A mí la sencillez me es algo bueno, Ahora, sí, ahora, Aprecio este silencio constructivo, Austero y silencioso Comienzo a recordar o a bien notar Con el tiempo Correré por la patria como un canto de vida, Creo en el hombre. Creo en sus virtudes. Cuesta vivir sincera y bellamente Cuestiono, yo, cuestiono De materia y sonido, De mi abuela paterna De pequeña estatura, Dependo de la estricta materia de la vida, Desconozco o no sé quiénes han sido El movimiento es la vida en la materia. Es la muerte el reposo singular de la vida, Es natural que el hombre llegue al tramo Es preciso saltar muros difíciles, Hay que andar y andar siempre. He sido un ser de asombro y resonancias, Increable, infinita. Eternamente en todo. La quietud es la madre real de la tristeza. La vida pide vida y resonancias, La vida sigue, sigue, Me da vergüenza confesar o contar sinceramente Me estoy volviendo un caso conocido, Me gusta oler, Mi otro tío era sastre. Mi tío Julián, el zapatero, No hay mejor condición que la alegría No hay que volar prestando alas ajenas, Pasamos como pasa el rumor de algún río, Pienso y pienso en las cosas ya pasadas. Siempre me dominó una extraña Siempre quise el lenguaje real de lo que emerge Sólo cabe avanzar a todas horas Tú, que tienes el aire de los grandes ensueños, Una barca es el tiempo que nos lleva anhelante Vale la pena trascender de a poco, Yo me emociono al verlo tan sereno, Yo me tendría Yo soy de la ciudad: soy citadino,
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