11
20.ª ed., Madrid, Espasa Calpe, 1984.
12
CA, 22, 4.
13
CA, 22, 4.
14
CA, 4, 2. En el
CB, 4, 2 se lee: «A las cuales
[criaturas] aquí llama "espesuras" por el grande
número y muchas diferencias que hay de ellas en cada
elemento: en la tierra, innumerables variedades de animales y
plantas; en el agua, innumerables diferencias de peces; y en el
ayre, mucha diversidad de aues».
15
2N, 20, 1.
16
Con lo que se
confirman las apreciaciones de Bachelard según las cuales,
«à l'égard
de l'expérience dynamique profunde qu'est le vol
onirique, l'aile est déjà une
rationalisation...; le vol onirique n'est jamais un vol
ailé»
. (G.
Bachelard, «Le rêve de
vol», op. cit.,
p. 36).
17
D, 23.
18
D, 120. Las
restantes condiciones son: «la tercera,
que pone el pico al aire...; la quinta, que canta
suavemente»
. Como puede observarse, se trata de una
descripción más bien funcional que de
características o cualidades en sí.
19
G. Bachelard, «La poétique des ailes», L'air et les songes, p. 88.
20
G. Bachelard, «Le rêve du vol», p. 78.