151
Los 'Episodios Nacionales' de Benito Pérez Galdós, pág. 81.
152
Lafuente Ferrari, pág. 505. Debe mencionarse que Galdós trató el tema de Juana la Loca en su drama, Santa Juana de Castilla, estrenado en 1918.
153
Arte y crítica, pág. 18.
154
Arte y crítica, pág. 22.
155
Hinterhäuser, Los 'Episodios nacionales', pág. 85.
156
Emilia Pardo Bazán muestra esta obsesión diciendo que el retrato «es a la vez el estudio más real y más psicológico a que puede entregarse un artista... Dice más de una época un retrato que una batalla». Cuarenta días en la exposición en Obras Completas (Madrid, 1888-1922), XXI, pág. 263.
157
Max J. Friedlander en Landscape, Portrait, Still-Life (New York, 1963) habla de la correspondencia entre el retrato y la biografía y entre el auto-retrato y la autobiografía, pág. 231.
158
F. B. Navarro Reig, «La pintura y la exposición de bellas artes de 1878» Revista de España, XXIV, 1871, pág. 92. C. Boutelou comenta la indiferencia del público contemporáneo ante las pinturas religiosas (La pintura en el siglo XIX, Sevilla, 1867), pág. 185. Francisco María Tubino también nota la escasez de cuadros religiosos en el siglo XIX (El arte y los artistas contemporáneos en la Península, Madrid, 1871), pág. 199.
159
Para Jacinta los ojos de Pitusín «Eran como los del Niño Dios pintado por Murillo» (Fortunata y Jacinta, V, 116); el sobrino del sacerdote Eleuterio García Vironés en Ángel Guerra: «su perfecta hechura de cuerpo, su rostro de peregrina belleza, recordaban los inspirados retratos que hizo Murillo del Niño Dios» (V, 1476); el niño ilegítimo de Gloria de Lantigua «Era la imagen viva de aquel chicuelo divino, cuyos ojos, tan lindos como inteligentes miraron con amor al mundo antes de reformarlo. Diríase de él que no nació de madre sino por milagro del arte y de la fe, recibiendo cuerpo y vida de la ardiente inspiración de Murillo» (Gloria, IV, 681).
160
Galdós, sin duda, conocía los cuadros de esta santa, sobre todo el del pintor contemporáneo Rafael Hidalgo de Caviedes cuyo cuadro de Santa Rita está en la Iglesia de la Consolación en Madrid.