituir el texto a su forma originaria.
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El v. 6 se transcribe según la mayoría de las versiones (incluyendo la de Ortega, que no ha entrado en la tabla comparativa).
Para el v. 11 véase lo dicho anteriormente.
Los vv. 19-20 figuran entre < > porque acaso sean interpolaciones de Tetuán A (véase, sin embargo, la p. 253 y el romance de Cúllar que figura en la p. 255).
La variante de Ortega (vv. 21-22) es, para el sentido, la más lógica.
En el v. 29 se podría transcribir, también, como hacen en Alcázar: «La cogió de la sintura.»
Tanto en Larache como en Alcázar (v. 32) dicen «siete sielo...»; la sílaba que entonces sobra está compensada por la pérdida de la -s final en sielo(s): «siete sielo_aburacara.» Cómputos de este tipo no son extraños en la poesía tradicional, cf. mis Cinco romances, p. 81.
En el v. 34 suprimo mal, aunque debe ser interpolación antigua (figura en Ortega, Tetuán A y B y Alcázar); en Larache ha sido sustituida por muy disgustada, que alarga, también, al verso. Cuatro líneas antes, Larache atestigua mal airada.
El v. 35 es tópico en los romances sefardíes, cf. Gerineldo, p. 17; Cinco romances, p. 83, romance de Belisera, etc.
El v. 38 está copiado según Ortega; no se me oculta que acaso aquí se deba leer mal airada y que este semantema ha irradiado en forma de unidad indivisible sobre el v. 34.
Cuitado (v. 39) ha sido transcrito según la observación de la p. 250.
La versión de Larache (v. 41) me ha parecido la preferible. En casi todos las demás, este verso se presenta claramente adulterado. Aunque la versión de Tetuán B está más cerca del texto (II Samuel, XIII, 20), a pesar de ser defectuosa desde el punto de vista métrico.
Son igualmente válidos en el v. 43 arraye o se ponga, ya que el texto bíblico no ayuda a resolver la duda (vid. II Samuel, XIII, 22-23).
Multiplicidad de soluciones hay en los vv. 43 y siguientes: final en boda, tópico en el romancero marroquí, venganza cumplida, absolución de una «mala fama» y, también, casamiento con Absalón. Este desenlace, tan opuesto al texto bíblico, aunque por él sepamos que «Tamar se quedó desconsolada en la casa de Absalón su hermano» (XIII, 20), es paralelo a un pasaje de Petrarca no demasiado claro:
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El v. 45 es de la versión de Larache y el 46 de la de Alcázar.
El asunto es bien conocido, II Samuel, XIII; la narración bíblica se mantiene con gran fidelidad en el texto versificado. No creo inútil copiar el relato según la traducción de una Biblia ladina9. En la columna de la izquierda señalo los versos del romance según la reconstrucción que hago en las pgs. 250-251.
Capítulo XIII10
vv. 1-5 | ... | [1] ... absalon, fijo de dauid, avia una hermana muy fermosa, cuyo nonbre era tamar, e amola amon, fijo de dauid, [2] e ouo angustia amon e mostrose doliente por tamar, su hermana... |
vv. 6-8 | ... | [6] E echose amon e mostrose doliente, e vino el rey a lo ver. |
vv. 15-18 | ... | [7] E dixo amon al rey: venga, ruégote, tamar, mi hermana, e faga delante mi dos fojaldres, e comeré de su mano. |
[7] E enbió dauid a tamar a casa, disiendo: ve, agora, a casa de amon, tu hermano e fasle comer. [8] E fue tamar a casa de amon, su hermano, e él yasiente... | ||
vv. 19-20 | ... | [9] E dixo amon: salgan todos los omnes delante mí. E salió todo omne delante él. |
vv. 29-30 | ... | [11] E trauó della e dixo: ¡anda! échate comigo, hermana. [12] E díxole: non, hermano, non me atormentes, ca non se fase asy en ysrrael; ... [11] E [tamar] non quiso condesçender a su dicho e pudo más que ella e afligiola e echose con ella. |
vv. 31-33 | ... | [19] E tomo tamar çenisa e puso sobre su cabeça e la túnica que era sobre ella de pieças ronpió e puso su manto sobre su cabeça e fué andando e clamando. |
