Visor de obras.

Volumen 14 - carta nº 747

[Agosto o septiembre 1898]

Mi querido amigo Menéndez: Mucho sentí que no viniese Vd. a verme cuando estuvo Vd. aquí a tomar posesión de su destino. A no estar yo tan ciego, tan torpe y flojo de piernas y tan incapacitado por otros alifafes, hubiera ido a buscar a Vd. y a darle personalmente mi más cordial enhorabuena.

Hoy le escribo para decirle que ya puede contar con mi voto en favor de Cotarelo. La muerte de D. Pedro Madrazo allana la dificultad con que tropezaba yo para dar a Vd. gusto. Ahora hay dos vacantes, y si no hago yo la tercera o la cuarta, puede Vd. contar conmigo para votar a Cotarelo después de haber cumplido con Ferrari.

Yo espero que no ha de tener Vd, inconveniente en votar a Ferrari también, el cual es, en nuestros días, tal vez

el más elegante y parnasiano de los poetas líricos de España.

En la Academia estamos todavía diez o doce viejos inválidos, que el día menos pensado nos iremos al otro mundo. Como Vd. se halla en lo mejor de su edad y muy sano y robusto, verá aún no pocas vacantes y contribuirá poderosamente a llenarlas con personas que sean relativamente las que más lo merezcan. Tratemos, pues, ahora de que entren Ferrari y Cotarelo y procuremos evitar la invasión de los oradores políticos, para los cuales hay otras academias más propias y de los cuales no faltan ya individuos en la nuestra, como son Silvela, los Pidales, Moret y algún otro.

Los amigos de Vd., que están preparando un libro para dedicársele, me excitan a que yo escriba en él. Grande es mi deseo de complacerlos. Creo, además, que podría yo escribir un precioso artículo, porque el asunto se presta mucho a ello, pero estoy desde hace meses tan premioso y tan estéril, que no sé si llegaré a lograr mi deseo y a escribir algo que no sea indigno de estamparse en el mencionado libro y que venga en él muy a cuento.

En fin, todavía no he perdido la esperanza.

Contésteme Vd. y dígame si está de acuerdo conmigo en los dos candidatos para académicos futuros. Mucho celebraría yo que estuviésemos unidos y concordes para que no nos trajesen a la Academia a personas que no tuvieran nuestra aprobación, la cual, fuera modestia, es y será siempre fundada y justificada.

Créame Vd. siempre su amigo afectísimo

Valera - Menéndez Pelayo, p. 542-543.

[1] Sólo la firma es de letra, vacilante, de Valera,