Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.

Volumen 4 - carta nº 257

De JUAN VALERA
A   MARCELINO MENÉNDEZ PELAYO

Biarritz, 18 septiembre [1880]

Mi querido amigo Dn. Marcelino: Acabo de recibir su carta del 16 y me alegro mucho de saber por ella que llegó Vd. bien a Madrid y que sigue con la actividad, que le envidio, su Historia de los heterodoxos , cuyo Tomo II me anuncia para Noviembre.

Con muchísimo gusto escribiria mi comenzado artículo acerca del Tomo I y le publicaria en la Revista de España ó en la Contemporánea antes de que el Tomo II apareciese; pero estoy mas desanimado, flojo é infecundo que nunca y hasta me cuesta trabajo escribir una carta. Así es que nada he escrito para el Almanaque de la Ilustracion de 1881, ni la Historia adelanta con gran rabia y enojo de los editores de Barcelona.

Este lugar es ademas lo menos apropósito que hay para escribir.

Pronto volveré á Madrid. En toda la semana próxima, y hoy es sábado. Si nada mejor tiene Vd. que hacer, le invito á que venga á almorzar conmigo y á que echemos un buen rato de palique el domingo, 26, a las 12½. Aunque soy distraido no lo olvidaré y esperaré.

Ayer o anteayer escribí á Vd. á esa; pero mi carta se ha cruzado con la de Vd. del 16. Me ha escrito últimamente Sanchez de Castro y no le he contestado porque no me pone señas y no recuerdo donde vive, aunque en la carta anterior, que no hallo, me lo decia.

Veo con el mayor placer que tiene Vd. segura su eleccion de Académico. Bien puede Vd. ir preparando su Discurso para entrar á escape.-A pesar de mi flojera, doy por cierto que mi contestacion no tardará ni 15 días, una vez que el discurso esté hecho.

Mi mujer y mis hijos estan bien de salud. Aquí tenemos á mi sobrina Antoñita.

Esto está brillante. Todas las noches se baila y se juega fuerte en el Casino.

Adios. Creame su afmo amigo

J. Valera

El asunto de Servet, visto así de un modo somero, nada me gusta para drama. Acaso, luego que vea yo el plan de Vd. cambie de opinion: pero a la verdad, fuera del amor, del patriotismo, de la ambicion de mando y poder, apenas si veo pasion dramática. Las que nacen de orgullo filosófico o teológico no lo son, en mi sentir.

 

Valera-Menéndez Pelayo, p. 71-72.