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Cielito patriótico

Al pronunciamiento de las provincias de Entre-Ríos y Corrientes contra la tiranía de Rosas en 1º de Mayo de 1850

Cielito patriótico compuesto, y publicado en el COMERCIO del PLATA de Montevideo el 25 de mayo del mismo año, y con el remitido siguiente.

Señor imprentero del Comercio del Plata.


ArribaAbajo Patroncito: he concertado
esas coplas, y no temo
que al titulado Supremo
le causen un desagrado:
porque como está atrasado  5
con la peste y el calor370,
la pérdida y el dolor
de su Encarnación amada,
puede con esta versada
ponerse de buen humor.  10
Soy su pión y servidor.

Paulino Lucero.

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Cielito gauchi-patriótico

Para que lo canten en las trincheras de Montevideo sus valientes defensores



ArribaAbajo    Por prima alta cantaré
un cielito de a caballo;
¡y viva la Patria vieja
y el VEINTICINCO DE MAYO!

    Cielito celeste y blanco,  5
cielo de Gualeguaichú:
¿qué me cuentan del Supremo371?
¿cómo le va de salú?

    Porque el general Urquiza
lo cre del todo apestao;  10
así es que se ha dado prisa
y el voto le ha reculao372.
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    Allá va cielo, tirano,
cielito del estribillo:
¿dígame, restaurador;  15
le gusta el contramoquillo373?

    ¿Qué mas quiere Juan Manuel,
si, al tenor de su renuncia,
le canta don Justo el cielo
y en su lindo se pronuncia?  20

    Cielito, y... considerando,
lo vuelve a considerar,
y al fin le dice: «recule...
¡Voto al diablo, qué amolar!».

    ¡Ay, Juan Manuel! ¡qué calor  25
sentirás del Uruguay,
del Paraná, de Corrientes,
del Brasil y el Paraguay!

    ¡Ay, cielo de la apretura,
cielito de la aflición!  30
andá, preguntale a Urquiza
quién ha hecho la quemazón.

    Luego, en el Salto Oriental,
Tacuarembó y Cerro-Largo,
la Colonia y Paisandú;  35
Juan Manuel... ¿no te haces cargo?

    ¡Ay, cielo de la amargura
y de tu gloria final,
cuando te suelten de rastra
a la cola de un bagual!  40
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    A un tal Felipe Batata374
dos tirones del buceto
le ha de dar un Entrerriano
con simpatía y respeto375.

    Cielo del campanillero  45
que anda enredando las notas,
hasta que de un redepente
de un susto largue las botas.

    Desde el año treinta y tres
hasta ahora nos acordamos  50
de aquel refrán, que decía...
y del lomo, ¿cómo andamos?376.

    Cielo de la Refalosa,
cielito de la Bajada,
donde preguntan: ¿y Rosas,  55
cómo está de la quijada?

   Porque se corre la voz
que las provincias de adentro
también lo hallan al Ilustre...
viejo y manco del encuentro377.  60

    Cielito, y por consecuencia
seguirá la reculada,
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antes que dé el mancarrón
de Palermo una rodada.

    Fiebre y confusión de niervos378  65
tiene ya el restaurador,
pues las lechuzas y cuervos
le andan tomando el olor.

    Cielito: chupá, tirano,
si te vienen disvaríos,  70
lechiguana de Corrientes
y camuatí de Entre Ríos.

    Tal desprecio en esos pagos
del Supremo hacen las mozas,
que, al dar flores, una dijo:  75
«Siento de que sean rosas».

    Allá va cielo divino,
cielito de la beldá;
si así se explica una dama,
un Argentino ¿qué hará?...  80

    ¡Cristo! por pillarlo a tiro
y al Supremo Vuecelencia
prenderle un chaleco fresco379
¡cuántos harán diligencia!

    Cielo del alma: ¡ah, malhaya,  85
a pie... permitiera Dios
que el Supremo y yo en el monte
nos topásemos los dos!
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    ¡Óiganle al loco soberbio!
¡Óiganle al bruto fatal!  90
Allá va Urquiza a montarlo
sólo con medio bozal.

    Cielito de la fijeza,
cielito del Veinticinco,
cuanto le cace380la oreja  95
se le acomoda de un brinco...

    Ahora que está el gaucho a pie,
en continuo clamoreo,
porque con fiador y lazo
se le va Montevideo.  100

    Cielo del restaurador,
supremo jefe mostrenco,
tirano degollador,
ñato, morao y flamenco

    ¡Velay! el nombre argentino  105
por un tirano ultrajao
hoy Urquiza y Virasoro...
¡velay... lo han revindicao!

    ¡Ay, cielo! La patria vieja
con su ley renacerá,  110
y entonces quien mereciere...
lo que merezca será381.

    Nuestras pasadas custiones
olvide todo paisano;
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y no haiga más ambición  115
que desnucar al tirano...

    Cielito, a ese Juan Manuel
que nos trata como a potros,
cuando hay mozo entre nosotros
capaz de montar sobre él.  120

    ¡Ea, paisanos, unión!
Corvo al cinto y a caballo,
a bailar en Buenos Aires
el tabacuí paraguayo.

    Cielito, y ¡viva la patria  125
paraguaya independiente,
y su ejército tremendo,
y su guapo presidente!

    Con una Porteña linda
al libertador Urquiza  130
le he de hacer dar un abrazo
y bordarle una divisa.

    Cielito, y en la Pirami382
del general Virasoro
he de pedir que su nombre  135
se escriba con letras de oro.

    ¡Que vivan los correntinos
y el ejército entrerriano!
¡viva Urquiza y Virasoro,
y Garzón!... ¡Muera el tirano!  140

    Otra vez: ¡viva Garzón!
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pues dice que, en la voltiada,
al que se recueste a Rosas
no le ha de suceder nada.

    En fin, termina el cielito  145
¡Viva la Banda Oriental,
su ejército, su gobierno
y la guardia nacional!

    Cielito, y por conclusión
deseo a la despedida  150
que un Argentino al tirano
lo tumbe de una sumida.