Noticias. Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 26 (marzo 1895). Cuaderno III

Fidel Fita Colomé (S. I.)

Destinado á dar cuenta de la vida oficial que tiene la Comisión de monumentos históricos y artísticos de Navarra, su Boletín¹ da cabida al mismo tiempo «á noticias y trabajos arqueológicos y documentos de los archivos» de aquel antiguo reino, publicándose los fac-símiles y fotograbados convenientes. Años há que la Comisión proyectaba una publicación que tanto la honra y puede servir de ejemplar y estímulo á no pocas de España; pero «vencidas las dificultades que se oponían á sus deseos, los realiza hoy gracias á la protección de la Excma. Diputación foral, á la que, al inaugurar sus tareas, se apresura á presentar el testimonio de su más sincera gratitud, enviando al mismo tiempo el homenaje de su respeto á las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando.» En este primer número se consagran páginas notables á la conservación y estudio de la Puerta románico-ojival del arruinado convento de Templarios en Puente la Reina, al Castillo Real de Olite y al Panteón de los Reyes de Navarra en la catedral de Pamplona, entablando la cuestión de trasladar á dicho Panteón los cuerpos de los reyes D. Juan y Doña Catalina de Labrit desde Lescar, donde yacen, conforme á la última voluntad por ellos manifestada en su testamento. También se hace digna memoria del Sr. D. Francisco Pólit, correspondiente que fué de esta Academia é ilustre hijo de Burguete, que falleció en 3 de Diciembre pasado; así como de la biografía   —204→   del insigne doctor navarro D. Martín de Azpilcueta, que ha escrito el Sr. D. Mariano Arigita y ha comenzado á imprimirse por cuenta de la Diputación foral.

En la sesión del 8 de Febrero último se procedió á la votación de los Académicos de número conforme á reglamento para cubrir las vacantes ocurridas por fallecimiento de los Sres. D. Aureliano Fernández Guerra y D. Manuel Colmeiro, siendo los designados y nombrados el Excmo. é Ilmo. Sr. D. José Manuel María de Asensio y Toledo para la primera, y el Ilmo. Sr. D. Manuel María del Valle para la segunda.

El 17 del mismo mes, á las diez de la mañana, reunidos los Sres. Académicos de número que, según la Constitución y la Ley de 8 de Febrero de 1877, tienen derecho á elegir un Senador, fueron elegidos escrutadores los Sres. D. Francisco Fernández y González, como de más edad, y el Sr. D. Eduardo de Hinojosa, como más joven. Verificada la votación en la forma que establece la ley y hecho el escrutinio, obtuvo la unanimidad el Excelentísimo Sr. D. Eduardo Saavedra y Moragas.

I.a Academia escuchó con sentimiento el oficio del Sr. Gobernador Presidente de la Comisión de Monumentos de Pontevedra anunciando el fallecimiento de los Sres. D. Antonio Gaité y Don Rafael Sinovas, vocales de aquella, sobre cuyo reemplazo entenderá la Comisión mixta organizadora con la mayor brevedad.

Participó el Sr. Sánchez Moguel la defunción del ilustre correspondiente portugués Vizconde de Seabra, con cuyo motivo hizo un expresivo aunque breve elogio del finado que fué escuchado con interés.

En la sesión del 15 de Febrero último habló el Sr. Director de esta Academia condoliéndose del abandono en que, según el Diario de Huesca del día 7 del mismo, se tiene en aquella ciudad su mejor lápida romana, que dice (Hübner, 3002):

La Academia, á propuesta de su dignísimo Director, acordó que se excite el celo de la Comisión de monumentos de Huesca para que informe sobre el particular, y vea de trasladar dicha lápida desde el sitio, expuesto á la intemperie, donde se encuentra y malogra, al Museo arqueológico, que es de esperar se acreciente con otros insignes monumentos históricos.

Estudios arqueológicos premiados por León XIII. Breve del 4 de Diciembre de 1894.

«A nuestro venerable hermano Luís Oreglia, Cardenal de la Santa Iglesia romana, obispo de Porto y de Santa Rufina, protector de la Academia pontificia de Arqueología.

Con dolor de todos los sabios y con nuestro gran pesar también, Nos hemos visto desaparecer, en el intervalo de algunos meses, arrebatados por una muerte inesperada, hombres eminentes por su saber, cuyo renombre había cundido muy estimado en las naciones extranjeras. Estos son: Hilario Alibrandi, Carlos   —206→   Luís Visconti y Juan Bautista de Rossi², los tres sobresalientes en la ciencia arqueológica.

Al deplorar con su pérdida la desaparición de una de las glorias más brillantes de Roma, Nos tememos también que de ella se resientan y algún menoscabo sufran las investigaciones arqueológicas. Nos hemos tenido cuidado de proteger y fomentar los altos estudios, según la práctica constante de nuestros antecesores. Y aunque Nos concedemos preferencia á las ciencias que iluminan y fortalecen la Religión, sin embargo, no hemos dejado de conceder auxilio á las otras, que contribuyen al desarrollo de la civilización humana. Y entre estas hemos comprendido las disquisiciones que tienen por objeto indagar ó ilustrar la antigüedad.

