Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
Indice
Abajo

Carta de Vicente Blasco Ibáñez a María Blasco del Cacho1

Valencia, 14 de septiembre de 1887

Transcripción

Vicente Blasco Ibáñez





  -[fol. 1r]-  

[Membrete:]

V. BLASCO IBÁÑEZ

VALENCIA

Setiembre 14/87

 

 

Mi adorada Marujita:

No puedes figurarte qué pena pasé ayer viendo que no recibía carta tuya.

Como ahí hay toros lo menos creía yo que se había escapado uno y os habéis asustado.

¿Qué sé yo lo que pensé? Afortunadamente he recibido carta tuya y no puedes figurarte qué contento me he puesto.

De ella se desprende, pequeñita mía, que no has contestado antes porque has tardado un día a recibir mi carta.

Como también me dices que Luis Ortega estaba enfadado porque no había recibido los periódicos, he   -[fol. 1v]-   procurado averiguar lo que había de esto, resultando que como iba en el periódico la corrida de toros de Castellón y tenían interés en que se vendiera, en esto la misma noche hicieron el paquete para él enseguida y como iban muchos números tardaron bastante, de modo que cuando fueron a hacer el de Villavieja y a tirarle al tren ya se había ido.

Como el que tenía que tirar los periódicos también llevaba mi carta de aquí que no llegara a tiempo.

Nenín mío, me alegro mucho de que te trates con la Sra. de Ortega pues así hablando con ella te entretendrás e irás a casa Leandro donde podrás divertirte.

Yo me alegro mucho de que   -[fol. 2r]-   vayas a ver los toros y te alegres.

¡Qué ganas tengo de verte! Estoy más aburrido aquí. No tengo con quién ir a ninguna parte.

No sé si te diría que Aurelio Blasco volvió a irse a Madrid hace ya más de una semana.

Después me ha escrito desde Cádiz, después a otro amigo desde Barcelona y ahora parece que está en París. Su viaje está relacionado con cuestiones de lo que tú ya sabes.

Ahora parece que él va a haber algo por Cataluña pero creo que no será nada pues estamos muy desunidos y menos que no se celebre la Asamblea de Madrid de que ya te hablé no habrá unión y no se podrá hacer nada.

Tú tal vez digas, ¿y a mí qué   -[fol. 2v]-   me importa todo esto?

Nada; pero como tú te enfadas, niñita mía, si no te lo cuento todo de aquí que te lo diga.

Como estoy muy cerca de los exámenes estudio mucho. Por las noches tengo delante de los libros tu retrato y de vez en cuando le doy besitos y le digo cosas bonitas.

¿Verdad que tú haces lo mismo con mi retrato?

Tengo muchas muchísimas ganas de verte y de darte un abrazo bien apretado.

¡Guasona! Porque te he dicho que me hecho una levita cómo te vienes burlando.

Adiós remonísima, acuérdate mucho del que más te quiere en el mundo, de tu apasionado

Vicente

 

 

¿Pero cuándo me envías los versos?





Indice