vv. 34-42 | ... | [20] E díxole absalon, su hermano: sy amon tu hermano yogó contigo? E, agora, hermana, cállate, ca tu hermano es; non pongas tu coraçón en esta cosa. |
vv. 43-46 | ... | [22] E non fabló absalon con amon de mal a bien, ca aborresçió absalon a amon por quanto afligió a tamar, su hermana ... [28] E mandó absalón a sus moços, disiendo: ved quando estudiare más alegre el coraçón de amon con el vino e yo vos dixiere: ferit a amon e matadlo, non temades, ca çiertamente yo lo mando ... [32] ... non digan a mi señor que a todos los fijos del rey mataron, ca amon solo murió. Ca por dicho de absalon fué propuesto el dia que afligió a tamar, su hermana. |
La fidelidad del romance al texto bíblico es absoluta; literal casi siempre. Tan sólo el último pasaje queda un poco alejado de esta sumisión, aunque el espíritu de la venganza es bien explícito en los versículos aducidos. Fuera del texto bíblico están los vv. 9-14 y 21-28 que no hacen otra cosa que completar, con brevísimos diálogos de carácter tradicional, la estructura dramática que tiene la narración en el libro sagrado. Incluso la interpolación (vv. 19-20) tetuaní se puede relacionar con uno de los versículos de este capitulo XIII. Frente a esta perfectísima exactitud con que entre los sefarditas se ha versificado el texto bíblico11, las narraciones peninsulares están muy hondamente afectadas de resabios plebeyos o de soluciones ilógicas, cuando sus finales no rayan en lo grotesco (por ejemplo, en la versión montañesa)12.
El más completo de los textos marroquíes publicados antes de este trabajo es el de Ortega; en tanto el de Bénichou no reproduce sino los versículos 1-14, y con sensibles reducciones. Las distintas aportaciones de cada versión han sido señaladas en el momento oportuno. Ahora quiero llamar la atención -únicamente- sobre la venganza que asoma en alguno de los textos (Larache, Alcázar) y que mostraría, en esa «sangre enronjada», concomitancias con los tratadistas clásicos del tema. Tirso en La venganza de Tamar había escrito:
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Por supuesto, creo que nada tiene que ver el viejo romance con la comedia del XVII, ni al revés. Su independencia me parece total. Nuestro teatro siguió con fidelidad al texto sagrado, mientras los sefarditas, como anotó Bénichou, olvidaron todo el proceso psicológico seguido por Amón.
La aparición de Absalón en los romances es también de origen bíblico, según se ha visto en la colación de los textos (cf. II Samuel, III, 3, y XIII, 1). Así lo sabían nuestros dramaturgos:
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Por último,
una breve nota al nombre de la protagonista. Las alteraciones que
sufre -como las de Amón- llamaron la atención a
Menéndez Pelayo (Antología, X, 196) y a
Bénichou, p. 354. En las
versiones peninsulares -reduciéndome sólo a Tamar- es
casi general la forma Altamar, con ligeras variantes. No
creo que este nombre haya que inferir origen judaico o morisco del
romance como quiere el autor de la Antología:
«Parece indicarlo la anteposición
del artículo Al al nombre de Tamar.»
Las
cuatro versiones judías que tengo mantienen inalterable la
forma hebrea del nombre, como vivo todavía entre los
sefarditas -una de mis recitadoras lo llevaba-; la
designación peninsular es una simple etimología
popular, bien frecuente, por cierto, en el
Romancero16.
Hoy, entre nosotros, Federico García Lorca ha dado vida -y brío- a la vieja tragedia de Tamar17. Sus versos, rápidos y cortados, nos dan una visión nueva del antiguo motivo y se piensa, una vez más, en el valor de lo popular recreado y en las resonancias familiares al poeta. (Amón y Tamar, trágico deseo, oído en los corros de niñas granadinas y en las voces calientes del Albaicín).