Merced á ellas, los sucesos y acciones históricas reviven de algún modo y reaparecen positivamente á la clara luz de la verdad. Cuanto á lo que concierne á la antigüedad sagrada, no son de poco provecho, puesto que han servido para la composición de la historia del cristianismo y á la defensa de los dogmas de la Iglesia contra impugnaciones aviesas y temerarias. Por esto, Nos hemos demostrado siempre una particular benevolencia á la Sociedad de los sabios anticuarios de Roma; y ningún cuidado hemos tenido por superfluo con tal de que conservase su prístino esplendor y no dejase de acrecentar su importancia y consideración.

En nuestro deseo de que dicha Sociedad no pierda nada de su lustre, sino que, por el contrario, lo aumente, y para darle al mismo tiempo un testimonio de nuestra protección, Nos hemos decidido concederle cada año dos medallas de oro y seis de plata, como recompensa á los trabajos de erudición.

Ponemos esta condición: que las medallas de oro serán concedidas á los sabios italianos ó extranjeros que traten mejor el objeto del concurso elegido por la Sociedad; y que las medallas de plata sean distribuídas entre los que en el curso del año precedente se hayan distinguido más por su crítica y erudición en materias arqueológicas.

No dudamos que esta institución de benévola provisión recibirá del celo de la Sociedad arqueológica el éxito feliz y ventajoso que colme nuestros deseos.

Así lo esperamos, venerable Hermano; y Nos concedemos en nombre del Señor al excelente protector de la Academia pontificia y á toda la Academia la bendición apostólica.

Dado en San Pedro de Roma, el 4 de Diciembre de 1894, año XVII de nuestro pontificado.-León XIII, Papa.»

La Academia pontificia romana de Arqueología ha hecho socio suyo honorario al correspondiente de la nuestra, Excmo. é Ilustrísimo Sr. D. José Morgades y Gili, obispo de Vich, quien con tantos desvelos ha contribuído á la restauración del monasterio de Ripoll; y con la creación de un Museo arqueológico en su palacio episcopal y el aprovechamiento del rico archivo de su catedral, ha prestado y sigue prestando relevantes servicios al progreso del Arte y de la Historia.

Les écrits inédits de Suarez se titula un extenso artículo firmado por el P. Rodolfo de Scorraille en la revista parisiense Études religieuses historiques et littéraires³, que mensualmente recibe la Academia á cambio de su Boletín. El P. Scorraille, después de haber establecido sumariamente todo cuanto se alcanza á la Bibliografía contemporánea por lo tocante á las obras del Doctor eximio, impresas mientras vivió (1590-1613) bajo la dirección del autor, ó bien salidas á luz después de su muerte († 25 Septiembre, 1617) acaecida en Lisboa, inquiere con vigor y discreción las que han permanecido inéditas, ocultas algunas ó extraviadas, pero bastantes las que han podido ser allegadas por tan laborioso como docto investigador para formar un copioso volumen, distribuídas por materias así: 1. Commentaires sur la Logique et autres livres   —208→   livres d'Aristote.-II. Mémoire à Paul V.-III. De immunitate ecclesiastica, lib. 1.- IV. Écrits sur l'interdit de Lisbonne.-V. Avis et questions diverses.-VI. Lettres.-Deux autres écrits théologiques.

La sección epistolar (VI), sin duda la más importante para la biografía íntima y doctrinal de Suárez, abarca 54 cartas del mismo (29 Noviembre 1573-30 Julio 1617), de las cuales una tan solamente, como lo nota el P. Scorraille⁴, es conocida del público. Casi todas están escritas en castellano, y se ilustran y completan por otras doce de Felipe II, y por unas cuarenta más igualmente inéditas de varias personas, que tuvieron correspondencia literaria con el gran doctor español de la Universidad de Coimbra.

Handschriftenschätze Spaniens. Bericht über eine im Auftrage der kaiserlicher Akademie der Wissenschaften in den Jahren 1886-1888 durchgeführte Forschungsreise von D.r Rudolf Beer. Wien, 1894.

Esta obra del Dr. Beer, correspondiente y benemérito como el que más de nuestra Academia, que acaba de publicarse en Viena de Austria, es el trabajo más acabado y metódico, que pone de manifiesto los Tesoros de manuscritos históricos y literarios, existentes en Portugal y España, vistos, analizados y clasificados por el autor, que estuvo en nuestra Península para este exclusivo objeto por encargo y comisión de la imperial Academia de Ciencias de Austria. En otro número del Boletín se insertará el Informe, que ha de dar razón de una obra tan útil é indispensable á los que desean conocer la historia de España en sus propias fuentes.